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Espiritualidad y Religión / 1

Este es el primer tema de los 7 que comprenderá este curso.
Aquí se presenta una síntesis hecha por el autor y la posibilidad de comentar sus ideas.
Para recibir el material completo hay que inscribirse en el Curso entrando en CURSO-TALLER ESPIRITUALIDAD Y RELIGIÓN.
También se puede seguir de forma personalizada escribiendo al autor y tutor gonzalohayaprats@gmail.com

En cualquier caso la matrícula es gratuita

Se aceptan aportaciones libres (botón a la izquierda)

1. Introducción: Inteligencia espiritual.

A comienzos del siglo XX la inteligencia se concebía como una cualidad única e innata. El test del coeficiente intelectual creado por Stern en 1912 medía esta Inteligencia General. Gadamer en 1983 propuso la teoría de las inteligencias múltiples y estableció ocho tipos de inteligencia según los problemas que debía resolver.

Golemann en 1995 llamó la atención sobre un tipo de inteligencia, que denominó Inteligencia Emocional. Este tipo de inteligencia explicaba por qué algunos condiscípulos, considerados como mediocres, ocupaban en la sociedad puestos superiores a los de otros compañeros con mejores calificaciones académicas. Zohar en 2000 introdujo el concepto de Inteligencia Espiritual, que se ha ido desarrollando en los años siguientes.

De una manera práctica, y como introducción a la Presentación de nuestro curso sobre Espiritualidad y Religión, proponemos el siguiente resumen según el proceso de desarrollo de la inteligencia.

  • Inteligencia emocional: se desarrolla desde niño; el yo, lo inmediato, lo que le gusta. Está asociada a lo instintivo, al cuerpo, y se localiza principalmente en el nivel límbico del cerebro.
  • Inteligencia racional: abstracción, lo razonable, lo que conviene. Localizada en el cortex cerebral, con un proceso neuronal secuencial. Se asocia con la mente.

Un psicópata puede ser muy inteligente pero no percibe el sufrimiento ajeno.

  • Inteligencia espiritual: capta la trascendencia, supera el egocentrismo y el egoísmo.  Algunos la sitúan en el llamado“punto divino”. Se desarrolla en un proceso holístico, en ondas 40 hz. Se identifica con la sabiduría. Un chamán mejicano puede mostrar más inteligencia espiritual que un técnico de la British Petroleum. Podemos asociarla con el espíritu.

Las emociones son circunstanciales y variables, pero son sinceras, más creíbles que las palabras y más perspicaces que los razonamientos. Los conceptos son precisos, permanentes, y excluyentes: verdadero o falso. Las emociones no tienen pretensiones de ser únicas, ni permanentes, ni excluyentes; a veces se dan al mismo tiempo sentimientos contrapuestos de atracción y rechazo. La inteligencia espiritual se nutre de la emocional y de la conceptual, y se abre a una trascendencia que no puede abarcar.

En este curso nos interesa reconocer la Inteligencia espiritual. Sus principales características son:

  • Su visión es sintética, aprecia los valores, formula preguntas fundamentales
  • Se muestra flexible y adaptable; afronta el sufrimiento
  • Supera el convencionalismo, evita causar daños innecesarios

La literatura ha sabido presentar el valor de la inteligencia espiritual: “El corazón tiene razones que la razón no entiende” (Pascal) yEs con el corazón como vemos con claridad. Lo esencial resulta invisible para los ojos” (Saint Exupery).

Desde el Renacimiento y la Ilustración ha predominado la inteligencia racional, la autonomía del hombre y la imagen racional de Dios. Los conceptos “claros y bien definidos” nos dan sensación de control y de seguridad. La mística ha quedado separada de la religión habitual. ¿Es ese el Dios de Jesús? ¿Qué nos dice la inteligencia espiritual?

Este es el marco en el que vamos a desarrollar en este curso la relación entre la Espiritualidad y la Religión.

31 comentarios

  • Juanel

     
    Vale Mª Luisa y gracias, gracias por aclararme las cosas, que mi irreflexión se refiere a no detenerme lo suficiente sobre algo que has dicho. Puede ocurrir, claro que puede ocurrir y quizá me he precipitado en algunas respuestas. Me aclaras lo de la línea divisoria. Bien, vamos primero con la línea que supones en mí. Si me has leído con atención, seguro que sí, en el comentario siguiente al dirigido a ti cuando hablo de espiritualidad y el asombro y perplejidad ante el Misterio, hablo precisamente de que no es posible tocar fondo en el abismo que nos separa de él, que no es posible ir “más allá” de nosotros mismos, que no damos un salto para llegar al otro lado, que no cruzamos ninguna línea, en definitiva que no podemos trascender en el sentido profundo. Sin embargo, trascender en sentido débil, en el sentido de ir más allá de lo concreto pues creo que sí podemos hacerlo, incluso ponernos en el lugar del otro, la alteridad o empatizar, pero esto no supone tampoco ningún salto más allá de nosotros sino a la actividad de las neuronas espejo que lo realizan. Además la Plenitud Humana de la que tanto hablo quizás más de la cuenta no está tampoco en el otro lado, en el más allá, en el ámbito de Dios, sino en el nuestro en lo humano. Por tanto aquí tampoco veo ninguna línea divisoria.
     
    Me explicas que tú no pones línea divisoria. Bien, lo acepto. Me explicas que no hay línea divisoria o separación cuando la idea de estructura se compone de momentos que se superponen en un movimiento de liberación. Que no es separación sino superación. Supongo que te refieres a la superación o liberación del ego que se va diluyendo en alteridad. ¿Te refieres a la red de perdón y amor entretejida en la humanidad sin exclusiones? ¿Y que esa red es real? ¿que esa red es la estructura de lo humano? ¿que esa estructura es trascendente? ¿que es el lugar de la Verdad? Muchas preguntas ¿verdad? Si es por aquí por dónde vas necesito tiempo para pensarlo.
     
    En plan cordial es un placer dialogar contigo, pues me estimula a pensar en un campo que desconozco. Un abrazo

  • M.Luisa

    Hola Juanel !
     
    He dudado si debía  o no responderte pues estas derivas  a las que se llega  olvidando  y desfigurando   lo que en principio fue  tomado como objetivo  último de conversación,  procuro evitarlas  porque lo que lo que ha de mover nuestro interés   es poder llegar a través del diálogo   a un mínimo  de acuerdos con  respecto aquello de lo  que se habla y no tanto  mirarnos a  nosotros.  Pero aunque sea para aclarar que por mi parte no ha habido  voluntad alguna de incomodarte,   tomaré en consideración   las  apreciaciones incorrectas que me atribuyes  y verás que no ha habido tal cosa.
     
    1)    Tú no eres irreflexivo, Juanel, yo sólo,  dado a que veía que me seguías malinterpretando lo atribuí a que, no que fueses irreflexivo ¡faltaría más!  sino que,  tal vez por desinterés (hay lecturas que nos interesan más que otras)  eso me hacía suponer  que reflexionabas poco lo que yo exponía,  creo que  espresámdome así,  dejaba  intacta   tu capacidad de reflexión.
     
    2)  Sobre la línea divisoria. Otra vez me entendiste mal porque si   traje a colación la teoría del Logos aristotélica fue precisamente para  contraponerla a la idea de estructura,  la cual,  como dije  en ella no hay líneas de separación  pues se compone  de momentos que se superponen   en un movimiento de liberación. Por tanto se trata de superación no de separación. Por el contrario cuando yo a ti sin embargo mantuve el que veía en ti la postulación de esta línea divisoria es porque la  muestras  a otro nivel cuando  dices que para trascender  no te es suficiente la naturaleza y tienes que dar un salto   a lo desconocido  o a lo misterioso o como quieras llamarlo. Este paso no hay que darlo si concebimos la realidad como estructura o sistema También ahí detecté tu precipitación al leerme  pues hablar de la realidad en términos de estructura  es precisamente el  modo  adecuado para   no encasillarla  ni definirla  en forma alguna.

    Bueno, Juanel, espero que veas en mí una buena amiga. Aclarado un poco los malos entendidos voy a leer ahora la segunda entrega de Espiritualidad

    Un abrazo sincero

  • Juanel

     
    Tengo muchos problemas para entender lo que significa Inteligencia Espiritual. Y lo de Honorio no viene precisamente a resolverlo, ¿que tenemos un Ser que vive dentro de nosotros? Ya, y ¿qué más? También Gonzalo Haya en el desarrollo del tema1 dice que el “espíritu” es esa parte de nosotros semejante a Dios ¿de verdad? Las preguntas ante proposiciones como éstas que intentan ser respuestas a ciertas inquietudes humanas son mucho más complejas que las inquietudes que intentan resolver.
     
    Aunque niego que tengamos alma, almainmortal, espíritu como sustancia diferente de nuestro cuerpo, no niego la espiritualidad. Esta para mí significa el proceso de nuestra inteligencia racional y emocional que ocurre cuando la metemos con asombro y perplejidad en el Misterio, en el abismo que nos separa de lo Absoluto-Eterno, en donde quizás se encuentre la Verdad que no alcanzamos. Si profundizamos en él nos metemos en un vacío, un silencio, una nada,… que nos puede llevar a una intensidad de emociones muchas veces contradictorias con la razón paralizada porque no encuentra datos que manejar. Todo esto ¿nos lleva a la iluminación, a la trascendencia, a la comtemplación de lo real, a la de Dios? Para mí es que no veo el cómo por ningún lado. No hemos atravesado el abismo en modo alguno, aunque hayamos abandonado completamente nuestro yo o ego, nos quedamos en el abismo en una caída sin límite, sin tocar fondo. Cuando al cerebro no le llegan ningún tipo de señales sensoriales se las inventa y aparecen alucinaciones visuales y auditivas. ¿Son éstas las iluminaciones de las que hablan algunos? No, no lo son, no hay atajos en el camino del conocimiento.
     
    ¿Han leído el resumen de las características de la Inteligencia Espiritual al final del tema 1? Gonzalo dice en una de ellas “Produce sentimientos de asombro, humildad, alabanza, oración ante el Misterio profundo de la realidad sagrada superior” Me sobra alabanza y oración tanto como lo sagrado superior que corresponde a la religiosidad. Pero estoy de acuerdo con él en esto como también que la Inteligencia Espiritual nos lleva más allá del ego y de la mente, pero si le doy la vuelta y el más allá lo transformo en pérdida, es decir, perdemos la ubicación y la percepción consciente del yo y por tanto del ego y la mente. Llevarnos “más allá” sigue teniendo un acento religioso. Las demás características me parecen dudosas porque no sé que relación guardan con la espiritualidad, como la creatividad, el sentido ético, los valores,…… Todo ello no significa otra cosa para mí que poner en la Inteligencia Espiritual lo que desde siempre se ha caracterizado como el espíritu del hombre, esa gota de Dios que supuestamente llevamos dentro. Si esto es así los no religiosos quedan excluidos. De todos modos esperemos, esperemos al tema 2 que tratará sobre religiosidad quizás aparezcan en él más claras las diferencias.

  • Juanel

     
    Mª Luisa, yo no te he acusado a ti de irreflexiva y parece que te gusta decírmelo a menudo a mí, ¿por qué razón cualificas las posiciones de los demás que no coinciden con las tuyas de irreflexivas? Tú eres irreflexiva con lo que te digo y te sales por las ramas. No sé de dónde sacas que yo soy el que pongo líneas divisorias entre lo animal y lo humano cuando claramente eres tú quien lo hace, pues asignas al ser humano cualidades o capacidades “de novo” que tú dices que no tienen los animales. Y vuelves a poner una línea divisoria que te la sacas no sé de dónde diciendo que yo separo lo material de lo inmaterial cuando eres tú quien lo hace. Lo inmaterial para mi no existe separado de lo material de ningún modo. Los valores que sostenemos no tienen una existencia real no son sustancia ni tienen estructura, sino que son PRODUCTOS del funcionamiento de nuestras redes neuronales. Los sentimientos también lo son, PRODUCTOS de nuestro sistema límbico que se sustenta en redes neuronales y un conjunto de hormonas. ¿dónde encuentras tú la línea divisoria? Si yo amplio las posibilidades de observación en instrumentos no es por que salgan de algo distinto a lo material de las redes neuronales, algo así como supuestas cualidades esenciales humanas sino que siguen siendo productos de nuestras redes neuronales por los conocimientos PRODUCIDOS y acumulados que se transmiten en la historia. Calificar a estos productos como inmateriales como si formaran una categoría metafísica aparte o independiente de lo material me parece improcedente. Además para proponer la Plenitud Humana no necesito establecer tampoco ninguna división, pues no se trata de una entelequia espiritual sino de un tipo de sociedad humana, formada por seres humanos en la cual sea común y generalizada la práctica de unas relaciones justas, pacíficas, ……
     
    Ciertamente yo sí hago una división tajante entre el ámbito de Dios y el ámbito humano. Yo sobre el ámbito de Dios no sé absolutamente nada y por ello no hablo de él yo hablo del ámbito humano. Tú parece que conoces TODA la estructura de la realidad Dios incluido, por lo cual das a entender que conoces a Dios. Yo no, yo no lo conozco. Lo que sí digo es que tengo la fe y la esperanza de que Dios lleve la Plenitud Humana a su ámbito divino, quizás porque la Plenitud humana le pertenece. Pero esto tampoco puedo saberlo. De modo que el paso al ámbito divino no sé si se dará o no, no puedo saberlo por que es una cosa de Dios y no tengo datos para poder hablar sobre ello. Lo que tengo es la confianza en que se dará que no es lo mismo que saberlo.
     
    Después de escribir todo lo anterior te leo después en el penúltimo párrafo en el que dices que te da risa que yo piense que los que ponen el horizonte en la línea de la realidad pretendan conocerla toda, ¿Ah no? ¿y cómo demonios hablas con tanta soltura de su estructura? ¡Mira como te has curado en salud porque sabías por donde iba a ir!, y añades que la inteligencia y realidad están en respectividad mutua, ¿cómo puedes hablar de esa respectividad si te falla el conocimiento de la realidad? ¿Cómo demuestras o simplemente cómo puedes mostrar tal cosa o se trata más bien de una intuición? ¿quizás un axioma, un postulado, una proposición? Lo siento hablar así pero es que me has sacado de mis casillas por tu exagerada suficiencia, que linda el desprecio. Haz el favor de tratar a los demás con respeto. Yo no creo que te haya tratado así nunca y espero no tener que hacerlo y que sigamos teniendo un diálogo lo más cordial posible.

  • M.Luisa

    No, no, Javier yo hace tiempo que estoy avanzando, no me importa haberlo hecho en solitario. Me he sentido acompañada  por el hecho de que al ver,  un  desaliento  común  aquí en   Atrio, he podido  ir metiendo  cosas  aprendidas pero imponiéndome  de no cambiar el modo  según el cual,  aunque difícil, eran  por mí comprendidas. El camino fácil ya se recorrió  antes.
     
    Además no te creas Javier,  el que tú hayas dicho que no me entiendes  no por decirlo  haces que yo me entere, para mí no es nada nuevo,  como tampoco lo es saber que hay otr@s que tampoco, no obstante  a mí esto no  me frena  ni me preocupa en absoluto, estoy abierta  a si es preciso explicar lo mismo de otra manera.
    A veces obsesionados por una crítica excesiva sobre aquello que nos preocupa   nos  privamos  de     captar  y  entender  todo cuanto  fuera de este terreno se halla. Pienso que tal vez deberías   preguntarte  ¿por qué tiempo atrás quise entender lo que  no comprendía? Quienes   esto les ha sucedido   habrán  de recorrer ellos   mismos el  camino  a la inversa, es decir comprender para entender porque  desde luego  no esperen  que los mismos que deformaron con sus  doctrinas sus  mentes   vengan  ahora  a darles explicación de ello.
     
    No dijo san Pablo algo así…”llegará un día que no será suficiente la leche para alimentaros,  necesitareis algo más…”pues eso!

  • Javier Renobales Scheifler

    Caramba, Mª Luisa, ahora sí te he entendido ¿por qué será? ¿Quizá porque te he dicho lo que los demás no te dicen? ¿Crees que los demás te entienden? Yo creo que muchos no, aunque no te lo dicen, simplemente pasan (podía haberlo hecho yo, pero busco el contacto humano, querida Mª Luisa).
     
    Estoy acostumbrado a que me imputen en este foro lo del resentimiento, el odio … etc. Es la actitud habitual, el ataque ad hominem, cuando no gusta lo que digo (a tí parece que no te ha gustado, y me imputas resentimiento y superficialidad)

    No sé el camino por el que tú has pasado, ni si sigues siendo cristiana o no, quizá porque no lo has dicho en este foro tan católico. Pero si has comprendido la causa de tanto daño, como dices, sería bueno que la dijeras, y hablando como ahora, que se te entiende, al menos yo.

    Entre cristianos, sobre todo si atribuyen a Jesús una imaginaria plenitud top 100% como hace Juane,l o si le consideran dios, como hacen los católicos de Atrio, no se admite que Jesús se equivocara (pues para eso le añaden la garantía de ser dios, que necesitan para afianzar su fe en Jesús –si no fuera dios, creo que no tendrían fe en él, y se les caería la promesa de no morir para siempre-).

    Yo creo que Jesús no era dios, y como hombre que era se equivocaba.

    Se equivocó al menos en dos cosas:
    – que dios intervendría para ayudarles a traer el Reino, y no intervino y Jesús lo comprendió sólo instantes antes de su muerte (padre, por qué me has abandonado)
    – y que el fin de los tiempos era inminente: pero los tiempos continúan 20 siglos después, y siguen.

    Cuando los evangelistas escriben los evangelios(que no son de jesús, sino de los evangelistas)  ya se han dado cuenta de que los tiempos continúan, y de que los romanos masacran al famoso pueblo elegido por dios sin que a dios parezca importarle un comino ni haga nada por evitarlo, y se han dado cuenta de que no hay segunda venida de Jesús.

    Por eso los evangelios son muy ambiguos, porque tienen que diferenciarse de los judíos arrasados por los romanos, y tienen que vender una doctrina que atraiga a los gentiles a una sociedad en la que el Reino no ha llegado –excepto lo poco que puedan ‘hacer el Reino’ en esa comunidad primitiva cristiana-, y no espanten a los gentiles ricos, que puedan seguir siendo ricos pero compartiendo, con el concepto de ‘pobres de espíritu’.

    Colgar esa doctrina del Jesús histórico exigía resucitarlo, adulterarlo y hacerlo dios, y lo hicieron, todo lo que les convino.

    Resulta molesto a los cristianos que les digan que su Jesús se equivocaba y además no era dios, ni era un hombre en plenitud 100%, y sus evangelios son ambiguos, contradictorios e interesados, no el modelo para sociedades del siglo XXI.

    Resulta molesto que les diga que están tratando de creer que un papa de turno les va a arreglar su ICR que no tiene arreglo.

    Tú has detectado mal ambiente en Atrio: yo diría que un foro en el que se diga la verdad –si no, no merece la pena el foro-, no es un camino de rosas, sobre todo si va a tocar donde duele, donde está la herida.

    Para decidir continuar siendo católico o dejar de ser cristiano tienen que tocarse y removerse cosas profundas, no superficiales como tú me imputas. Lo que tú llamas mal ambiente viene de ahí, de tocar cosas profundas, que molestan cuando son cuestionadas.

    Bueno, hemos avanzado, ahora te has expresado de forma que te entienda. Pero no dejes que se resienta tu salud, dí lo que necesite tu salud, que es lo sano.

  • M.Luisa

    Hombre Javier! No me extraña que no me entiendas tú vas directa a la crítica si no destructora sí ofensiva,   además la haces  tan reiterativa  que en ello  reflejas,   tal vez inconscientemente, unos resentimientos todavía no superados. Yo  ya pasé por esta fase por eso te  comprendo pero  opté por ahondar en el asunto y no quedarme en la superficie.  De este modo hacía dos cosas:  no creaba mal ambiente a mi alrededor  respetando  así las ideas ajenas,  ni infelicidad  a los que me rodean  y,  por otra a copia de esfuerzo iba comprendiendo la causa generadora  de tanto daño. Ya vés, dos caminos diferentes. Ah! eso sí,  igual mi salud está un poco  más resentida

  • Javier Renobales Scheifler

    quise decir el curso de espiritualidad

  • Javier Renobales Scheifler

    Le dijo Scalfari a Bergoglio que el alma no existe,

    y tiene razón Scalfari; existe la mente humana, pero no el alma humana, y menos aún el almainmortal, otro invento humano para vender la salvación (parcelas en el cielo, razón Inmobiliaria Catolica Romana, ICR).

    El papa le aseguró a Scalfari que sí existe el almainmortal, que es inmortal, o sea eterna, como su propio nombre indica. Pero no demostró nada, sólo se limitó a afirmarlo. 

    Tampoco citó su arrogante dogma de la infalibilidad del papa, y eso que esto tiene que ser materia de fe y de costumbres, pues es la mismísima resurrección, y el encuentro Scalfari-Papa se sabía que iba a dar la vuelta al mundo, o sea que es excátedra … además creo que lo pone el catecismo vigente firmado por los papas Wotyla y Ratzinger y mantenido por Bergoglio y, si esto no es excátedra, entonces nada lo es.

    ¿Que dice al respecto el curso de inmortalidad?

  • Javier Renobales Scheifler

    Honorio,

    Ese ser (perdón, Ser) que dices que vive en nosotros, somos nosotros mismos. No dios. (qué manía con lo sobrenatural y el Ser que nos espera para hacernos felices eternamente en los cielos a los buenos …)

    Nosotros no intervenimos en los Lampedusas de turno porque estamos a otras cosas, no nos organizamos para problemas como los de Lampedusas de inmigrantes carne de cañón, no nos llega más que para ocuparnos de nuestros propios problemas y poco más, un poco de compasión con algunos cercanos y para de contar.

    Luchamos por eso, y para de contar. 

    Pero no existe ningún ser, ni ningún Ser que viva en nosotros, ni en nuestro portal (jolín, qué manía con dios, necesitáis metérnoslo como sea.

    Y no vamos a hacer nada por los consiguientes Lampedusas que se van a producir sin duda por todo el mundo.

    Si lo importante es esa lucha por los Lampedusas, lo importante es que nos demos cuenta de que se van a seguir produciendo y no vamos a organizarnos para impedirlo, como hemos hecho hasta ahora.

  • Javier Renobales Scheifler

    Tiempo, tiempo, porfavor, tiempo; un breve receso, un momento para respirar el que no sabe.
     
    Inteligencia espiritual’ se dice ahora hablando de espiritualidad.

    Bueno, vale, intento asimilar el término, pero me cuesta, que yo soy un tanto patán, zafio, un tanto obtuso, para entender
    (Mª Luisa querida, te juro que te quiero bien, como a mí mismo, pero no te entiendo nada, espero que Juanel, que es más listo y además científico, te entienda algo)
     
    Compasión ¿es inteligencia espiritual? Así lo he entendido, pero ¿por qué llamar a lo mismo con términos diferentes? Sin duda eso complica las cosas. Sí, ya sé, existen los sinónimos para la literatura, el estilo, la poesía …  y esas cosas, pero aquí tratamos de que nos entiendan los sencillos, incluso sencillos torpes como yo y … si llamamos a lo mismo con palabras diferentes, pues … la cosa se lía …
     
    El término compasión no me gusta, pero si hay que llamarlo así, pues lo llamo, aunque prefiero el término justicia que dice Pepe Sala.
     
    Pero llamarlo inteligencia espiritual, cuando es pura vergüenza de que tengamos así a tantísimos, y decimos que sentimos compasión por ellos … deberíamos sentirla por nosotros mismos … burros que somos, más que burros …
     
    Vale, fin del tiempo que he pedido, que siga el … tema; yo estoy un poco lesionado –como Messi, je, je-, y además fuera de forma, y torpe, y además no sé bien las reglas de juego y no sé jugar, y estoy un poco atontado, pero aún así puedo leeros algo.
     
    Inteligencia espiritual … me suena al cerebro del alma, la mente del alma (y me resuena mi memoria acústica, que aún funciona bien a veces: y el alma sólo es de dios, decía el que defendía el honor … quien decía que el honor, es patrimonio del alma, y el alma sólo es de dios … joder, la que nos han metido desde pequeñitos … al menos a mí).
     
    Gonzalo, ven en mi ayuda, señor, apresúrate a socorreme.

  • h.cadarso

      Bueno, es curioso que en el fondo estamos diciendo lo mismo con distintas palabras o distintos conceptos. Esa ira que se nos enciende dentro de nosotros ante lo sucedido en Lampedusa es la flor espontánea que surge de nuestra inteligencia espiritual, la que intenta explicarnos Gonzalo Haya; o como dicen algunos, de nuestra conciencia, de nuestra concepción ética de la vida. No hay, creo yo, verdadera necesidad de traer a cuento en esta explosión de nuestros sentires espirituales a Dios,  para echarle la culpa de lo que ha pasado. Pero si a alguno le sirve para desahogarse, pues que lo haga, no pasa nada. Otros, sin embargo, opinaremos que esa rebeldía y esa indignación que nos brota en nuestro interior viene de un Ser que vive dentro de nosotros y en nosotros, en el cual somos, vivimos y nos movemos. Cuya no intervención en el caso de Lampedusa no somos capaces de entender.
      Pero no pasa nada, podemos discrepar sobre la explicación que a cada uno nos cuadra. Lo importante es que nuestra inteligencia espiritual funciona. En lo unos y en los otros.
      Lo importante es que luchemos para superar situaciones como la de Lampedusa y evitar que se repitan. Que en eso creo que también estamos de acuerdo.

  • M.Luisa

    Es interesante la reflexión de Honoro Cadalso, pienso que si se quiere hablar de inteligencia espiritual el horizonte no hay que situarlo en  el concepto Dios  pues si la espiritualidad se obtiene trascendiendo la materia su punto de partida arrancará  de  lo denso  dado a los sentidos,  lo cual  este momento es previo a cualquier conceptuación que posteriormente podamos hacer sobre  lo sentido, o sea de aquello que se siente,  de  cualquier realidad sentida  Los conceptos     han  de nutrirse  de la realidad que los soporta. Lo que pienso que ocurre  en este caso, es que al hablar directamente de Dios, lo antedicho  se da por obvio.
     
    En cuanto a ti, Juanel,   se me hace inútil seguir dialogando  contigo  y no porque tu enfoque sea tan dispar del   mío,  eres muy dueño de poner el listón del conocimiento sólo a nivel de resolución de conflictos y de que no te preocupe la búsqueda de la verdad puesto que ya te la dan servida en una teoría  que tu llamas  plenitud, sino que,   me resulta inútil, como digo,   al darme cuenta  que me  interpretas tan a la ligera sin una mínima reflexión sobre lo que expongo.
     
    Me has leído  muy mal cuando dices que establezco una línea entre lo animal y lo humano. No voy ahora a repetir lo que ya expuse en mi comentario anterior (párrafo 5) pues si te fijas lo que digo en él te darás cuenta que eres tú  el que en tu enfoque estableces esta separación al considerar que siendo el mismo sentir el del animal no humano que el del humano luego haya de ser   éste   ampliado mediante los instrumentos y la tecnología que la ciencia nos han proporcionado, dices. Pero ante  este razonamiento me  pregunto  ¿qué tipos de cerebros han producido  estos instrumentos?  Porque me imagino que no habrán caído del cielo.
     
    Para defender precisamente que no hay ninguna línea de separación entre el animal no humano y el humano es por lo que  retrocediendo hasta Aristóteles, contrapuse la teoría del logos. Ésta sí que marca una línea de separación de la cual se han alimentado  erróneamente las sucesivas corrientes filosóficas al tratar el conocimiento humano.

    Si tú en vez de hablar de línea de separación te fijas en el concepto de estructura  al que no pocas veces menciono,  te darás cuenta  que en la  estructura  no existe ninguna  línea  de separación  sino que se halla    compuesta de momentos que se van superponiendo. En tu esquema en cambio esta naturalidad  no sucede pues en él y dada la línea de separación  que estableces entre la materia  objeto de la ciencia  y lo inmaterial dejado en manos de la religión  te ves en la necesidad  de  buscar en ella  lo que tu llamas  plenitud humana.  

    Apuntaba unos días atrás que la potencia del sentir   es la única   que  está facultada por sí misma. Pero deja de serlo cuando la hiperformalización  del animal humano exige hacerse cargo de la realidad para  poder ser viable y responder adecuadamente. En el dominio de esas respuestas no hay sino una sola facultad por la cual la sensibilidad siente realmente y la inteligencia piensa sentientemente. Aquí quisiera que te fijaras en el matiz  pues no se trata de inteligencia “sintiente” como tu la llamas la cual  de ser así yo la identificaría con la inteligencia emocional pues  ambas circundan el ámbito donde se centra lo psicológico.  En él,   nuestro sentir no se abre a lo otro  a lo sentido, es decir, a lo sentiente sino que lo sentido,  lo otro queda  reducido amoldado  al órgano sensitivo. Se ha de hacer énfasis a lo otro a la alteridad que existe entre lo sinsiente (egoico)y lo sentiente  Es la diferencia  entre  gustar y  saborear. Lo primero hace referencia a la cosa objeto lo segundo  a la realidad de la cosa sentida.

    El ámbito del gustar es tan amplio  en la estructura del conocimiento  que éste puede quedarse ahí largo tiempo ignorando su verdadera capacidad.

    .
    Por otra parte tras leerme el material de la primera entrega  he de decirte que no voy nada  desencaminada en situar el horizonte de nuestro conocimiento en la realidad  y no en los conflictos humanos (perdona pero me da risa hasta de  escribir esta  idea) pues ya en su introducción dicho material   hace  referencia a que la información que ofrece es para conocer la realidad, otra cosa es que tu pienses  que quienes pongan el horizonte ahí  en la línea de la realidad pretendan conocerla toda. A mí nunca me habrás oído decir tal cosa. Y te repito Juanel la inteligencia y la realidad están en respectividad mutua de la misma manera que lo está el respirar con el  oxígeno.
     
    Volviendo a la lectura del material   entregado  descubro en ella que la  clasificación   a la que se le somete la inteligencia  asignándole  la categoría de  emocional, racional y espiritual es por el hecho de haberla considerado desde siempre  como facultad de por sí, y en lugar de ir a los orígenes  para extraer la causa de ello se le añade a la inteligencia dichas categorías. Pero ellas, en mi opinión,   no le añaden  nada nuevo  porque la capacidad de la inteligencia  la tiene toda en esa unidad que forma con la sensibilidad humana.

  • Javier Renobales Scheifler

    El link que he puesto en otro post

    http://internacional.elpais.com/internacional/2013/10/04/actualidad/1380887051_411260.html

    está lleno de sobrecogedora espiritualidad … y pone los poelos de punta.

    Mejor separar la espititualidad de la religión, sí, parece lo mejor.

  • X. Gundín

    Dijo Cadarso: “…la alienación es el método endemoniado que pretende extirpar del ser humano esa tendencia hacia la inteligencia espiritual…” y ” …la lucha contra la alienación…es el mejor camimo para la eclosión de la inteligencia espiritual del ser humano…”.
     
    Y responde Juanel que no sabe, tendría que pensarlo, si la superación de la alienación sería la ruta adecuada para crecer en inteligemcia espiritual.
     
    Antes que nada quiero corregir a Cadarso, con su permiso: lo que el alienador pretende extirpar del (ser humano) alienado no es su inteligencia (que le trae sin cuidado), sino el excedente de su trabajo. La inteligencia se verá afectada  como consecuencia.
     
    Y ahora, a ver si puedo ayudar a Juanel a pensar dandole mis observaciones. Empíricas, sobre el terreno.
     
    Para construir un servil, un siervo, lo primero que que se hacía -y sigue haciendose aunque los señoríos fueron abolidos hace 200 años, sigue la rutina en lugares apartados- es quebrar parcialmente la voluntad del servil para, en la quiebra o fenda así conseguida, meter de cuña la voluntad, el interés, del amo o de quien ocupe su lugar. Eso es una verdadera enajenación parcial de la propia voluntad (potencia del alma, del espíritu), sustituida por otra ajena.
    La operación de quiebra de la voluntad del siervo se hace cuando este es niño y en su propia familia: los padres, especialmente él, tienen entre sus funciones sociales la reproducción de su condicción servil en sus hijos. Se hace cuando es niño pq aún no sabe defenderse, su personalidad está aún en formación, y pq más adelante el aumento de testosterona haría la operación más dificil o imposible si al individuo le da por rebelarse.
     
    Para mantener la condicción servil debe hacerse una segunda cosa; proporcionarles un ghetto o cabila, que será su sociedad, en relación, pero separada, con la sociedad de los señores. La relación se realiza por medio de unos individuos que normalmente se conocen con el nombre de caciques. En su sociedad-cabila los serviles encuentran lo necesario para su vida ordinaria, incluidas las referencias espirituales y la reproducción. Nótese que es una sociedad de voluntades quebradas.
     
    Ese tipo de relación señorial-servil tuvo unos 1600 años para implantarse y prefeccionarse. Desde Diocleciano hasta 1811-1834 (abolición de los señoríos en España). Y lo hizo muy bien. Tan bien que fue aceptado como normal, como algo que siempre fue y siempre será. Tanto que en lugares apartados, es decir, mal comunicados, aislados, aunque estuviesen cersa de ciuidad, los estimas (espeirituales) de la condición servil son aún visibles en la gente; como es visible el intento de los padres de transmitirlo a los hijos.
     
    Doy la razón a Cadarso cuando dice que la lucha contra la alienación es el mejor camino para la eclosión de la inteligencia espiritual.
    El hecho de la lucha es el camino
     
     
     

  • Javier Renobales Scheifler

    Honorio dice, y tiene toda la razón, que el objetivo es hacer feliz al ser humano, es decir, a las personas, a los 7.000 millones que estamos hoy en el planeta.
     
    Lo más espiritual que tenemos es hacer felices a los 7.000 millones (yo incluido, Juanel), que  además aumentan cada día.
     
    Bueno, esa tarea consumirá todas las fuerzas y capacidades de nuestras vidas, incluso aunque no tuviéramos que descansar y que dormir y que distraernos un poco leyendo y comentando algo en Atrio … y cuando terminen nuestras vidas dentro de unos años, aún quedará una inmensa parte de esa tarea que dice Honorio por hacer.

  • Javier Renobales Scheifler

    Has dicho muchísimo Honorio Cadarso,

    Creo que haber sido obrero te ha enseñado mucho más que haber pasado antes por el seminario y por la carrera y vida de cura. Y ser esposo y padre siendo obrero te ha enseñado mucho también ¿no? Gracias por enseñarme algo de todo ello, mi escuela es mucho más escasa y carente que la tuya.

    Ya sabes mi respuesta a si es o no necesario dios, planteamiento que haces al final de tu comentario: NO, no necesitamos a dios para nada de nada en esta vida.

    Si dios fuera necesario para algo, dios habría socorrido a los inmigrantes asesinados en la patera de turno, ésta de estos últimos días frente a Lampedusa. Salvo que, pudiendo socorrerles, no le haya dado la gana de hacerlo, y entonces es más claro aún que no necesitamos para nada un dios así.

    Dios no ha movido nada de nada para impedir que hayan sido asesinados, niñitos pequeños, mujeres y hombres que suben a las pateras para poder vivir (de una tacada esta vez han sido más de 300 los asesinados, de un total de unos 500 apiñados como sardinas en lata en la patera). Ni para impedir que muera de hambre una persona cada cinco segundos.

    Quizá no puede dios hacer nada por ayudarnos, o quizá no hay dios: a los efectos prácticos en esta vida es exactamente lo mismo.

    Un dios que no puede hacer nada en esta vida por salvar a sus supuestos hijos, es un dios que no nos es necesario para nada en esta vida, salvo para el negocio de las religiones (el propio Bergoglio se la pasa diciendo que recemos por él, como si eso fuera a mover a dios para algo … Claro, en la doctrina de Bergoglio el alma es inmortal, y las llaves del cielo las tiene Pedro … menudo cuento para niños).

  • Juanel

     
    Pienso h.cardaso que sí dices algo importante la precipitación de meter a Dios en la Inteligencia
    Espiritual, por ahí creo que no vamos bien. Sin embargo, no sé si para crecer en inteligencia espiritual la ruta que señalas, la superación de la alienación en el sentido de Marx, sea la adecuada. No lo sé tendría que pensarlo.
     
     
    Me gusta mucho el comentario de Mª Pilar y la relación que plantea entre inteligencia espiritual, sabiduría y plenitud humana. Para alcanzar la Plenitud necesitamos todas nuestras capacidades coordinando las tres inteligencias y las que tengamos con la Sabiduría. Y ésta, la Sabiduría, se aprende con la vida si la tenemos como objetivo (Plenitud-Sabiduría), con interés y esfuerzo, aunque el nivel que consigamos sea menos que insuficiente yo creo que vale la pena.
     
     
    MªLuisa, vamos a ver, vuelves a establecer una línea de separación entre lo animal y lo humano. Esta línea se ve claramente en la filosofía griega clásica y su teoría del logos como indicas, y la definición del ser humano como animal racional. Es que partes de un esquema que no es el mío pues yo no separo para nada lo animal y lo humano. Tanto es así que la inteligencia emocional y los sentidos con los cuales captamos nuestro entorno, ampliados con los instrumentos que la ciencia y tecnología nos han proporcionado, son los mismos órganos y núcleos cerebrales que los animales tanto más similares cuanto más próximos a nosotros filogenéticamente se encuentre el animal en cuestión. El sentir humano depende de la corteza sensitiva y del sistema límbico o emocional en relación con el hipotálamo, la hipófisis y el sistema hormonal de nuestro organismo, lo mismo que en animales sobre todo primates. De todo ello nos llega una pequeña porción a la conciencia. Nos diferencia sólo la cantidad de datos que podemos procesar y almacenar en la memoria. Lo específico de lo humano es un lenguaje articulado y escrito complejo, que nos permite manejar símbolos y archivarlos en la memoria. Que los manejemos racionalmente, emocionalmente o espiritualmente no tiene para mí nada de trascendente, o de algo que marque una diferencia esencial con el resto de animales.
     
     
    Vuelvo a repetirte, la inteligencia es un mecanismo para solucionar conflictos. Si metemos a nuestro cerebro en conflictos de envergadura como la verdad, lo real, Dios, el espíritu, la sustancialidad, la trascendencia, y también problemas abstractos lógicos o matemáticos….. la inteligencia no cesará de ocuparse de ellos hasta que consiga una solución verdadera o falsa que calme la ansiedad que el conflicto produce. Tú has metido tu cerebro en el conflicto verdad-realidad-aprehensión-inteligencia sintiente-la diferencia o esencia humana-……, yo no estoy en ese conflicto y no pienso meterme. Hace años que dejé de preocuparme por la verdad-realidad pues no busco la seguridad del saber, sino un saber provisional utilitario, de pensamiento débil que me sirva para vivir. Me vale el conocimiento científico también provisional y sujeto a ensayo-error, y el objetivo elegido por mí de la plenitud humana entre otras alternativas existenciales posibles, con la misma validez en principio que la mía.

  • mª pilar

    1ª Entrega.-

    Inteligencia espiritual… )personalmente me gusta más llamarla: “Sabiduría” )

    Se nos ha presentado tres categorías de inteligencia:

    “Emocional, Racional, Espiritual = Sabiduría”.

    Mi camino personal se ha desarrollado desde la más tierna infancia en el “conocimiento de Jesús de Nazaret – El Galileo.

    Para mí; el trabajo fundamental del ser humano es, llegar a ser:

    “Plenamente humano”

    Y  en su propio equipaje-ser, le ha sido entregado el material necesario para llevarlo a cabo, contando que tiene una libertad total para decidir qué camino seguir.

    Y ahí, está quizá… el quid de lo que llamamos y nos preguntamos:

    ¿Por qué existe la capacidad de hacer tanto mal?

    Retomo la idea fundamental para mí:

    “Llegar a ser, humana en plenitud”.

    Para eso, necesitamos el conjunto de las tres inteligencias, que gestionadas de la mejor manera que cada ser posee (o voluntad, deseo, camino, fin…)

    Solo coordinando las tres con Sabiduría, don que le es innato al ser humano como la libertad, será posible la lucha diaria en ese hacerse, crecer, darse, compartirse, amar… en todo lo que acontece en su vivir cotidiano.

    Es una labor diaria con procesos de diversa índole donde entra todo lo bueno posible, lo menos bueno, lo malo y lo peor.

    De todo ello cada ser tiene que ir aprendiendo y corrigiendo su andadura, para ir madurando su personalidad, y dirigirla por los caminos que más le llaman… “Vocación”.

    ¿Qué me mueve, impulsa, atrae con fuerza?

    Ello me va haciendo vivir de una determinada manera, me ha impulsado a limpiar de polvo y paja temas que en otros tiempos o momentos  eran fundamentales y se han quedado en agua de borrajas (dicho aragonés) 

    El ser humano aprende fundamentalmente, de los errores, el dolor, la dificultad; desde ahí, intenta buscar soluciones:

    Con “Inteligencia racional” porque  a veces desde la emocional no se consigue adecuar la armonía necesaria para un camino sensato, y si la jalonamos con la Espiritual-Sabiduría, puede consiguir el sumun de su capacidad de madurar y ser.

    mª pilar

  • h.cadarso

      He leído dos veces el texto de la primera entrega. Alguna observación o pregunta o..
      Gonzalo se precipita tal vez al poner de manera explícita  el nombre de Dios en el final del camino de la inteligencia espiritual. Como si el tema se titulase “inteligencia religiosa”. Yo no tendría tanta prisa, tal vez ni siquiera me plantearía llegar a ese final de viaje.
      La inteligencia espiritual, a mi modo de entender, un modo que me viene influído por mi experiencia vital, es el punto de llegada de un recorrido en el que del primer escalón de lo sensible y el segundo de lo emocional, mediante el cultivo de lo uno y de lo otro y la acumulación de experiencias y años de vida se llega a un tercer estadio en el que se experimentan gozos y sufrimientos íntimos derivados del sentimiento de fraternidad universal y de comunión con todos los seres existentes o creados, del sueño de un universo anclado en la belleza y la armonía y centrado en hacer feliz al ser humano.
      En ese camino o esa meta alcanzada, algunos encuentran un nombre o un ser concreto, autor y conservador de ese bienestar y felicidad, y algunos llegan a definirlo con una palabra, Dios. Pero quizá ese llegar a la palabra y el descubrimiento concreto es lo menos importante, quizá un cierto espejismo que nos impide captar la verdad o realidad y nos aliena con el encantamiento de un concepto o una palabra vacía de sentido.
      Aquí entran como camino y sistema de búsqueda el arte: poesía, música, arquitectura, pintura, cine… trucos o artilugios que van desarrollando nuestra inteligencia espiritual. Y por supuesto las prácticas religiosas, a condición de que no las consideremos como el final del viaje, que de eso hay mucho…
      Aquí entra, a mi entender, esa superfamosa palabra tan querida de Carlos Marx, la alienación. La alienación tal como la entiende Marx es el método endemoniado que pretende extirpar del ser humano humano esa tendencia hacia la inteligencia espiritual; la liberación de esa alienación tal como Marx la define significa exactamente el poner al ser humano en condiciones óptimas para evolucionar y desarrollar en su interior esa inteligencia espiritual hasta su máxima expresión.
      Y claro, en la concepción de Marx el nombre fetiche de Dios, no es que estorbe exactamente, es que resulta superfluo y aleatorio completamente; porque lo que importa es la liberación de esa alienación que produce el sistema en el que coloca al ser humano el momento histórico que estamos viviendo: “todo lo demás se le dará por añadidura” creo yo.
      Evidentemente, la alienación denunciada por Marx no será capaz de anular la capacidad del ser humano para desarrollar su inteligencia espiritual. Pero la hará muy difícil y cuesta arriba.
      A lo mejor de todo esto podría concluírse que la lucha contra la alienación tal como la describe Marx es el mejor camino para la eclosión de la inteligencia espiritual del ser humano hasta las cumbres más altas a las que pudiera llegar…
      El nombre que hemos de dar a esa búsqueda de lo espiritual y al final del camino que hemos de recorrer para ello, o sea el nombre de Dios, no sé hasta qué punto es necesario…
      ¿He dicho algo?

  • M.Luisa

     
    Ahora, Juanel, con más tiempo disponible paso a responderte.
     
    Vamos a ver,  dices que la inteligencia  no deja de ser mas que un mecanismo  cerebral implicado en la resolución de conflictos” Entonces tu sitúas el nivel intelectivo del ser humano  al mismo nivel conflictivo en el que se encuentra un animal cuando le bloquean artificialmente el camino que le llevaría directamente hacia el alimento y se ve forzado a dar un rodeo,  a emplear un camino indirecto  o a utilizar un método artificial para alcanzar su objetivo?
     
    Según tú, con esto,  la inteligencia humana ha dado todo lo que puede dar de sí,  es decir se agota en el mero hecho de solucionar conflictos!
     
    Este modo de entender la inteligencia es  precisamente uno de los aspectos que delata el hecho de la permanencia  todavía en la idea de sustancia que se tiene de la realidad humana. La línea que separaría esta diferencia entre el hombre y el animal se encontraría  como   afirmó  Aristóteles: en el logos. De ahí que la tradición filosófica con respecto a la inteligencia  haya  sostenido que la  capacidad  que le compete es la de forjar ideas.
     
    Los conflictos pienso que si nos meten en el problema de la verdad, como tú apuntas,  este problema   sin duda estará  resuelto  mediante su referencia  a la verdad lógica  que muestran las cosas en cuanto cosas no   haciendo referencia  a la   verdad real de llas.
     
    Habiendo definido el hombre por el logos a la filosofía clásica le interesaba demostrar que el animal era incapaz de forjar ideas o conceptos, dando por supuesto (y esto fue lo grave) que el animal podía sentir y percibir  la realidad al modo humano. Pero este presupuesto que fue  prácticamente aceptado por la unanimidad de filósofos e investigadores no tenía nada de evidente. Y es por lo que ahora se intenta de nuevo  incorporar en la actividad humana  aquel   aspecto  sensible  de la realidad  perdido en el tiempo. Este paso es de gran importancia al situar correctamente las cosas  porque si el animal no siente la realidad tal como la sentimos los humanos entonces la contraposición que se establece  entre ambos no es la contraposición  entre lo real y lo irreal, es decir  entre el sentir la realidad, que sería una capacidad común al hombre y al animal y el de forjar ideas, fantasías y otras irrealidades que serían lo específico de los humanos, sino  la contraposición entre lo real i lo  a-real, o sea entre el aprehender lo real como real ( en donde habita la verdad) que es lo propiamente humano y el sentir la realidad como meros estímulos  que es lo que caracteriza al sentir animal. (Piensese un poquito  en ese punto y obtendremos alguna  respuesta sobre lo que está pasando, haciéndoseme   presente  en él  lo inhumano  que es  dejar morir de hambre a un joven. Hecho   relatado  en otro artículo)
     
    Por tanto,  en razón de su inteligencia el ser humano  se encuentra en la realidad de las cosas reales  con lo cual  de acuerdo con ello la inteligencia tiene ya  que revelarse   al nivel del sentir  en estratos más profundos de aquellos  en donde se forjan las ideas y conceptos. Es por ello que el sentir humano es  él mismo intelectivo  y que en razón de esta peculiar naturaleza se diferencia esencialmente del sentir animal, que es pura sensibilidad.
     
    Un cordial saludo

  • M.Luisa

    Me había dejado lo más importante y es que la religión incluso, a veces,  ha significado  un obstáculo en el acceso a la espiritualidad…
     
    Un abrazo Ana! que hace días no se te veía por aquí. abuelica!
     
    Otro, por qué no? para Juanel
     

  • M.Luisa

    En efecto,   Ana,  el curso trata de religión y espiritualidad,   sin embargo pienso, ya se verá, que no precisamente para relacionarlas pues  la espiritualidad puede darse  muy bien sin religión alguna.
     
    Juanel, lo siento pero con tus argumentaciones  no me importa que me contradigas.

  • ana rodrigo

    No perdamos de vista que el curso trata de religión y espiritualidad, no sólo de espiritualidad. Por tanto yo sitúo a la religión como un aspecto concreto de la espiritualidad, y, si ponemos contigos ambos conceptos, tendremos alguna dificultad a la hora de conceptualizar la espiritualidad como característica específica del ser humano. Y si enmarcamos la religión dentro de la espiritualidad, terminaremos hablando de religión, sin más o sin menos aditivos de otra índole. Éste es el problema que veo al conjugar estos dos términos, y que habrá que ir delimitando.

  • Juanel

     
    Temo nuevamente contradecirte Mº Luisa. Dices que “la vía más sencilla es la de pensar que la inteligencia nos conduce a la verdad, es decir, existe inteligencia por hay verdad”. ¿Sencilla? Es que no sé en qué sentido tengo que tomarme lo que dices. Mi opinión junto a otros muchos científicos en el campo de la neurociencia, es que la inteligencia no tiene nada que ver con la verdad. La inteligencia es más bien un mecanismo cerebral implicado en la resolución de conflictos. Y es que nos resulta imprescindible solucionarlos para que podamos vivir con un margen de salud suficiente. Claro que si nuestros conflictos nos meten en el problema de la verdad, la inteligencia los tratará de resolver del mismo modo que cualquier otro. Nos propone una serie de repuestas sacadas del archivo de memoria, sobre todo en las lindes del sueño cuando el control que ejerce la conciencia racional está reducida. Si alguna de las respuestas nos parece adecuada pues posteriormente la trabajamos racionalmente hasta que lleguemos a una conclusión que nos satisfaga.
     
    Si los problemas en que nos metemos son específicos o profesionales pues nuestra inteligencia se ocupará de ellos de un modo como tu dices cerrado, o concentrado en ese tema. Si por el contrario nos metemos en temas más abiertos o a resolver cuestiones fundamentales de nuestro vivir o de nuestro entorno, la inteligencia actuará de un modo similar ante ellos.
     
    La inteligencia existe no por que haya o no haya verdad. La inteligencia existe porque disponemos de un cerebro muy evolucionado con respecto a nuestros ancestros primates.

  • M.Luisa

    Gracias Gonzalo!

    No he podido entrar a la página,  lanzo aquí, pues,  alguna reflexión.
     
    A mi modo de ver no  le haría falta a la inteligencia humana asignarle apodo alguno  tales como  el emocional, racional, espiritual e  incluso hay quienes hablan de inteligencia artificial si ahora se ha llegado a esto es porque    la inteligencia  arrastra  desde antiguo el equívoco de considerarla como  Facultad. Mas  no es así sino a la inversa  pues  la prueba de que algo está facultado  lo muestran los  resultados.  
    .
     
    Se ha pensado que el hecho de emitir juicios, tener ideas y formar conceptos  era lo que le daba a la inteligencia  el estatus de  facultad.    Y la inteligencia  para estarlo primero  hemos de preguntarnos  por  su sentido último, es decir por su término, a dónde apunta la inteligencia. La vía más sencilla es la de  pensar que la inteligencia  nos conduce a la  verdad, es decir,  existe la inteligencia porque hay verdad.  Aunque  a la verdad  ciertamente no se llega pero sin embargo   como sí sabemos que  la verdad  pertenece a  la realidad y a ella   los humanos  por nuestros sentidos sí  tenemos acceso  entonces el término de la inteligencia será la realidad.
     
    Lo expuesto  puede verse con más claridad  en el  párrafo del escrito donde dice que  un chamán mejicano puede mostrar más inteligencia espiritual  que un técnico de la British Petroleum.  Para sacar esta conclusión  habríamos de preguntarnos ¿Dónde ponen cado uno de ellos el término, el horizonte  que ha de orientar a la inteligencia a captar su objeto? porque el chamán no la pone desde luego en el mismo plano   en el que  el técnico   la reduce con tal  de usarla para el funcionamiento de su empresa y de sus negocios El chamán en cambio obra abiertamente no le  pone tope a su inteligencia  deja que ella le lleve.    Es evidente que el técnico  de la British Petroleum  usa su   inteligencia para sus negocios  pero  con este someterla a un nivel más bajo del que le corresponde, se le irá de las manos la posibilidad   de acceder con  ella a niveles más elevados.
     
    La inteligencia para estar facultada  ha de formar unidad con el sentir humano sólo así será capaz de conducirnos hasta sus últimas consecuencias.
     
    De ahí mi insistencia  en recordar  cuando el contexto me lo permite  que la inteligencia y la realidad son congéneres,  es decir, no hay prioridad de una sobre la otra    lo cual  comprenderlo así,  ya es una predisposición  que nos abre el camino a la   espiritualidad.
     
    Un cordial saludo  

  • Antonio Duato

    Hola, amigos!

    Pido disculpas por haber cometido un fallo  de enlace.

    Ya está resuelto. Podéis entrar en  CURSO-TALLER ESPIRITUALIDAD Y RELIGIÓN.

    Este enlace está en la introducción a este tema primero y lo encontraréis perenne en el menú horizontal que está en la parte superior.

    Doy también, para quien quiera suscribirse en la modalidad de acceso semanal a los materiales por Atrio  o para cualquier pregunta técnica esta dirección:

    Secretaría del curso

  • ana rodrigo

    Las cuestiones que plantea Juanel hacen más excitante el curso-taller. El riesgo de mezclar ciencia empírica, materia, espíritu, valores positivos y capacidades negativas, cerebro sano o cerebro dañado, naturaleza o donación divina, trabajo personal o circunstancias personales, etc. etc. nos obligará a ir centrando el tema. Creo que va a ser muy interesante entrar a fondo en este mundo que denominamos espiritual.

    Gracias por adelantado, Gonzalo Haya, por tu generosidad y oferta.

  • ana rodrigo

    Estoy segura que Antonio resolverá el problemilla, que yo también me he encontrado, de no poder abrir la hoja de inscripción que nos sugiere más arriba.

  • Juanel

     
    El resumen es demasiado conciso y me he quedado casi sin saber de qué vamos a tratar. Supongo que si uno se matricula o incribe en el taller o curso recibirá más información y sobre todo bibliografía.
     
    Me gusta eso de identificar la Inteligencia Espiritual con la sabiduría y que se nutra de la Emocional y la Conceptual, es decir, que no esté aislada sino en relación con las demás. Quizás por ello se trate de un proceso holístico, pero como no tengo más datos o información no puedo confirmarlo al menos por ahora. Es que pudiera ser que no se trate de un proceso holístico sino dependiente de un área o núcleos de neuronas concretos del cerebro tal como ocurre con el cortex para la racional o el sistema límbico para la emocional. El “punto divino” en dónde algunos pretenden localizarla me parece a primera vista bastante esotérico, a no ser que se concrete en dónde de encuentra, cómo funciona y qué procesos realiza.
     
     
    Situar en la definición de Inteligencia Espiritual como la que supera el egocentrismo o el egoísmo, como también decir al resumir sus características que supera los convencionalismos, que evita causar daños innecesarios, que aprecia valores y que afronta el sufrimiento me parece impropio, quiero decir que estas cinco cosas derivan en mi opinión de la puesta en práctica de la sabiduría como fruto maduro de ella, pero no nos vienen “dados” en el paquete de la Inteligencia Espiritual. Sería un contrasentido que tuviésemos de fábrica esas herramientas sin haberlas trabajado, pues el buen razonamiento o los buenos sentimientos tampoco nos vienen dados, sino que hay que trabajarlos según nuestras decisiones, voluntad e intereses. Es que esas cinco cosas apuntan a hacernos buenas personas y esto depende de nuestra libertad, de nuestras opciones, y no de cualidades o capacidades innatas. Es que si se piensa que las tenemos “dadas” es también de cajón que tenemos también las capacidades o herramientas contrarias.
     
     
    Yo me quedaría con que la Inteligencia Espiritual da cuenta de la capacidad de trascender, que formula preguntas fundamentales, y que su visión es sintética, flexible, adaptable.
     
     
    Sigue la duda sobre el problema de sustancialidad al decir que podemos asociarla al “espíritu” o que puede abrirse a “una” trascendencia que no podemos abarcar. Pregunto ¿la Inteligencia Espiritual es nuestra o nos viene del exterior como dada de lo alto, algo así como una sustancia o energía distinta al resto de nuestro cuerpo o a nuestras funciones cerebrales?

  • oscar varela

    Hola!
     
    Viejo: Sí!
    Pero “mareado”: ¡También!
    Porque he leído:
    – “para ello será necesario haberse inscrito y haber recibido la contraseña para acceder a los materiales.”-

    * No sé dónde ni cómo hay que inscribirse; o si ya estoy “inscrito”.
    * no he recibido ninguna “contraseña”

    Tal vez no tenga ya ni espiritualidad ni religión;
    se lo atribuyo a la vejez!

    ¡Paciencia! – Oscar.

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