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Creo en Dios… ¿y qué?

OLGA

El 17 de noviembre de este año Chile elegirá a su nuevo presidente. La gran concertación de centro-izquierda, que parece elegirá pronto a la expresidenta Bachelet como su candidata, tiene muchas opciones de ganar a la otra coalición de derechas, la del presidente Piñera que no puede repetir. Pero en la concertación disputa el puesto a Bachelet un activo político democristiano, Claudio Orrego, que sobre el que escribe hoy Olga. Una buena ocasión para discernir qué se oculta bajo lo que se dice en las campañas electorales, con interesados y ambiguos mensajes.

¿Qué habrá detrás de ese “¿Y qué “ del candidato Orrego?

¿Una proclamación de la existencia de Dios? ¿Una baladronada? ¿Y nos aporta algo esta afirmación?

Nuestro estimado candidato Claudio Orrego, y digo estimado porque pienso que es un buen muchacho, está preso de un concepto religioso que le sirve de slogan. Y digo preso, porque no se da cuenta de varias cosas.

Una que dice relación con la creencia en Dios, que la mayoría de las veces dice más sobre la persona que cree, que sobre el Dios en quien cree. Me explico, nadie sabe lo qué es Dios, ni nadie sabe quién, si es que hay un “quién” en ese Dios.

Existe por lo tanto, un Dios diferente para cada persona. Cuando Stephen Hawkings, el físico teórico habla de Dios, no está hablando del dios de Orrego, ni del Dios de Jesús, ni del Dios de Lutero, ni de mi Dios.

Cada uno le mete su proyección o la proyección de su tradición al Dios que dice creer, y si uno les pregunta en qué Dios creen, cosa que deberían saber si es que hablan del tema con tanta soltura de cuerpo, si son inteligentes e ilustrados, tendrán que confesar que no saben nada.

Es más, los teólogos más ilustrados hablan respetuosamente “del gran misterio”.

De modo que la frase de Orrego es más bien demagógica, pero no dice nada.

Suponiendo que Orrego contestara: “Creo en el Dios de Jesús”, lo cual es aparentemente aclarador para los cristianos, tampoco es aclarador para un teólogo. Comenzarían las preguntas:

¿A cuál Jesús te refieres? ¿Al Jesús judío piadoso que aparentemente cree en el Dios judío del antiguo Testamento? Al Jesús del Evangelio de San Juan que es el Logos de la filosofía griega? ¿Al Jesús de Marcos que le entrega el poder de curarse a las personas y ve su Reino de Dios en la revolución de valores, abandono del lucro y de la explotación y una nueva relación entre las personas? ¿Al Jesús que se amistaba con mujeres y enfermos para curarlos, y se enemistaba con la casta sacerdotal y la opresión romana? ¿Al Jesús del emperador Constantino, el Panthocrator, que tenía los atributos de los dioses griegos y ganaba batallas apoyando al Imperio Romano y cuyo heredero es el Vaticano?

Ven, hasta de la lectura de los Evangelios y de las historias de las religiones cristianas, hay diversidad de opiniones sobre lo que quiso decir Jesús, que para los cristianos actuales es la encarnación del Dios universal. Y si incluso Jesús, que fue un ser humano presenta tantas aristas, porque los periodistas y divulgadores de su tiempo lo interpretaron de forma diferente, y su manager, San Pablo, no lo conoció nunca….

Vamos a tener que solicitarle a este chico, que no haga afirmaciones de carácter religioso, porque primero que nada, no dice nada explícito que mejore o empeore su campaña. Es más, nos entra la desconfianza acerca de qué cosas le puede haber comunicado su Dios en forma personal.

Y ya tenemos bastante con que Jaime Guzmán se le ande apareciendo a Longueira y la virgencita de Peñablanca al joven ese, Miguel Angel para legitimar a Pinochet.

Necesitamos a líderes con el corazón humano bien puesto, honestos y valientes, que sepan interpretar las necesidades del pueblo antes que las Sagradas Escrituras, que son de su digestión privada. Y para interpretar las necesidades del pueblo, se necesita escucharlo e interpretarlo en su realidad actual, y no mediante ningún texto religioso.

Y así como el economista Sir John Maynard Keynes dijo de algunos políticos fervientes liberales “son esclavos de algún filósofo o economista muerto” así también debemos andarnos con cuidado de “algunos esclavos de alguna religión viva que ignora las reales necesidades de la humanidad.”

Y de paso preguntarle a los candidatos que dicen defender la vida microscópica e intrauterina en nombre de Dios, cuál es su posición con respecto a los transgénicos y verduras envenenadas con glifosato, hormonas y antibióticos que nos están matando, y su falta de controles en Chile, que es una arista de nuestra realidad actual.

Olga Larrazabal S

Junio 19, 2013

4 comentarios

  • ana rodrigo

    Espléndido artículo, querida Olga. Dices más con las preguntas que con las respuestas que se pudiesen dar.
     
    Es cierto que si alguien se dice religioso, su vida y su conducta está condicionada por sus creencias, pero como se dice “por sus obras los conoceréis”, y, añado, por sus obras sabréis en qué Dios cree o en qué Jesucristo cree.
     
    En el caso de un político aspirante a presidente del gobierno de un país, quizá crea en el dios que creen sus posibles votantes, lo que enturbia aún más las cosas.
     
    Para ser gobernante lo que se exige no es que sea religioso o no lo sea, lo que se exige es que sea honesto, que hablé de sus criterios éticos para administrar con justicia los bienes del pueblo, que sea coherente con los principios éticos que anuncia, y ¡ya está! Lo demás son cuestiones innecesarias. Si sus creencias le ayudan a título personal a vivir con esta actitud ética, pues muy bien, habrá otro/a dirigente que sin la religión llegue a los mismos objetivos. Me parece obsoleto poner sobre la mesa de sus debates políticos, sus creencias religiosas.
     
    A Chavez le dio resultado electoral sus arengas religiosas por las que yo personalmente sentía vergüenza ajena, pero a sus fieles seguidores les entusiasmaba. Pienso que no hay que jugar con los sentimientos religiosos de los pueblos para fines poco electorales.

  • mª pilar

    ¡¡¡Ufff!!!
     

    ¡¡¡Estupendo Olga!!!
     

    Claro como el agua de verdad, limpia y saludable.
     

    Es bueno buscar, bucear desde nuestro interior, aquello que parece “llamarnos” que no sabemos ni entenderlo, comprenderlo, llamarlo, pero nos empuja a mirar a la vida que tan durísima resulta en casi un 90% de la humanidad, mientras ese 10% (no es exacta la medida) vive descaradamente a costa de masacrar a la mayoría.
     

    ¿Cómo se puede justificar este atropello en el nombre de cualquier dios a quien cada cual dice cree-seguir…?
     
    Trabajemos por y para la vida de todas las personas: una vida justa, honorable, pacífica, libre y responsable, gozosa…

    Porque el más poseer, no nos da esos parámetros, sino todo lo contrario:

    “La mayoría… cuanto más posee, más sed de poseer le despierta lo que a ¡cualquier precio (en muchos casos a precio de sangre) ! consiguió.
     

    ¡Gracias Olga! Eres genial y te quiero.

    Un abracito entrañable.

    pili

  • Gonzalo Haya

    Muy de acuerdo con Olga. La creencia en el Dios de Jesús no se mide por las palabras sino por la creencia en la dignidad de los hombres, especialmente de los menos reconocidos.

  • oscar varela

    Hola!

    El amigo belga (con más de 40 años en Argentina) participa en Reuniones de “La Cámpora” (Movimiento socio-político de la línea Cámpora del Peronismo), donde hay muchos Universitarios y Profesionales. A él le encomendaron un Curso sobre “Religiones comparadas”.

    Le envié el Artículo de Olga, porque además se conocen desde cuando estuvimos en marzo por Bs. As., y me lo comenta así:
    …………..
    Oscar :

    Estoy de acuerdo con el artículo de Olga.

    Se dice que el hombre fue hecho a imagen de Dios; pero también se puede decir que los dioses han sido hechos a imagen de los hombres.

    Hace dos meses, cuando hablé en una reunión de La Cámpora acerca de las relaciones entre religión y política, presenté tres tipos de religión. Para simplificar, agrupé las religiones en tres tipos..

    Pero no fue solo para simplificar: Es que, aun si hubiera un sinfín de modalidades religiosas, debe ser posible ordenarlas en algunas grandes familias.
    …………………

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