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Sin utopía la vida camina a ninguna parte

JJ Tamayo

Diario de Ferrol, 6 de abril de 2013

“Sin la utopía la vida es como un viaje a ninguna parte; la humanidad se haría el harakiri”

MARÍA JESÚS RICO ENTREVISTA AL PROFESOR TAMAYO


Juan José Tamayo, director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones de la Universidad Carlos III de Madrid, presenta hoy, a las siete de la tarde, en la galería Sargadelos, su libro más reciente, Invitación a la utopía. Estudio histórico para tiempos de crisis”, que edita Trotta. Es el cierre de una trilogía sobre la esperanza que comenzó con “Religión, razón y esperanza (El pensamiento de Ernst Bloch)” y “Para comprender la escatología cristiana”. Tamayo habla por teléfono con claridad y precisión y con un pensamiento muy elaborado que es fruto de horas de reflexión y estudio. Una luz poderosa que responde al reclamo de voces de intelectuales que se sientan concernidos por la crisis.

¿Por qué es necesario un libro para reivindicar la utopía? ¿Ya no tenemos sueños?

Yo creo que el momento histórico que estamos viviendo genera una fuerte depresión, y no tanto desde el punto de vista psicológico como desde el punto de vista político, social, cultural, económico. La crisis parece que hunde nuestros sueños, que elimina nuestros ideales y de alguna manera se apoderan de nosotros el pesimismo, la desesperanza, la apatía, la pasividad y, sobre todo, el desencanto. Precisamente por eso en estos tiempos es cuando yo creo que la utopía resulta más necesaria, sobre todo en los sectores que más directamente están acusando la crisis, todos los excluidos y marginados, porque toman conciencia de que han tocado fondo y precisamente cuando se encuentra uno en el abismo es cuando más debe despertarse la esperanza, la utopía y los sueños de otro mundo posible. Sin la utopía la vida es como un viaje a ninguna parte. La suerte estaría echada y la humanidad se haría el harakiri.

Esperanza es una palabra esencial en su obra.

El neoliberalismo, a lo largo de estos 20 o 25 años en que tiene el control absoluto, nos ha robado la esperanza, el latrocinio más grande que se puede hacer al ser humano. La crisis nos roba los sueños porque nos sume en un estado de frustración. Y los ladrones de sueños, de esperanza, de proyectos de un mundo mejor, están vivos y ejerciendo en libertad, y siguen controlando los hilos de la historia. Ellos sí que deberían estar en la cárcel.

¿Es la misma utopía la actual que la de hace siglos?

El ideal sí pero las modulaciones del ideal difieren en función de cada momento histórico. Deben reubicarse pero siempre en la dirección de otro mundo posible, de convivencia, fraternidad, respeto a las diferencias. En estos tiempos la utopía se caracteriza por su formulación de manera diversa según los contextos en que se produce la marginación, en cada pueblo, en cada comunidad, y también por la superación de las desigualdades generadas en este momento por la dictadura de los mercados.

¿Y qué papel tienen las religiones en este contexto, en la búsqueda de la utopía?

Las religiones tienen dos caras, como Juno, la que mira al pasado y la que mira al presente. Son dialécticas, tienen elementos alienantes y tendencia a mirar con añoranza al pasado. Al mismo tiempo ofrecen utopías globales, que expresan la armonía  de la humanidad con sus semejantes, con el cosmos, con la divinidad y con la naturaleza; proponen caminos de esperanza, ideales de vida alternativa y caminos para conseguir esos ideales, que se caracterizan por la ética, por un comportamiento solidario, fraterno, justo, que conforma una sociedad más igualitaria. Ofrecen ejemplos a seguir en las personas de los reformadores y señalan metas a las que dirigirse para llegar a este mundo posible después de la muerte. Son conscientes de que en la historia humana no se hace justicia pero persiguen ideales de liberación muy vinculados a los tiempos históricos.

El nombramiento del nuevo Papa ha generado gran entusiasmo. ¿Lo comparte?

Entusiasmo no tengo ninguno, escepticismo en principio sí. Se han generado excesivas expectativas, también en ambientes laicos, no creyentes. Es la expresión de un deseo de cambio. Los casi 35 años de los pontificados anteriores se quieren corregir. El camino del neoconservadurismo, del integrismo, es un modelo agotado y agotador, un modelo de Iglesia que ha ido caminando en dirección contraria a la historia, sin apenas signos de esperanza, de cambio, de apertura. Los gestos, las palabras y las actitudes del nuevo Papa son muy necesarias pero tienen que venir acciones y es necesario esperar. El juicio no va a ser solo de los primeros días. Hay demasiadas líneas en el terreno doctrinal, en el protagonismo de la mujer y de la Teología de la Liberación, que difícilmente van a traspasarse.

¿Cuáles son los desafíos del nuevo pontífice?

Sin ser sistemático podrían ser los siguientes: la opción por los excluidos, la democratización y la devolución a las mujeres del protagonismo que les corresponde como creyentes, como bautizadas y como ciudadanas con los mismos derechos y obligaciones. Las mujeres en la Iglesia no pueden acceder al ámbito de lo sagrado, al ministerio sacerdotal, a puestos de responsabilidad, tienen enormes dificultades para acceder a la docencia teológica y están excluidas de la elaboración de la doctrina moral, cuando son cuestiones que les afectan, también en el ámbito sexual y reproductivo. No se pueden seguir permitiendo que el control de la sexualidad de las mujeres, de su cuerpo, esté en manos de jerarcas patriarcales. Se controla su sexualidad desde un punto de vista represivo y además la controlan personas célibes, y eso no deja de ser contradictorio.

Hablaba también de la pobreza y de la democratización.

El cristianismo es una religión que nace en el ámbito marginal, tiene que ubicarse en el lugar social de los excluidos y marginados. Y se precisa una transformación estructural. El Papa debe liberarse del papado, que es una construcción organizativa que nada tiene que ver con los orígenes del cristianismo y que ciertamente no estuvo en la voluntad de Jesús. Hay que eliminar esta monarquía absoluta en que se ha convertido para poner en marcha una comunidad de iguales.

¿Qué vigencia tiene la Teología de la Liberación?

La Teología de la Liberación es un movimiento que está tan vigente como en sus orígenes, en los 70, e incluso creo que más.  Han querido matarla y enterrarla viva pero no han podido. Seguirá vigente mientras existan situaciones de opresión. Es el discurso teológico crítico que se convierte en la voz de los excluidos, marginados y empobrecidos, que son dos terceras partes de la humanidad. Está también vigente porque existen teólogos y comunidades de las distintas religiones que actualizan sus fundamentos a nuestro tiempo. Ahora mismo no es tanto un movimiento de figuras estelares sino que quienes la elaboran son sujetos comunitarios, comunidades indígenas, comunidades negras, mujeres… Querer negar esto es más un deseo que una realidad. La Teología de la Liberación sigue viva y activa y si alguien ha querido enterrarla, la han enterrado viva.

5 comentarios

  • Javier Renobales Scheifler

    La utopía se está cumpliendo ya.
     
    Se ha producido ya un importante cambio en lo más alto de la ICR, que recoge Religión Digital:

    el papa Bergoglio ya piensa como Kiko Argüello y su Camino Neocatecumenal o ‘los kikos’ (al decir de Kiki Argüello, y quizá al ver el papa la fuerza que tienen los kikos –fuerza espiritual, me refiero, puro espíritu, más de 500 comunidades de base de kikos en Roma, y no sé qué más, lo explican en este link-):
     
    http://www.periodistadigital.com/religion/espana/2013/04/09/kiko-arguello-kikos-camino-neocatecumenales-iglesia-religion-papa-francisco-vaticano.shtml

    Este Papa va a ser para nosotros una enorme bendición”

    Francisco a Kiko Argüello: “¡Menudo lío has armado! ¡Pero tenemos que continuar con ese lío!”
    “Vamos a pedir por él, para que no se lo carguen, para que no se muera pronto”
    Viene este Papa y ya piensa como nosotros. Nosotros todo lo hacemos en función de los más pobres, y la Iglesia nos ha escuchado.”
     
     
    Bueno, si los kikos lo hacen todo en función de los pobres, como dice Kiko Argüello, la Teología de la Liberación tiene el futuro asegurado con los kikos en Europa ¿no?
     
    La utopía se está cumpliendo pues: la ICR se está renovado con rapidez.
     
    Y esto podría ser sólo el principio: quizá los del opus de Escrivá, los legionarios de Maciel y Comunión y Liberación, y similares, puedan pronto decir lo mismo que Kiko Argüello: “este Papa y ya piensa como nosotros”
     
    La espera ha merecido la pena; era utópica, como todo lo que merece la pena, pero ya se ha hecho realidad la renovación tan deseada en la que tantos tenían puestas todas sus complacencias … podemos ir a dormir tranquilos, por esta noche.

    Buenas noches pues.

  • Rodrigo Olvera

    Ya me lo esperaba yo.
     
    Si quien afirma que respecto del papa Francisco no hay motivos de entusiasmo sino escepticismo se apellida Renobales Scheifler, Olvera o Sala; se trata de aguafiestas que provocan desesperanza, depresión y parálisis
    Si quien afirma que respecto del papa Francisco no hay motivos de entusiasmo sino escepticismo se apellida Tamayo;  es atizar el fuego que calienta el alma.
     
    Quizá ambas apreciaciones tengan razón. Quizá ninguna de ellas la tenga. Quizá las realidades (y las intencionalidades internas de las personas) son más complejas

  • ana rodrigo

    No quiero que pase al archivo del pasado este post de Tamayo, mi gran maestro de la utopía desde hace más de 30 años. (Nota, tengo un amigo, de nombre Ángel, que después de muchísimos años conocernos, me sigue llamando Ana Utopía, jaja).
     
    Aunque este tema lo comentamos ampliamente cuando presentamos el libro de Tamayo aquí en atrio, pienso que es un tema recurrente por necesario. ¿No nos están machacando constantemente desde todos los ámbitos, los malos rollos de corrupción, recortes, las merkels de turno, etc. etc.? Pues habrá que buscar el equilibrio: a grandes males, mayores remedios.
     
    Pero los remedios no se consiguen llorando por los rincones, las soluciones provienen de gente que “una vez tuve un sueño”. Como dice Tamayo, nos quieren robar los sueños, nos quieren hundidos anímicamente, nos quieren sumisos, no quieren que pensemos, que soñemos… Este es el sistema, si le seguimos el juego, todos nos habremos hecho el harakiri, como dice el autor, que en japonés significa el suicidio por desentrañamiento. Si nos sacan o nos sacamos las entrañas, la vida deja de existir.
     
    Las luchas cruentas nunca han resuelto nada, pero las autoinmolaciones, aún menos. Así que aquí tenemos dos factores: el sistema que quiere sacarnos las entrañas de nuestros sueños y nosotros/as que nos las dejemos sacar y colaboremos con el sistema.
     
    En tiempo de crisis, los sueños, las utopías, las esperanzas han de estar más activas que nunca en tanto en cuanto se busque la realización de las mismas.
     
    Gracias, Juanjo, por mantener viva la llama de la utopía, siempre y a pesar de tantos contratiempos y hasta de ponerse todo en contra. Tú nunca decaes, tú siempre atizas este fuego que nos caliente el alma con esperanzas siempre activas y activadas contra los profetas de los apocalipsis del momento. ¡El sol siempre sale..! como canta Raúl Alcover.

  • Antonio Vicedo

    Lo que tendría que quedar claro en la Iglesia (Asamblea de asambleas, o Comunidad de comunidades) de Jesús es, si hay alguna Teología que merezca tal nombre, sin que le encaje perfectamente el calificativo de la Liberación, por sus reflexiones teóricas y sus consecuencias coheréntemente prácticas para la Humanidad.

  • oscar varela

    Hola!

    ¿Cuánto se sentirá Juanjo en eso de las “periferias existenciales” de que hablaba Pancho?

    Lo interesante es que -me parece- que para Tamayo
    el mismo Pancho y sus pancherías le pueden estar resultando eso mismo que Bergoglio quiere aplicar a los demás: 
    constiuirse  ” Pancho y sus pancherías” en   nuestras “periferias existenciales“.

    Por ejemplo al leer:

    El nombramiento del nuevo Papa ha generado gran entusiasmo. ¿Lo comparte?
    – “Entusiasmo no tengo ninguno, escepticismo en principio sí. “-

    ¡Vamos todavía! – Oscar.

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