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Desde Túnez sobre el Foro Social Mundial

esther-VivasHola!

El Foro Social Mundial, uno de los encuentros de referencia de los movimientos sociales alternativos a escala internacional, tiene lugar estos días en Túnez con la participación de unos 50 mil activistas de diferentes países.

A continuación os envío un par de artículos / crónicas que he escrito esta semana en Público desde Túnez explicando el sentido de este encuentro en el marco de las revueltas en el mundo árabe y dando a conocer una de sus principales actividades: el Espacio Clima.

¡Salud y desobediencia!

Esther


Del Foro Social Mundial a las revueltas árabes


Público, 26/03/2013

Túnez, la cuna de las revueltas en el mundo árabe, acoge desde hoy y hasta el sábado la celebración del Foro Social Mundial (FSM), el encuentro internacional más importante de movimientos y organizaciones sociales. Y no es casualidad. Los promotores del FSM escogieron dicho país como referente de la Primavera árabe, que dio lugar a la emergencia de nuevos movimientos de contestación no sólo en el norte de África y Oriente Medio sino que “contaminó”, también, el Sur de Europa, especialmente con los indignados en el Estado español, hasta el movimiento occupier en Estados Unidos.

Un nuevo ciclo de protesta que golpeó con fuerza la escena internacional, marcada por la crisis sistémica, y, en particular, los países de la periferia de la Unión Europea sujetos a unas duras medidas de ajuste, recortes y endeudamiento. La Primavera árabe fue un aliento de aire fresco en la larga noche de la crisis, que permitió recuperar la confianza en la acción colectiva, en el “nosotros”. En enero del 2011, Ben Alí, presidente de Túnez, abandonaba el país por la presión de la calle. Un mes más tarde, febrero del 2011, se repetía la historia, Hosni Mubarak, presidente de Egipto, renunciaba y dimitía de su cargo forzado por la movilización social. El mundo árabe, tantas veces estigmatizado desde Occidente, nos daba una lección de democracia.

Ahora, el Foro Social Mundial visita, dos años después, el epicentro de dichas revueltas. Y encuentra unos procesos políticos de cambio abiertos, inestables, caóticos. En Túnez, el asesinato, no casual, en febrero pasado, de Chokri Belaïd, abogado, militante marxista y uno de los líderes del Frente Popular, que aglutina a distintas organizaciones de izquierdas que reivindican, precisamente, en su programa, no sólo más democracia sino más justicia social, marcó un punto de inflexión. El primer asesinato político de la joven democracia tunecina, que representó un duro golpe para su sociedad y que dio lugar a nuevas movilizaciones contra el auge de la violencia en el país.

Tanto en Túnez como Egipto, los procesos revolucionarios que emergieron siguen abiertos, aunque con un resultado incierto. Las conquistas democráticas son frágiles y aún limitadas y todavía no se han logrado cambios económicos relevantes. Un pulso abierto se libra entre los partidarios de dar por terminada la revolución y quienes la quieren profundizar y llevar hasta sus últimas consecuencias. Los jóvenes y los activistas de izquierdas, día a día, muestran que no están dispuestos a que su revolución les sea confiscada ni por los vestigios del antiguo régimen ni por los islamistas llegados al poder.

Más allá del debate sobre la situación de la Primavera Árabe, a la que se dedicaran todos los seminarios y actividades del 2º día del Foro Social Mundial, otros temas tendrán particular centralidad. La lucha feminista, por ejemplo, con la asamblea de mujeres, justo antes de empezar el FSM, y que, lógicamente, dedicará una parte de la misma a analizar y compartir el importante papel de las mujeres en las revueltas árabes. Como tan bien ha retratado Leil-Zahra en su serie documental Words of Women from the Egyptian Revolution. Asimismo, el movimiento internacional por la justicia climática organizará un interesante Espacio Clima, en el seno del FSM, para discutir acerca de qué estrategias de futuro, convergencias y perspectivas de un tema clave en el mañana del planeta y la humanidad.

Desde que el Foro Social Mundial organizó su primera edición, allá en un lejano enero del 2001, coincidiendo con la celebración del Foro Económico Mundial de Davos, y como contrapunto al mismo, mucho ha llovido. El FSM nació al calor del movimiento antiglobailzación, más tarde convertido en movimiento antiguerra, y como punto de encuentro de una nueva resistencia global contra los artífices de la globalización neoliberal. Después de unos primeros años, donde jugó un papel importante en el mapa de la protesta, perdió centralidad política, a pesar de los altos índices de participación en todas sus ediciones y fue apagándose a medida que lo hacía el período antiglobalización. El contexto había cambiado y, también, su razón de ser.

Hoy con la apertura de un nuevo ciclo de protesta, tras la emergencia de la Primavera árabe y los movimientos de indignados y occupiers, el Foro Social Mundial, se percibe, en parte, más como un instrumento del pasado que del presente y futuro. Y su existencia señala, a la vez, una de las principales debilidades de los nuevos movimientos de protesta aparecidos en el marco de la crisis sistémica: su frágil coordinación internacional. Éstos tienen el reto de crear nuevos espacios de articulación a escala mundial que permitan avanzar en la lucha común y el intercambio de experiencias. La ofensiva de las políticas de recortes, en cada uno de los países, es tan intensa y requiere de tal movilización, que actúa como un fuerte polo de atracción que debilita, en consecuencia, la coordinación hacia afuera. A pesar de que estos nuevos movimientos se han sentido partícipes de una marea global que avanzaba desde el Norte de África pasando por la periferia Europea hasta llegar a Estados Unidos, la coordinación de dichos actores, a pesar de la convocatoria de jornadas de acción global y algunos encuentros puntuales, ha sido más bien débil.

En la actualidad, el eje de la movilización no se encuentra ya en América Latina, donde, precisamente, nació el FSM, sino en el mundo árabe y en una vieja Europa tercermundizada tan golpeada por la crisis como efervescente en protestas. El reto ahora consiste en aprender de esas luchas, que en un pasado no tan lejano, emergieron contra la deuda, los desahucios, las privatizaciones… en los países del Sur. Y avanzar hacia una imprescindible coordinación de las resistencias, a la altura de la organización implacable del capital.

* * *

La lucha contra el cambio climático toma su espacio en el Foro Social Mundial

Público, 28/03/2013

Luchar por el medio ambiente no sale gratis. Y muchos han sido los asesinatos y desapariciones de activistas ecologistas a lo largo de los años. Sombath Somphone, de Laos, es uno de ellos. Y en la inauguración ayer del Espacio Clima, en el Foro Social Mundial (FSM) que estos días se celebra en Túnez, Pablo Solón, director de Focus on the Global South, lo recordaba.

Por primera vez, una edición del FSM contará con un espacio específico y permanente para analizar las causas y los impactos del cambio climático e intercambiar experiencias y debatir sobre nuevas estrategias para enfrentar la crisis ecológica actual. Se trata del Espacio Clima, promovido por unas casi 40 organizaciones ecologistas de todo el mundo como La Vía Campesina, Focus on the Global South, el Grupo ETC, Ecologistas en Acción, ATTAC Francia, entre otras.

El cambio climático es un elemento central en la crisis sistémica del capitalismo, que amenaza el futuro de la vida en el planeta, y pone, claramente, de manifiesto la incapacidad del actual modelo para darle una solución real. Frente al cambio climático, gobiernos, instituciones internacionales y multinacionales coinciden en pisar a fondo el acelerador y apostar por una serie de falsas soluciones tecnológicas, que en vez de sacarnos de la presente crisis nos hundirán aún más en la misma, y por soluciones de mercado, llenándose los bolsillos con la compra y venta de emisiones de gases de efecto invernadero. La naturaleza se convierte así en una mercancía más, en una fuente de negocio amparada en una retórica verde sin contenido real. Un verde que sabe al color del dólar y no al del medioambiente.

El tiempo juega en contra nuestro y del planeta. “Hemos perdido demasiadas batallas importantes en la lucha por la justicia climática y nos queda poco tiempo para evitar que la Madre Tierra y la humanidad caigan en un precipicio. El cambio climático ha generado ya 400 mil muertes al año”. Así de claro lo dejan los convocantes del Espacio Clima. Aunque apuntan a la esperanza y a la movilización al afirmar que “acción es lo que necesitamos si queremos cambiar el futuro”.

Hoy vemos como la crisis económica agrava aún más la crisis climática, energética y alimentaria. Los mismos que especularon con las hipotecas subprime, los bancos, los fondos de alto riesgo, las compañías de seguros… son quienes ahora acaparan tierras y especulan con la comida. Todo es negocio: el agua, las semillas, la tierra, los cereales. Como afirmaba Nnimmo Bassey de Oil Watch International al cierre de la inauguración del Espacio Clima: “Es el momento de intensificar las luchas y crear alianzas”. Así lo ratificaron, también, los numerosos asistentes al acto inaugural. Y es que como dice la canción: “El pueblo unido jamás será vencido”.

*Esther Vivas participa en el Foro Social Mundial en Túnez.

Un comentario


  • Gracias Antonio por incluir este artículo como “una pepita más” de Atrio”. Sin duda es tremendo para cualquiera que “cree” en Jesús y su “proyecto vital del “Reino de Abbá aquí en la tierra como en el cielo.”
    El presidente de los USA lo está empujando desde ahí. Tal vez nuestro nuevo Papa Francisco nos pudiese darnos otra grata sorpresa, poniéndolo — como aquel Francisco de Asisis — muy alto entre sus prioridades y penetrando todas sus actividades. Así por fin la Iglesia Católica de nuestra día podría dar señas de cumplir todavía con los deseos del Concilio Vaticano II: Que la Iglesia aunque NO ES el Reino de Dios aquí en la tierra, sin embargo SE DEBE trabajar para que “ella se encontrara DENTRO de ese Reino de Dios”, que fue el objeto de la vida, el programa y proyecto personal de la vida, muerta y resurrección de aquel “nuestro Galileo”.
    Felices Pascuas para todas y todos amantes de Atrio.
    Justiniano de Managua

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