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Dios existe

Nos llegan varios comunicados sobre el acontecimiento histórico del que está pendiente la Iglesia católica y medio mundo. Pero pueden esperar. Para hoy valga una lectura marxista sobre la religión. Al auténtico marxismo tendremos que volver cada vez más. Para quitar velos ideológicos a la realidad. Y desterrar creencias en un Dios autoritario, patriarcal y capitalista. Porque existe Dios. Pero Dios evoluciona con el hombre y su historia. Siempre ha sido así. Y un dios revolucionario puede derribar a un dios conservador, baluarte. Tenemos un mes por delante para desvelar los mitos con los que va a entrar el dios Mamón en el Cónclave. Y sería hora que el dios Alternativa de Jesús el Galileo ocupara el cónclave como otras veces ha intentado ocupar el Congreso o Wall Street. Pero os dejo con el comentario de un marxista serio, nada utópico,.

Jorge Aniceto Molinari (BARÓMETRO INTERNACIONAL, especial para ARGENPRESS.info)

Todo el conocimiento que existe sobre la tierra es fruto del trabajo humano y ha pasado por las vicisitudes de los distintos modos de producción que se han ido sucediendo. Pensamiento este, sin ninguna duda, fruto de nuestra adhesión al materialismo histórico; sabemos, respetamos y valoramos a los que tienen otra explicación u otra creencia.

Los distintos modos de producción predominantes en el curso de la historia han impreso a los conocimientos su tónica. A su vez la historia de la humanidad es la de la lucha de clases. ¿Pudo ser de otra manera? Es por ahora una pregunta sin respuestas. A la que tal vez las futuras generaciones tendrán respuesta, si la humanidad supera el desafío del uso de las armas nucleares y encuentra el camino de la muerte en paz del capitalismo.

Por eso el Dios que conocemos a través de múltiples religiones es fruto de ese proceso. En cada una de ellas tiene variantes que responden directamente a las características y al rol de cada una dentro de la sociedad dividida en clases. El pretender separarlo del mundanal ruido ha sido infructuoso a la vez que mal intencionado.

Marx decía que la religión era el opio de los pueblos, y efectivamente lo vemos hoy cuando el pobre recurre a ella para calmar los sufrimientos que la lucha de clases le provoca de parte de los usufructuarios de la misma, que a su vez invocan a Dios para justificar su accionar y sus privilegios.

Pero Dios nos llega a todos y su conocimiento cultural se pone a prueba en actos supremos que deciden el destino de la humanidad. Los pilotos que lanzaron las bombas nucleares sobre el pueblo japonés, jamás en sus conciencias pudieron olvidar el hecho. El asesino de Trotsky jamás pudo olvidar el grito de la víctima y murió con él.

Si, detrás de ellos hubo alguien que dio la orden y que se reconoce en el fango de la miseria de la lucha de clases. A 70 años de la batalla de Stalingrado el pueblo soviético que soportó al asedio del nazismo y las consecuencias del stalinismo, sabemos que tenía Dios y que era la humanidad toda.

Estamos ante la cruz de los caminos, la humanidad aún no tiene el programa para superar esta crisis que la enfrenta a situaciones más dramáticas que todas las conocidas anteriormente, no por los hechos de guerra que son cada vez más graves sino porque como nunca antes involucra, a miles de millones de seres humanos.

Las armas nucleares pueden llevarnos a un desenlace terrible y son relativamente muy pocos los seres humanos que están frente a esa decisión. ¿Cuál será su Dios cuando tengan que tomar la decisión? El Dios que ha generado la cultura del capitalismo o el Dios que la humanidad se ha venido dando en su progreso.

La humanidad tiene hoy los instrumentos para generar las soluciones y resolver todos los problemas que se presentan. Ello significa el renacimiento de un nuevo modo de producción que se ha venido insinuando particularmente en la salud y la enseñanza en las revoluciones triunfantes.- Por otra parte supone ineludible la muerte en paz del modo de producción que hasta hoy ha predominado y ha llevado al mundo a esta crisis irreversible para su predominancia.

Sin duda que superado el dramático evento, el acervo cultural será muy superior al que nosotros hemos conocido hasta nuestros días y el Dios que surja de esos conocimientos será muy superior al que Atahualpa Yupanqui reclamaba por no haber pasado cuando veía tanta pobreza.

91 comentarios

  • oscar varela

    Hola!
     
    7.- Repaso
     
    Se trata, pues, de un inexorable proceso. La cultura, producto el más puro de la autenticidad vital, puesto que procede de que el ser humano siente con angustia terrible y entusiasmo ardiente las nece­sidades inexorables de que está tramada su vida, acaba por ser la falsificación de la vida.
     
    Su yo auténtico queda ahogado por su yo «culto», convencional, «social». Toda cultura o grande etapa de ella termina por la «socialización» del ser humano y, viceversa, la sociali­zación arranca al hombre de su vida en soledad que es la auténtica.
     
    La socialización del ser humano, su absorción por el yo social aparece al extremo de la evolución cultural, pero también antes de la cultura. El hombre primitivo es un hombre socializado, sin in­dividualidad.
     
    III.- La “Globalizaciones” en la historia
     
    Se comete un craso error, presumiendo que es ahora cuando se ha inventado la socialización o colectivización del humano. Eso se ha hecho siempre que la historia caía en crisis. Es la máxima enaje­nación o alteración del ser humano.
     
    * En cada crisis se ha verificado partiendo de una dimensión diferente. En el Imperio Romano, desde el siglo III, por tanto, bajo la política de los Severos, el humano es estatificado —moral y materialmente. Se persigue a los intelectuales que entonces solían llamarse filósofos. Se obliga a los seres humanos más personales y pudientes de cada municipio a tomar sobre sí la vida de la ciudad, especialmente las cargas municipales. Esto aniquiló espiritual y económicamente las minorías mismas que habían creado el esplendor romano.
     
    * En el siglo XIV el hombre desaparece bajo su función social. Todo es sindicatos o gremios, corporaciones, estados. Todo el mundo lleva hasta en la indumentaria el uniforme de su oficio. Todo es forma convencional, estatuida, fija: todo es ritual, infinitamente complicado.
     
    * El saber, por ejemplo, se da en forma tan intrincada, tan sobre­cargada de distinciones, clasificaciones, argumentaciones, que no hay modo de descubrir en selva tan tupida el repertorio de ideas claras y simples que orienten de verdad al hombre en su existencia.
     
    * La complicación de la cultura fue una de las causas prin­cipales de la crisis sufrida por la extrema Edad Media. Y no se ha sabido qué hacer con el anhelo más claro y constante que desde comienzos del XV hasta el propio Descartes resuena sin descanso a lo largo de los dos siglos: el anhelo de simplificación.
     
    Ahora nos importa fijar en nuestro esquema general el punto a que llega ese humano «culto» de una cultura sobrecargada y es que se encuentra dentro de ella en situación análoga a aquella en que el iniciador de la cultura se encontró dentro de su vida espontánea. Se encuentra ahogado por el contorno cultural como éste por su contorno cósmico.
     
    * Y la analogía de la situación le obliga a una reacción salvadora análoga. El ser humano que está en la selva reacciona ante sus problemas creando una cultura. Para ello procura retirarse de la selva y ensimismarse. No hay creación sin ensimis­mamiento.
     
    * Pues bien, el hombre demasiado «cultivado» y «socia­lizado», que vive de una cultura ya falsa, necesita absolutamente de… otra cultura, es decir, de una cultura auténtica. Pero ésta no puede iniciarse sino desde el fondo sincerísimo y desnudo del propio yo personal.
     
    * Tiene, pues, que volver a tomar contacto consigo mismo. Mas su yo culto, la cultura recibida, anquilosada y sin evidencia, se lo impide. Esa cosa que parece tan fácil —ser sí mismo— se con­vierte en un problema terrible.
     
    * El hombre se ha distanciado y separado de sí merced a la cultura; ésta se interpone entre el verdadero mundo y su verdadera persona. No tiene, pues, más remedio que arremeter contra esa cultura, sacudírsela, desnudarse de ella, retirarse de ella, para ponerse de nuevo ante el universo en carne viva y volver a vivir de verdad.
     
    * De aquí esos períodos de «vuelta a la naturaleza», es decir, a lo autóctono en el ser humano, frente y contra lo cultivado o culto en él. Por ejemplo, el Renacimiento; por ejemplo, Rousseau y el romanticismo y… toda nuestra época.
    …………….

  • oscar varela

    Hola!
     
    II.- CRISIS
     
    6.- Esquema de la crisis
     
    6-1 Cultura como Soluciones
     
    La cultura no es sino la interpretación que el ser humano da a su vida, la serie de soluciones, más o menos satisfactorias, que inventa para obviar a sus problemas y necesidades vitales.
     
    * Creadas aquellas soluciones para necesidades auténticas, son ellas tam­bién auténticamente soluciones, son ideas, valoraciones, entusiasmos, estilos de pensamiento, de arte, de derecho que emanan sinceramente del fondo radical del hombre, según éste era de verdad en aquel momento inicial de una cultura.
     
    6-2 Inconveniente de las Soluciones
     
    * Pero la creación de un repertorio de principios y normas culturales trae consigo un inconveniente constitutivo y, en rigor, irremediable. Precisamente porque se ha creado una efectiva solución, precisamente porque ya «está ahí», las generaciones siguientes no tienen que crearla, sino recibirla y des­arrollarla.
     
    * Ahora bien, la recepción que ahorra el esfuerzo de la creación tiene la desventaja de invitar a la inercia vital. El que recibe una idea tiende a ahorrarse la fatiga de repensarla y recrearla en sí mismo. Esta recreación no consiste en más que en repetir la fae­na del que la creó, esto es, en adoptarla sólo en vista de la incon­trastable evidencia con que se le imponía.
     
    6-3 Los creadores
     
    * El que crea una idea no tiene la impresión de que es un pensamiento suyo, sino que le parece ver la realidad misma en contacto inmediato con él mismo. Están, pues, el hombre y la realidad desnudos ambos, el uno frente al otro, sin intermediario ni pantalla.
     
    6-4 Los herederos
     
    * En cambio, el hombre que no crea, sino recibe una idea, se encuentra entre las cosas y su propia persona con la idea ya creada que le facilita su relación con aquéllas como una receta. Tenderá, pues, a no hacerse cuestión de las cosas, a no sentir auténticas necesidades, ya que se encuentra con un repertorio de soluciones antes de haber sentido las necesidades que provocaron aquéllas.
     
    * El ya heredero de un sistema cultural, se va habituando progresivamente, generación tras generación, a no tomar contacto con los problemas radicales, a no sentir las necesi­dades que integran su vida y de otra parte a usar modos mentales —ideas, valoraciones, entusiasmos— de que no tiene evidencia, porque no han nacido en el fondo de su propia autenticidad.
     
    * Trabaja, pues, y vive sobre un estrato de cultura que le ha venido de fuera, sobre un sistema de opiniones ajenas, de otros yos, de lo que está en la atmósfera, en la «época», de un yo colectivo, convencional, irresponsable, que no sabe por qué piensa lo que piensa ni quiere lo que quiere.
     
    6-5 Tópicos y Frases
     
    * Toda cultura al triunfar y lograrse se convierte en tópico y en frase. Tópico es la idea que se usa, no porque es evidente, sino porque la gente la dice. Frase es lo que no se piensa cada vez, sino que simplemente se dice, se repite.
     
    * Mientras tanto, se van acabando las consecuencias de esos que ya son tópicos, se van desarrollando sus posibilidades interiores, en suma, la cultura que en su momento originario y auténtico era simple, se va complicando. Esta complicación de la cultura recibida hace engrosar la pantalla entre el sí mismo de cada hombre y las cosas mismas que le rodean. Su vida va siendo cada vez menos suya y siendo cada vez más colectiva. Su yo individual, efectivo y siempre primitivo es suplantado por el yo que es «la gente», por el yo con­vencional, complicado, «culto». El llamado hombre «culto» apa­rece siempre en épocas de cultura muy avanzada y que se compone ya de puros tópicos y frases.
    …………………..
    (Continuará: III.- La “Globalizaciones” en la historia (final)

  • oscar varela

    Hola!
     
    Aporto en (3 Entregas consecutivas) pensamientos sobre los Problemas reflejados en casi todos los Post
    Destilados de Ortega y Gasset OCT5 EN TORNO A GALILEO – Lección VI – CAMBIO Y CRISIS
    …………..
     
    I.- CAMBIO
     
    El mundo cambia normalmente con cada gene­ración.
     
    ¿Qué tiene de especial el cambio de mundo que llamamos crisis histórica?
     
    Una crisis histórica es un cambio de mundo que se diferencia del cambio normal en lo siguiente:
     
    1.- El Cambio histórico “normal” es que a la figura de mundo vigente para una generación suceda otra figura de mundo un poco distinta. Al sistema de convicciones de ayer sucede otro hoy —con continuidad, sin salto; lo cual supone que la armazón principal del mundo permanece vigente al través de ese cambio o sólo ligera­mente modificada.
     
     
    2.- El Cambio histórico “catastrófico”, al contrario, es una crisis histórica, cuando al mundo o sistema de convicciones de la generación anterior sucede un estado vital en que el ser humano se queda sin aquellas convicciones, por tanto, sin mundo.
     
    * El ser humano vuelve a no saber qué hacer porque vuelve a de verdad no saber qué pensar sobre el mundo. Por eso el cambio se superlativiza en crisis y tiene el carácter de catástrofe. El mundo en que se vivía se ha venido abajo.
     
    * Es un cambio que comienza por ser negativo —crítico. No se sabe qué pensar de nuevo —sólo se sabe o se cree saber que las ideas y normas tradicionales son falsas, inadmisibles.
     
    * Se siente profundo desprecio por todo o casi todo lo que se creía ayer; pero la verdad es que no se tienen aún nuevas creencias positivas con que sustituir las tradicionales.
     
    * Como aquel sistema de convicciones o mundo era el plano que permitía al hom­bre andar con cierta seguridad entre las cosas y ahora carece de plano, el hombre se vuelve a sentir perdido, azorado, sin orientación.
     
    * Se mueve de acá para allá sin orden ni concierto; ensaya por un lado y por otro, pero sin pleno convencimiento, se finge a sí mismo estar convencido de esto o de lo otro.
     
    * En las épocas de crisis son muy frecuentes las posiciones falsas, fingidas. Generaciones enteras se falsifican a sí mis­mas; se embalan en estilos artísticos, en doctrinas, en movimientos políticos que son insinceros y que llenan el hueco de auténticas convicciones.
     
    * Cuando se acercan a los cuarenta años esas generaciones quedan anuladas, porque a esa edad no se puede ya vivir de ficciones: hay que estar en la verdad.
     
    3.- ¿Se puede vivir sin convicciones?
     
    Vivir es siempre, quié­rase o no, estar en alguna convicción, creer algo acerca del mundo y de sí mismo. Esas convicciones, esas creencias pueden ser negativas.
     
    La vida, como crisis, es estar el hombre en convicciones negativas. Esta situación es terrible.
     
    * La convicción nega­tiva, el no sentirse en lo cierto sobre nada importante, impide al hombre decidir lo que va a hacer con precisión, energía, confianza y entusiasmo sincero: no puede encajar su vida en nada, hincarla en un claro destino.
     
    * Todo lo que haga, sienta, piense y diga será decidido y ejecutado sin convicción positiva, es decir, sin efectivi­dad; será un espectro de hacer, sentir, pensar y decir, será la vita mínima, una vida vacía de sí misma, inconsistente, inestable.
     
    * Como en el fondo no está convencido de nada positivo, por tanto, no está verdaderamente decido a nada, con suma facilidad pasará el humano y pasarán las masas de lo blanco a lo negro.
     
    * En las épocas de crisis no se sabe bien lo que es cada ser humano porque, en efecto, no es nada decisivamente; es hoy una cosa y mañana otra. Imagínense un individuo que en el campo pierde por completo la orientación; dará unos pasos en una dirección, luego otros en otra, tal vez en la opuesta.
     
    * La orientación, los puntos cardinales que dirigen nuestros actos son el mundo, nuestras convicciones sobre el mundo. Y este ser de la crisis se ha quedado sin mundo, entre­gado de nuevo al caso de la pura circunstancia —en lamentable des­orientación.
     
    * Este ser humano sentirá escéptica frialdad o bien angustia al sentirse perdido o bien desesperación y hará muchas cosas de aspecto heroico que, en verdad, no proceden de efectivo heroísmo, sino que son hechas a la desespe­rada, o bien sentirá furia, frenesí, apetito de venganza por el vacío de su vida que le incita a gozar brutalmente, cínicamente de lo que encuentra a su paso —carne, lujo, poderío. La vida toma un sabor amargo hasta topar con la apatía o negligencia (acedía).
     
    4.- Las nuevas convicciones
     
    * En torno a ese estado efectivo de negación, de ausencia de convicciones, fermentan gérmenes oscuros de nuevas tendencias positivas.
     
    * Es más; para que el humano deje de creer en unas cosas, es preciso que germine ya en él la fe confusa en otras. Esta nueva fe es aun imprecisa como luz de madrugada, irrumpe de cuando en cuando en la superficie negativa que es la vida del ser humano en crisis y le proporciona súbitas alegrías y entusiasmos inestables que, por contraste con su tono habitual, toman el aspecto de ataques orgiásticos.
     
    * Estos nuevos entusiasmos comienzan pronto a estabilizarse en alguna dimensión de la vida mientras las demás continúan en la sombra de la amar­gura y la resignación.
     
    * Es curioso observar que, casi siempre, la di­mensión de la vida en que comienza a estabilizarse la nueva fe es precisamente el arte.
     
    5.- por qué se producen las crisis históricas
     
    Nos urge atacar en su raíz el problema mismo de por qué se producen las crisis históricas. Ese dejar de creer en el sistema del mundo en que se creía hasta la fecha, ese hecho que una y otra vez ha acontecido en la historia de que el ser humano se sacuda la cultura tradicional y se quede desnudo de ella, es precisamente lo que reclama explicación. Todo lo demás es secundario si se compara con esta agudísima cuestión.
    ………………..
    (Continuará: II.- CRISIS)

  • Virginia W

    Mi enhorabuena a mi paisana Ana Rodrigo por el nacimiento de su nieto Yausi,

    Duérmete, Niño amante
    luz de mi sueño.
    Duérmete sin cuidados
    que yo te velo

    Cuando caiga la noche
    sobre el silencio,
    se hará cojín de espumas
    mi blanco pecho.

    Cuando frías estrellas
    nieven del cielo
    será para tu carne
    pañal mi beso.

    Cuando sepan pastores…
    Cuando el misterio…
    ¡Duérmete, Niño amante,
    luz de mi sueño!

    ¿Por qué tienes los ojos
    limpios y abiertos?…
    Ya más no puedo darte…
    Duerme, lucero.
    Duérmete. Mira:
    hosannas
    dicen los vientos…
    (Despacio…
    Callad
    Despacio,
    que está durmiendo…)

    Claudio Rodríguez

  • pepe sala

    En relación a la supuesta ” igualdad de oportunidades”:
    —–
    Dos amigos, del mismo pueblo, cumplieron la mili juntos. Eran los años 30, poco antes de la guerra civil. Eran inseparables y la mala fortuna quiso que, por primera vez en su vida, las circunstancias les separase. A cada uno de ellos les cogió el Levantamiento en un bando distinto.
     
    Pasaron décadas antes de volverse a ver. Eran los años 60 cuando el amigo volvió al pueblo desde Madrid para asistir al entierro de un familiar. La comitiva que traía mostraba la privilegiada posición social del amigo visitante. El enterrador era quien nunca había podido moverse del pueblo, por haber estado en el ” bando malo”.
     
    El amigo poderoso le reconoció y , desde su altísima posición, fue condescendiente con su antiguo amigo:
     
    — Hombre, Fulano, qué alegría volverte a ver… ¿ cómo te ha ido la vida desde que no nos vemos??
    — Bueno, me defiendo como gato panza arriba y trato de que a mi familia no le falte un plato de cocido. Mis hermanos que conoces tampoco lo estan pasando bien. Uno se hizo albañil, otro consiguió llegar a fontanero, mi hermana trabaja de criada para el señorito y mi mujer friega escaleras para ayudar un poco en casa y ver la posibilidad de que algún hijo estudie…
    ¿ Y a tí, qué tal te ha ido, Mengano??
     
    — Pues no me ha ido del todo mal… yo soy Ministro del Gobierno, mi hermano es Juez de TOP ( Tribunal de Orden Publico) y mi hermana pequeña es la jefa de la Sección Femenina en Madrid. Tengo un estatus social muy reconocido y me da mucha lástima que tú tengas una familia con un estatus tan bajo….
     
    — LA QUE TU ME DEJASTE, HIJO DE PUTA….
     
    Pues éso.

  • oscar varela

    Hola, compañeros atrieros!

    ¿No es de aplaudir lensión y la mesura de los que opinamos en este Hilo?

    Me dieron ganas de ¡felicitár-nos-me y aplaudir

    pla pla pla pla pla pla pla pla pla pla pla pla !!!!!!!!!!!!!!

    ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • pepe sala

    Yo no me ofendo por las cosas que leo, skye, ni siquiera por las cosas que oigo a mi alrededor. Tendría que estar toda mi vida ofendido y soy un tipo muy alegre.
     
    Lo que creo conveniente es responder, como mi ” analfabetismo”  me permite, a los asuntos que creo necesario aclarar cuando no estoy de acuerdo con lo que leo, y lo hago en el lugar que surjan las controversias. Ergo no necesito disculpas de nadie.
     
    Dices que te vas al patio de butacas: “” Me retiro al patio de butacas de nuevo a observar desde la distancia la representación””
     
    Bueno sería que la observación de lo que se representa en ATRIO te sirva para reflexionar al respecto de las ideas preconcebidas que nos has tratado de mostrar. Seguramente, si reflexionas con sosiego sobre el marxismo ( y los marxistas) llegues a la conclusión de que es mentira que tenemos ” cuernos y rabo” como nos representaban en la Enciclopedia Alvarez de los  ” buenos tiempos” Nacional-catolicos.
     
    En todo caso, seguro que llegarás a entender ( si lo examinas con el debido respeto y sosiego) que decir marxismo es decir DEMOCRACIA. De ningún modo se puede relacionar al fascismo ( Falange) con la democracia, por más que se repita esa frasecita: ” nosotros los demócratas”. Por lo tanto, no es cuestión de cantidad democrática. Yo no puedo ser MAS demócrata que tu ni que nadie. Simplemente soy demócrata por ser MARXISTA.
     
    El hecho de prostituir los conceptos para darles el significado que cada cual convenga nos ha llevado a la equivocación tan extendida por España. Por más que se intente prostituir la palaba DEMOCRACIA, ni los del grupo ULTRA de ” democracia 2000″, ni cualquiera de los grupos falangistas que perduran, ni los Carlistas del ” dios, pátria y rey”, ni la Jerarquía eclesiástica, ni el ejército, ni….pueden considerarse democráticos. Y tampoco se puede considerar DEMOCRACIA a lo que tenemos en España tutelada por una MONARQUIA y teniendo al EJERCITO como garante de lo que llaman democracia y no lo es.
     
    En definitiva, skye, que nos gustará más o menos el marxismo; pero si de algo puede presumir el marxismo es de ser LA BASE DE LA DEMOCRACIA. ( desde el año 1848)
     
    Y ya sabemos que este hilo trata de la supuesta existencia de Dios. Pero como a mí me interesa mucho más la existencia del HOMBRE, he aprovechado tu ataque para colar algunas cosillas que creo conveniente  comentar, con el debido respeto, pero con total libertad.
     
    Bueno, pues. ( con la venia, en el próximo mensaje va un chiste para distendir tensiones.)

  • skye

    Venga, pepe, que descanses. Un saludo de nuevo y, con tu permiso, tengo cosas más interesantes que hacer. Me retiro al patio de butacas de nuevo a observar desde la distancia la representación. Que seas feliz.

    Me gustaría también pedirle disculpas al autor del hilo y a los dueños de esta casa por el espectáculo ofrecido, ciertamente lamentable. Y a pepe sala, por supuesto, si le he ofendido en algo.

    Hasta… la próxima vez que volváis a hablar sobre marxismo (sonrisa).

  • pepe sala

    Sigues sin acertar una, skye. Veamos si lo dejamos claro de una jodida vez:
     
    1º: Has sido tú, quien ha entrado atacando desde tu primer intervención. Atacaste ( creiste que impunemente, como están acostumbrados en España) a los ” liberales”, a los marxistas a todo lo que huela a progreso (- ia). Es fácil comprobarlo.
     
    2:  Luego equiparaste a las víctimas del franquismo con las de la República. Yo te respondí y me reafirmo ( por muy economista que seas) que no se pueden sumar peras con manzanas y tampoco se pueden sumar melones con melocotones, por más que sean palabras asonantes. ( sonrisa…) Porque por más planteamientos algebráicos que intentes colar, nadie con un mínomo de sentido común podría sumar a Federico García Lorca con José Antonio Primo de Rivera. ( Es obvio que para tí el segundo sea el ” protomartir” que se homenajea todos los años en el Valle de los Caidos ante el pasotismo de los Gobiernos que se dicen ” democráticos”. Pero para mí es una aberración vergonzosa y no puedo sumar ambos nombres con el mismo calificativo de VICTIMAS DEL TERRORISMO. Me quedo con Lorca y que sigas disfrutando de las ventajas del otro.
    ( Hay muchos más ejemplos, mucho más recientes y mucho más cercanos a mi propia familia.)
     
    3: Ahora me vienes comparando los dos meses de prisión de tu abuelo ” El Jefazo falangista”, con la represión, muertes a cientos de miles, condenas de TREINTA AÑOS que sufrieron ” los rojos” por el hecho de tratar de defender la Legalidad vigente. ( entre esas condenas, las de mi propio padre: TREINTA AÑOS CUMPLIDOS.)
    ¿ No crees que para ser economista andas un pòco perdido en matemáticas? Y si además eres abogado.. ¿ se te ha pasado por alto lo que significa dar UN GOLPE DE ESTADO y lo que debiera hacer la Ley al respecto de los GOLPISTAS ?
     
    4º: Hedilla era paisano mío. ( de Cantabria) y conozco muy bien las ideas ” democráticas” de Hedilla y de sus seguidores. Aún quedan muchos Hedillistas por Cantabria y todos tienen la misma fijación ” democrática” (El FASCISMO). El día 20N, a falta de viajar a Madrid ( al Valle de los Caidos) insultan a los demócratas cántabros mientras cantan el famoso ” cara al sol”. ( hasta hace muy poco tiempo delante de la estatua de Franco en el Ayuntamiento. Ahora en el Sardinero delante de una enorme bandera de España que les han colocado a cambio de dejar quitar ” al burro montado en el caballo” que avergonzaba la plaza más céntrica de Santander.
     
    5:  Las plazas de taxista ( en Madrid y en toda España) estaban reservadas para los fieles al régimen franquista. ( al menos a los no sospechosos de ” rojerío”). Lo mismo que las  concesiones de estancos, plazas en correos, concesiones de boticas ( farmacias actuales), plazas de maestros , etc, etc.
    No me vengas equiparado también tus oportunidas en la vida con las de quienes tenían ( teníamos) la única consigna posible que nos permitían los ” jefazos de falange” y sus fuerzas vivas: LA SUPERVIVENCIA pura y dura.
     
    Dicho lo cual, dentro de lo que se conoce por DIGNIDAD, yo la considero absolutamente perdida a quien entra en cualquier foro público desde el anonimato y se pone a insultar a quienes escribimos con nombre y apellido. Encima acusando de ” esconderse” a quienes escribimos con nuestro nombre y llamando ” bocazas” a quien te pone los puntos sobre la íes y las cartas boca arriba: SIN TRAMPAS, economista, que luego pasa lo que pasa con ” las preferentes” bancarias.
     
    Bueno pues. ( en la próxima entrega te contaré un chiste, ya que te gusta la parte buena de la vida: el humor. Ya verás que ” sonrisa”  más graciosa.)

  • skye

    Sobre este “testimonio” (sonrisa) de pepe sala:

    “Afortunadamente, para tí y para mí, cada cual sigue en su ” trinchera”. Yo creo que la mía es mucho más DEMOCRATICA que la tuya ( y la de toda tu familia) y asumo que tú y tu familia sigáis ostentado las poltronas hereditarias. Ne me gusta, pero la cosas son como son, por más que a mío me repugnen. Tú estudiaste en escuela de pago, gracias a la here3ncia FALANGISTA de tu familia. Yo tengo la cartilla LABORAL desde los 16 años, también por herencia muy diferente. Es una prueba más de lo poco que  ha cambiado la santa transfusión.”

    Te voy a decir una cosita, pepe. Soy persona de sangre fría. Y con una tendencia genética (en eso, el de Arriba se ha pasado un poco, pero qué le voy a hacer) a buscar los aspectos simpáticos, incluso cómicos, en la mayoría de las situaciones cotidianas, lo que, por cierto, me ha acarreado una buena cantidad de problemas.

    Desde el primer comentario que hice en este hilo, estás buscando el enfrentamiento dialéctico. Tu primer comentario sobre mi crítica a una interpretación marxista de la religión fue un sorprendente “ellos mataron más” (o algo así). Te has pasado el hilo en posiciones “a la contra”, pero sin ofrecer ni una sola argumentación. Que si la grafía anglosajona del nick, que si ahora mi de “colegio de curas”, que si mi abuelo tal o cual cosa, que si la bandera legítima de España…

    Y ahora me cuentas no sé qué historias de trinchera y de que eres más demócrata que yo. Pues qué quieres que te diga. Como decía el otro, “pos vale, lo que tú digas”. Ante afirmaciones como esas, ¿cómo se dialoga? En fin, en cualquier caso, lo único que puedo decir es que no he comentado este hilo para pelearme con nadie ni para servir de pim pam pum a nadie.

    Por cierto, como tu verborrea puede contigo, ya en el colmo de tus fantasías, me cuentas algunas tonterías sobre que si yo estudié en colegio de pago gracias a los supuestos privilegios de mi familia falangista. Y después te disfrazas de peronista descamisado para contarnos que tú empezaste a trabajar muy jovencito y tal y cual, pascual.

    No tendría por qué contártelo, pero te lo voy a contar. Por bocazas. Vamos a ver. Entre los supuestos privilegios de mi “familia falangista” están, por ejemplo, que Franco metió en la cárcel a mi abuelo porque en una recepción en el Ayuntamiento de Burgos (mi familia somos castellanos de Burgos), mi abuelo tuvo la ocurrencia de acordarse de la madre de “El Caudillo”. Algún correveydile pelota del gobiernador civil corrió a decírselo y a los dos día lo arrestaron. Pasó entre rejas un par de meses y salió sólo gracias a los esfuerzos e influencias de compañeros suyos. Mi abuelo tuvo la osadía de sentirse próximo a las tesis de Hedilla, que, como sabes, representó una especie de reivindicación del nacional-sindicalismo más puro, alejadon del conservadurismo franquista, y cayó en desgracia. Después de salir de prisión se alejó de la política y se refugió en su familia y su trabajo. Yo todavía recuerdo con mucho cariño las largas charlas que tuve con él de niño tantas tardes de verano sobre tantas y tantas cosas. Él, de vuelta de tantas cosas de la vida, con el escepticismo de quien, desilusionado, está de vuelta de casi todo. Yo, con la ilusión infantil de aprender algo sobre tantas cosas que desconocía.

    Después, con la emigración a las grandes ciudades, mis padres tuvieron la oportunidad de venir a trabajar a Madrid. Y mi padre empezó a trabajar de taxista desde las seis de la mañana hasta las diez de la noche. Así, un día detrás de otro. Y gracias a su trabajo y al de mi madre, pudo costear ese colegio de pago para sus dos hijos. Y después la Universidad. Por mi parte, lo único que tuve que hacer fue que su esfuerzo no fuese en vano y aprovechar las oportunidades que tuve. No fui mal estudiante y después, en la Universidad, compaginé los estudios de Economía (por la mañana) y Derecho (por la tarde). Conseguí los dos títulos con un esfuerzo lógico, pero, también, con una inmensa satisfacción porque, de alguna manera, era un “esfuerzo debido”, algo que debía conseguir en correspondencia por lo que mis padres habían hecho por mí.  Después, supongo que las cosas típicas “de la vida”.  Que si el trabajo, que si te casas, que si una hija…

    En definitiva, que no sé muy bien dónde estarán todos esos “privilegios” que un determinado régimen político me haya podido conceder a mí o a mi familia. 

    Pero, en definitiva, esos son asuntos particulares, que no añaden nada relevante al asunto del que se ocupa el hilo y que probablemente aburrirán a la mayoría.  En cualquier caso, y ya que estamos en un blog que trata sobre el hecho religioso, y aun siendo consciente de que habito lo que llamaríamos el “sector pecador”, sí tengo que decir que no esperaba las “embestidas” que estoy recibiendo por tu parte. Pero no te preocupes, porque, por un lado, estoy ya hecho a casi todo y, por otro, estoy convencido de que en cuanto no veas comentarios míos, recuperarás el sosiego y la tolerancia hacia los distintos de los que has hecho gala en tantas ocasiones en la historia de este blog (sonrisa).

    Un abrazo fraterno (¿se dice así?) y pásalo bien.

  • pepe sala

    Disculpas, que se me había olvidado:
     
    YO NO ME ESCONDO JAMÁS, SKYE…
     
    De hecho escribo con mi propio nombre y apellido ( no con nombrajos raros de islas anglosajonas) y la mayoría de quienes escriben y leen en ATRIO saben el lugar donde localizarme para lo que gusten.
     
    Bueno pues…

  • pepe sala

    ¡¡Por Tutatis !!, skye… ¿ Cómo le vas a pedir a un  ” rojo” que esté de acuerdo con un falangeta??
     
    Afortunadamente, para tí y para mí, cada cual sigue en su ” trinchera”. Yo creo que la mía es mucho más DEMOCRATICA que la tuya ( y la de toda tu familia) y asumo que tú y tu familia sigáis ostentado las poltronas hereditarias. Ne me gusta, pero la cosas son como son, por más que a mío me repugnen. Tú estudiaste en escuela de pago, gracias a la here3ncia FALANGISTA de tu familia. Yo tengo la cartilla LABORAL desde los 16 años, también por herencia muy diferente. Es una prueba más de lo poco que  ha cambiado la santa transfusión.
     
    Pero las cosas son como son y fueron como fueron. Y, efectivamente, los falangetas son mis ENEMIGOS a los que jamás perdonaré por lo que hicieron a mi familia, a mi mismo y a cientos de miles de personas inocentes en España.
    Repito, por si no le he dejado claro, que los falangistas fueron, son y serán unos ASESINOS GENOCIDAS que durante 40 años aterrorizaron a la sociedad española. Y si tu abuelo fue un ” jefazo” de semajantes elementos,  ( y tus progenitores siguieron por caminos muy similares), su retoño me da mucho que pensar.
     
    Y claro que les tengo ODIO… ( más que Viriato a los romanos), pero no creas que me faltan motivos para tenerles ODIO.
     
    Como andas desde hace pòco tiempo por ATRIO, tampoco habrás leido mi relato ” íntimo” al respecto de vuestra calaña.
     
    Ahí te va, por si consigues acabar la lectura:
     
    http://www.nodo50.org/republicanos/memoria/mem_006.htm
     
     

  • olga larrazabal

    Hola skye:  Muy interesante tu historia y viene a confirmar algo que siempre he observado.  Y es que cuando uno tiene una familia “variopinta” en el pensamiento, y se enfrenta a realidades paradojales, tiene que reflexionar mucho para darle orden a esa realidad.  Entonces introduces en el pensamiento otras variables que te van informando que el mundo no es blanco ni negro, sino que endemoniadamente complejo. Y esto es el comienzo de un camino diferente en que tu observación de la realidad puede ser más humilde y menos lleno de certezas. Es pasar del mundo de dos variables al espacio multidimensional, que solía mencionar para abrir la clase, un profesor de origen árabe que yo tenía y solo se paseaba por espacios de n dimensiones.
    Saludos.

  • skye

    Para “pepe sala”, que estaba esperando escondido por ahí la oportunidad de fijar el blanco “del enemigo”, se ha dicho “ahora o nunca” y se ha puesto a “disparar”  al objetivo (sonrisa):

    1. Sobre:

    “El destino se elije ( cuando se tiene suficiente edad y CONCIENCIA…

    Es algo tan elemental que incluso skye lo va a entender.”

    R:

    Comenzando por la segunda línea, sólo puedo contestar dándote las gracias por lo que me valoras (no, si algo intuía, no te creas) (sonrisa).

    En relación con la primera línea, es que no conseguimos estar de acuerdo en nada, ¿eh? (otra sonrisa). Pepe, la voluntad y la conciencia no son suficientes como para que el destino que cada cual elija para su vida se convierta en realidad. Yo puedo tener la voluntad de ser… X (que cada cual elija el nombre del personaje de referencia que prefiera), y puedo tener la conciencia de que ser ese personaje sería lo mejor para mí. Pero eso no es suficiente. Es necesario tener LAS CAPACIDADES SUFICIENTES que me permitan poder ser algo parecido a ese ideal. Las “capacidades” tienen mucho que ver con la “vulnerabilidad” de la persona humana. Por ejemplo, si yo quiero ser de mayor presidente de un gran banco internacional, puedo tener la voluntad y puedo tener la conciencia de que eso sería bueno para mí, pero si carezco de las capacidades necesarias para poder alcanzar ese objetivo (por ejemplo, porque soy analfabeto), eso resulta ser una ilusión sin fundamento.

    Sobre el particular, no me extiendo y te remito, por ejemplo, a Martha Nussbaum, una “chica nueva” en esto del liberalismo.

    2. Sobre el resto:

    No termino de entender exactamente por qué haces esas reflexiones dirigiéndote a mí. Que mi abuelo haya sido “jefazo” de Falange y la mayoría de mi familia paterna comulgase con esa ideología política, no significa que yo sea falangista. Supongo que si mi abuelo hubiese sido comunista y la mayoría de sus hijos también lo hubiesen sido, los nietos son libres para poder sentirse próximos a la ideología política que consideren oportuno, sin tener que prejuzgarlos por lo que fueron sus antepasados.

    En cualquier caso, leyendo tu comentario la sensación que se me queda es que tienes una especie de odio enquistado sobre ideologías antiguas y situaciones que ocurrieron hace ya mucho tiempo, y necesitas buscarte molinos de viento para embestir contra ellos. En ese aspecto, si yo te valgo para que te tranquilices, encantado de poder ayudarte.

    Y sobre lo que tú llamas “bandera legítima de España”… lo tomo también como una especie de provocación por tu parte. Aquello de sacar la muleta para ver si el toro entra al capote. Como dijo Ortega, “no es esto, no es esto…” (sonrisa).

    Un saludo, pepe.

  • pepe sala

    El destino se elije ( cuando se tiene suficiente edad y CONCIENCIA.
    El destino de nacimiento puede ( y debe) ser elegido por la persona si las circunstancias lo permiten. Es algo tan elemental que incluso skye lo va a entender.
     
    El nacimiento  del lugar, casa y familia no es optativo; cada cual nace donde le ha tocado nacer y punto.
    Lo que sí es optativo es la reflexión posterior cuando ya se tiene  ” uso de razón”. ( tanbién llamado sentido común.) Y nadie puede culpar a su tradición familiar si elije una opción u otra para desarrollar su propia vida social. Quien haya elegido el FASCISMO, de ninguna manera puede presentarse como demócrata. Asi pues, ningún FALANGISTA ( “falageta”) puede presentarse, hoy en día, como persona democrática. Al contrario, TODOS Y CADA UNO DE LOS “FALAGETAS” ( que siguen optando por semejante organismo ASESINO Y GENOCIDA) deberían estar en la cárcel por  hacer apología del terrorismo de forma descarada y prepotente. Y deberían estar encarcelados con mucha más razón de lo que lo están los terroristas de ETA.
     
    Por si alguien se asombra de mi afirmación voy a dedicarle a skye una historiuca que ya compartí en ATRIO hace años. Alguien la trasladó a éste enlace y será más sencillo poner el enlace:
     
    http://www.nodo50.org/republicanos/memoria/mem_002.htm
     
    No te subleves por ver la bandera, skye, a fin de cuentas es la bandera LEGITIMA de España.
     
    Pues éso…

  • skye

    Hola, olga:

    Preguntas sobre qué hacen dos economistas en un lugar como este.

    No lo sé, supongo que serán cosas del destino, que también juega sus cartas en nuestra vida, aunque sea una variable que se resista a ser incluida en cualquier modelo científico. Por mi parte, lo único que puedo decir es que leo frecuentemente los post de este blog. Pero lo hago desde la barrera. Es decir, no hago nunca comentarios. No soy persona especialmente religiosa. Soy creyente, eso sí. Estudié en “colegio de curas” y siempre he tenido un especial interés por los temas religiosos, pero desde cierta distancia escéptica. Siempre pensé que si nuestra vida era muy corta, pensando en términos históricos, es lógico que me preocupase no sólo por lo que pasaba aquí, pero también por lo que pasara (o me pasara) cuando esta vida terminase, en eso que llaman “la eternidad”. Mi familia, por parte paterna, tuvo siempre una inclinación especial hacia Falange (mi abuelo fue uno de los jefazos de esa organización). Fascistas, sí, pero con un fuerte toque anticlerical. La familia de mi madre, por el contrario, eran conservadores de los conservadores de toda la vida con muchísimos curas, frailes y sacerdotes entre tíos, primos, etc.. Así, cuando había reuniones familiares, siempre disfrutaba observando las discusiones que se producían entre el anticlericalismo de unos y la ortodoxia religiosa de otros. Siempre simpaticé más con los del lado anticlerical, quizá por aquello de la rebeldía. En el colegio fui formado también en la ortodoxia. Pero había algo que no me terminaba de llenar. Crisis, una detrás de otra, hasta que terminé refugiado en los heterodoxos. La lectura de obras de pensadores cristianos habitantes de las fronteras de la Iglesia fue un descubrimiento para mí y, de alguna manera, tranquilizó mi espíritu. En las obras de Hans Küng, de Jon Sobrino, Masiá Clavel en temas de bioética, etc., encontré muchísimas respuestas que no encontraba “en Roma”. Quizá algo parecido a lo que me ocurrió con el liberalismo. Que el liberalismo ortodoxo me dejaba más bien frío, y tuvo que ser la lectura de heterodoxos del “club”, como Rawls, Sen, Nussbaum, Dworkin, etc., lo que me congració con esa filosofía política.

    Soy mucho más “político” que “religioso”. Tengo un cierto “currículum” político. Primero, en el Partido Socialista. Después, en Unión, Progreso y Democracia (UPyD). Y, quizá por esa inclinación especial hacia los temas sociales y políticos, aunque lea las entradas de Atrio, me reconozco incapaz de escribir las cosas que escriben aquí tantas y tantas personas que suelen hacer comentarios. Comparto desde la distancia algunas, discrepo abiertamente de otras, pero siempre desde el silencio de la distancia. Quizá este hilo haya sido una rara excepción, que, supongo que por el tema del marxismo, me ha hecho salir de la “madriguera”.

    Un saludo.

  • oscar varela

    Hola X. Gundín!
     
    El Autor del Post nos dice que “su Pensamiento es fruto de su adhesión al materialismo histórico
     
    Mi intención al aportar Textos -destilados de Ortega- era la de comprender a un “Carlos Marx en su contexto histórico”.
     
    Traté de ver el ítem clave sobre el que pivotea (crédulamente) –para Marx y su Tiempo- la realidad Historia humana: la LUCHA de CLASES.
    ………………..
     
    Lucha” y “Clases” son dos “convencimientos” (o “credos”) que identifican al Siglo XIX;
    pero no a la Historia (esto es lo que me interesaba de Ortega porque me parecía verosímil y esclarecedor para entender una “izquierda” anacrónica en nuestros días).
     
    1.- LUCHA: Tú dices que “Podemos leer la historia escrita antes del s.XIX y ver que es también una continua crónica de luchas”. Y tienes razón. Y no veo que Ortega lo niegue.
     
    Lo que me parecía interesante de Ortega era hacerme comprender la diferente consideración que las épocas tenían acerca de la LUCHA.
     
    –          “Más o menos, habrán existido siempre grupos comba­tientes; pero esto no quiere decir que fuesen “partidos“.”-
    –          “Pa­rece cierto que hasta el siglo XIX no surge la idea de que la historia está constituida por una lucha perenne. Tal vez Guizot es el primer pensador que habla formalmente de la lucha de clases como motor radical del proceso histórico. Hasta entonces había parecido ésta una anormalidad, tan frecuente como lamentable, pero siempre algo adventicio y en modo alguno consustancial con la convivencia hu­mana.
    –          La lucha intestina es un hecho frecuentísimo a lo largo del pasado humano. Por lo mismo sorprende ver la diferente reacción ante él de unas y otras épocas. Las anteriores lo interpre­taban como una desdicha y, en consecuencia, como algo anómalo y accidental.”-
    –          “Vale sospechar que esa historia, para la cual la realidad es lucha, y sólo lucha, es una falsa historia, que se fija sólo en el pathos y no en el ethos de la convivencia humana; es una historia de las horas dramáticas de un pueblo, no de su continuidad vital; es una historia de sus frenesíes, no de su pulso normal; en suma: no es una historia, sino más bien un folletín.
     
    NOTA: Tal vez la concepción política a la que nos acostumbraron las “democracias del “BI-PARTIDISMO” del Siglo XX sea una pesada herencia que infecta todavía al Elector-Ciudadano que somos en las Democracias Representativas.
    ……………..
     
    2.- CLASES: Valga lo dicho en lo abreviado en la NOTA.
    ……………..
     
    Nada más que eso, sin negar que haya otras cosas.
     
    ¡Voy todavía! – Oscar.
    …………….
    PS.: otras preocupaciones no me dejaron atender más rápidamente.
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     

  • olga larrazabal

    ·         Estimado colega skye:  ¿Qué hacen dos economistas en un lugar como este?  Ja, ja
    ·         Parece que “No solo de pan vive el hombre…. “  sino que necesita escuchar también a otros y revisar sus creencias de vez en cuando, ir agrandando su comprensión ya que la técnica que aprendió, o la religión, empieza a no contestar sus preguntas.
    ·         Yo reconozco que fui bien educada como economista, pero mal aprendida, en el sentido que no creo mucho en la ICAR, que es la verdadera como decía mi abuela, imagínate si voy a creer en otra religión.  Y las ciencias duras y las sociales son verdaderas religiones.
    ·         Cuando traté de hacer mi memoria y de recolectar datos estadísticos para demostrar no se qué cosa, me encontré que todos los datos habían sido tomados de distinta forma y eran incomparables, a menos que yo inventara una súper martingala para hacer creer lo contrario. De ahí a perder la fe en la economía, había un paso. Y la perdí, por lo menos para hacer estudios serios.
    ·         Trabajé varios años y como me interesaba más la conducta humana que la economía, entré a estudiar Psicología.  Es decir soy apóstata.
    ·         En cuanto a interpretar la historia con métodos marxistas, la realidad es que podríamos cambiar la palabra por economicista-psicologica-biológica de lo cual me reconozco culpable. 
    ·         Pero no tengo fijaciones fóbicas con los marxistas, ni califico de marxista cualquier crítica al modelo actual como es moda en algunos círculos, que evito, porque me aburren a morir.
    ·         Y así como los franceses ante un enigma decían “cherchez la femme” yo digo
    ·         “Busquen cual es la motivación económica, y le acertarán en el 90% de los casos”.
    ·         Y cuando hablo de “economía” no solo me refiero al dinero, sino que hablo de la ley del menor esfuerzo, es decir, para que voy a gastar energías yo si otro me puede hacer el trabajo.  O como convencer a otro en una sociedad que su trabajo no vale nada mientras el mío es genial.
    ·         O que por designio divino yo mando y otro lava los platos.
    ·         En cuanto a Marx, era solo un economista, y se cayó en ciertos puntos, como también se cayeron Darwin o Freud, que tuvieron intuiciones geniales,  y otros puntos no los pudieron ver.  Como la mayoría de los seres humanos. Si hasta Einstein no completó la teoría unificada de las fuerzas y se equivocó cuando dijo que “Dios no juega a los dados” y los cuánticos demostraron que a ciertos niveles si juega. 
    ·         En cuanto a  pasar de la lucha de clases a la cooperación social, que es muy deseable a mi modo de ver, se necesita una buena dosis de educación para la vida cívica, educación de las emociones para evitar conflictos, y crecimiento personal para internalizar la equidad y la inclusión como valores deseables. Y como economista añado una política de redistribución de la riqueza, y un estado que persiga valores humanitarios como el bienestar y la felicidad del conjunto de las personas.
    ·         Aquí es donde Jesús dejó algunas enseñanzas dignas de considerar.
    ·         Ahora vuelvo a mis tareas de cocinera, tengo que lavar los platos, ordenar la cocina, porque no te he contado que además me encanta cocinar.

    Saludos.

  • MAR Medina

    Lo llamado Dios solo se experimenta .
    Sí, gracias Asun
    .

    Un saludo cordial

  • ana rodrigo

    Gracias Mª Pilar y Skye, la experiencia de ser abuela es única e indescriptible.  Lo estoy disfrutando de él y de su hermana.

  • mª pilar

    ¡¡¡Felicidades Ana!!!
     
    ¡¡¡Precioso!!!

    Disfruta, goza cuando lo cuides y lo tengas en tus brazos; es una experiencia… diferente  a la crianza de los hijos.

    Un gran abrazo.
    mª pilar

  • skye

    En primer lugar, me gustaría darle de nuevo a Ana Rodrigo la enhorabuena por su nieto (ahora con foto).
     
    A Olga me gustaría agradecerle de nuevo su comentario y, también, el tono con el que está escrito.
     
    Me tienes que disculpar, olga, primero, por la demora en contestarte y, segundo, porque ahora mismo estoy escribiendo con prisas porque llevo un par de días con mucho follón en el trabajo, que me impide concentrarme como quisiera.
     
    A vuelapluma, algunas de las cosas que me gustaría contestar:
     
    1.- Olga: “soy economista de formación liberal de la Escuela de Chicago”.
     
    R:
    Pues ya eres algo. Yo soy economista también, creía que con formación pero viendo lo que estoy viendo los últimos tiempos, me temo que eso hay que ponerlo en cuarentena. Porque cuando esto se calme, tocará hacer examen de conciencia entre la profesión y darnos cuenta que no teníamos ni idea de casi nada. Las crisis siempre nos cogen a contrapié. Y cuando pasa una crisis y, a posteriori, entendemos por qué se produjo, viene la siguiente y nos vuelve a pillar casi desnudos. En suma, un desastre.
     
    2.- Sobre la idea de que “la Economía es una ciencia”:
     
    R:
    Bueno, los que entienden dicen que es una “ciencia social”. Es decir, que, efectivamente, si aumentan los salarios reales, eso es un incentivo para trabajar más. Pero, a lo mejor, en vez de hacer eso, tú o yo, o todos, lo que queremos es disponer de más tiempo libre y no hacer eso que se supone que deberíamos hacer, supone que todo el modelo sea inservible. Eso sí, cuantas más fórmulas mátemáticas y cosas parecidas haya, parece que impresionamos más. Lo que no sé es si la conducta de las personas se puede meter en una fórmula matemática, que creo que no.
     
    3.- Sobre que usar el marco teórico marxista, no hace de ti un marxista:
     
    Si no eres marxista, ¿por qué utilizas el “marco teórico marxista”? Si yo no soy musulmán, ¿es lógico que utilice para mi vida religiosa el “marco teórico” musulmán? Yo creo que si no eres marxista, porque no te seducen sus proposiciones de partida, sus métodos de análisis pseudo-científico, etc., es un poco “raro” que, aun sin seducirte y sin estar de acuerdo con él, lo utilices como herramienta para intentar analizar la realidad.
     
    Dices que Marx analizó la historia, “aparentemente con bastante buen acierto”. En un comentario anterior, apuntabas que las proposiciones que se hacen hay que contrastarlas con la realidad para verificar si son ciertas o no. Marx profetizó que era “científico” que los países capitalistas avanzados terminarían siendo comunistas. Pues la realidad me dice que no fue así. Que prácticamente todos los países que terminaron gobernados por el comunismo eran sociedades pre-industriales. Marx profetizó, según su método “científico”, que la revolución la haría el proletariado industrial. Pues tampoco. ¿En Rusia la hizo el proletariado industrial?, ¿en China?, ¿en Cuba?, ¿quizá en Bulgaria? Marx profetizó que, según su método de análisis “científico”, el proletariado industrial estaba condenado a la miseria. Pues tampoco. Lo cierto es que, si no nos dejamos llevar por el “cabreo” que todos tenemos por la actual situación económica, nadie podrá defender que el proletariado industrial no ha mejorado sustancialmente su nivel de vida desde que Marx inventó su “ciencia”. Marx profetizó, según su método “científico”, que la revolución la traerían “las masas”. Pues tampoco. Prácticamente en todas las sociedades que terminaron abrazando el comunismo, éste fue implantado por las armas del ejército soviético o de una guerrilla o similares. En fin, que parece que “científico”, lo que se dice “científico” no es que sea muy “científico”.
     
    Y otra cosa: en las trasacciones económicas se genera valor. Eso lo sabes tú como economista que eres. Es decir, que la teoría de la plusvalía marxista (lo de que el capitalista se apropia de la plusvalía que genera el trabajo) también presenta muy serios reparos desde el momento en que no es un juego de suma cero.
     
    En fin, Olga, con esto ya termino. Mi punto de vista es que superar la situación actual no tiene por qué llevarnos a rebuscar en el armario de lo viejo alguna fórmula maravillosa que nos permita salir adelante. Sencillamente, porque no hay fórmulas maravillosas. Ni tampoco tener que asumir como hipótesis de trabajo la idea de la sociedad como conflicto de clases. También es posible imaginar, desde posiciones progresistas, la sociedad como un sistema de cooperación social.
     
    Me gustaría decirte una última cosa (sección de marketing y propaganda): todo evoluciona. Evolucionamos nosotros, evoluciona la sociedad, evolucionan también las ideologías que pretenden explicar el funcionamiento de nuestras sociedades también. Yo he encontrado mi particular fuente de inspiración en el liberalismo progresista. Diríamos que, dentro del aula donde se sienta la feligresía liberal, serían los alumnos que se sientan en los pupitres a la izquierda de la clase. Una manera de entender el liberalismo que tuvo su germen en las posiciones de Stuart Mill y que se desarrolló fundamentalmente en base a las aportaciones de pensadores anglosajones y sobre el que existe muchísimo desconocimiento, ya que casi todo el mundo (también en este blog) identifica “liberalismo” con el “liberalismo individualista” del siglo XIX. Quizá porque sea el que presenta perfiles más conocidos y también más vulnerables a la crítica. Pero ese “descubrimiento” ha sido mi caso particular. Allá cada cual con lo que entienda que se encuentra más cómodo. Incluso si esa comodidad les hace sentirse marxistas, me parecerá muy bien. Yo simplemente digo que con una religión en mi vida ya es suficiente. Me siento incapaz de asumir una segunda para que convivan las dos, con sus ritos, sus creencias, sus fetiches, sus verdades y pseudo-verdades, sus sacerdotes y sacerdotisas encargados de conducir al pueblo a la “tierra prometida”. Digamos que, en mi caso particular, el marxismo ha llegado tarde porque todo eso ya lo tenía ocupado en mi interior por otra religión. Y con una es suficiente.
     
    Un saludo.

  • Antonio Vicedo

    ¿No serán las luchas de clases y el materialismo diálectico  histórico las consecuencias accidentales, no sustanciales, de la consideración y valoración falseada del ser humano, negando o no queriendo admitir la Igualdad radical de los mismos por su naturaleza?
     
    ¿Por qué intentar explicar dialécticamente ese contenido natural de todos los seres humanos y atribuir la clasificación y estructuración subsiguientes a solo el factor añadido de cualquier modo de poder o fuerza condicionada por factores ajenos a lo radical de tod*s los human*s?
     
    ¿Acaso por esa clasificación a lo largo de la historia humana se han dado saltos cualitativos como tales en la especie humana?
     
    ¿En queé quedan esas diferencias clasificadoras cuando de padres promocionados nacen hij*s que no pueden disponer de los medios de los que aquellos dispusieron?
     
    ¿Llega hasta estas hondonadas de la especie natural humana el análisis marxista, tan valido para descubrir procesos de clasificación y luchas dialécticas teóricas y prácticas en el marco histórico de las relaciones de fuerza?
     
    ¿Nos hemos parado a pensar, agradeciéndole a Marx todo lo positivo por él elaborado, lo que hubiera podido pasar con una mayor convergencia teórico-práctica con los autores del Anarquismo?
     
     
    Y, desde el lado del cristianismo ¿No se hubiera conseguido avanzar mucho más en convergencia entre el testimonio y mensaje de Jesús y lo convergente del marxismo y anarquismo no activamente violentos?

  • X. Gundín

    Sigamos. Veamos otro párrafo de Ortega sitado por O. Varela:
     
    “El Marxismo es la teorización de este partidismo cínico.Como todo cinismo se reduce a cambiar el signo del vicio que se produce y proclamarlo como virtud. La operación no fue hecha arbitraria y ligeramente por Marx. Toda la marcha de las ideas desde el s.XVIII (entiendo que la Ilustración, ¿entiendo bien?) preparaba la posibilidad que Marx aprovechó genialmente”.
    Los juicios sobre Marx, como este de Ortega, y sus opuestos, son frecuentes. K. Marx no deja a nadie indiferente. En este yo quiero hacer notar que afirma:
    Marx es
    1) cínismo
    2) y vicio,
    3) intencionados, con premeditación y alevosía,
    4) y viene ¡determinado! (¡horror una determinación, traed el fumigador!) por la Ilustración.
     
    Se afirma sin prueba, pero ¡como lo dice el gran Ortega!. Este pigmeo se atreve a exigir prueba de lo que se dijo: quiero ver los hechos y/o escritos donde se evidencia el cinismo vicioso e intencionado, premeditado y alevoso, do Marx. Pq yo, lector suyo, no los recuerdo.
     
    Y como este caso, otros muchos. Ortega, fino y elitista burgués, no fue quien mejor comprendio los movimientos de masas del pasado siglo y las ideas que hicieron suyas y parieron. Por eso, por equivocarse, acabó diciendo lo de “no es eso”.
     
    ASolo fue por puntualizar, que el hilo iba de otra cosa.
     

  • X. Gundín

    Ana Rodrigo: Criadlo sano y bueno.

  • X. Gundín

    Leo a O. Varela, citando a Ortega, 3:53 am:
     
    “Parece cierto que hasta el s.XIX no surge la idea de que la historia está constituida por una lucha perenne…” Esto suena raro. Podemos leer la historia escrita antes del s.XIX y ver que es tambien una continua crónica de luchas.
     
    Y continúa: “Tal vez Guizot es el primer pensador que habla formalmente de la lucha de clases como motor radical del proceso histórico…”. Guizot es citado a propósito de Marx. Yo no se lo que decía Guizot -no lo he leido-. Pero se que Marx decía -no re cuerdo ahora donde- que el motor de la historia es el antagonismo (de intereses) entre los órdenes (sociales) y los estados: el antagonismo de intereses sería el motor.  La lucha -o la cooperación, según que clase y grado de antagonismo y según convenga (esto lo digo yo)- su consecuencia.
    Si Guizot decía lo que Ortega le atribuye, aquel y Marx decían algo diferente.
     
     
     

  • ana rodrigo

    Nuevamente agradezco este corro de bienvenida (Luis GM dixit, muy bien) y especialmente el cariño de esta familia atriera que, como en todas las familias, en ocasiones nos peleamos, pero siempre nos queremos. Y que esto ocurra en un post sobre la existencia de Dios y el marxismo, es muy indicativo de…. Un abrazo

  • Luis Gonzalez Moran

    Ana Rodrigo:
    Quiero unir mi voz al coro de felicitaciones que has recibido con motivo del nacimiento de este nieto tuyo.
    Esta nueva vida es garantía de amor y esperanza: hagamos un corro de bienvenida.
    Un abrazo.

  • Asun Poudereux

    Antonio Duato
    20-Febrero-2013 – 21:20 pm
    Ana, que ha intervenido bastante en este hilo, envía el siguiente mensaje:

    Yausi ya está aqui dándonos alegría. Besos

    Lo llamado Dios solo se experimenta. Un ejemplo, ahí lo tienes. No hay palabras. Respira en silencio. … rebosa de vida.
    Pero por más  que se muestra en el adentro, lo borramos y lo olvidamos…

    ¡Bienvenido Yausi, trocito de Dios!

      

  • oscar varela

    Hola!
     
    Leo:
     
    – “Los distintos modos de producción predominantes en el curso de la historia han impreso a los conocimientos su tónica.”-
    ………………..
     
    El Autor parece mantener, luego de tanta historia pasada, el “desmesuramiento” de C. Marx
    …………….
    Nota aporto pensamientos de Ortega y Gasset (OCT2) – LA INTERPRETACIÓN BÉLICA DE LA HISTORIA –
    ………….
     
    La interpretación económica de la historia es una de las grandes ideas del siglo XIX, que merecen ser estimadas y combatidas. Porque no se puede combatir lo que no se estima. Un gran error es siempre una gran verdad exagerada, violentada.
     
    Tuvo enorme importancia la aparición de esta teoría histórica. Puede decirse que desde entonces empieza a existir algo que merezca llamarse ciencia histórica.
     
    Reveló súbitamente que la balumba de los hechos humanos no era mero ir y venir de acontecimientos suscitados por el azar, sino que bajo esa apariencia de gota de agua, donde a capricho pululan los vibriones, la vida histórica tiene una estructura, una ley profunda que la rige inexorable.
     
    Bajo la escena intrincadísima y mudable de los sucesos gobierna rigorosa la orga­nización económica de cada época. Ella es la sustancia del proceso histórico.
     
    Desde entonces la historia no se contenta con narrar lo acaecido, sino que aspira a reconstruir el mecanismo generador de los acaecimientos.
     
    Era, sin embargo, excesivo el papel que al ingrediente econó­mico se daba, haciendo de él la única auténtica realidad histórica y desvirtuando el resto —derecho, arte, ciencia, religión— como mera «superestructura», simple reflejo y proyección de la interna mecánica económica.
     
    Aquí está la exageración. Pero merced a ella quedó para siempre despierta la atención a los datos económicos de cada época, que antes pasaban desapercibidos a la historiografía.
     
    ¡Qué magnífica iluminación la que de pronto alumbró las tinieblas del pasado, cuando Marx y sus hombres arrojaron en la gran ca­verna, llena de ecos y de sombras, la tea de este audaz pensamiento! Pareció una verdad evidente que los hechos mismos gritaban e imponían.
     
    La existencia social en el siglo XIX dependió, en efecto, primordialmente, del factor económico.
     
    La idea de Marx era, por lo menos grosso modo, verdadera para aquella centuria y parte de las próximas anteriores.
     
    El hombre moderno venía progre­sivamente convirtiéndose en homo oeconomicus. Se preocupaba, sobre todo, de allegar «medios», «útiles». Sentía la vida como un afán utilitario. Divinizó el instrumento, el útil. Franklin había ya defi­nido al hombre como el animal instrumentificum.
     
    Marx hará girar el panorama histórico sobre los «instrumentos de producción». El que los posea, ése manda. La historia es una lucha para adueñarse de ellos. Cuando la forma del instrumento varía, el paisaje humano cambia.
     
    Darwin no hace otra cosa que devolver al término «órgano» su valor etimológico de instrumento. La forma orgánica es un repertorio de útiles para la vida.Las ideas mis­mas —las «verdades»— son consideradas instrumentalmente y se las llama working-hypothese, aparatos para el trabajo mental.
     
    ¿Es todo un puro error? No! Esta visión del siglo XIX —en rigor, de toda la Edad Moder­na— es cierta; pero no lo es exclusivamente. La utilidad, especial­mente la económica —«los medios de producción y tráfico», como dice Marx—, es una gran rueda de la historia, pero que rueda engranada con otras muchas. La máquina es más compleja; tanto, que aún no vislumbramos su plano completo. Y, probablemente, el descubrimiento de las restantes piezas se hará también a fuerza de exageraciones sucesivas. Su revelación traerá consigo una hora de frenesí, y luego será menester tornar a la cordura.
     
    La interpretación económica de la historia nacida en el siglo último ilumina bastante bien la realidad de nuestra época; pero, aplicada a otras, pronto advertimos su desdibujo. No; la historia no ha sido siempre gobernada autocráticamente por los medios de producción y tráfico, ni ha consistido monótonamente en una lucha económica de clases.
     
    Las clases sociales mismas no han sido en todo momento clases económicas. Tal vez no lo han sido completamente más que en las dos últimas centurias, que, en este caso, resultarían ser una excepción histórica.
     
    Así, las clases indias no son económi­cas: la suprema, el brahmán, es pobre, no posee nada. El verdadero brahmán es «el que ha comprendido», es el sabio por raza y divina prescripción. Weber ha mostrado en sus admirables estudios sobre sociología religiosa cómo, lejos de ser los credos meras consecuencias de la forma económica, influyen profundamente en ésta, bien que, a su vez, son influidos por aquélla.
     
    No arribaremos a una suficiente comprensión del proceso histórico si antes no se investiga y mide el influjo dé cada actividad humana sobre el resto de la vida.
     
    Interpretación “bélica” de la historia
     
    Una de estas investigaciones sería una interpretación bélica de la historia. No se trata de volver a una historiografía que narre las batallas, sino de mostrar el poder plástico que sobre la constitución de la vida en cada época ha tenido el modo contempo­ráneo de hacer la guerra.
     
    Este pensamiento podría proporcionarnos una interpretación bélica de la historia, que formaría el perfecto «contraposto» a la interpretación económica. Según ella, la vida en cada época sería, no lo que fuesen los instrumentos de producción, sino, al revés, los instrumentos de destrucción. Una modificación de las armas de combate acarrearía una distinta configuración de la sociedad. La forma política se modelaría en la forma de la guerra, y el poder público aparecería siempre en las manos que tienen las armas.
     
    La interpretación bélica de la historia tiene de común con la idea de Marx la convicción previa de que la realidad histórica es lucha, y que en ella, quienes luchan, más que los hombres, son los ins­trumentos. El poder social parece repartido en cada época según la calidad y cantidad de medios de destrucción que cada hombre posea.
     
    En rigor, este pensamiento de la lucha como substrato de la realidad cósmica, lo mismo física que histórica, yace en los más hondos senos del alma moderna. Debiera haberse hecho antes la curiosa observación de que toda la física moderna está elaborada entorno a las leyes del choque formuladas por Wren. En cambio, no se ha sabido qué hacer con la idea de «atracción universal» que, instalada en la cima de la mecánica de Newton, tuvo siempre el aire de una noción mágica y heterogénea a todas las demás de la ciencia, como caída de otro mundo espiritual distinto del moderno.
     
    Y no es el menos sugestivo síntoma de que con Einstein empieza tiempo nuevo el hecho de que haya sido el primero en destacar esa idea de «atracción» y absorber en ella, por decirlo así, toda la mecánica.
     
    Guizot antes que Marx
     
    No fue Marx quien inventó el mecanismo de lucha como expli­cación de los cambios históricos. Guizot interpreta ya la historia de Francia como perpetua colisión entre dos clases: nobleza y burguesía. Esta contienda incesante se verifica, según Guizot, en el campo jurídico.
     
    Marx no hizo sino trasponer la sustancia «clasificadora», creadora de grupos sociales antagonistas, del derecho a la economía, siguiendo a Saint-Simon, auténtico padre de la criatura.
     
    Vale sospechar que esa historia, para la cual la realidad es lucha, y sólo lucha, es una falsa historia, que se fija sólo en el pathos y no en el ethos de la convivencia humana; es una historia de las horas dramáticas de un pueblo, no de su continuidad vital; es una historia de sus frenesíes, no de su pulso normal; en suma: no es una historia, sino más bien un folletín.
     
    Ee siglo XIX fue tan grande como extremado, y un sumidero que recogió todo el torrente de pesimismo que mana sin parar desde el final del Renacimiento. Desde la época del Quijote se inclina la balanza de la ecuanimidad europea decidi­damente hacia la tristeza.
     
    En el siglo XIX han escrito Byron, Schopenhauer, Flaubert y Dostoyewski. ¡Enorme, fabuloso vendaval de pesimismo!
    ……………….

  • oscar varela

    Hola!
     
    Leo:
     
    – “Los distintos modos de producción predominantes en el curso de la historia han impreso a los conocimientos su tónica. A su vez la historia de la humanidad es la de la lucha de clases”-
    …………….
     
    Vuelve el Autor –siguiendo a Karl Marx- a exagerar en eso de “lucha de clases”.
    En Marx es comprensible porque es la tónica de “su tiempo”.
    …………… 
     Nota: aporto apuntes tomados de Ortega y Gasset (OCT4) – NO SER HOMBRE DE PARTIDO – #II Partidismo e ideología
    …………..
     
    La vida tiene siempre un pasado inmedia­to, que encuentra en sí misma bajo la especie de recuerdo y que no necesita averiguar por medio de la historia.
     
    Ese pasado inmediato, único que tenemos sin un esfuerzo especial, tiende naturalmente a signifi­car para nosotros todo el pasado. Lo que en él hubo y aconteció parecerá lo que ha habido y ha acontecido siempre.
     
    Esto es un error de óptica siempre funesto, porque no hay ningún siglo que pueda pretender asumir la representación adecuada de todos los demás.
     
    En nuestro caso, la ilusión visual es funestísima. Porque unos siglos son más normales que otros, o, si se prefiere, menos anor­males.
     
    El siglo XIX ha sido superlativamente anormal, uno de los grandes siglos críticos en el destino humano, sea dicho en su honor y en su vituperio. En él germina buena parte de nuestras manías y desmesuramientos. De aquí que necesitemos curar nuestro error visual pidiendo a la historia que nos salve de la falsa normalidad propuesta a nuestros ojos por esa centuria.
     
    Esto aparece claro en el asunto del “partidismo“. Es falso que la existencia de partidos como tales haya sido normal entre los hombres.
     
    Grupos combatientes, pero no “partidos”
     
    Más o menos, habrán existido siempre grupos comba­tientes; pero esto no quiere decir que fuesen “partidos“.
     
    Tal indi­viduo formula y proclama un deseo latente en otros muchos; éstos se agrupan en torno de aquél y se inicia una lucha con el resto de la sociedad para obtener la satisfacción de aquel deseo.
     
    La lucha lleva a la victoria o a la derrota. Una y otra tienen el mismo efecto: disuelven el grupo combatiente, y con él, el grupo contrincante.
     
    Supri­midos ambos, la lucha se desvanece también y la sociedad retorna a la convivencia pacífica y unitaria. A nadie se le ocurre perpetuar los grupos hostiles ni el temple mismo de hostilidad después de la victoria o la derrota.
    Los “Partidos” en el siglo XX
     
    La existencia de los “partidos” en el sentido contemporáneo de la palabra supone una interpretación de la vida social muy distinta de la que llevó a esas transitorias agrupaciones de combate. Si en éstas lo substancial era el deseo, sinceramente sentido, de obtener tal o cual ventaja, y sólo en vista de él se agrupaban los hombres y luchaban; En el “partido“, en cambio, lo substancial es el “partido” mismo.
     
    Se quiere que la sociedad esté normalmente escindida en grupos, haya o no pretexto para ello. Cuando no lo hay, se inventa. Es preciso nutrir al partido refrescando su programa bélico. Se considera que la lucha es la forma esencial de la convivencia entre hombres.
     
    Pa­rece cierto que hasta el siglo XIX no surge la idea de que la historia está constituida por una lucha perenne. Tal vez Guizot es el primer pensador que habla formalmente de la lucha de clases como motor radical del proceso histórico. Hasta entonces había parecido ésta una anormalidad, tan frecuente como lamentable, pero siempre algo adventicio y en modo alguno consustancial con la convivencia hu­mana.
     
    La contienda permanente tenía lugar sólo entre sociedades separadas (ciudades, pueblos, Estados), y era, por lo mismo, sín­toma de insociabilidad.
     
    La lucha intestina es un hecho frecuentísimo a lo largo del pasado humano. Por lo mismo sorprende ver la diferente reacción ante él de unas y otras épocas. Las anteriores lo interpre­taban como una desdicha y, en consecuencia, como algo anómalo y accidental.
     
    Siglo XIX , o preparando los “partidismos”
     
    El siglo XIX, por el contrario, alardea de no hacerse ilu­siones, de tomar la realidad según ella es. Pero esto lo lleva primero a un prurito pesimista. Del accidente desdichado hará la substancia misma. La sociedad será en su propia esencia lucha y nada más que lucha. Convivir es pelear, franca o artificiosamente.
     
    A este pesimismo en la concepción de la realidad siguió un cinis­mo singular en la moral. Puesto que la vida social es constitutiva­mente lucha—se dijo—, dediquémonos todos de manera concien­zuda a luchar. Neguemos el derecho de hacer otra cosa. Y como la lucha necesita de grupos beligerantes, hagamos de éstos la forma sustantiva de existencia humana.
     
    Lo más importante del mundo será el partido, la organización sobreindividual para el combate. Los individuos no interesan, porque mueren, y es preciso perpetuar los partidos. Todo hombre será miembro de algún partido, y sus ideas y sentimientos serán partidistas. Nada de ajustarse a la verdad, al buen sentido, a lo justo y a lo oportuno. No hay una verdad ni una justicia; hay sólo lo que al partido convenga, y ésa será la verdad y la justicia—se entiende que habrá otras tantas cuantos partidos haya.
     
    El marxismo es la teorización de este partidismo cínico. Como todo cinismo, se reduce a cambiar el signo del vicio que se padece y proclamarlo como virtud. La operación no fue hecha arbitraría y ligeramente por Marx. Toda la marcha de las ideas desde el si­glo XVIII preparaba la posibilidad que Marx genialmente aprovechó.
     
    Bajo esta idea de que el pensar opuesto al nuestro es una falsifi­cación, se inician las luchas políticas de la época contemporánea. Napoleón creó el vocablo para denominar ese pensar falso cuando llamó a sus enemigos, despectivamente, ideólogos. Desde entonces una ideología significó el conjunto de ideas inventadas por un grupo de hombres para ocultar bajo ellas sus intereses, disfrazando éstos con imágenes nobles y perfectos razonamientos.
     
    La filosofía romántica se apodera de este término y le quita su mal sentido. Al mostrar cómo la razón, sin perder su última unidad, vive evolutivamente, toma diferentes aspectos en épocas y pueblos, justifica la pluralidad de opiniones. Cada “espíritu popular” — Volksgeist — posee una ideología propia inexorable e inalienable.
     
    Carlos Marx o profeta en un tiempo desmesurado
     
    Entonces interviene Carlos Marx y funde ambos sentidos del vocablo ideología, el peyorativo y el óptimo. La historia es lucha, y especialmente lucha de clases económicas. Cada clase piensa el mundo según la inspiración de su interés.
     
    Mientras combate por el predominio, su interés es la ver­dad ; pero cuando triunfa, su interés es defensivo, y sus ideas reflejan sólo el statu quo de la infraestructura económica. En uno y otro caso, el hombre no es libre en sus opiniones sobre la realidad; antes al contrario, sus opiniones dependen de cuál sea su realidad social.
     
    Una ideología es, pues, la falsifi­cación de la verdad que el hombre comete no deliberadamente (no como impostura), sino inexorablemente, por estar adscrito a una clase. La fórmula de Marx es ésta: “No es la mentalidad de los hombres quien determina su realidad, sino su realidad social quien determina su mentalidad“. (Crítica de la economía política).
     
    Toda opinión nace afectada del lugar público desde el cual ha sido pen­sada—desde abajo o desde arriba. O lo que es igual: toda idea es partidista. Consecuencia: puesto que esto es así, seamos lo más par­tidistas que podamos.
     
    El descubrimiento de las ideologías de clase es de primera importancia si se le reduce a los términos den­tro de los cuales tiene un sentido serio; a saber: si en la ideología de clase se ve únicamente un hecho empírico, la tendencia frecuente en muchos hombres a dejarse influir en sus ideas por sus intereses.
     
    Pero en Marx tiene un carácter absoluto y metafísico, que es, a todas luces, exorbitante y falso.
     
    Marx no puede probar ni que todo indivi­duo coincida con el temperamento de su clase, ni que fatalmente queden supeditados a ésta sus pensamientos.
     
    Más o menos frecuente que el hecho de esta supeditación, pero al fin y al cabo tan hecho como ella, es la existencia de hombres que pugnan por liberar su ideación de su estado económico y que a veces lo consiguen. Ejemplo: Carlos Marx.
     
    La gran porción de verdad que hay en el materialismo histó­rico ha arrancado muchas máscaras, ha desnudado muchas caras de “idealistas”. Pero él mismo, confiéselo o no, aspira a ser la verdad pura.
     
    Por una necesidad inexorable, la raíz del ser humano aspira: a no ser partidista, y cuando se queda solo consigo, le angustia su partidismo.
    ………………..

  • oscar varela

    Hola!
     
    Leo:
     
    – “Todo el conocimiento que existe sobre la tierra es fruto del trabajo humano y ha pasado por las vicisitudes de los distintos modos de producción que se han ido sucediendo. Pensamiento este, sin ninguna duda, fruto de nuestra adhesión al materialismo histórico; sabemos, respetamos y valoramos a los que tienen otra explicación u otra creencia.”-
    ………………..
     
    Aporto “otra” explicación, pues la del Autor la encuentro
    * “reducidora” a un mero “economicismo”
    * “sobreampliada” a épocas históricas que no cumplen esta “tesis” materialista y absolutista.
     
    Nota: estos apuntes explicativos están tomados de Ortega y Gasset OCT5 – “Vives – #II Sobre la volatilización de una fe
    …………………
     
    En el siglo XVIII la historia era todavía mera narración de bata­llas, de combinaciones políticas entre los príncipes y de esgrimas diplomáticas.
     
    Voltaire es el primero que ensancha el panorama. Desde él, la historia se ocupa también del «espíritu y las costumbres de las naciones».
     
    En el siglo XIX la mitad de los alemanes se embriagaba con ideas. Precisan el pensamiento de Voltaire e inician la historia como historia de las ideas.
     
    Fue un gran avance. Desde entonces empieza a haber algo que vagamente sabe a historia y no a crónica o cuento.
     
    Pero la «historia de las ideas» no es más que una primera aproximación. Es una his­toria… ideal. Pasa en las nubes.
     
    Fue menester que viniera el judiazo Carlos Marx, para que nos enseñase la simple verdad de que el ser humano no es habitante de las nubes, sino todo lo contrario, que es un siervo de la gleba, que su vida está condicionada por otra cosa que ideas.
     
    Como buen profeta, exageró. Un profeta «pura sangre» no se contenta con menos que con poner las cosas del revés.
     
    A la beatífica «historia ideal» de los alemanes arios sucedió «la interpretación materialista de la historia».
     
    Omitida la exageración «materialista» —Marx y Engels no tuvieron nunca idea clara de qué querían decir con su presunto «materialismo», que en rigor no era sino «economismo»—, la historia desde 1870 se pre­gunta ya ante el ser humano dos cosas precisas: «¿Qué piensa usted?» «¿Qué come usted?»
     
    No se queda, sin más, mirando lo que usted hace para contarlo luego en el café, sino que indaga las condiciones de su existencia que le han forzado a usted a comportarse de ese modo.
     
    La historia se convierte, pues, en historia de las condiciones, de los elementos que entretejen la vida de cada hombre, que no son cuales­quiera, sino precisos en cada lugar y tiempo, que son lo que no es libre en el humano, sino que le es impuesto, a que está adscrito.
     
    Cada uno de nosotros está sometido a una cierta condición eco­nómica y a una cierta condición filosófica —las ideas de su tiempo y sociedad.
     
    El error marxista es suponer que ésta puede deducirse de aquélla, es decir, que las ideas no son un poder autónomo en nues­tra vida, sino meras proyecciones fantasmagóricas de nuestra con­dición económica. Dime lo que comes y te diré qué piensas.
     
    Esas ideas, que son meras sombras chinescas arrojadas por nuestra des­pensa, son «ideologías».
     
    La verdad es que ni las ideas se dejan redu­cir a la situación económica, ni ésta a aquéllas.
     
    Ambas son dos con­diciones de nuestra vida que se influyen recíprocamente. A estas condiciones hay que añadir otras, y ese enérgico reciprocarse da por resultado nuestra vida con su singular perfil.
    ………

  • ana rodrigo

    Oscar, Yausi es un nombre canario en donde ha nacido al igual que su hermana  Nayra. un abrazo.

  • ana rodrigo

    Querida Susi, sólo un pequeño apunte, de la Historia aprendemos hasta lo que se nos ocultó como es el caso de la historia de las mujeres a la que haces referencia a través de ese magnífico compendio al que aludes y que tendría q ser libro de texto en las escuelas.

  • oscar varela

    Hola!

    ¿Es esta la primera vez que entra a Atrio.org un semejante cachote de tipo hombre
    y no rompe nada de lo que hay en el Bazar?

    Suerte y ¡Vamos Yausi todavía! – Oscar.

    ¿Yausi? ¡hay alguna pista de ese Nombre?

  • ana rodrigo

    Gracias, Antonio, por publicar la foto de mi nieto Yausi, y gracias a quienes os habéis alegrado conmigo. La verdad que no me esperaba verlo en atrio como uno más de la familia atriera, me he emocionado, además de estar ya cargada de un cúmulo de emociones positivas y estupendas. El niño es una maravilla, y una esperanza para un futuro mejor de nuevas  generaciones que hayan aprendido de nuestros aciertos y escarmentado de nuestros tropiezos.
    n abrazo sororial y fraterno.

  • olga larrazabl

    ¡Felicidades Ana! Espero que este cachorrito/cachorrita sea la alegría de vuestras vidas, y que todas las hadas madrinas asistan a su bautizo, cualesquiera sea éste.

  • MAR Medina

    ¡¡Qué maravilla!!

    Enhorabuena por tu nuevo nieto, Ana, es un momento muy especial el de la llegada de un nuevo miembro a la familia.

    Un fuerte abrazo

  • Antonio Duato

    Ana, que ha intervenido bastante en este hilo, envía el siguiente mensaje:

    Yausi, el 6º nieto de Ana
    Yausi ya está aqui dándonos alegría. Besos

    ¡Enhorabuena, Ana!

    ¡Ah! Ya que fui yo quien presentó este artículo de Molinari como “lectura marxista sobre la religfión”, alegrándome de ello, no quiero ser de los que tieran la piedra y esconden la mano. Prometo leer con calma toda la discusión y aportar mi parecer sobre el tema. Al menos expondré cómo entendía yo hacer lectura marxista a acontecimeintos como este del Cónclave. Porque dar respuesta atinada a todos los temas que habéis suscitado es imposible.
    Cordiales saludos, uniéndome a Ana en la profunda contemplación de tanta ternura y sabiduría como trasmite Yuasi en su primer día en este mundo.

  • olga larrazabal

    Estimado skye:  Gracias por tomarte el tiempo de leer mi rollo y contestarme.  La verdad es que prefiero una conversación como la que estamos teniendo, ya que así podemos exponer nuestro pensamiento y enriquecernos mutuamente.
    Te aclaro mi profesión:  soy economista de formación liberal de la Escuela de Chicago.  Esto no quiere decir que sea devota, ni nada que se le parezca, pero esa es mi formación académica primaria.  Por lo tanto estuve 5 años estudiando Estadística y Econometría, disciplinas que nos reforzaban la idea de que la Economía era una ciencia. Pero nunca incluyeron una cátedra de filosofía de las ciencias ni de historia económica, tema s que tuve que investigar por mi cuenta.  Como la economía liberal y neo liberal se apoya en los conceptos de mundo de los filósofos ingleses, además  de Charles Darwin, Malthus,  Milton Friedmann , Harbergerg , y Von Hayek, y en las herramientas técnicas que trataron de enseñarnos para cuantificar la realidad y predecir, es por ese motivo que te digo que los liberales duros, creen que todo esto es una ciencia.  Y cuando imponen este tipo de economía en los programas políticos el señuelo de ventas está en que es una ciencia.  Y cuando se equivocan se levantan de hombros.  Errar es humano, dicen , y ahí estamos tods, y Uds, de manera especial, pagando deudas ajenas.
    Ahora, la palabra liberal ha sido usada para un surcido y un planchado y no tiene la misma acepción en el siglo 20 que en el siglo 19, en España que en USA ni que en Chile, donde yo habito, y existió un Partido Liberal que terminó siendo emblema de la derecha.  Y lo que se llama izquierda actualmente, no es lo que en 1960 se llamaba izquierda.  Y lo que yo llamo cristiano no es lo mismo que llama Monseñor Medina o Cañizares.
    Gran parte de los desencuentros se debe a la imprecisión de los vocabularios.
    Pero creo que el usar el marco teórico marxista para comprender la historia, no hace de tí un marxista, es solo un marco teórico.  Así como es diferente partir de la creencia de que la realidad no va hacia ningún punto predecible, porque depende de los siete mil millones de seres humanos, pero también depende de la tecnología y el manejo de la información y seguramente de la radiación solar y del colapso de los acuíferos etc. Pero esa creencia no hace de tí nada especial, solo que no crees que el ser humano como especie vaya para ningún lado predecible.
    No se lo que dijo Marx,  no soy feligresa de esa parroquia, solo lo veo como un filósofo  y economista que interpretó la historia a través de las relaciones económicas y la filosofía hegeliana, aparentemente con bastante acierto.  La praxis de esta filosofía, que encierra la Utopía de un mundo  en que las mayorías no sean manejadas ni explotadas por las minorías capitalistas, no resultó como muchos esperaban porque usó herramientas llamadas científicas en el tiempo que no habían computadores para aplicarlas, me refiero a la planificación económica, y la utopía estaba pensada para países desarrollados no para países subdesarrollados, en los que el socialismo no fue la herramienta ideal para el desarrollo económico.
    En cuanto a las Utopías, es bueno imaginarlas, proque somos lo que imaginamos.  Si alguien no hubiera imaginado el  poder volar, nadie hubiera construido un avión.
    Jesús fue un utópico de mucho calibre y es un personaje para mi, muy interesante y respetable.  No soy creyente en su divinidad, pero si en su capacidad de soñar y vivir su sueño.
    Me despido, porque ya es mucho alargarse. Saludos.

  • skye

    Hola, Olga, buenos días. Tengo que agradecete, en primer lugar, tu comentario, tanto por el contenido como por el tono que empleas. Intentando contestarte a algunas de las cosas que apuntas:
     
    1.- “tratando de ver por qué caminos iban tus pensamientos”.
     
    R:
    Eso no es lo importante. Los paisajes ideológicos y/o políticos que yo ocupe no son relevantes en esta discusión. Supongo que siempre vienen bien para fijar las posiciones “enemigas” y apuntar mejor al blanco, pero este hilo trata sobre una interpretación marxista de la religión que yo rechazo mientras otras personas que han opinado parece que defienden. Así que supongo que lo único relevante es por qué yo no considero referente al marxismo y otras personas sí.
     
    2.- “En cuanto a llamar “científico” al Marxismo o a cualquiera otra filosofía político social, como ser el liberalismo, creo que no pasa de ser una pretensión del siglo 19 y 20 que llaman científica a cualquier cosa. 
     
    R:
    Que el marxismo es una “ciencia” no lo digo yo. Lo dice Marx el primero y, después, toda su feligresía. El liberalismo, por el contrario, nunca ha presumido de esas cosas. Al revés, su metodología se basa en la falibilidad de las cosas, empezando por sus propios puntos de vista. Una actitud, créeme, muchísmo más humilde. Una actitud que defiende que no hay verdades absolutas y eternas, que progresar es equivocarse y rectificar, que nuestras “verdades” quizá no lo sean y los que parecen errores de nuestros adversarios quizá sean verdades. Y esa manera de ver las cosas es profundamente respetuosa con la libertad personal.
     
    Lo siento, pero al César lo que es del César.
     
    En el caso del marxismo, sin embargo, no es así. Marx se creyó descubridor de las leyes de la historia, de manera que tu historia, nuestra historia, está escrtita aun antes de hacerse. Y el autor de esa historia sería la lucha de clases y las relaciones de producción. Y si eso es así, está claro que la vida, nuestra vida, sólo es un mecanismo social que no tenemos poder de alterar. Una historia ya predecible (la revolución y la futura sociedad sin clases socialista), cuyo escenario final (el que acabo de describir) no es sino “el fin de la historia” (palabra de Marx).
     
    Yo no creo nada de eso. Para mí, eso es sencillamente totalitarismo. Eso no es sino idolatrar la historia, ser temerosos de la libertad de las personas. Al revés, concibo la vida como una permanente creación (tuya, de pepe sala, mía, de todos), una improvisación múltiple y constante, una especie de caos al que, quizá, los historiadores intentan dar apariencia de orden. Es cierto que conocer el pasado probablemente nos ayuda a entender mejor el futuro, pero tenemos que ser lo suficientemente humildes para darnos cuenta de que las realidades nunca son exactamente iguales. Que la realidad no refleja sólo lo político, lo económico, lo cultural, lo religioso… Que la realidad cambiante no es sino la suma de todas las manifestaciones de la realidad humana. Y esta historia que vamos construyendo día a día, la única real, la historia total, no es abarcable ni descifrable por el conocimiento humano.
     
    Dices bien cuando dices que para esas “profecías” habría que utilizar otras palabras, como “ideología basada en creencias”. Pero, no sé si te has dado cuenta de eso, al hablar así del marxismo, sencillamente lo estás destruyendo. Para Marx “los filósofos sólo han interpretado el mundo; lo importante es cambiarlo” (aquí, aplausos de pepe sala –sonrisa-). La ciencia, para él, tiene que producir resultados prácticos. Una teoría o una ciencia que no produzca resultados prácticos para Marx sería ideología en el sentido de que sólo se limita a interpretar el mundo en que vivimos. Nada más. Y eso no le interesa.
     
    3.- Haces algunos apuntes sobre el liberalismo, sobre los que prefiero no opinar, porque, entiendo, alargaría demasiado esta entrada y, si ya de por sí estamos alargando mucho estos comentarios con el tema del marxismo, imagínate si encima metermos el liberalismo (sonrisa). Además, si hay algún núcleo de ideas organizado de manera más o menos razonable y que intenta ofrecer unas herramientas para moverte “por el mundo” y que a mí particularmente me haya seducido, ese es el liberalismo. Probablemente, un liberalismo muy heterodoxo para lo que estamos acostumbrados en este país, pero es lo que hay. Y seguro que entiendes queda un poco feo hablar de los platos del menú que uno disfruta.
     
    4.- “Las utopías no están de moda”.
     
    R:
     
    Afortunadamente, olga, afortunadamente. No creo en las utopías. Al menos, en las utopías sociales. Nunca he creído en ellas y la experiencia histórica me enseña que casi siempre perseguir sistemáticamente esas utopías ha conducido a la humanidad a enormes sufrimientos (y estoy señalando, concretamente, al fascismo y nazismo por la derecha y al marxismo y marxismo-leninismo por la izquierda).  En esto también, la historia demuestra que, por el contrario, el gradualismo no es sólo que sea un enfoque metodológicamente más sólido, sino que, además, evita muchísimos de esos sufrimientos.
     
    Pero, sobre todo, porque el plano original de sociedad objetivo último del utopismo exige que nos agarremos a él hasta que ese objetivo se haya conseguido. Y eso exigirá casi siempre tiempo. Pero en ese lapso de tiempo la sociedad no está paralizada, sino “en movimiento”. Se producirán cambios, nuevas experiencias políticas, cambios de paradigmas sociales, etc. Y puede ocurrir (es más, es seguro que va a ocurrir) que lo que parecía ideal a los ingenieros primeros que diseñaron el plano original, ya no parezca tan bueno a los sucesores. Y si eso es así, se nos cae todo el edificio. Los pasos avanzados en una dirección nos alejan del logro del objetivo nuevo. Y si variamos nuestro rumbo hacia ese nuevo objetivo, quizá en pocos años un nuevo cambio de opinión social nos lleve a pensar que éste tampoco merece la pena y aparezca un tercero. Y luego, un cuarto, un quinto… En definitiva, que es muy probable que con esas pretensiones no lleguemos nunca a ninguna parte. Y, fíjate, que he dicho que esos cambios de objetivo se pueden producir por cambios de criterios sociales sobre cuál debería ser el objetivo final. Esos cambios de trayectoria es lo que Hegel (inspirador de Marx en estos asuntos) llamó “dialéctica”. En definitiva, que la dialéctica marxista, de algún modo, entra en contradicción con la posibilidad de conseguir ese hipotético “fin de la historia” de la sociedad sin clases.
     
    Nada más. Te ruego que me disculpes por “el rollo”. Un saludo y gracias si has conseguido leer hasta el final.

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