Un comentario

• Asun Poudereux

  20/01/2013, 18:11 pm · Responder

   

  ¿Qué hay debajo de esa calma
  Que irradia tanta blancura,
  Que al punto amansa inquietudes
  Y silencia los temores?
   
  ¿Dónde estás?… Ya no te encuentro…,
  Desaparecen los miedos,
  Pues el aliento que envuelve
  Los ha dejado sin sello.
   
  Ahí estoy  y ya no acierto
  A reencontrarme en el cuerpo,
  Que se absorta sin saber
  En un todo nada incierto.
   
  Las formas desaparecen,
  Se apagan las turbulencias,
  Y ante las ondas vibrantes,  
  La invitación a ser eso.
   
  A ser el agua que mana
  Y la cima del reflejo,
  A un más y más del espejo,
  Que nunca agota en su unión.
   
  ¿Es esto real?
  ¿Dónde los sufrimientos
  Causados por los humanos?
   
  ¿Por qué andamos tan dispersos,
  Seguimos enredados  en la mente
  Y  sometidos a los escudos injustos,
  Blanqueados por la fuerza al poder?
   
  Cuando  el adentro miramos,
  Sobran todos los “enseres”  
  Que se han ido acumulando,
  Dejando al ser escombrado.
   
  Pues debajo todo es calma,
  Es profundidad humilde,
  Que no yerra en la mirada
  Y ANTE INJUSTICIA NO CALLA.
   
  Presencia que se derrama
  Verdad que descree y libera
  De ataduras milenarias,
  Que se refugian en leyes.
   
  Que en dignidades deslumbran
  Sobre enzarzadas marañas.
  Que impiden la transparencia
  Por más que sea proclamada.