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El funcionario real

Este artículo lo dedica el autor a Sergio Zalba y a Juan Luis Herrero del Pozo, a quienes conoce y quiere a través de ATRIO.

El relato que hoy comenta Salvador Santos no es de Marcos sino de Juan. Descolocándonos, nos interpelan las pistas de interpretación que Salvador descubre en el texto. Él se inició a este tipo de lectura con Juan Mateos y ha aprovechado lo aprendido con él para acercar los evangelios a nuestra vida de cada día. Esto lo ha hecho, sobre todo, dando nueva vida al texto de Marcos en su novela Un paso, un mundo. El martes próximo vamos a empezar un curso-taller sobre este libro que durará hasta Navidad. Cada martes se presentará un capítulo “destilado” por Óscar Varela, para abreviarlo y enriquecer su esencia. Novedoso e interpelante este trabajo a dúo que nos van a ofrecer.  ¡Atentos al estreno del 4 de Junio!

Un reguero de pistas, lúcidamente dispuestas e hilvanadas al texto con habilidad, atraviesa los evangelios desde Marcos a Juan mostrando al lector el itinerario más seguro para comprender el mensaje propuesto en cada relato. La lectura indiferente a tales marcas se aventura por recorridos inseguros, cuando no desatinados, en cuyos destinos emergen, encandilando al incauto, conclusiones irreconciliables con las ideas transmitidas por el evangelista.

Para comprobarlo, sirva como ejemplo este relato de Juan:

46 Llegó así de nuevo a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.

Había un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaún.

47 Al oír este que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo y le pidió que bajase y curase a su hijo, que estaba para morirse.

48 Le contestó Jesús:

—Como no veáis señales portentosas, no creéis.

49 El funcionario real le insistió:

—Señor, baja antes que se muera mi chiquillo.

50 Jesús le dijo:

—Ponte en camino, que tu hijo vive.

Dio crédito el hombre al mensaje que le propuso Jesús y se puso en camino.

51 Una vez hubo bajado, sus siervos le salieron al encuentro y le dijeron:

—Tu chico vive.

52 Les preguntó a qué hora se había puesto mejor, y ellos le contestaron:

—Ayer a la hora séptima se le quitó la fiebre.

53 Cayó en la cuenta el padre de que había sido aquella la hora en que la había dicho Jesús: ‘Tu hijo vive’, y creyó él con toda su casa.
54 Esto hizo Jesús, esta vez como segunda señal, al llegar de Judea a Galilea.” (Jn 4,46b-54).

Una interpretación al margen del rastro dejado por el evangelista reconocería como enseñanza clave del episodio el poder sobrehumano de Jesús, capaz de curar al enfermo con su sola palabra y sin necesidad de acercarse a él. A semejante potestad, responde una fe modélica del padre, insistente y confiado en el hombre-Dios. Según se desprende de esa idea, el milagro se alcanza por la fe de otro.

Tal recorrido, aparentemente lógico, llega tan lejos en su desvarío que se halla a un paso de fundamentar un nuevo dogma: el de la Santa Intercesión.

Indagar, en cambio, en las señales cuidadosamente seleccionadas y ubicadas por el evangelista supone detenerse a razonar la lectura avanzando paso a paso y palabra a palabra. El progreso promete ser lento. Eso sí, garantiza no perderse persiguiendo espejismos extraños a la intención del redactor ni engañarse o engañar a otros con alucinaciones inútiles para la vida.

Una mirada atenta al texto permite detectar ciertas marcas destacadas en él:

1. Dos rutas geográficas:

  1. De Caná de Galilea a Cafarnaún (v.46)
  2. Desde Judea a Galilea (vv. 46 y 54).

2. Cambios en la denominación del personaje:

  1. Funcionario real, dos veces (vv. 46 y 49).
  2. Hombre (v. 50).
  3. Padre (v.53).

3. Diferentes formas de llamar al hijo:

  1. Hijo, cuatro veces (vv. 46.47.50.53).
  2. Chiquillo (v. 49).
  3. Chico (v. 51).

4. El verbo bajar se repite tres veces:

  1. Como petición del funcionario a Jesús en estilo indirecto (v. 47)
  2. Solicitándole su intervención en estilo directo (v. 49).
  3. Definiendo la acción decidida del funcionario real (v. 51).

5. El verbo vivir (en presente: vive), aparece otras tres:

  1. En boca de Jesús (v. 50)
  2. Usado por los siervos (v. 51)
  3. En estilo indirecto, recordando el funcionario las palabras de Jesús (v. 53).

6. Importancia y significado de la hora séptima.

7. El final del texto (v. 54) confirma que el acontecimiento es una señal

(En el evangelio de Juan, las señales de Jesús inducen a pensar en realidades de mayor calado).

Con estas marcas como guías, hacemos la lectura teniendo en cuenta un dato previo perteneciente a la anterior escena que emplaza el episodio:

  • “Llegó así de nuevo a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino” (46a).

El apunte sobre el lugar: “donde había convertido el agua en vino” no es insustancial; empuja al lector a fijarse en la acción ocurrida allí. Caná aparece en el cuarto evangelio como el punto donde Jesús presenta a grandes rasgos su programa y sus discípulos se adhieren a él:

  • “Esto hizo Jesús en Caná de Galilea, como principio de las señales manifestó su gloria, y sus discípulos le dieron su adhesión” (2,11).

La narración requiere ser leída desde la comprensión de esa primera señal anunciadora de su proyecto. El verso que actúa allí como bisagra aporta datos de relevancia:

  • “Estaban allí colocadas seis tinajas de piedra destinadas a la purificación de los judíos; cabían unos cien litros en cada una” (Jn 2,6).

En un entorno civil y festivo, la celebración de una boda (“allí”), se han instalado (“colocadas”) unas estructuras (“tinajas”) desacertadas e ineficaces (“seis”) de fundado carácter religioso (“de piedra”; alusión a las tablas de la Ley) para el uso de la observancia ritual propia de tal religiosidad (“destinadas a la purificación de los judíos”). Su desmesurada capacidad (“cabían unos cien litros en cada una”) apunta a la inacabable necesidad de una purificación tan infructuosa como decepcionante.

La determinación del Galileo:

  • llenad las tinajas de agua” (v.7)

descalifica tales estructuras. ¡Están vacías!

En Caná, Jesús se valdrá de la estructura religiosa para proponer un proyecto social distinguido por el amor y la lealtad entre sus integrantes. El mejor vino, símbolo de la calidad de esas relaciones, resulta esencial y no puede faltar en la fiesta existencial que él propone (bodas). Jesús ha declarado caduco el antiguo orden basado en la Ley. Lo ha reemplazado por la mejor pauta para la vida:

  • La Ley se dio por medio de Moisés;

el amor y la lealtad han existido por medio de Jesús Mesías” (Jn 1,17).

Tras el marco espacio-temporal, el relato propiamente dicho se abre con un formato corriente dirigido a captar el interés sobre un suceso real o ficticio: “Había”.

Tras el verbo, el protagonista del acontecimiento concentra la atención: “…un funcionario real”. El personaje no tiene nombre. El término usado para presentarlo (basilikos) hace referencia a un rey (basileus) y determina la aptitud del individuo para desempeñar una función vinculada al poder. Su sentido es tan amplio como impreciso. Puede designar a alguien perteneciente a una familia real, a un militar bajo jurisdicción de la realeza, a un cortesano… La vaguedad es intencionada. El narrador identifica dos veces al sujeto por su conexión con el poder real (v.49). No importa el cargo que ocupe ni la dignidad concreta que ostente. Se trata de alguien adscrito al poder. Está situado en las alturas, junto a la cúspide que dirige y gobierna. Se trata de un personaje representativo.

Un problema le afecta. Se trata de su hijo: “cuyo hijo estaba enfermo”. Su mal no se especifica. En concordancia con el sentido figurado del poderoso, el hijo representa al pueblo. Se halla en situación de crisis. El narrador concreta la población donde habita: “en Cafarnaún”. Esta localidad fronteriza y aduanera, con alrededor de mil quinientos habitantes, estaba situada en la orilla norte del lago de Genesaret, sirviendo de puerta a las vías comerciales que atravesaban Galilea hacia el mar y en dirección a Egipto. Por tanto, bajo riguroso control del poder. Jesús la conocía bien y la usó como base de su actividad (Mt 4,13).

El funcionario real está al tanto del viaje anterior (Jn 2,13 – 4,45) de Jesús: “Al oír este que Jesús había llegado de Judea a Galilea” (v.47). El narrador da cuenta de los lugares, sugiriendo al lector que penetre en lo acontecido en ellos: El Galileo ha denunciado con vehemencia en Jerusalén el negocio del templo, declarando su caducidad y enfrentándose con sus responsables directos. En la capital ha confirmado la invalidez de la Ley y la necesidad de romper con el orden antiguo para renacer a una nueva vida. Al atravesar Samaría, ya de regreso, proclamó la nulidad del culto. Algunos herejes le dieron su adhesión.

El funcionario real acude al encuentro de Jesús (“fue a verlo”). Reconoce su autoridad por sus actuaciones en Judea y Samaria (v.45). Su alta posición le induce a pensar que las soluciones proceden únicamente del poder. Supone a Jesús con poderes especiales que a él le superan. De ahí su ruego de que baje: “le pidió que bajase…”.

El verbo (katabaino: bajar) se repite tres veces. Su significado se justifica por la geografía (para llegar a Cafarnaún desde Caná se requería atravesar las colinas de Galilea y bajar hasta el nivel del mar). Sin embargo, predomina el sentido figurado. El funcionario real solicita a Jesús descender desde la elevada posición que le supone hasta situarse a nivel del pueblo. Piensa en esa bajada como condición necesaria para solventar el mal que aqueja al pueblo bajo su dominio: “…y curase a su hijo”.

El poder se muestra incapacitado para solucionar el grave deterioro del pueblo. No se trata de un asunto menor. El narrador lo aclara. Se encuentra en situación crítica: “que estaba para morirse”. El poder carece de recursos para encontrar salida a la fatal tesitura. Desconoce la vida. Habla en términos de muerte.

La recriminación del Galileo sorprende. Su desabrida contestación resulta inesperada. Extraña también el uso del plural: “Como no veáis señales portentosas, no creéis”. El aparente sinsentido reclama al lector avivar el entendimiento. La representatividad del personaje se corrobora. La frase está dirigida a todos los vinculados al sistema que somete. Ellos conciben el proyecto de Jesús asociado al poder. Y se equivocan. Por eso el Galileo responde con hosquedad. Se enfrenta al esquema de pensamiento basado en el mantenimiento de la supremacía a toda costa aún a riesgo de hacer perder la vida al pueblo. El descaro de quienes siguen esa pauta no termina ahí, intervienen con la desfachatez de buscar salidas sobrehumanas a la situación límite que ellos mismos van generando.

La fórmula “señales portentosas” (lit. “señales y prodigios”), nunca aplicada a la actuación del Galileo, procede del AT. Según su criterio religioso, manifiesta el incomparable poderío divino. La liberación de Egipto se consigue gracias a los signos y prodigios realizados por Yahvé a través de Moisés:

  • El Señor dijo a Moisés:

Mira, te hago un dios para el Faraón, y Aarón, tu hermano, será tu profeta. Tú dirás todo lo que yo te mande, y Aarón le dirá al Faraón que deje salir a los israelitas de su territorio. Yo pondré terco al Faraón y haré muchos signos y prodigios contra Egipto” (Ex 7,1-3).

Tales signos y prodigios tendrán efectos colaterales, causarán estragos en el pueblo egipcio. Jesús se opone al poder y a sus funestas consecuencias. Su alternativa al poder no permite incluirlo en su programa. Su reproche al funcionario real: “…no creéis” apunta al rechazo de éste a esa propuesta suya. El sentido del verbo (pisteuo: creer) es dinámico, como se verá más adelante. Creer supera el significado de aceptar mentalmente algo como cierto. Equivale a adherirse en la práctica a su proyecto.

El narrador persiste en su forma de llamar al personaje: “El funcionario real” (v.49). Este reconoce la superior autoridad de Jesús: “Señor” e insiste en su solicitud de que se digne descender desde su posición de superioridad: “baja”. El argumento sigue siendo el expuesto con anterioridad: queda un hilo de vida. Pero el funcionario real lo expresa en clave de muerte. El verbo morir (apothnesko) se escribe por segunda vez. El discurso del funcionario está atrapado en ese círculo.

Pero en esta ocasión, el personaje habla en estilo directo de su chiquillo: “antes que se muera mi chiquillo”, usando un término (paidion: niño pequeño) distinto al usado antes por el narrador (uios: hijo; vv. 46 y 47). Al llamarle de ese modo (chiquillo) alude a su dependencia e inferioridad respecto a él.

En contra de todas las previsiones, el campesino de Nazaret no dio un solo paso a favor de su solicitud. No era él quien tenía que bajar. Él estaba a nivel del pueblo. Era al funcionario real a quien correspondía echar a andar y salir de su posicionamiento. De ahí la respuesta de Jesús: “Ponte en camino” (v.50). El Galileo no menciona la muerte; hablará de vida reclamándole activarse en relación a ella. Utilizará el término que declara la igualdad: hijo (uios). Evita el diminutivo usado por el funcionario real, chiquillo (paidion), descartando, así, la idea de subordinación del pueblo al poderoso.

Para iniciar su aproximación al pueblo, el poderoso deberá abandonar la idea y el régimen de muerte, vencer su propia insuficiencia y descubrir la vida que el pueblo posee: “tu hijo vive”.

El funcionario real reaccionó en positivo a la propuesta del Galileo: “Dio crédito el hombre al mensaje que le propuso Jesús” (v.50). De nuevo aparece el verbo griego pisteuo (creer) significando adhesión al mensaje. Ahora el redactor del cuarto evangelio no le llama funcionario real, sino hombre. Una vez aceptado el mensaje, al personaje no se le reconoce por su adscripción al poder, ha recuperado su condición humana. Se confirma su adhesión por su andadura: “y se puso en camino”. La fe es asunto de pies.

El hombre respondió sin titubeos. Su movimiento revela que comprendió a la perfección el mensaje. Era él, no Jesús, quien tenía que abandonar las alturas. Así pues, dejó atrás su encumbramiento y descendió hasta la base: “Una vez hubo bajado” (v. 51). Al situarse al nivel de sus criados: “sus siervos le salieron al encuentro” demostró hallarse en el lugar idóneo. Ellos le confirmaron la buena noticia. Hablan de vida: “le dijeron: Tu chico vive”. Los criados están al tanto de la realidad. Utilizan las palabras claves de Jesús confirmándole lo que él le había asegurado. El pueblo tiene vida. Su pálpito se comprueba con la cercanía, colocándose a su altura, siendo pueblo.

Pero los criados no han oído al Galileo. No han sido testigos de su encargo al funcionario real. Por eso usan un término distinto para referirse a su hijo. Mientras Jesús habló de hijo (uios), ellos acudieron a un vocablo con una doble acepción: ‘niño pequeño’ y ‘criado’ (pais). De ese modo, seguían pensando en claves de subordinación y dependencia. El funcionario, en cambio, tiene ya su mente en la igualdad propuesta por el Galileo. Por eso desea conocer el momento justo del cambio en la grave situación del hijo: “Les preguntó a qué hora se había puesto mejor” (v. 52). Busca conocer el instante donde la muerte ha ido quedando atrás dejando paso a la vida.

La rápida respuesta de los criados destaca por una precisión: “Ayer a la hora séptima se le quitó la fiebre” cuyo sentido supera el que aparenta. El término hora posee en el cuarto evangelio una carga simbólica de gran alcance. Alude en la mayoría de los casos a la hora de Jesús, el momento culminante de su vida y su proyecto. El Galileo aparece dominando esa circunstancia crucial. Sabe cuando esa hora está aún lejos (Jn 2,4). Es consciente también de su llegada (Jn 12,23). Coincide con su crucifixión (13,1), hecho que dilucida el sentido de su mensaje. El cuarto evangelio identifica el momento. Se trata de la hora sexta, cuando se inician los preparativos de la Pascua y se sacrifica el cordero (Jn 19,14).

La hora sexta representa la hostilidad y el crimen. La séptima corresponde a la del amor leal y la vida. En la hora séptima se completa la nueva creación del hombre. En ella se manifiesta la vida definitiva, la que se consigue comprometiéndose hasta la muerte por ella. Para dar vida, hay que entregarla primero:

  • Ha llegado la hora en que se manifieste la gloria del Hombre. Sí, os lo aseguro: Si el grano de trigo una vez caído en la tierra no muere, permanece él solo; en cambio si muere, produce mucho fruto” (Jn 19,23-24).

El funcionario real entendió el mensaje. De ahí que bajara. El comienzo de su descenso coincide con la retirada del mal que aqueja al pueblo: “se le quitó la fiebre”. El hombre captó en ese punto de inflexión la correspondencia entre bajada y vida que ratifica la autenticidad del mensaje de Jesús:

  • Cayó en la cuenta el padre de que había sido aquella la hora en que le había dicho Jesús: Tu hijo vive, y creyó él con toda su casa” (v.53).

El hombre ata cabos. El mensaje de Jesús le anunció la vida latente en el pueblo: “tu hijo vive”. Se trata de vida social. El pueblo se libera de su padecimiento y la conquista plenamente a partir de que el funcionario real acepta ese anuncio y comienza su BAJADA. Una vez a nivel del hijo recupera la condición de padre. Así le llama el redactor ahora: “Cayó en la cuenta el padre”. Excluida la dominación y el vasallaje, se abre paso la igualdad, la que singulariza la alternativa del Galileo. La adhesión del hombre se hace firme. A ella se suma el pueblo: “y creyó él con toda su casa” (El término casa tiene sentido social: familia, estirpe, pueblo: casa de Israel).

El relato termina dando pistas. No se ha producido ningún milagro Se trata de una señal, la segunda: “Esto hizo Jesús, esta vez como segunda señal” (v. 54). El dato apunta a la primera, la de Caná. Caná marca una de las orillas de la ruta a seguir por el lector. La otra se dibuja a continuación: “al llegar de Judea a Galilea”.

El lector evitará perderse manteniéndose siempre atento entre ambas orillas. En su andadura descubrirá que el pueblo, carente de libertad, padece una  infección crónica cuyo origen se localiza en el sistema de poder. El mensaje del Galileo ofrece la terapia idónea para erradicarla de una vez por todas: Es condición indispensable para el restablecimiento total del pueblo que el poder desaparezca y se recupere la igualdad.

El lector ha llegado al punto donde podrá extraer consecuencias. La ruta marcada por el autor del cuarto evangelio no defrauda, conduce directamente al conocimiento de la praxis propuesta por Jesús. Durante la andadura, el redactor ha ido avisando sobre las funestas consecuencias que el poder acarrea. Sus oscuras maniobras sitúan al pueblo al borde del abismo, a un paso de su ruina más absoluta.

El peligro está representado por el funcionario real.

25 comentarios

  • Rafael Castillo Torres

    Creo que la primavera de Galilea, al menos en este segundo signo, sigue mostrando que al signo del poder se le responde con el poder de los signos. Saludos.

  • M.Luisa

    Afinaré un poco más mi   comentario de ayer. El escrito al que me referí  de P.Freire era sobre  la
    “pedagogía del oprimido”  cuyo método refleja, según mi opinión,   la praxis llevada a cabo por Jesús.
     
    “Como no veáis  señales portentosas, no creéis” (…) la frase está dirigida  a todos los vinculados al sistema que somete.”
     
    El funcionario representante de este sistema  es  incapaz de erigirse en desafíos a favor de su pueblo y  sin abandonar la idea de poder busca refugio en Jesús, pero     Jesús  en  su mensaje no ofrece  poderío sino posibilidades de vida.
     
    El funcionario  apegado y  acostumbrado al sistema,  se encuentra  inhabilitado  para darse cuenta (de estas posibilidades). La inhabilitación viene dada por el apego a las costumbres del sistema opresor que  nos deja   en  la rutina del medio vital que es  en donde se  crea el espacio para  la persuasión  milagrera.
     
    Anterior a toda  costumbre  está la habitud como carácter de lo real  que, en cuanto   praxis   inunda  todo el mensaje de Jesús  remitiéndonos  a nuestras posibilidades de acción   al mismo tiempo  que  nos configura.
     
    Véase la relación que guarda esta reflexión  con este párrafo  que extraje del “método del oprimido” según Freire.
    Iré intercalando  en él que es lo que está en cursiva,  mis opiniones.

    La conciencia es esa misteriosa y contradictoria capacidad que el hombre  tiene de distanciarse de las cosas para hacerlas presente., inmediatamente presentes.  

    Pienso que la necesidad de distanciarse  y de hacérsele al hombre  presente las cosas,  es  considerándolas como  reales. De ahí que luego sigue el escrito:  Es la presencia que tiene el poder de hacer presente– por tanto el poder no está en la cosa sino  en lo real  de ella   que nos la hace presente –  no es representación, sino una condición de presentación .Pienso que son las cosas tomadas como tales lo que constituye  la  mera representación, en este caso    el poder representado por el funcionario.  En cambio lo constituyente de la  presencia es  la realidad que las habita, como  en este caso es  la persona del funcionario. Es un comportase del hombre  frente al medio que lo envuelve, transformándolo en mundo humano. Absorbido por el medio natural, responde a estímulos; (es decir, el hombre  sigue en el “estar” sin saber) y el éxito de sus respuestas se mide por su mayor o menor aceptación: se naturaliza. Alejado de su medio vital, por virtud de la conciencia, enfrenta las cosas, objetivándolas. Y se enfrenta con ellas, (yo diría  se enfrenta con la realidad de ellas) que dejan de ser simples estímulos para erigirse en desafíos (la realidad del proyecto de Jesús es lo desafiante para el funcionario) .El medio envolvente no lo cierra, lo limita: lo que supone la conciencia más allá del límite que intenta encerrarla.(aquí aparece en escena la realidad por eso dije ayer que Freire no la nombra pero la piensa) La conciencia  puede desprenderse de él, liberarse y objetiva,  transustanciado, el medio físico en mundo humano (en esta encrucijada es en la que todavía nos encontramos)
     
    Finalizo con lo siguiente
     
    La “hominización” no es adaptación: el hombre no se naturaliza sino que humaniza el mundo. La hominización  no es sólo un proceso biológico, sino también historia”
     
    ¿Esto último no es parecido  a lo que dice Ortega? No recuerdo muy bien la frase pero   viene a decir  más o menos  que es un proceso en el que  la biología se hace biografía.
     
    Saludos cordiales

  • Héctor

    “¡La crisis, la crisis! ¡Que viene la crisis, que ya está aquí la crisis mundial: desempleo, un mundo sin corazón, el medio quemado por el sol, ya no llueve…!”.  Pues nada, que así no se puede seguir viviendo, continuos lamentos, sólo vemos el lado negativo de todo. Esto no es vivir. La vida ya no sirve para nada. ¿No  será que lo vemos todo como lo ve el poder, o como nos los hace ver el poder?
     
    Lo curioso es que el poder tampoco tiene soluciones: sólo saben repetir: “mi hijo está enfermo”. Nada más verles en los medios se nota: “la solución está en cinco puntos, mantener la zona del Euro pues sin el euro no resolveremos el desempleo, estructuración fiscal etc.etc. Maravillosas soluciones conectadas todas con el poder.
     
    Te asomas a la puerta de una iglesia y no oyes más que lo mismo con otro lenguaje: “Lo que dicen  del Vaticano está exagerado por el deseo de hacer daño al papa y a la iglesia. El papa y los obispos nos darán la solución. No debemos prestar oído a lo que dicen los enemigos de la iglesia. Todo se os dará hecho…”
     
    Según esto el chiquillos sigue enfermo de muerte. Pero ¿quién cree como cree Jesús?. Para empezar, la fe de la iglesia es la fe del poder: “Creo en Dios Padre todopoderoso. Pídele lo que quieras y el te lo dará”
     
    Mientras tanto el chiquillo vive creyendo a su manera y comprometido con la vida a su manera.  Sin saberlo quizás, sabe como Jesús que es en la semilla pequeña y en la levadura del pan  donde están las fuerzas más grandes del mundo. Con esa palabra segura que nos llega desde Jesús  el pueblo cree y vive como cree y vive Jesús.
     
    Gracias Salvador, gracias a todos, Héctor

  • oscar varela

    Te doy mi correo por si te interesa seguir la cosa.
    Tal vez tenga contacto con esa gente
    olgoscar05@yahoo.com.ar
    Abrazo – Oscr.

  • Sergio Zalba

    Así es Oscar, pero por medio de su representante legal.

  • oscar varela

    ¿Y Bergoglio te rajó, Sergio?

  • Sergio Zalba

    Oscar: la arquidiósesis es la de Buenos Aires y el santuario más visistado es el de San Cayetano, barrio de Liniers.
     
    Salvador:  toda tu intervención me ha parecido muy buena, pero los puntos 6 y 7 me resultaron de una enorme potencia.
     
    Gracias a los dos.

  • Gabriel Sánchez

    Una aclaración previa, lo que voy a exponer coincide en muchos aspectos con lo que plantea salvador, sin embargo hay un aspecto que diferencia lo que el plantea con lo que yo siento y creo…por eso intentare aclaro, volviendo a decir que Salvador es más sabio que yo…pero esto es en lo mi modesta ignorancia cree…
     

    Efectivamente Señal – Marca o nota que se pone o hay en las cosas para darlas a conocer y distinguirlas de otras.- (definición RAE)
     
    Signo Objeto, fenómeno o acción material que, por naturaleza o convención, representa o sustituye a otro.(definición RAE)

    Incluso algunos lo traducen por marca o firma…corresponde a la palabra griega que consigna Jn 4,54 (esta vez como segunda señal) y que corresponde a la palabra griega
    semeion – σημεῖον…

    La primera Señal es la Caná de Galilea…semeion σημείων
    Ellos salieron a predicar por todas partes, y el Señor los asistía y confirmaba la Palabra con las señales que la acompañaban. (Mc.16, 20) σημείων
    http://concordances.org/greek/se_meio_n_4592.htm
    Las señales, señalan algo, los signos, representan lo designado…En ambas en las bodas de Caná  de Galilea a las palabras, se le acompañaba con señales-signos…El agua en vino y el muchacho que se moría que vivía, uno puede dar muchos sentidos a esta palabras, pero téngase en cuenta que seguramente la destinataria personas sencillas de las comunidades y los testigos que iniciaron esta tradiciones orales, seguramente como catequesis, intentaban trasmitir la vida de Jesús y las señales del Reino son los ciegos verán…los que no caminan caminarán, los sordos oyen, los muertos resucitan (Cfr  Mt 11,2-5) lo que oís (ἀκούετε – Akouété )  y veis (βλέπετε – blepete)…No se trate de una elaboración sino del acto directo de oír y ver…Las señales-signos, son diáfanos directos en su percepción (visto y oído) y en su interpretación… Con respecto a la leyes naturales, hemos hablado mucho del punto, el estado actual de la ciencia, pone la idea de leyes inmutables, leyes físicas, en el país del caos…Sin estas señales, ya marcadas en los texto veterotestamentarios…el Señor no era reconocible, por lo que, el mismo contesta a Juan con su vida…con los que puedes oír y ver…Esto en mi modesto sentir, no es pasible de interpretación puede aducirse que los evangelios mienten o que dicen la verdad, pero humildemente entiendo que nunca decir que no dicen lo que dicen…Finalmente como es obvio seguimos la interpretación de San Pablo

    Con respecto a Señales y prodigios podemos decir que el libros de los hechos nos ayuda un poco a entender… Extiende tu mano para que sucedan sanaciones, señales y prodigios por el nombre de tu santo siervo Jesús. Parece obvio que la sanaciones tienen  que ver no sólo con la cura de enfermedades, sino con aspectos muchos más profundos del ser, sin embargo, negar la actividad taumaturgica de Jesús, es no ver, ni oír…

    En Mt 8,26 se usa la palabra reprendió (increpó)…epetimēsen ἐπετίμησεν a los vientos y al mar…demostrando que tenía dynamis sobre la naturaleza…cabe sin lugar a duda entender que son signos que nos quieren mostrar un significado, entrar al Reino…que es sanar de toda dolencia…tiene que ver con la actitud con la que se convive con los hermanos y se recibe a Jesús…porque el Reino, ES EL CONJUNTO DE RELACIONES Y VINCULACIONES QUE LO ACEPTEN COMO REY…PERMITEN QUE EL SEA EL QUE REINE…
    En resumen, lo de las leyes físicas esta hoy un tanto demodé, la liberación pertenencia al Reino tiene un aspecto trasparente (inmanente-trascendente), que se habré a que Jesús Reine, un Jesús que tiene autoridad sobre la naturaleza…Por supuesto que sus señales, nos muestran el camino y sus signos los muestran lo designado el Reino de Dios…pero no son hechas para sustituir al hombre en su libertad, de construir esas relaciones liberadores, justas y fraternas  en Él…Por eso son señales…Gabriel

     

  • salvador santos

    Hola Sergio.
     
    Los interrogantes que te planteas hablan de honestidad intelectual.
     
    Por si te sirven de ayuda, algunas consideraciones:
     
    1. Ya es elocuente que no aparezca en los evangelios ningún término con la acepción que nosotros le damos al vocablo milagro: acción sobrenatural contrapuesta a las leyes físicas.
     
    2. El término milagro es inadecuado para definir ciertos episodios narrados en los evangelios. Milagro procede de miraculum  (hecho admirable) y este, a su vez de mirari (admirar, ver con asombro).
     
    3. Cuando se quiere hablar de una acción sobrenatural, los evangelios usan un conjunto de dos palabras: signos y prodigios. Curiosamente, este binomio solo se usa para avisar de la falsedad de quienes ejecutan tales obras (Mc 13,22; Mt  24,24).
     
    4. Los términos más usados por los evangelistas para describir las acciones de Jesús que causaban asombro son:
     
    a. en los sinópticos: fuerzas (dunameis)
    b. en Juan: señales (semeia)
     
    5. Las acciones ejecutadas por Jesús son susceptibles de una doble mirada a la que corresponden dos canales de interrogantes:
     
    a. Una mirada hacia atrás (fuerzas). ¿De donde procede esa energía? ¿Dónde radica su potencia? ¿Qué valor tiene?….
    b. Otra hacia delante (señales). ¿Qué sentido tienen? ¿Adonde nos lleva su praxis? ¿En que afecta a nuestros planteamientos actuales?….
     
    Los evangelistas abren el texto a la pregunta y al diálogo. La acción sobrenatural abruma e impone el silencio.
     
    6. Los evangelios muestran la confrontación entre dos fuerzas antagónicas: un sistema que somete y un proyecto que libera. Las acciones de Jesús demuestran lo que parecía imposible: arrollar la muralla impenetrable del sistema y abrir el camino al anhelo de los pobres.
     
    7. Resulta lógico que, sin acciones sobrenaturales, los discípulos se mostraran tan reacios a su proyecto y, al final, salieran por piernas dejándole solo con sus verdugos.
     
     
    Respecto a las citas de autores utilizadas como contrapeso a mis artículos, no he visto en ninguna de ellas un análisis ni del texto en cuestión ni de ningún otro.
     
    En cuanto a la dedicatoria, responde a mi agradecimiento por tu artículo. Antonio Duato me habló de él. Al leerlo,  se me removieron las entrañas  y quise expresarte mi solidaridad.
     
    Cuenta conmigo.
     
    Te mando un fuerte abrazo.  
    Salvador

  • oscar varela

    Hola Sergio!
     
    1º) en su momento intenté comentar tu Post. No hubo caso que entrara.
     
    2º) Yo te hacía de la zona Sur del Gran Bs. As. (¿Ranelagh?)
    Pero hablás de Arquidiócesis (¿La Plata?)
    Y lo que no me cierra es eso de “el Santuario más visitado” ¿cuál?.
    En fin, lo dejo ahí.
     
    3º)  Te leo:
     
    (A)“¿cómo sabemos que no hay forzamiento de la interpretación del texto? un forzamiento que surja de un posicionamiento a priori, desde una convicción previa que promueva necesariamente un filón interpretativo?”-
     
    Precisamente es “lo que más sabemos” sin poderlo evitar.
     
    Lo que ocurre es que el in-evitable estar viviendo es el “a priori” insoslayable.
     
    * “contamos con ello” (es el “andar viviendo”)
     
    * sin que, tal vez, nos “demos cuenta” (hasta haber “caído” en la cuenta. Toda re-flexión conceptual se debe a un porrazo terrenal. ¡Si lo sabrás vos ¿no?!)
    (B) –“¿no puede ser que, por considerarlo popularmente un taumaturgo (Pagola), se le adjudiquen milagros insertados en narraciones-leyendas?”-
    La Taumaturgia pertenece a una idea “primitiva”.
    Digo “primitiva”, no “antigua o vieja”.
     
    Los pies son “primitivos”, no “antiguos” ni “viejos”;
    Cada nacido los “in-augura” por primera vez.
     
    Pero la “ambulancia”  es imprescindiblemente mejor
    si pretendo “llegar antes” donde tengo que llegar con vida todavía.
     
    Bueno; hay culturas o sistemas de vida
    que dejan morir en el camino a la gente
    porque no han accedido a la técnica del “firulete necesasrio”.
     
    Todavía no han “caído en la cuenta”.
     
    Habrá que ver si los nietos aguantan vivir así,
    luego de mirar la Tele o Twiter o al autazo del vecino
     
    Proceso social de “maduración o in-maduración histórica”.
     
    ¡Vamos, Sergio, todavía! – Oscar.

  • Sergio Zalba

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    Aún habiendo leído muchas veces a Salvador Santos, mi primera impresión sigue siendo de sorpresa y me pregunto: ¿cómo sabemos que no hay forzamiento de la interpretación del texto? No me refiero a un forzamiento deliberado que pretenda embaucar a los creyentes, sino, de un forzamiento que surja de un posicionamiento a priori, desde una convicción previa que promueva necesariamente un filón interpretativo.
     
    Por otra parte, como no concibo a ningún Dios (ni ningún ‘representante’) como sanador o milagrero, también me pregunto qué otro significado podrían tener textos como este en los que, a primera vista, se intentaría poner a Jesús en ese atractivo lugar de taumaturgo. ¿No cabe la posibilidad de que se hayan tejido este tipo de historias para engrandecer la persona de Jesús en actitud proselitista? O ¿no puede ser que, por considerarlo popularmente un taumaturgo (Pagola), se le adjudiquen milagros insertados en narraciones-leyendas?
     
    Bueno, la alternativa que nos ofrece Salvador Santos tal vez sea la más adecuada, sólo que de tanto escuchar otras versiones me suena extraña en el oído. Gracias Salvador, y gracias por la dedicatoria.

  • M.Luisa

    Voy de sorpresa en sorpresa, desde los comienzos quedé prendada por los escritos de Salvador Santos  intuía difuminada en su lectura   mi propia línea de pensamiento por lo que  no tuve de hacer grandes esfuerzos para  entrar en ellos. Sin embargo  a la hora de establecer  esa identificación  sí que necesito  grandes esfuerzos,  ya que ésta aunque surge, creo,   de una  misma perspectiva  he de llevar a cabo  mentalmente un trasvase conceptual  considerable.

    Sin embargo, intrigada por  Oscar busqué  la ayuda de Paulo Freire: mi segunda sorpresa.
     
    La  dimensión de la conciencia humana, dice Freire  es mayor que los horizontes que la circundan, traspasa más allá de las cosas que alcanza y, porque las sobrepasa, puede enfrentarse como objetos. Freire en su escrito, al menos hasta donde yo he leído no nombra para nada la realidad pero la piensa. Al contrario  yo parto de ella, para mí la realidad es previa, pero suscribo punto por punto  sus tesis.
     
    También intuyo, como nos alerta Oscar, que el Articulo de Salvador Santos es una Tesis previa
     
    El funcionario real,  movido por el ideario tradicional permanece cerrado en el medio que lo envuelve,  a él  pues le corresponde echar a andar, salirse de su posicionamiento,    y transformar el medio físico en mundo humano,   que no es sino  otra cosa que el  proyecto  de Jesús.
     
    El funcionario reaccionó en positivo,   tomó distancia de las cosas (reacuérdese que siempre he hablado de distancia nunca de separación)  y en esta capacidad de distanciarse,  de pronto  se las hizo presentes.
     
    De la representación, pasó a la presencia
    De funcionario a hombre.

    Gracias, Salvador Santos, un abrazo

  • Gabriel Sánchez

     A mi me parece que que no nos hemos escuchado mucho…a ver, Dios esta, en Jesús y Jesús esta entre nosotros, desde abajo y desde adentro (Esa Fe, yo la comparto con lo que llamo mi comunidad y la comunidad de las comunidades, que es lo que abarco de la Iglesia, se que además es la fe de gran parte de las ceb´s en América Latino y de los teólogos de la Liberación que yo conozco), Dios para intervenir solucionando tanto mal, debería cargarse el libre albedrio… porque si miras a tu alrededor la injusticia, la explotación tienen como causa el actuar de nosotros los seres humanos…en definitiva si el soluciona el hambre en el mundo,  todos, seríamos robots, porque eso es algo que en Él estamos llamados a solucionar nosotros (¿no era que somos cocreadores?)…La vida de Jesús  nos da un mensaje que este modesto servidor cree que es el Reino…y dentro de su vida su actividad taumaturgica…Y no vayas a creer hay muy buenos teologos y teologas laicas que entiendemos  que no se tonsuran…y tienen esta misma Fe, como en su vida, Jesús en la historia actua desde abajo y desde adentro (lo he repetido mucho porque siento que es una gran verdad)… y para finalizar voy a citar la voz de alguien a quien admiro mucho…y que no se si tiene sotana o no, si se tonsura o no…pero con el que normalmente me siento muy identificado con sus planteos…

         
    Jesús Peláez
    Universidad de Córdoba
    …Por esta época vivió Jesús, hombre sabio, si es que debe llamársele hombre, pues realizaba obras asombrosas y era maestro de hombres que aceptaban con gusto la verdad, arrastrando tras de sí a muchos judíos, y también a mucha gente de estirpe griega…(Antigüedades Judías 18, 63)
     
    …Pero algo queda claro: hacia el s. III, (Rabí Ulla vivió en este siglo) las autoridades rabínicas no negaban cierta actividad taumatúrgica a Jesús, interpretada como hechicería…
     
    …Si los evangelios narran acciones de Jesús como sanador, si la enseñanza del reino se transmite especialmente en un numeroso conjunto de parábolas, si se nos han trasmitido en ellos abundantes controversias de Jesús con los dirigentes judíos, si se nos han conservado colecciones de logia o palabras de Jesús, enriquecidas, sin duda, por la comunidad cristiana primitiva con entera libertad, si numerosos textos dibujan un Jesús que se acerca a los pecadores y marginados de la sociedad, estamos convencidos de que este conjunto de tradiciones acerca de Jesús no se habrían plasmado por escrito y transmitido de no haber tenido como referente a un Jesús histórico que ejerció –en mayor o menor grado- de sanador, de maestro que hablaba del reino en parábolas –género literario, por cierto, utilizado en exclusiva por Jesús en el Nuevo Testamento-, de polemista con los dirigentes judíos, de sabio que profiere dichos que condensan su enseñanza con autoridad y de liberador de los marginados y oprimidos…
     
    http://www.elalmendro.org/epsilon/articulos/docum1014.htm
     

  • oscar varela

    Hola!
     
    NOTACIÓN PREVIA:
     
    Así como Salvador (o cualquiera persona en su sencillo vivir) no puede vivir su vida humana sin INTERPRETAR, e.d. LEER el Texto de lo que “le pasa y hace”, para encontrar allí –y sólo allí (es lo que Marx llama “Praxis”) el SENTIDO o ARGUMENTO que la ilumina;
     
    Así también he rastreado en los Escritos de Salvador algunas características de su modo de interpretar la vida.
     
    No se piense en cosas raras ni excepcionales. La vida de c/u es sencillita –aunque llena hasta el borde de complicaciones; puesto que el verbo “vivir-yo” se conjuga en la co-implicación con el mundo o circunstancia, que “des-colocan”a cada Paso nuestra pretensión de “haber llegado”.
     
    Con justa y perceptiva razón se ha dicho que: “El ESTILO es el HOMBRE”.
     
    Los Escritos de Salvador muy raramente emplean el estilo “enfático” (subrayados, mayúsculas, negritas, encodillados, cursivas, signos de puntuación, etc.) [a mí me inundan, sin que sepa yo el porqué].
     
    Pretendo ahora,  por lo tanto, arrimarme al Escritor que se me ha acercado generosamente ofreciéndome su pensamiento plasmado en letras de molde. Y allá voy, como un samaritano más, a socorrer su mano menesterosa de mi afecto y comprensión. Toda nuestra vida consiste en esos gestos de menesterosidad que damos y recibimos por comprender y ser comprendidos. Es el desgañite de Salvador Santos: plantador de Semillas de “Igualdad”.
    ··················
    En el Artículo propuesto encuentro estos “énfasis”:
     
    1º)rastro” (negrita)
    Una interpretación al margen del rastro dejado por el evangelista reconocería como enseñanza clave del episodio el poder sobrehumano de Jesús, capaz de curar al enfermo con su sola palabra y sin necesidad de acercarse a él.
     
    A semejante potestad, responde una fe modélica del padre, insistente y confiado en el hombre-Dios. Según se desprende de esa idea, el milagro se alcanza por la fe de otro.
     
    2º)Santa Intercesión” (negrita y cursiva)
    Tal recorrido, aparentemente lógico, llega tan lejos en su desvarío que se halla a un paso de fundamentar un nuevo dogma: el de la Santa Intercesión.
     
    3º)las señales cuidadosamente seleccionadas” (negrita)
    Indagar, en cambio, en las señales cuidadosamente seleccionadas y ubicadas por el evangelista supone detenerse a razonar la lectura avanzando paso a paso y palabra a palabra. El progreso promete ser lento. Eso sí, garantiza no perderse persiguiendo espejismos extraños a la intención del redactor ni engañarse o engañar a otros con alucinaciones inútiles para la vida.
     
    4º)¡Están vacías!” (negrita, cursiva, signo de admiración)
    La determinación del Galileo:
    llenad las tinajas de agua” (v.7)
     descalifica tales estructuras. ¡Están vacías!
     
    5º)BAJADA” (negrita y mayúscula)
    El pueblo se libera de su padecimiento y la conquista plenamente a partir de que el funcionario real acepta ese anuncio y comienza su BAJADA
     
    6º)Es condición indispensable para el restablecimiento total del pueblo que el poder desaparezca y se recupere la igualdad.” (negrita y aplicada a toda una oración conceptual)
    El mensaje del Galileo ofrece la terapia idónea para erradicarla de una vez por todas: Es condición indispensable para el restablecimiento total del pueblo que el poder desaparezca y se recupere la igualdad.
    ··················
    Como aprendí de Paulo Freire, verán que estoy aprendiendo a leer.
     
    Por eso ¡Voy todavía! – Oscar.

  • mª pilar garcía

    Amigos ¿como  pensar en un Dios que ¡puede! curar, dar de comer a una multitud, limpiar a un leproso… tal cual sin mirar el fondo de la historia?
     

    Ante este lenguaje tal cual, nace la pregunta:
     

    ¿Por qué deja morir a 5.000 niños cada día de hambre, sed etc? Y otras dolorosas situaciones.
     

    ¿Porque no hay personas que  deseamos que esta barbarie se acabe?
     

    Intentar comprender el lenguaje es:
     

    ¡¡¡Primordial!!!
     

    La mejor manera de llegar a ello es, mirando la vida que nos rodea, especialmente la de aquellas personas que llevan sobre sus espaldas, todo el dolor y la injusticia de los poderosos, vengan de donde vengan, también de las iglesias.
     

    Si pusiéramos el lenguaje pegado a la vida, no necesitaríamos “especialistas” para seguir a Jesús y su proyecto; nuestro corazón, ardería en sed de justicia, amor, servicio, y nos dejaríamos la vida en ello.

     
    Eso no quita importancia al deseo de formarse y conocer la historia, también la de las iglesias o religiones.
     

    La iglesia (hablemos de la nuestra) no coge el toro por los cuernos, y va desmontando todo aquello que han ido añadiendo según cada mandatario en su época de poder.
     
    Tendría que ir errando lugares llamados “sagrados” por ser una “trama” al rededor del dolor de los más desfavorecidos, o de aquellos que no pueden o saben dejar las muletas milagrosas, impuestas a base de miedo.
     

    La fuerza la encontramos (en mi caso) cuando penetro en las palabras de Jesús, lo busco, deseo conocerlo ¡¡¡lo escucho!!! en su hacer y vivir, y el texto se ilumina y habla; sin milagros, sin magia.
     

    La fuerza que ese ¿Amor? despierta, ya de por si es sanante; no, para curaciones sin explicación posible;, para cambiar la mirada y comenzar una sanación interior que posibilta una  manera nueva de vivir, y eso ¡Sí! pude liberarte y sanarte…
     

    Quizá: ¡Asta curar alguna clase de atadura que te quita la Vida!

    Un libro interesante:

    “Ver o perecer” Mística de los ojos abiertos.
    Benjamín González Buelta

    mª pilar

  • oscar varela

    Tenés razón Sarri!

    No es signo de “sanación”.

    Es mucho más que eso.

    Porque “sanación” la hay cuando alguien se “enferma”.

    ¡No! Acá hay Vida, más y más vida, vida en abundancia.

    Yo pensaba -cuando me cagué la cadera-
    y preguntaba:
    ¿Qué le pasaba “antes” a la gente sin una técnica quirúrgica?

    – “¡Se arrastraban in-válidos hasta la muerte!”- me contestaron.

    En casa éramos hijos varones.
    Mi madre quería una hija.
    La tuvo.
    Murió a los 5 días.
    Problema de incompatibilidad sanguínea,
    que hoy lo arreglan con una inyeccioncita.

    Y ¡ojito! que mi mamá era la Presidenta de la Cofradía de la Virgen de Luján!

    ¡Vamos muchachos, un poco de sensatez!

    ¿Por que no ¡Seguimos yendo! todavia un poquito mejor? – Oscar.

  • sarrionandia

    Ojo al parche: son 7.000.000.000.-

  • sarrionandia

    Eramos pocos y parió la abuela
    Oscar, te parece que sietemil bocas para comer es signo de sanación? Detrás de la higiene los fsrmsceúticos se enriquecen falsificando productos.

  • oscar varela

    Pagola o quien sea!

    Pagola es muy bueno (crea “masa” crítica)

    Pero Pagola -para mí- no se enteró de la Tesis de este Arículo.

    Todas la “Teologías” que yo conozco (Europeas, Americanas o Latinoamericanas)
    tienen una “sotana” detrás.

    A mí no me sirven para comprender mejor nuestro mundo.

    Es hora de leer seriamente a Don Quijote en la Escena ,
    cuando supuestamente vencido enjaulado
    lo remolcan a su terruño.

    Pero todos se cagan en los pantalones
    ante tonsuras mayores;
    mientras que este loquito lindo
    con un sólo gesto desafía a los leones, diciendo

    -“¿¡Leoncitos a mí!?”-
     
    Eso es ¡Ir todavía! – Oscar.

  • Gabriel Sánchez

    Bueno considerando que cito en el asunto a nada menos que a Pagola, digamos que me considero bien acompañado, pero además, lo que algunos llaman milagros, otros señal, otros curación, actúa a niveles que se nos escapan y a veces son evidentes, con una curación visible y a veces, nos lleva con Él…pero la vida no deja de vencer…De todos modos yo coincido con José Antonio Pagola… en que el Presentó estas curaciones y exorcismos como signos de la llegada del reino de Dios a los sectores más hundidos en el sufrimiento y la alienación

    Y no lo hizo por espectacular sino POR AMOR…Vamos todavía Oscar.- Gabriel

  • oscar varela

    Hola Gaby!
     
    ¡Ojalá pasara ese Jesús “milagroso” por el Quirófano
    si es que te hayan de operar ¿no?
    ·············
    De todas maneras:
     
    1º) ¿Para que tanta “inflación” de lo que todos ya sabemos
    y estamos “hartos” de que nos lo repitan.
     
    O tal vez tengas razón de aplicar el “Predica oportuna e importunamente
    Tal vez, ¿no?
     
    Yo no lo recomiendo, ni lo sigo.
     
    2º) ¿No te parece que ese “repetitivo” Repertorio es ya “revulsivo”?
     
    No, parece que no.
    ¿Qué le voy a hacer?
     
    3º) ¿No te parece que la Tesis de este Artículo es
    -más que una invitación-
    un grito de ¡Alerta!, de plena lógica racional humana?
     
    4º) ¿Acaso con hablar de Interpretación “simbólica
    se pretende esfumar la realidad humana que es histórica?
     
    Sí, parece que sí.
     
    5º) Sin embargo, Gaby (y a quienes les cabe el sayo)
    mi modo de comprender la Vida humana: la de cada cual
    (la tuya también cuando entres al Quirófano, como la mía cuando entré)
     
    me habla más de Jesús esta otra manera significada en la Tesis,
    que puedo asegurar y sostener racionalmente.
     
    6º) ¿No es cierto que toda la Ciencia moderna
    HOY está luchando como nunca antes por SANAR?
     
    ¿Cómo, sino, se llegó a 7 mil millones?
     
    7º) Te recomiendo una mejor lectura de tu Cumpa yorugua Mario:
     
    Lento viene el futuro
    lento
    pero viene
    ································
    ese experto futuro que inventamos
    nosotros y el azar
    cada vez más nosotros
    y menos el azar.
     
    Mario Benedetti
    ··················
    ¿Vamos, Gaby, todavía? – Oscar.

  • Gabriel Sánchez

    Hay dos lineas de pensamiento que me suscita esta trabajo de Salvador, al que obviamente respeto mucho…e incluso simpatizo con las conclusiones a las que arriba, seguramente podemos ante lo quebrados por “el mal”…la Injusticia, la insolidaridad, la explotación reconocer la imagen del pueblo excluido…y un Jesús que propone una nueva, digamos si que quieren emplear las palabras entrañable y horizontal relación…
    Jesús basó (en mi  modestisimo entender), su mensaje, en recrear nuevas relaciones y vinculaciones, que son la semilla…o si se quiere la presencia del Reino (ámbito, relaciones vinculaciones donde Jesús Reina), en lo que podemos llamar desde el punto de vista de la cultura imperante…un conducta desviada (tomo esta expresión de alguien que sabe mucho más que yo)…y del que justamente para avalar lo que intento exponer… “Jesús adoptó una conducta extraña y provocativa. Rompía constantemente los códigos de comportamiento vigentes en aquella sociedad. No practicaba las normas establecidas sobre la pureza ritual. No se preocupaba del rito de limpiarse  las manos antes de comer. No practicaba el ayuno. En ocasiones rompía las normas prescritas sobre el sábado. Vivía rodeado de gente indeseable como recaudadores de impuestos y prostitutas. Se le veía acompañado de mendigos, hambrientos y gente marginada. En concreto, confraternizaba y comía con “pecadores y recaudadores de impuestos”. En contra de lo socialmente establecido, trataba públicamente con mujeres y las admitía entre sus discípulos. Concretamente, María de Magdala ocupó un lugar importante en el movimiento de Jesús. Al parecer, Jesús tuvo una actitud especialmente acogedora hacia los niños. Toda esta actitud provocativa no la adoptó Jesús de manera arbitraria. Su intención profunda era hacer ver a todos de manera gráfica que el reino de Dios está abierto a todos, sin excluir o marginar a nadie.” Queda claro que se contrapone de alguna manera la manera de reinar… o las dinámicas que imponía el ser funcionario real en la cultura dominante y en la manera de reina de Jesús…
    Sin embargo y si bien en el texto que obviamente fue en su inicio una tradición oral, con un auditorio sencillo, seguramente la recepción del relato era muy directo y sencillo y si se hablaba de una curación, no parece lógico entenderla en forma tan simbólica… Tengo la impresión, apenas eso, que el comportamiento de Jesús trasmitido en los relatos y posteriormente escritos, eran algo más que lenguaje mítico, había una dosis de historicidad…que quiero decir con esto, que los testigos de los hechos, seguramente relataron lo que ellos percibieron, un funcionario real era un funcionario (especulamos) de Herodes, era digo, pues  creemos el único Rey en la Zona era Herodes, no debemos olvidarnos que estamos en Galilea, los romanos, usaban otra clase de denominaciones…Lo interesante que por sobre el antagonismos que al relato pueden presentar los personajes, la insistencia (que se parece mucho a un ruego), hace que Jesús revele que la vida es más fuerte…Se habla de un fuerza, la del verdadero Reino, el AMOR…que es capaz de transformar muerte en vida…hay aquí un cierto itinerario Pascual…

    Con respeto a la actividad taumaturgica de Jesús…diremos con este hombre mucho más sabio que este inútil servidor…
     
    “Aunque es difícil precisar el grado de historicidad de cada relato transmitido por las tradiciones evangélicas,  no hay duda de  que Jesús llevó a cabo curaciones de diverso tipo de  enfermos, que fueron consideradas por sus contemporáneos como milagrosas. Asimismo practicó exorcismos liberando de  su mal a personas consideradas en aquella cultura como poseídas por espíritus malignos. Jesús fue en la sociedad de su tiempo un exorcista y curador popular que ejerció una gran atracción entre la gente. Presentó estas curaciones y exorcismos como signos de la llegada del reino de Dios a los sectores más hundidos en el sufrimiento y la alienación. Sin embargo, Jesús se resistió siempre a llevar a cabo los signos espectaculares que probablemente le reclamaron algunos sectores críticos. “
    Con cariño Gabriel

  • sarrionandia

    Sin querer desvalorar el cuerpo del mensaje, me parece que forzamos los textos y los supuestos para hacerle decir lo que nos interesa. Es como si las piezas del puzle fueran de goma y pudieramos acomodarlas a nuestro propósito, Hay tiempo para ver hasta dónde nos lleva este estudio. Lo que no creo  es que sea buen método para introducirlo en las homilías.

  • mª pilar garcía

    ¡Que alegría tener de nuevo en esta casa casa, gracias!


    Leyéndole con suma atención y gozo, cuanto me recuerda a Juan Mateos, cuando venía al C. Pignatelli de Zaragoza, ha explicarnos los evangelios.
     
    Es, como escuchar A Juan Mateos; lo hacía todo tan sencillo, agradable, esperanzador, ilusionante…
     
    ¡¡¡Gracias Salvador Santos, tengo su libro, que leo con mucha ilusión!!!
    mª pilar

  • oscar varela

    Hola!
     
    La primer palabra que se le ocurre al Presentador del Post
    es –para mí- la clave de todo: “DESCOLOCÁNDONOS
     
    Todo el Artículo de Salvador Santos es una TESIS previa,
    que uno, de entre otros ejemplos, pude corroborar:.
     
    – “Para comprobarlo, sirva como ejemplo este relato de Juan”-:
     
    Estamos, por lo tanto, no ante una Doctrina (Interpretación de un Texto):
     
    – “Un reguero de pistas, lúcidamente dispuestas e hilvanadas al texto con habilidad, atraviesa los evangelios desde Marcos a Juan mostrando al lector el itinerario más seguro para comprender el mensaje propuesto en cada relato.”-
     
    Sino ante una Tesis anterior y fundamental, de la que su Autor nos alerta severamente
    acerca del pozo en que durante siglos estuvo la Tradición inmersa:
     
    – “La lectura indiferente a tales marcas se aventura por recorridos inseguros, cuando no desatinados, en cuyos destinos emergen, encandilando al incauto, conclusiones irreconciliables con las ideas transmitidas por el evangelista.”-
     
    Comprender esto así es:
     
    vernos “DESCOLOCADOS” para poder llegar, en verdad, a “UBICARNOS”.
     
    ¡Vamos todavía! – Oscar.

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