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Reflexiones sobre el final del terrorismo de ETA

IGLESIA VIVA acaba de publicar en su web (y pronto estará en papel) el número 247 dedicado al tema “Memoria y justicia de las víctimas”. Programado desde hace más de un año, este número incide de pleno en la actualidad de esta semana. Uno de los autores, Tomás Valladolid, reflexiona en él sobre cómo puede construirse el final de ETA con reconciliación y justicia verdaderas. El artículo completo, necesario para entender estas reflexiones, se ofrece a todos en la página pública enlazada al título del número. Aquí ofrecemos los párrafos más explícitos sobre este proceso de pacificación en Euskadi. Pero todo el número ilumina no sólo este proceso, sino de todos los conflictois que se creyeron cerrados sin hacer memoria y justicia suficientes. Quien quiera pedir el número completo o suscribirse a la revista puede hacerlo aquí.

DECLARACIÓN DE ETA sobre el cese definitivo de su actividad armada. 20-10-2011

Desde hace ya un tiempo, acompañando las noticias sobre un probable y cercano final del terrorismo de ETA, aumentan los discursos sobre las posibilidades de reconciliación y de reinserción. No obstante, a un oído atento a las voces de las víctimas no pueden pasarle desapercibidas las siguientes palabras de una de ellas: “Pero ahora hay otros efectos, hay un deseo profundo en una parte de la sociedad vasca de que no tengan que cumplir sus condenas, de que la ley no exista, de que puedan volver a las instituciones, aunque no asuman ninguna responsabilidad sobre el pasado, e incluso hay una cierta complicidad para que se pueda tener que pactar con ellos el relato común del pasado, del presente y del futuro. Es una verdadera aberración porque significa impunidad histórica” (Maite Pagaza, Diario Vasco, 12.2.2011). Leído esto y a la luz de las “victorias” de Bildu, tanto en los procesos jurídicos como en los procesos electorales, ¿se puede concluir que gozamos de las instituciones y de la comunidad de ciudadanos acordes a una justicia transicional de corte anamnético? O, por el contrario, ¿apuntan esos hechos a que, de forma nada escandalosa, pero sí inexorable, se producirá una singular autodestrucción de la memoria? ¿No será que el tiempo nuevo del que hablan algunos, como tiempo de paz, será un tiempo sin cita con el pasado expectante de justicia?

Declarar de manera abstracta y genérica el rechazo y la condena de la violencia no es suficiente. Se necesita rechazar y condenar de forma concreta e inequívoca el terrorismo de ETA. Pero ni la concreción será completa ni la declaración será inequívoca, si el contenido de ésta no se extiende a los tres momentos de la temporalidad, es decir, si la declaración no sólo supone rechazo y condena respecto del presente y del futuro, sino que también se amplía al pasado. Al igual que no es aceptable que se rechazase y condenase toda violencia que se llevare a cabo en el País Vasco, pero no la que tuviera lugar en el resto del Estado, tampoco es aceptable que se condene toda violencia presente o futura, pero no la realizada en el tiempo pretérito. Esta reserva de validez temporal conlleva estar afirmando que la violencia ejercida era legítima y que como tal fue, es y será considerada, sólo que hoy se la valora como no útil, ineficaz, no conveniente, para alcanzar la meta buscada. Esa violencia pasada no sólo es considerada como legítima, sino que aún sigue siéndolo y, por tanto, también sus consecuencias, esas a las que hay que considerar como la cuestión esencial a la que habrán de dar respuesta o reparación los que hoy dicen desmarcarse de la violencia, pero que ayer la apoyaron o la propiciaron.

1. La reinserción de todos los implicados

Hay que plantear, en primer lugar, un giro semántico que defina, desde el comienzo, una perspectiva general del asunto. Si hablamos de reinsertar en un sentido amplio, no sujeto a los límites del derecho penal, estaremos hablando de incluir lo que está excluido a causa de su propia acción o debido a la acción de otro. Pero sorprendentemente, este último significado del término “reinserción”, en un contexto de reconciliación, sería también aplicable a las víctimas del terrorismo, pues éstas –sufriendo violencia, terror y desafección– han sido excluidas y marginadas de un espacio de ciudadanía del que, sin embargo, deben formar parte con pleno derecho. A este respecto, reinsertar implicaría invertir la lógica del terror: donde hay miedo que haya confianza, donde hay aislamiento que haya reintegración, donde injusticia que haya justicia, donde hostilidad que haya hospitalidad, donde hubo exilio que haya re-habitación. En definitiva, donde ha habido destrucción, hágase la reconstrucción. Quien fue arrojado violentamente del espacio público común ha de regresar a éste, y no sólo a su casa, lo que quiere decir que volverá como pleno ciudadano, es decir, como sujeto político.

Por otro lado, sin caer en la equiparación equidistante respecto de las víctimas y manteniendo a salvo la acción de la justicia, cabe sostener que un proporcionado contenido de esta idea de regreso valdría también para los victimarios. Es decir, para aquellos que –usando la violencia política como expresión fundamental de un nacionalismo fanático y de una ideología totalitaria– han eliminado y apartado a otros que tienen por enemigos y, de esa manera, también se han autoexcluido a sí mismos, aunque a lugares distintos de aquellos a los que enviaron a sus víctimas. En efecto, la reinserción, en tanto reconstrucción del sujeto político, es también asunto que afecta a los terroristas. También estos deberían re-habitar en la polis, de lo contrario, no se estaría reconciliando del modo más racionalmente deseable. Ahora bien, tres matices, al menos, habría que añadir: primero, que homenajear a los terroristas, de cualquier modo en que se haga, no es el camino genuino de su reinserción, de su reincorporación política; segundo, que tampoco se ha de identificar toda denuncia de tortura y malos tratos, realizados contra algunos terroristas, con la legitimación de las acciones de estos, porque exigir respeto a los derechos humanos del victimario no impide que a la vez se repruebe y condene su crimen; y tercero, que esta reincorporación a lo político no deberá ser reducida a la formal legalización de ciertos partidos, aunque ambas cosas deban tener como condición necesaria el arrepentimiento efectivo y la condena eficiente de los actos criminales.

Dicho lo cual, se reitera, pues, que reinsertar es re-habitar políticamente. Ahora bien, esta reconstrucción de la polis, del hábitat público, exige una re-inclusión de las víctimas llevada a cabo con honores de victoria, de triunfo de los valores democráticos que ellas encarnan. Victoria que no debe entenderse, en modo alguno, como exclusión, humillación, menoscabo, maltrato o tortura del terrorista-victimario en su condición de ser humano, pero sí como su derrota moral, social, jurídica, policial y política: ¿No soñó y sueña él, acaso, con su victoria? Acepte, pues, consecuentemente, llegado el caso, su derrota, y súmese con veraz y responsable arrepentimiento, a la reconstrucción de la ciudad, a la victoria de la democracia, la única posible victoria de todos, la de la reinserción.

2. La voz necesaria de los terroristas arrepentidos

En segundo lugar, procedería hacer una propuesta concreta en relación con estas preguntas: ¿Ha sido inútil el terrorismo para los terroristas? ¿Han conseguido parte de lo que pretendían? Por desgracia, en algunos asuntos no ha sido totalmente inútil, como ocurre con el hecho de su influencia en parte de la juventud. En este caso, pues, sería más que interesante pensar, por ejemplo, en que además de la presencia del testimonio de las víctimas en las aulas, se pudiese contar con la presencia del testimonio de terroristas arrepentidos. Estas acciones serían un buen índice de lo operativo que resulta la educación democrática del sentimiento moral. En efecto, reconciliar, reconstruyendo unas relaciones que fueron violenta e injustamente destrozadas, es activar las posibilidades de un re-encuentro en el espacio común de lo político, al que pertenece la escuela de manera paradigmática, y que no es reducible al terreno de la política. Es decir, se trataría de un encuentro de testimonios allí donde los miembros más jóvenes de la sociedad aprenden a constituirse –en común– como sujetos políticos, neutralizando el fatal atractivo de la imagen de un mítico y mortífero héroe del Pueblo.

En este asunto de la educación, no se está proponiendo el renacimiento ontológico de una idílica unidad en la que se disolvieran felizmente los conflictos. No es un problema de unidad lo que está en juego, la cuestión no es encontrar lo que une, sino en tratar sin violencia –precisamente– la diversidad y la diferencia en relación con aquello que previamente une. El disenso y el conflicto forman parte constitutiva de las sociedades democráticas, y éstas no han de aspirar –como terriblemente nos ha enseñado la experiencia de las sociedades totalitarias– a la absoluta homogeneidad de sentimientos, a la plena e impuesta conciliación de la sociedad, sino que sus miembros deberán buscar – sin que unos aniquilen a otros– crear instituciones que permitan maximizar la satisfacción de aspiraciones que están en concurrencia. La confrontación, para que goce de total legitimidad democrática, ha de darse en un contexto de ausencia de asesinatos, secuestros, extorsiones, amenazas y vandalismos políticos, así como también en ausencia de torturas, malos tratos y otras formas de violencia. Por esto, de lo que estamos hablando es de una reinauguración de la democracia por medio de la creación de un marco de reconciliación, de un espacio de copresencia, donde la ciudad se confronta con su pasado para reinstaurar simbólica y realmente la justa distancia que caracteriza las formas de vida democrática, en las que no deberían caber ni separaciones excluyentes ni fusiones absorbentes. La justicia, desde esta óptica, consiste en crear un nuevo “cara a cara”, en lugar del frente a frente, en un espacio público donde poder convivir sin ser extraños ni estar aislados, es decir, sin exceso de cercanía ni de alejamiento.

Para un mayor abundamiento argumentativo, cabría pensar que si reconstruir es tanto como recrearse, entonces el objetivo sería que la víctima y el victimario superen su condición de tales. Reconciliar conllevaría, por tanto, la re-inscripción testimonial de unas vidas que fueron borradas injustamente de esas piedras en las que aparecen escritos los nombres de la identidad. Con todo, esta vida reconstruida no es la mera vida biológica, sino la vida política en la que cada cual tiene palabras para contar hechos y para dar cuenta de los mismos. De ahí surge el deber de cooperar en la transformación de las víctimas y de sus victimarios en sujetos activos del testimonio. Testimoniar, en este sentido del que venimos hablando, no es un medio de contrastar lo acontecido. Los testimonios de la víctima y del victimario arrepentido, prestados en mutuo reconocimiento de lo que han sido, son y quieren ser para sí y para el otro, ofrecidos de esta forma ante los jóvenes de la ciudad, en esas aulas que son el hábitat inicial del ciudadano, tales testimonios, digo, serían una modélica muestra de cómo debe recuperarse el lenguaje de lo político, serían actos de una ampliada educación para la ciudadanía, necesario antídoto contra envenenadas y juveniles afiliaciones.

3. La reinserción de los espectadores pasivos

En tercer lugar, dando un nuevo giro semántico a la palabra “reinserción”, en lo que atañe a una parte de la sociedad y a algunos de los representantes políticos o religiosos, se formula la siguiente pregunta: ¿Cómo habrían de reinsertarse esa parte y esos representantes que han permanecido en situación de espectador equidistante; cómo se incorporarían al espíritu de una ciudadanía comprometida con la justicia? No deberán hacerlo con una mera rehabilitación moral, pues el crimen ante el cual se ha asistido como irresponsable observador es un crimen político. En ningún caso debería borrarse el significado político de las víctimas. Es decir, esos ciudadanos “circunstantes”[1], tan neutros en su parapeto, tendrían que responder activamente a la voz de una conciencia que pregunta por lo que se debió hacer en favor de las víctimas y, pudiéndolo hacer, no se hizo. Cuando esto suceda, entonces se podrán abrir bastantes puertas hacia la reconciliación, pues ésta sólo será posible si la violencia desaparece, pero también con ella la actitud propia de omisiones sin las que el terror no habría tenido los mismos efectos. De no hacerlo así, la deslegitimación de la violencia será parcial, porque estaríamos, tal vez sin saberlo, dando entrada por una puerta al oxígeno que hacemos salir por otra. Reconstruir para reconciliar no es igual que restaurar para volver a lo de antes. En efecto, no se puede partir de cero, pero lo que había tampoco podrá ser lo mismo, pues la existencia de las víctimas obliga a redefinirse: ser de izquierdas, de derechas, ser nacionalista o ser patriota ya no pueden ser lo que eran antes, puesto que una realidad, la de la víctima, informa los plurales modos de ser, sacándoles las vergüenzas al más pintado. La Nación, el Pueblo, el Estado, la paternidad, la docencia, el sacerdocio, etc., ya no pueden volver a ser lo que fueron, la terrible realidad del terrorismo y sus víctimas nos impilen a redefinirlos en contra del terrorismo, a favor de las víctimas y, con ello, de la dignidad humana. Ya nada es ni podrá ser lo mismo, pero de la reconstrucción que hagamos dependerá que sea mejor y más justo.

4. La voz de las víctimas

Como cuarta y última reflexión hay que hacerse eco de esas cuestiones que se plantean frecuentemente y, no pocas veces, con aviesa intención: ¿Tienen las víctimas algo que decir, más allá de narrar su dolor, en materia de política antiterrorista? A la luz de lo sostenido hasta aquí, y en lo que afecta a las medidas de reinserción de los terroristas, las víctimas deben ser informadas y escuchadas, y se debe valorar seriamente lo que dicen, si lo dicen conforme a ley y a justicia. Y esto, al menos, por dos razones. Primera, porque toda víctima, en lo que le afecta como tal, posee el derecho de que su criterio sea tenido en cuenta a la hora de asignarle deberes y sacrificios; así como el derecho de no sentirse obligada, si antes no ha sido escuchada. En segundo lugar, porque de ese modo la reinserción se efectuaría con la transparencia debida y obligada. Contar con las víctimas ayudaría a que las cosas no se hicieran desde el fraude de ley o con la burla de la misma. Esto es esencial para conseguir la reconciliación. Si no es así, tal vez se goce de cierta ausencia de violencia, y tal vez se alcancen objetivos de estrategia y táctica políticas, pero no se habrá alcanzado la convivencia de una sociedad reconstruida en el ethos democrático de lo político, porque la reconciliación y la reinserción se habrán hecho en falso, tan en falso como los crímenes que aún permanezcan sin resolver.

Sería más que pertinente leer otras palabras pronunciadas también por Maite Pagaza con motivo de una declaración hecha a unos periodistas. Dicen así: “Se suele hablar con frivolidad del terrorismo, del diálogo como una forma subsidiaria de milagros y metamorfosis de los terroristas, se suele hablar con frivolidad de las víctimas que provocan, de la reconciliación, del perdón a los terroristas. Se habla con frivolidad de los días sin muertos. No son días sin muertos, son días sin atentados, porque los asesinatos son irreversibles, y cada día –desde el asesinato de un ser humano– es para sus seres queridos un día más con muerto, porque el duelo del terrorismo no se cierra mientras no se realiza justicia, la concreta de que los responsables encaren su responsabilidad ante la sociedad, y la general que consiste en derrotarlos, no en apañarse con los que no han respetado la vida y la dignidad de los demás y no se sienten responsables por todo ello.” Esta víctima, reivindicando alivio moral en la justicia, añadía: “No nos pueden pedir perdones absolutos, no nos pueden pedir que no exijamos el cumplimiento de la ley. Las víctimas no somos criaturas celestiales. Pero si llegado el momento se arrepiente, estoy dispuesta a perdonar, a aceptar su reinserción. (Pero) ha de ser un arrepentimiento de verdad, es decir, ha de colaborar activamente en acabar con ETA y su mundo de violencia, eso es irrenunciable. No nos podemos autoengañar. (…) Si asume que la estrategia de ETA ha fracasado, podría empezar a buscar el camino que va de la necesidad a la virtud. (…) A lo mejor, después de años privado de libertad, le hacen empatizar con los seres humanos con los que no empatizaba, y entender el dolor. (…) Si eso pasa, si va cumpliendo la condena, si llega a interiorizar el sentido de la culpa y la responsabilidad y se arrepiente, si tiene en cuenta el dolor de una vida truncada, debería colaborar con la justicia y buscar que esto cese y que otros sigan su ejemplo para que no haya más chavales que se metan a asesinos. (…) Yo, si todo esto pasara, acataría bastante gustosa la ley”. Estas palabras se podrán decir más alto, las podrán decir otras personas con otro tono, pero no con más razón y verdad que las que tenían la víctima que las pronunció (Maite Pagaza, El País, 5.8.2010).

Si se está por la labor de una legítima reconstrucción de la polis (porque como dijo otra víctima, Eduardo Madina, el objetivo de ETA es crear la “anticiudad”)[2], las medidas de reinserción de los terroristas habrán de basarse en una operación transparente que cumpla, en verdad, lo que jurídicamente se conoce como “perspectiva progresiva” y que podemos sintetizar de esta manera: cada vez más libertad, si es que después del arrepentimiento, el terrorista demuestra cada vez más responsabilidad y, por tanto, hay mayores razones para la confianza. Es así como la flexibilidad en el justo cumplimiento de la condenas podría llegar hasta el indulto, el cual, nunca podría ni debería ser general ni total, es decir, que deberá tener carácter particular y parcial. Por tanto, decimos indulto, que no amnistía, pues ésta conlleva el olvido absoluto y la impunidad total, es decir, lo contrario de la memoria, la verdad y la justicia. Los indultos, por su parte, podrían facilitar el camino hacia la libertad condicional, dando cumplimiento a los requisitos que la preceden según ley, y que en lo esencial coinciden -curiosamente- con las últimas palabras de la víctima que acaban de leerse. Estas medidas de reinserción, al igual que las encaminadas a gozar de un régimen de semilibertad (salidas diarias, salidas en fin de semana, permisos especiales, etc.) habrían de cumplir, pues, con la normativa al respecto, sin que haya burla de la ley. Y esto supondría la planificación de tratamientos individualizados que orientasen programas formativos, educativos y culturales. De este modo, el internamiento de los presos podría ir progresivamente alejándose del régimen ordinario, puro y duro, e ir pasando desde secciones y centros abiertos hasta unidades especiales de reinserción. Este sería otro modo de entender el acercamiento de los presos, como acercamiento a una polis (su polis, su ciudad) en la que también puedan re-habitar democráticamente. Se trataría, en definitiva, como ya se ha dicho, de reconstruir –progresivamente- las justas distancias que fueron destruidas por y a causa del crimen terrorista. En esa progresividad estaría, también, el sentido reconstructivo y no punitivo, por ejemplo, de las prohibiciones que impidiesen temporalmente residir o acudir a determinados lugares. Y todo ello no puede estar condicionado por la prisa de un calendario electoral. Debe funcionar, por el contrario, en razón de una política compasiva y prudente que sea inmune a lo cantos de sirena que realizan algunos como si ya fuera inminente la llegada de ese mundo que en realidad sólo se dibuja en un difícil y costoso por-venir.

En efecto, el camino de la justicia es largo, muy largo, y nuestros pasos son muy cortos, extremadamente cortos. En el próximo tramo de ese camino se va a poner a prueba la idea de memoria histórica. Podríamos ver cómo a algunos, con la amnesia, se les achican aún más los pasos hacia la justicia, aunque harán todo lo posible para que se imponga la idea y la visión de que estamos dando un largo paso hacia la paz. Claro, que el atajo hacia la paz no siempre es el sendero de la justicia y los pasos dados en éste no son conmensurables con los dados en aquél. Hay y habrá jueces desmemoriados, los de una justicia sin justicia, o lo que es lo mismo, a favor del Derecho, que no es igual que conforme al derecho que asiste a las víctimas inocentes para que su sufrimiento injusto sea jurídica y políticamente tenido en cuenta; y esto incluye –guste o no- la rendición de cuentas en el marco de una justicia más allá de la justicia.

[Texto extraído de Tomás Valladolid, La justicia más allá de la Justicia, revista IGLESIA VIVA, Nº 247, julio-septiemvre de 2011]


[1] Bilbao, Galo (2007). Víctimas del terrorismo y reconciliación en el País Vasco, Bilbao, Bakeaz, pp. 21ss.

[2] Madina, Eduardo; Mate, Reyes; Mayorga, Juan; Rubio, Miguel; Zamora, José A. (2008). El perdón, virtud política, Barcelona, Anthropos, p. 107.

28 comentarios

  • francisco javier peláez

    Recuerdo a de la Huerta que tras la Constitución de 1978,y ya antes,algunas generaciones de jóvenes insumisos españoles o no se cargaron la mili sin un solo tiro.Ya en tiempos de Franco ,creo que en  1968-1970,Jose Luis Beúnza inició este movimiento sufriendo condenas sucesivas.¿Y quién iba a decir en 1970 ó 1978  1987 que la mili iba a desaparecer?.

  • delahuerta

    …me limito a copiar y pegar, eso sí, aclarando que unos cantábamos memeces y los otros pegan tiros en la nuca.

    ” Es comprensible que quienes no se consideran españoles añoren su Aberri, su Patria Vasca. Lamentablemente algunos de estos perdieron el control y acabaron haciendo una sarta de disparates atroces.
    Ahora bien, los españolitos también sois finos con vuestros arrebatos patrióticos. Fijaros lo que nos hacían cantar en la mili (década de los 50):
    Ardor guerrero vibra en nuestras voces;  y de amor patrio henchido el corazón;  entonemos el himno sacrosanto; del deber de la patria y del honor, honor”.
    En fin, mucho que pensar

  • francisco javier peláez

    Una vez desaparecida ETA se ha desencadenado una pelea brutal por el “relato”.Incluso hemos leido un tio en rebelión que hace un panegírico de ETA porque dice que ha matado más generales que algunas “guerras de independencia de hispanoamerica”.Para mear y no echar gota.Obviamente la pelea es por el relato moral.Como conozco bien  a gente de extrema izquierda afin a la izquierda abertzale todos conocemos que es muy común entre algunos de ellos minimizar el daño causado por ETA  por diversas vias.Primero,por la via de la comparación con otras violencias.Las que sufren los trabajadores en el sistema capitalista-evidente-,la que ejercen ciertas organizaciones internacionales-yo el otro dia puntué a favor en un foro un comentario que decía:”Me gustaría que la OTAN anunciara el cese de su actividad armada” sin perjuicio de que dicha actividad armada no puede servir de justificación a la de otros-.Segundo,por la via de comparar los sufrimientos causados por ETA con las causados por el Estado-algunos de ellos evidentes,comparables a los causados por ETA;pero no todos de igual magnitud y crueldad.Tercero,por la via de hablar del franquismo.Aquí suscribo lo de Calleja y añado.Yo que he vivido toda mi vida política bajo la Constitución de 1978 me ha enseñado mucho másde los límites de la transición el movimiento por la memoria histórica que ETA.Y concluyo entre la gente que nos situamos a la izquierda del PSOE y no residentes en Euskadi y Cataluña  es muy común que la gente de cierta edad sea partidaria de la autodeterminación por ser reivindicación de tiempos del antifranquismo.Observo que,entre los que hemos vivido bajo la Constitución de 1978  fuera de Euskadi y Cataluña,la idea de la autoderminación creo que no ha calado por la losa de ETA.Finalmente,hemos mejorado.Recuerdo que alguien de extrema izquierda me comentó que un batasuno le dijo en una reunión que las “guerras tienen daños colaterales” cuando le preguntó “si consideraba moral que se cargaran a su hijo con una de esas bombas que ponían en Madrid”.Parece que este nivel de razonamiento lo hemos abandonado;pero no conviene olvidar que existió.

  • ana rodrigo

    Me sangra a lengua de tanto mordérmela para no entrar en este escabroso tema, pero, al final, ya veis, no puedo contenerme más. Espero y deseo con toda mi alma no herir sensibilidad alguna.

    En primer lugar decir que me ha gustado especialemnte lo dicho por Calleja y por Carmen.
     
    A continuación digo:
    La guerra civil fue una cosa, el sadismo de la represión franquista fue otra y variada y extendida, el País Vasco y su anhelos de independencia otra, y finalmente, ETA, es otra cosa. El hacer un potaje con todo junto y revuelto, no aclara nada sino que enturbia todo.
     
    Estos días han producido una inflación de opiniones, cada cual con la suya. Si bien opino que los representantes políticos, en general, han estado a la altura de las circunstancias.
     

    La noticia de que ETA no iba a matar más, ha desencadenado todos los demonios de odios, rencores y otras hierbas. En vez de tomarla como una buena noticia, parece que ha producido efectos contrarios. En algunos momentos he dudado si el odio era hacia ETA o hacia el pueblo vasco, si el odio era hacia los asesinos o hacia el pueblo español, me pregunto quiénes o cuántos son los verdugos y quiénes o cuántas son las víctimas. Pero se han desatado las bajas pasiones por todas partes. Todos contra todos. Los odios por unas partes y por las otras (así, todo en plural), evidenciadas en las redes sociales, foros o blogs, prensa escrita, emisoras de radio, etc., evidencian que hay mucha marejada subterránea y bastante malas e injustas ideas. Algunas las ha mencionado Carmen. Pueblo vasco contra pueblo español, pueblo español contra pueblo vasco, unos se sienten víctimas, otros los consideran verdugos.
     
    En fin, he estado muy apenada estos días. Ni yo ni ninguna de las víctimas de ETA somos responsables de la situación política de Euskalerría. Mi tierra, Zamora, envió lo mejor de su juventud a trabajarar a esa tierra, mientras mi tierra ha quedado despoblada y empobrecida ¿por qué me voy a sentir culpable de nada? Nunca más ninguna clase de “etas”, que, como dice Carmen, hay muchas maneras de  matar y hacer daño. Luchemos porque haya paz desde la justicia.

  • Carmen (Almendralejo)

    No copie esto, en pongamos y hagamos la cuenta de mujeres muertas en 25-30, y por supuesto tan solo se han contabilizados a aquellas mujeres que murieron en las 24 horas, las que morian despues de estas ya no se contabilizaban como tampoco las que murieron en los años cicuenta, sesenta y setenta porque el marido te podía matar si te cogia o no haciendo algo que no lo agradaba. Mi vecina murió de una patada del marido en el vientre cuando estaba embarazada de 8 meses. Ni fue a la cárcel ni le pasó nada de nada, y eso que iba dos personas.
    http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=mujeres%20muertas%20por%20el%20machismo%20en%2025%20a%C3%B1os%20en%20espa%C3%B1a&source=web&cd=14&ved=0CDgQFjADOAo&url=http%3A%2F%2Fwww.20minutos.es%2Fnoticia%2F646301%2F0%2Fmadrid%2Fviolencia%2Fmachista%2F&ei=FMCnTtKGGcrg8gOD9sy9Dw&usg=AFQjCNGnWPXr8gX8__pcqYduQOyfnZjnqQ

  • Iñaki S:S,

    Eskerrik asko, gracias Antonio por tu intervención en  este mini-debate. Es un placer leerte. Yo, al menos, siempre acabo rindiéndome a la sensatez de tus palabras.

  • Carmen (Almendralejo)

    Iñaki S.S
         La fijación de las víctimas de ETA, ¡Por supuesto1 que es una fijación política…        a todos ellos les importa un RABANO. Y dentro de esa fijación política está la de los propios delincuentes asesinos, que no son materialmente y únicos   aquellos que dispararon o pusieron bombas, sino como los delincuentes que      roban son peores los que se sientan en los despachos y saben como y donde robar para que otros paguemos eso robos, como tú y tod*s siempre venimos         diciendo…
          

    Te quiero decir que he estado un par de veces en el País Vasco, quedé encantada con sus gentes, con la amabilidad ante nuestra presencia. En Bilbao, no tuvimos ni que preguntar donde íbamos porque una chica acudió a ayudarnos con solo vernos sacar el mapa. Y cuando digo quedé encantada, no digo sorprendida porque nunca me creí lo que han contado, ni cuando era pequeña me creí a Cenicienta, ni a caperucita, como tampoco me creí todo lo que nos decían con respecto a la trama del españolismo o lo contrario.
    Te hablo desde una Tierra donde nuestros decires eran catalogado de “CATETURAS” por gente analfabetas, por muchos estudios o fueran de capitales consideradas de primera.
    Me han educado sin tener una percepción de “patria propia”, sin una cultura arraigada como “País” y donde se me dijese que me robaban mi identidad, pero aún así te digo que siempre he sabido que Extremadura era mi lecho para nacer y morir, y el mejor lugar donde se puede vivir, a pesar de las carestía que tiene mi Comunidad.
    No he crecido con odio, ni a una región ni a otra, pero yo si he visto como se ha robado mucho a una para dar a otras, porque en unas éramos gente buena y de paz, mientras en otras había unos políticos que intentaban con violencia de “todo tipo” coger lo suyo y lo de otr*s. Por supuesto no solo me refiero a ETA, hay otras muchas violencias que también mata, cuando se dejan de hacer hospitales, llevar tecnología punta, o mejores carreteras.
    cuando escucho que Extremadura y Andalucía, viven en los bares y con la paga del PER, siento que hay gente tan perversa, mezquina, asesinas aunque no cojan un rifle o goma2, como ETA.
     
    Te sigo diciendo que entraba en el colegio cantando el cara al sol… me hacían rezar a la fuerza, y todo cuanto había en aquellos años cincuenta y sesenta. Como beber la leche americana, cuando tenía la mejor leche y recién ordeñada por mi querido padre…
    Cuando en Extremadura y concretamente en Villafranca a las familias le prohibieron “por salud…” quitar las pequeñas explotaciones de cabeza de ganado con las cuales se ganaban el pan honradamente y sin necesitar el PER, porque se beneficiaba a cabaña de vacas lecheras Galicia y a Francia, estas fueron condenadas al PER de los señoritos terratenientes.
    No acabo sin decirte que yo también soy patriota, pero no expañolista a la hora de defender a toda España sin menospreciar la lengua o cultura Catalana, Vasca, Galega, o Valenciá, Mallorquina, Andaluza, Castellana, Madrileña, Asturiana, Cántabra, Navarra, Riojana, Aragonesa, Manchega, Murciana y Extremeña ¿Me quedo alguna?
    Y por supuesto, lo que dices, sobre que “los españolitos somos finos” te referirás a quienes han fomentado esa forma de españolismo que yo catalogo como otra forma de sabotaje y prejuicio infundado con intereses propios de la política para tener “tontit*s” que de refuerzos a sus luchas con las CC.AA. ¡Divide y vencerás!
     
    Con todo esto sigo creyendo que para obtener libertad no hace falta matar a personas inocentes, y poner bombas a quienes solo hemos sido personas manipuladas, como tampoco hacer terrorista a personas que muchas veces eran eso, personas con necesidades no solo económicas sino también de desarraigos.

  • Antonio Vicedo

    Muy en consonancia contigo y con lo que expones J.I. Calleja,
    El paso promocional humano del  YO individual al NOSOTROS  comunitario social siempre progresivo hasta lo UNIVERSAL HUMANO, se encuentra con muchos espejos que nos reflejan actitudes y comportamientos en los que  se han dado atascos infantiles, aventuras adolescentes y no siempre madurez adulta en nuestras especificas relaciones humanas.
    El valor inalienable de NUESTRA PROPIA PERSONA en tanto SUJETO consciente, libre y responsable, como las de TODOS LOS DEMÁS SERES DE NUESTRA PROPIA Y SINGULAR especie, no ha sido siempre la balanza con la que funcionaba y funciona la JUSTICIA que, en realidad AJUSTA y de ello se sigue, con mayor o menor conciencia, una desequilibrada valoración de los DESAJUSTES, obre todo los de mayor calibre como son los que resultan de violencias sobre las vidas de unos  u otros.
    Porque no todos los muertos, heridos, sufrimientos más que insoportables producidos por el terros de violencias, tienen calificativos de TERRORISMO, aunque sean fruto y consecuencias de situaciones de TERROR PROVOCADO.
    Y por eso , las circunstancias de tiempo y lugar califican el valor de las víctimas y agrandan la monstruosidad de los victimarios, llevándonos al intento de NORMALIZAR el que no TODOS LOS MUERTROS por violencia SON VÍCTIMAS IGUALES, ni tampoco SON IGUALMENTE TERRORISTAS los causantes de VÍCTIMAS DIFERENTES.
    Pero esto es una falacia procedente del ejercicio de LA RAZÓN DE LA FUERZA en su polifacética  motivación y aplicación en el campo de la Humanidad.
    ¿Nos hemos planteado que son los DERECHOS PARTICULARES DE CIUDADANÍA  y que conclusiones prácticas conllevan al ponerlos a cubierto de según que intereses mediante instrumentos de ventajas en el tener, saber y poder, bajo lo que llamamos PUEBLOS, cuando sólo son PARTES DEL PUEBLO, excluyentes casi siempre de los más débiles por carencias, muchas veces ocasionadas por expolios e insolidaridades inconfesables?
    El acotar territorios por necesidades vitales, es propio de las especies infrahumanas, como el que la vida de los grandes, dependa de la muerte de los pequeños. Pero esto no es natural en y para la Humanidad.
    Las FRONTERAS y todo lo que intentan defender frente a los semejantes humanos, desde un análisis serío en ambiente de verdad y no de interesadas falsedades, se han convertido desde tiempos inmemoriales en ARSENALES DE VIOLENCIAS TERRORISTAS por MORTALES, eso sí, muertes ignoradas o falsamente justificadas bajo pretexto también de  explicables, pero falsos e injustificables INTERESES PARTICULARES o GRUPALES.
    ESTO (Incluido lo necesario para SUPERVIVENCIA del OTRO, o de los OTROS) es MIO, de los MIOS=nuestro, pero NO  TUYO, ni VUESTRO, aunque el no poder disponer de ELLO sea acción terrorífica y mortal, con el agravante de que procede de violento expolio de los DEMÁS,
    Desde este ángulo de perspectiva personalista y humana, deberían ser considerados los históricos NACIONALISMOS, también los ACTUALES absolutistas o llamados falsamente demócratas, y los DESEADOS, si no son más que clonaciones socio-económico-políticos de los existentes.
    Y, seguro, que desde esta perspectiva, valorábamos adecuadamente los DIFERENTES TERRORISMOS, TODAS SUS VÍCTIMAS, y también el MODO como afrontar humanamente la superación de la dialéctica VIOLENCIA, VICTIMAS, JUSTICIA y PAZ HUMANA.
    PAZ HUMANA que se considera UTÓPICA  (sin lugar), pero sólo FALSAMENTE, puesto que es posible y puede ser REAL; llo que siempre será UTÓPICO, porque es IMPOSIBLE es que la PAZ HUMANA llegue a la HUMANIDAD, en EUSKAL HERRIA, ESPAÑA, o en OTROS ESTADOS, mediante cualquier aplicación de LA RAZÓN DE LA FUERZA  de unas PERSONAS sobre, o contra OTRAS.

  • Iñaki S:S,

    Estimada Eugenia, las 829 victimas de ETA, a lo largo de sus 52 años  de existencia, son  una dramática realidad histórica que condenamos una y mil veces , pero que habremos de irla  superándo sin enquistarnos en la venganza. No es nada nuevo. Lo estamos haciendo con los cientos de miles de víctimas de otra dramática realidad histórica:  la guerra civil española del 36,  detonante de la aparición de ETA 23 años después. No quisiera incurrir en juicios de valor pero debo de reconocer que, en Euskadi, muchos pensamos que tras la fijación obsesiva en las víctimas de ETA hay un interés político partidista que le resta credibilidad.
    No me extraña el enfado de Carmen al constatar los rios de tinta que corren a cuenta de este tema, sin dejar espacio a otros problemas mucho mas acuciantes para el conjunto de la ciudadanía V.g el sufrimiernto de tantas y tantas mujeres víctimas de la violencia de género (mas de una muerte a la samana), la sinvergonzonería de muchos gurus de las finanzas, la falta de ética de algunos políticos, etc.
    Siguiendo con el intercambio cordial de opiniones con J.I.C., destacaría unas cuantas frases de su último comentario, en torno a la libertad: …abuso de nuestra libertad…; la libertad de la mayoría…; libertad pausada, cauta y hasta españolizada…; nos han desapropiado de la libertad…
    Supongo que es consciente de que el independentismo vasco nos cuela esta misma palabra en euskera, ASKATASUNA (libertad), hasta en la sopa. ETA -Euskadi Ta Askatasuna , Movimiento de Liberación N.V., Gora Euskadi Askatuta (arriba un País Vasco libre), grito de despedida en todas las reuniones; Euskal gudaria gara Euskadi askatzeko… (somos combatientes vascos para liberar nuestro País Vasco..), canto guerrero por excelencia; etc. E insisten tanto en la libertad porque consideran que…..”el uso perverso y totalitario de la voluntad de los españoles, pasa por encima de la voluntad de los vascos”…
    Como se ve, el juego que puede dar la palabra libertad parece infinito y esto es un problema a resolver. De momento ETA parece haber dado un paso importante con el  cese definitivo de su actividad…..armada para unos, terrorista para otros.  Soy ya mayorcito , pero no pierdo la esperanza de ver el día en el que todos, absolutamente todos, podamos sentirnos libres.
    Ya puedes perdonar Carme por el rollito, pero los sentimientos patrióticos son a veces incontrolables.  Los vascos no somos apátridas. Es comprensible que quienes no se consideran españoles añoren su Aberri, su Patria Vasca. Lamentablemente algunos de estos perdieron el control y acabaron haciendo una sarta de disparates atroces.
    Ahora bien, los españolitos también sois finos con vuestros arrebatos patrióticos. Fijaros lo que nos hacían cantar en la mili (década de los 50):
    Ardor guerrero vibra en nuestras voces;  y de amor patrio henchido el corazón;  entonemos el himno sacrosanto; del deber de la patria y del honor, honor…..
     

  • Eugenia

    Pienso que hay planteamientos, cuanto menos injustos y muy sesgados. Hay una realidad que desde la llegada de la democracia a España un grupo terrorista ( considerado por la mayoría de las organizaciones internacionales ) que dice representar a una minoría de vascos de ideologia nacionalista, de la que se desligan un grupo numeroso que compartían ideología y actividades hasta entonces, asesina a 829 personas, la gran mayoría civiles sin ninguna responsabilidad política, militar o policial, entre estos 24 niños, y entre los políticos personas de diferente ideología http://www.vianetworks.es/personal/angelberto/nin~os.htm
    http://www.interbook.net/personal/angelberto/listatentados.htm

    http://www.interbook.net/personal/angelberto/asesinados.htm

    http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Asesinatos_cometidos_por_ETA_desde_la_muerte_de_Francisco_Franco
     
     

  • JESÚS OLLORA OLARTE

    Me alegro de formar parte de Atrio, porque es muy enriquecedor y vuestros argumentos también. Benditos argumentos ya que exponemos nuestras ideas y las intentamos demostrar para intentar convencer. Vamos a intentar escuchar e intentar entender las razones del interlocutor y así seguro que podemos llegar a acuerdos. Busquemos entre todos la verdad.
    Sigo insistiendo que el momento actual es momento de alegría porque ETA ha dicho que no va a matar.
    El momento actual es apasionante, pero creo que no hay que intentar correr para imponer nuestras ideas a favor o en contra de la independencia, para castigar en mayor o menor grado a unos o a otros y en definitiva para imponer nuestras tesis (no quiero que nadie haga valer su autoridad o poderío a nadie). No quiero falsos mesías que tienen la verdad absoluta. Creo que es momento de paz y reflexión.
    Tenemos que entender por qué es noticia que una concejala de Bildu esté casada con uno del PP, o por qué es noticia que el alcalde de Vitoria (del PP) diga que dentro de Bildu hay demócratas y por qué es noticia que muchos se escandalicen.
    Como no quiero que sea noticia que una mujer, sólo por ser mujer, haya llegado a ser…

    Cuando esas cosas sean naturales dejarán de ser noticias.
    El camino de reflexión es un camino de diálogo, es un camino de empatía. Pero de toda la sociedad, no sólo de los políticos. Es un camino de convivencia plena. No es un camino de vencedores y vencidos de uno u otro bando.
    Saludos
    JESÚS

  • José Ignacio Calleja

    Cadarso, sólo quería entenderte mejor; no era un juicio, eh! Entiendo. E Iñaki prolonga el debate, así que hay materia para que sigas opinando. Por mi parte, descubro en la intepelación de Iñaki, lo pongo como prototipo de otros muchos en los últimos años, algo que no he valorado suficientemente en ese tiempo. Me refiero a lo de la “memoria trampa” y selectiva del franquismo en la democracia, y al sufrimiento que esto acarreaba para muchos vascos. Toda mi vida política ha discurrido en la democracia, y la amnistía la viví como una especie de cota cero, para costruir. Luego he visto que había mucha desmemoria histórica en España, sobre todo, al comprender la importancia de la memoria justa frente a ETA.  Descubrí que había más personas y hechos en la memoria. Todo esto de la memoria, caso por caso, porque el tema se presta a generalizaciones abusivas, donde cuele todo, y todo el mundo se sienta víctima por algo, y crea que debemos callar en qué sentido no es como lo cuenta, o cuenta de oídas y presenta como propio lo que es de otros, o sencillamente, cuenta su sufrimiento y calla sobre su violencia. Con esto último quiero decir que hacer memoria en serio, dará para muchas sorpresas, por un lado, y, por otro, que si alguien es verdugo en algo no se compensa con si es víctima en algún otro sentido. Es enredado pero espero que se me entienda. La condición de víctima y de verdgo no se compensa en cada persona, ni en todos juntos. Todo bien lejos del “buenos-malos, blanco-negro”. 
    En este sentido, sí nos conviene a los vascos, y más a la izquierda abertazale, reconocer “cosas”. Por ejemplo, que de la media España que se alzó, un parte de ella era Euskal Herria en lenguaje de hoy; porque no se puede pensar en la EH de los siete territorios, para unas cosas, y reducir la EH de la guerra al nacionalismo vasco. Este es un factor interesante, y es la tranquilidad con que decimos EH es ahora esto, y luego aquello; para la lengua, hasta aquí, para decidir, hasta aquí; para la cultura, hasta aquí, para el mapa, hasta aquí; para ETB1, hasta aquí, y para ETB2, hasta aquí; y entonces, la realidad social es una masa a la medida del molde y el fin de cada momento. 
    En este sentido, el primer fallo del llamado MLNV, además de la violencia en sí, es justificarse en la existencia desde la voluntad de los vascos, aunque fuera que éstos el reclamaban y exijían su desaparición; que la gente a acude a votar y elige a otros, no importa; sencillamente ETA, y la izquierda abertzales, nos ha considerado durante los últimos, al menos veinte años, personas alienadas que no obedecían a una concienca recta y debida de su ser vasco; inmigración por inculturar; lo peor, enemigos potenciales, y reales del ser del pueblo, de EH, si te significabas. Y un MLNV que subsiste alrededor de ETA durante años, contra la mayoría de su sociedad, y despreciando su voluntad, es totalitarismo político. Y quien ahora viene al juego democrático, con armas políticas, sólo, es un gozo, y vamos a hacer camino juntos, pero lleva esta historia a sus espaldas, como la represión franquista lleva las suyas. No las igualo, digo que cuando te excedes moralmente hasta el asesinato, o lo encubres, o lo jaleas, o aceptas su fruto, eso es lo que hay, que te lo recordarán siempre. Aunque juntes 50.000 jóvenes, lo mejor del pueblo, tendrá que reconocer que no jugaste limpio en ese pueblo, que no aceptaste su composició real cuando te perjudicaba, que no tuviste paciencia política para ganar la calle políticamente, y esto va contigo, con el MLNV reconvertido a la política. A mí me parece que la imperfecta democracia española dio claras muestras en EH de que el pueblo, la mayoría del pueblo, ¡no el de los selectos y puros!, no quería el camino de ETA y del MLNV, y quien rehus el camino democrático, ¡con los reparos que se quiera!, y siguió el de la violencia, sabe que nos ignoró a los propios vascos, que pasó por encima de nosotros; dirá que por nuestro bien, por la justicia, por el deber de pueblo, por la libertad de todos… pero él sabe, o sabrá, y sabrán los suyos, que fue en abuso de nuestra libertad, tomándose lo más grande de otros, la libertad de la mayoría, y la vida de no pocos. Esta memoria es irrenunciable. Yo no aspiro a que le llamen terrorismo desde izquierda abertzale, no, sino a que reconozcan algún día que vivieron ebrios de verdad excluyente para no soportar la condición igual de los demás vascos y su libertad pausada, cauta y hasta “españolizada”. No lo han podido soportar, y cuando nos han desapropiado de esa libertad, han decidido construir un relato que los justifique, el MLNV. Y supongo que esperan que todos lo demos por bueno, pero en el inicio, no sé el día y la hora, ¡podemos discutirlo! hay un momento original de uso perverso y totalitario de la voluntad de unos (los menos) por encima de otros de su pueblo (los más), y eso está ahí; y como hecho moral, junto a los asesinatos, es el más deslegitimador de ETA y el MLNV. Todo esto, a mi juicio, claro está. Por eso creo que mucha gente en el MLNV, y pienso incluso en Otegui, sabe que hay una sombra original en lo que venga en el futuro de EH; y no sólo es la larga sombra del franquismo.
    No debería extenderme tanto. Sea muestra de que me tomo en serio a otros. Paz y bien. 
    Por eso me sorprendió en algo la Conferencia de Aiete, (los mediadores) porque no evitaron, a mi juicio, un lenguaje que siquiera dejará dudas sobre si la violencia fue tan inevitable como eso de la “confrontación armada” supone. (Creo).

  • Carmen (Almendralejo)

    Toda reivindicación queda desestimada cuando acaban con la vida de inocentes, que ni saben ni entienden de la guerra de unos y de otros.
    Y por supuesto, se vendió la historia de manera que lo conseguido nunca era, es lo suficiente para parar las muertes de victimas contra las poblaciones…
    En fin que somos prehistóricos, en eso de la tierra, el vocablo y toda la releches que queramos decir, y por supuesto creo que ninguna vida se debe perder porque un trozo de tierra se llame Extremadura, la Rioja, Cataluña o Alicia n el pais de las maravillas

    Porque en definitiva, quienes plantearon esta guerra, están vivos, sus hij*s no mueren como tampoco mueren l*s hij*s de quienes hacen estas, sino L*S DESGRACIADOS QUE SE CREEN LA MENTIRA QUE LES HAN METIDO EN EL COCO.

    Nada justifica, coger la metralleta, y poner bombas indiscriminadamente, es un fundamentalismo como las inmolaciones religiosas…

    Y no siempre son quienes dicen haber perdido más, o menos libertad tienen los que escogen meterse en este circo romano de césares y mártires.

    Como muestra este botón de lo que sufrieron en el sur, muchas mujeres… Y que poco se dice en los medios de comunicación ¿…?

    http://www.facebook.com/l.php?u=http%3A%2F%2Fwww.elpais.com%2Farticulo%2Fandalucia%2FMujeres%2Frojos%2Fvidas%2Fsilenciadas%2Felpepuespand%2F20111023elpand_6%2FTes&h=wAQGKi-_wAQGjOXFC-foknmFNysgEuLsDZvWALJ2gpyUClg

  • Iñaki S:S,


    Muy interesante y digna de admiración la reflexión de José Antonio Calleja.  Su tono dialogante anima a entrar en el debate político. Por supuesto que el no matarás moral no admite discusión.
    El problema está en que un sector bastante potente del Pueblo Vasco si ha justificado la violencia de ETA hasta el día de hoy.  Ellos nunca le llamarán terrorismo porque la actividad armada de ETA la encuadran dentro de un Movimiento de Liberación Nacional Vasco. Impresionaba ver a las cerca de 50.000 personas, la mayoría entre 20 y 40 años, desfilando por Bilbao el pasado sábado 22.10.2011. Me refiero a la reciente manifestación de la izquierda abertzale, junto a quienes firmaron con ellos el Acuerdo de Gernika,(IA, EA, ARALAR, ALTERNATIVA). ¿Cómo no tratar de entenderles ahora que han vuelto al camino de la paz?.
    Por desgracia, remontándonos hasta 1936, nos encontramos con que media España justificó la violencia brutal del Alzamiento Nacional de Franco contra la Republica, en general, y contra el nacionalismo vasco en particular. ¿Cuantas víctimas inocentes inolvidables?. Todavía resuena en muchos oídos aquello de …”muerte al rojo separatista”. Y no solo  nadie se arrepiente, sino que se continúa haciendo tropelías disfrazadas de legalidad. ¿Qué clase de justicia es la que imparte la Audiencia Nacional?. Y, sin embargo, hay quienes piden una especie de Nüremberg contra los que han justificado a ETA, en lugar de conferencias como la reciente de San Sebastián. ¿No habría que preguntar antes por qué no hubo un Nüremberg para juzgar el franquismo?.
    Termino con una pequeña reflexión sobre lo que yo llamo memoria trampa.
    Quienes han convivido o conviven con personas mayores saben lo bien que suelen conservar la memoria histórica. En el día a día pueden olvidarse de casi todo. Sin embargo, son capaces de sorprenderte recordando con precisión vivencias de hace un montón de años. ¿A que viene esta introducción?. Para recordarles, a quienes nos bombardean constantemente con la memoria de las víctimas de ETA, que en Euskal Herria sigue muy viva la memoria de las víctimas del franquismo. Sin ir mas lejos, el relato de los bombardeos de Otxandio y Gernika aún abrase el alma de los supervivientes que los padecieron y el de sus familias. ¡Que la última gran tragedia sangrienta, española y vasca, no empieza en 1959 con ETA, sino en 1936 con Franco!.
    Somos un pueblo pequeño y nos conocemos todos, los buenos no tan buenos y los malos no tan malos. Hemos sufrido primero con el dictador y luego con los falsos liberadores. Pues bien, con el mayor respeto hacia todas las víctimas, no podemos dejar de denunciar la desmemoria de quienes, con su memoria trampa, mirando hacia atrás detienen la historia en los 52 años de actividad de ETA. Ha llegado el momento de construir una convivencia sostenible. ¿Cómo?. Apoyándonos en un relato objetivo, sincero y sin trampas, al que se ha de llegar buscando entre todos la verdad.
     

  • h.cadarso

    J. Ignacio Calleja: Quizá cargué demasiado las tintas en mi crítica a la democracia ramplona que tenemos y pude dar la impresión de que justifico a ETA. No se trata de eso, sabes bien que a nivel europeo, las estrategias de los partidos comunistas de Europa occidental apostaron siempre por procedimientos democráticos; también el PCE. Yo he andado desde el principio en esa onda; comprendo a Jose Bergamín, pero no participo las formas y alineaciones en que se embarcó en vida.
    Pero hoy es hora de no dejar de la mano las reivindicaciones del 15-M, de oponerse por igual a las pretensiones de la  derecha y a la violencia de ETA. La violencia no arregla nada, lo pone peor; pero yo iría más allá: luchar por la independencia política, y aceptar el dominio de los mercados sobre nuestros gobiernos, es una contradicción y un disparate. No nos gobierna Madrid, creo yo:  porque a Madrid y a nosotros nos gobiernan Wall Street y la City de Londres…y el personal erre que erre con Madrid…Admitamos por lo menos que para un nacionalista hay dos frentes a cual más importante…

  • José Ignacio Calleja

    Disculpadme los fallos mecanográficos, no debería correr tanto.

  • José Ignacio Calleja

    H. Cadarso, me gusta tu claridad, porque planteas el problema en serio. No estoy de acuerdo en lo que sugiere tu silencio ane las preguntas que nos haces, y me explico ahora, pero me gusta tu claridad en el diagnóstico. No lo voy a repetir. Ahora bien, ésta mi pregunta, si subsiste el problema de las víctimas de la guerra en toda España, y el conflicto vasco en Euskadi, desde 1936, y la democracia vigente deja mucho que desear respecto de la superación de estos dos conflictos, ¿crees que eso justifica la violencia de ETA hasta el día de hoy? No digo si se explican cosas, sino si llegado el atentado tras atentado, ¿crees que yo, ¡y muchos otros!, hemos acertado diciendo “eso es asesinato y terror”, y no tiene justificación moral en la discutida democracia española del presente? Yo creo que es importante tener claro esto y decirlo. Al margen de si se apropian o no de esto quienes no se lo merecen, me refiero a la gran derecha postfranquista, la cuestión es si se daban condiciones objetivas en el pueblo vasco y los pueblos de España para organizarse como grupo armada y practicar el terror contra los adversarios políticos. Yo lo he tenido claro hace años: el pueblo vasco, perdedores y ganadores de la guerra, participa de una conciencia moral en política que destierra la violencia de su convivencia, y quien la ejerce, fuera de la ley común, no puede obrar en nuestro nombre; es un delincuente, y no podemos desear sino su detención. Quien se salte esta conciencia moral compartida de “no matarás” en la vida personal y pública, no representa al pueblo vasco, ni obra en su nombre, sino desde una conciencia de elegido o vanguardia que para nosotros hace lo que nadie le ha pedido y nos obliga a unos medios, y seguramente fines, que nos correponde reclamar y defender. Y si la democracia española es tan insuficente, somos mayores de edad para buscarnos la vida; a no ser que ETA, y este es el problema, pensara, y piense, que vamos a resolver el conflicto de un modo que nos nos conviene, porque el Estado es demasiado fuerte y nosotros, las vascos de paz, demasiado maleables; y a lo mejor, digo a lo mejor, mucha gente en la izquierda abertzale ha pensado durante años lo mismo. Así que, viene el tutor, y con buena dosis de terror, nos conduce por el camino del bien; el bien que la historia ancestral y la naturaleza del pueblo se debe a sí mismo, como liberación, lo vea o no en el estado de libertad ideológica que el poder permite. O sea, ETA es el Mesías sacrificado por nosotros y para nuestra salvación; hemos de estarles agradecidos, y obedecerles amistosamente porque quien bien te quiere, te hará llorar. Y si dice que, eres un traidos a la causa vasca, que, por supuesto, ellos definen para todos. Perdona que me haya ido tan lejos, total para decir, que no me aparto de la crudeza de tu diagnóstico pero no creo haberme equivocado en una lucha ideológica y moral contra ETA, en estos dos sentidos, no se puede matar, los vascos no lo aceptan moralmente ni para su conflicto ancestral ni para ninguna causa política propia; y no se puede llevar al pueblo con un menor de edad a dónde no vea claro si quiere ir, ni para su bien. El que rompe esta doble regla, no importa si se explica su conciencia herida y su dolor tras el 39, insisto el que la rompe, obra injustamente, en la cuanto a la ética, y totaliriamente, en cuanto a la política. La mayoria de los vascos creo que pensamos así, y nadie puede venir representarnos de otro modo sin nosotros. No sé si Cardarso piensas parecido a lo que digo, no lo sé; yo creo que esto no debemos callarlo ni aunque políticamente pudiera beneficiar inicialmente a nuestros adversarios; a la larga, la verdad, en la historia política de los pueblos, siempre se abre camino.  Por eso creo, y termino, que una buena pregunta tuya es ésta que sigue, pero pienso que deberías responderla en relación a lo que ha sido ETA: ¿ese organigrama (la democracia española) funciona con la debida seriedad y con los poderes suficientes para recoger y dar respuesta a la voluntad popular y al problema pendiente? ¿Creemos de verdad en las garantías de nuestro sistema democrático? Yo te la respondo así: funciona con dificultades casi insalvables, pero es el propio pueblo, los pueblos, quien tiene que saber hasta dónde, cuándo y arriesgando qué, quiere llegar; y nadie más sabio, más listo, más libre, o más santo tiene que dictárselo por su bien Sn ideas sueltas. Paz y bien.

  • Carmen (Almendralejo)

    Querido amigo Honorio… Dices, bien cuando dices que aquí es un lugar o espacio donde nos podemos sentir reconciliad*s, abrigad*s y en cierta manera en el regazo que podemos intuir, como aquel que algún día tendremos como lugar donde toda persona cabe, sin necedades, sin insuficiencias tan tangibles y terrenales.
    Cuanto acabas de decir, sobre las reivindicaciones del 15-M, de una Democracia Real YA, y la demagogia barata de los señores que se autoproclaman haber conseguido ¿Qué me pregunto?
    ¿Cómo pensar que hemos conseguido un cupo mayor de democracia, que cada persona se sienta más seguro, porque ahora no nos puede matar ETA con bombas…?
    ¿Qué seguridad no están dando, ofreciendo de una vida, los señores que tienen la osadía de resquebrajar nuestras certezas de un mundo mejor, y más coherente en años venideros?
    ¿Por qué este robo a la inteligencia no es merecedor de que se agrupen personas que les obligue hacer lo que es en verdad una DEMOCRACIA DE Y PARA EL PUEBLO?
    ¿Por qué si hablamos, dialogamos y nos manifestamos PACÍFICAMENTE nos tomas por el pito del sereno?
    ¿No tenemos otras medidas que la violencia para que nos devuelvan lo que nos pertenece?
    No veo, escucho, y cambio de canal el televisor cada vez, que salen hablando de la política, estos marrulleros que solo hacen vernos salir conejos de la chistera… Y que son tan malos que piensan que aún somos ese población inculta y sin saber leer en las caras y en los gestos.
    Las personas de bien, no necesitan medios de comunicación para saber las mentiras, lo que se cuece detrás de cada embuste.
     

  • h.cadarso

    El tono y el contenido de los comentarios que hemos descargado en Atrio me relaja y me reconcilia con todos vosotros. Bravo, Pepe Sala, bravo, Iñaki S. Sebastián, bravo, María Pilar, y Carmen, y Olarte, y Margarita! Y todos. Uno termina por aceptar que, efectivamente, Atrio es una peña de gente que piensa bien y tiene los pies en el suelo. Quizá a veces nos pasamos y nos ponemos pesados con temas de culto y clero…pero por lo demás formamos un equipo de champions para arriba.
    Atrio me ayuda a superar  el sinsabor, el asco que me dan los comentarios que oigo en la tele y en los medios informativos. Ese autobombo de Peperos y Pesoeros, esos elogios a nuestra inmaculada democracia que con el final de ETA ha conseguido su plenitud…¿Dónde han quedado las denuncias de los del 15-M pidiendo democracia real ya, abroncando a los políticos corruptos, tritando “que se rekorten ellos los güevos” como gritaban el otro día en Bilbao….?
    Quizá, y sin quizá, los del otro lado, los de Bildu y compañía, podrían suavizar un poco el lenguaje y esperar a que se nos pase a todos el soponcio y las celebraciones y los champanes. Aunque…me acuerdo en este momento, ya lo he dicho, de José Bergamín, de la república que debería ser restaurada y está tan olvidada y condenada…Me acuerdo y lamento que las reivindicaciones del 15-M se han quedado también orilladas y arrinconadas con esto de ETA. Y a mí los derechos de los trabajadores siempre me han preocupado más y por delante de las patrias y los patriotismos, que tantas veces han sido la tapadera de los intereses de los capitalistas…Yo le pediría a Bildu que además de atacar el problema de ETA y de la paz siga atacando el problema de la crisis y asuma con entusiasmo las reivindicaciones del 15-M.

  • Iñaki S:S,

    Creo que para centrar el debate conviene leer comentarios como este(Deia).
    La guerra ha terminado
    Jon Mikel Uria – Sábado, 22 de Octubre de 2011 –
    Es hoy, y no el primero de abril de 1939, cuando la Guerra Civil que ha enfrentado a vascos y españoles entre sí y unos contra otros ha terminado.
    Es evidente para mí, y creo que para más gente, que la actividad armada de ETA era la última secuela violenta de la Guerra Civil que enfrentó a vascos y españoles entre sí, y a varias bandas: vascos contra vascos, vascos contra españoles, españoles entre sí. Y lo digo desde el punto de vista de sus hoy casi extintos protagonistas. Hoy, mi tío Santiago Uria, con 94 años, que participó en la refriega, ha fallecido. Con las facultades mermadas, hace pocos días me preguntaba por el resultado de la guerra. ¡Hasta dónde les marcó!
    Pienso que debemos en este nuevo tiempo eliminar la idea de vencedores y vencidos, como sabemos la tesis del caudillo: “Cautivo y desarmado el Ejército Rojo…” no funcionó. En todo caso, puede haber acertados y equivocados, todos parcialmente.
    Hay que centrarse en las consecuencias del conflicto: Sé que es egoísta, pero no puedo dejar de decirlo, me acuerdo de Korta y de Uria, y me pregunto cómo estarán viviendo este día. En el largo recorrido del conflicto violento (1936-2011), guerra abierta, maquis, represión, todas las víctimas merecen el mismo respeto. También nosotros, que crecimos en el absoluto desconocimiento escolar y oficial de nuestra lengua y cultura, ignorada y escarnecida, como dijo el primer lehendakari en Turtzioz.
    También merecen respeto los detenidos con sentencias exageradas, los torturados, los engañados por pretendidos remedios mágicos, que están en la cárcel. También para ellos debemos encontrar solución y reinserción.
    Nuestro País, nuestra Patria debería, creo yo, agradecer y sobre todo reconocer el trabajo de los muñidores de la solución. Sabremos el nombre de algunos con el tiempo. Bastantes de ellos forman parte de los denostados políticos. Pues bien, resulta que también saben hacer cosas como esta, y parece que se ganan el sueldo. No lo han debido pasar bien, alguno como Egiguren han saltado. Vaya para él mi respeto y cariño.
    Tomando este tipo de decisiones y riesgos, sí construimos una Nación.
    20 de octubre de 2011, la guerra ha terminado.
     
    Personalmente lo suscribo en su totalidad, al igual que hice desde Iruña con el comentaros de H.Cadarso.  Si olvidamos estas cosa el relato quedará eternamente incompleto y la convivencia andará siempre coja.
     

  • mª pilar garcía

    Tienes  razón Pepe:

    Después de ver la entrada que nos has puesto… Da escalofríos llenos de gran tristeza.

    ¿Es que no hemos aprendido nada en estos años, para seguir insultando por tener maneras de pensar distintas?
     

    Lo más triste es, que si se cumplen las expectativas (según encuestas) volverán a triunfar los de siempre, y volverán a resurgir, movimientos que parecía se habían acallado por el paso del tiempo, que debía ir curando heridas.
     

    Me he enterado esta mañana de la noticia sobre ETA, y mi corazón se ha alegrado:
     

    ¡por fin!
     

    Hay que llegar a poder dosificar, los sentimientos de repulsa; hablo desde el dolor en la propia familia…
    Ya ha pasado mucho tiempo, y queda mucho por andar; no pongamos piedras a las ruedas de este “carro” que quiere comenzar una nueva andadura.
     

    Hay que tener una mirada de justicia, pero jamás:
     

    ¡¡¡Justiciera!!!
     

    Eso nos sigue convirtiendo en personas muy duras de corazón y sin posibilidades de avanzar.
     

    Un abrazo lleno de esperanza, en un futuro en paz, reconociendo el dolor de las víctimas:
     

    ¡¡¡De todas las víctimas, todas!!!

    mª pilar

  • JESÚS OLLORA OLARTE

    No quiero que haya más muertos.
    No quiero odio.

    No quiero violencia.
    Quiero paz.
    Habrá que luchar para que esto funcione.
    Esta mañana la gente estaba alegre.
    Celebraba la noticia.
    He felicitado a mucha gente y a mí también me han felicitado.
    Hoy no quiero ser escéptico, quiero ser optimista.
    Quiero ser positivo.
    Hoy no quiero poner trabas a la felicidad,
    No quiero rencores:
     hoy no toca.
    Parafraseando a Becquer
    Hoy la tierra y los cielos me sonríen;
    hoy llega al fondo de mi alma el sol;
    hoy la he visto.., la he visto y me ha mirado…
    ¡Hoy creo en Dios!

    He visto la noticia y me ha mirado mucha gente con alegría en los ojos
    ¡Hoy creo en Dios!
    Hoy creo en la humanidad.
    Un abrazo para todos
    JESÚS

  • pepe sala

    Puede que sea buen momento para PONER DE MANIFIESTO, nuevamente, la realidad española.
     
    ¿ Alguien requiere perdones?…
     
    Pues comiencen a dar ejemplo y luego se lo piden ustedes a los demás:
     
    Para ilustrar mi argumento véase este pequeño vídeo:
     
    http://www.foroporlamemoria.es/pl.php?id=486
    Y uestedes seguirán silenciando las bocas de quienes conocemos la realidad ( tanto de ETA, como la otra) pero con ello no solucionarán absolutamente nada. Al contrario, las cosas se les complicarán doblemente.
     
    La “Gallina de los huevos de oro” ha muerto, veremos ahora las consecuencias en las listas del paro y quienes estaban tan encantados con los sueldazos que cobraban por vivir como  ” curas” y sin pegar palo al agua tendrán que volver a plantar patatas a sus pueblos o a recoger aceitunas con las frias heladas…
     
    Lo siento, pero no me he podido aguantar para decir lo que llevo diciendo hace más de 20 años.
     
    Bien por la sociedad vasca ( y la española que ha soportado a unos y otros… no me refiero a la sociedad ” falageta”, “carlista”, clerical, vagos y vividores a cuenta del dolor ajeno, obviamente) y mucha satisfacción personal. Al fin ha llegado la medida más inteligente que la Izquierda Abertxale ha podido tomar. El disgusto lo tiene el PPSOE y quienes pensaban vivir toda la vida a cuenta de la ” gallina de los huevos de oro”
     
    Quien quiera vivir decentemente que trabaje decentemente. Y éso va para los unos y para los otros.
     
     
     
     
     
     
     

  • Margarita Aguirre

    Yo, desde Pamplona.-nacida en Donosti, criada en Bilbao, Estudiando en Valladolid la licenciatura. Casada,-es lógico-, con un vallisoletano que entonces estudiaba derecho.
    Oposito y elijo Pamplona, para estar cerca de mi padre viudo, y de mi abuela, su suegra, con la que siempre vivió. El de Valladolid encuentra trabajo en Pamplona……Mis hijos son más pamplonicas que el encierro……
    Cuandoa las siete de la tarde he oido la noticia…..se me han llenado los ojos de lágrimas.Todavía me cuesta creerlo, pero si es verdad, Eta ha sido vencida………

  • Iñaki San Sebastián

    Estoy de prestado en Iruña y no puedo extenderme. Hoy me limito a suscribir, punto por punto, el comentario de H. Cadarso.  No tiene desperdicio. De regreso a Getxo espero volver sobre el particular.

    Mi admiración también hacia Carmen que, siempre en su línea, dice verdades como puños.

  • h.cadarso

      El tema es abordado en este caso desde la perspectiva muy muy concreta de ETA, y justo en el momento del encuentro internacional sobre el fin de la v iolencia en Euskadi que se acaba de celebrar en San Sebastián.
      A mi juicio, habría que abrir el abanico y la mirada hacia atrás, hasta 1936, la rebelióm militar, la guerra civil y la dictadura, y la “transición democrática”.
      Algunos, con motivo, consideran que las heridas de aquella guerra  se cerraron en falso, que no hubo reconciliación, que no hubo satisfacción a las víctimas. Hoy, entre otros, la derecha española exige rendición y petición de perdón a ETA. La misma que sigue negándoselas a las víctimas de la guerra civil…
      Si hablamos de  paz, de superar las tensiones, debemos superar ambos conflictos, el que hoy afecta a una parte de nuestro país, Euskadi, y el que todavía está sin solucionar a nivel de todo el estado…
      En realidad, cabría decir que el nuevo orden constitucional y el estado de las autonomías han dotado al organigrama político de los instrumentos apropiados para la solución del problema vasco: tenemos un parlamento vasco, un gobierno, desde los cuales se podría abordar el debate y la solución al conflicto…Y de ese modo no tendría ningún sentido o no sería necesario que altas personalidades de fuera viniesen a asesorarnos o proponernos las vías de solución.
      Pero, ¿ese organigrama funciona con la debida seriedad y con los poderes suficientes para recoger y dar respuesta a la voluntad popular y al problema pendiente? ¿Creemos de verdad en las garantías de nuestro sistema democrático?
      José Bergamín, un escritor, ensayista y poeta comunista y católico de la Generación del 27 volvió a España del exilio de Méjico, se sintió incómodo en otros lugares del estado, y se refugió en Euskadi, colaborando a tope con la prensa de la izquierda  abertzale hasta su muerte. Y pidió a sus amigos que le enterrasen en tierra no española; está enterrado cerca de la frontera de Irún, pero en territorio del estado español.  José Bergamín, el mismo que organizó y dió vida al Congreso de Intelectuales de todo el mundo en favor de la República que se organizó en Valencia en plena guerra civil,  no creyó en la actual democracia española…
      Tengo buena amistad con la viuda de Santi Brouard, el médico pediatra asesinado por el GAL. Santi Brouard era partidario de superar el conflicto vasco o como lo queráis llamar mediante la negociación. Probablemente por eso lo asesinaron…Mi amiga Teresa Aldamiz se ha cerrado a todo diálogo con los unos y con los otros. Hay palabras que se dicen y sobran, hay silencios que deberían expresarse, pero parece que todavía no se ha creado el clima propicio para que hablen los que tienen que hablar y se callen los que no tienen nada positivo que decir.
     De todos modos, puedo decirles que el fin de semana pasado no estuve en San Sebastián con los de ese foro por la paz, sino en la Gran Vía de Bilbao con los del 15-O, gritando contra los políticos corruptos y contra los banqueros. Eramos más de 10.000…A algunos, también aquí, nos preocupa más que nada la situación económica.

  • Carmen (Almendralejo)

    Gastemonos el dinero que no hay para poner pulseras a los asesinos de mujeres, a los hombres que dejan sin madres a niñ*s, gastemonos los millones de € que no tenemos en Sanidad, en Educación en Transporte públicos y en arreglara las carretaeras…
    Sí para que unos yupis obtengan todo, mientras otros sacan rentabilidad de algo que no fue necesario ni siquiera empezar.

    Porque si toda injusticia se hace con metralleta, deberiamos haber matado al primer hombre que mató a una mujer, a un niñ*.
    Esto huele que te cagas, con la que está cayendo, como nos están exprimiendo y siempre intentando sacar ¡Ya está bien!

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