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Relativismo papal

Ya no se trata de seguir dándole vueltas a la Jornada Mundial de la Juventud. Pero la doctrina papal allí proclamada merece ser reflexionada y discutida por creyentes y no creyentes. Este artículo de Augusto Klappenbach, filósofo y escritor –Público, 15-09-2011- apunta a un tema crucial que sigue enfrentando la concepción teológica que quiere imponer Benedicto XVI con la misma raíz de la modernidad: la autonomía de la persona humana.

La visita del papa ha generado numerosos comentarios sobre su financiación con dinero público, la desmesura de sus celebraciones y, en general, sobre la oportunidad de la implicación del Estado en un acto religioso realizado en un país aconfesional. Sobre estos temas creo que está todo dicho.
Pero, terminada la visita y felizmente recuperada la vida normal de Madrid, quizás sea el momento de reflexionar acerca de algunos de los temas que el papa ha tratado en sus discursos.

Una de sus ideas más repetidas es la contraposición que denuncia entre “el relativismo moral” que impera en las sociedades que han abandonado las creencias religiosas y la “radicalidad evangélica” que predica la Iglesia y que fundamenta una ética solidaria basada en valores firmes. La idea no es nueva y antes de esta visita había sido uno de los ejes de su enfoque pastoral.
Supone por lo tanto el papa que la religión constituye una garantía para la conducta moral y, más aún, que sin ella la moralidad corre el peligro de caer en un relativismo en el que “todo vale” y prevalecen los intereses particulares sobre el bien común.
Dos argumentos pueden oponerse a esta doctrina papal.

El primero es de tipo histórico. Es verdad que el cristianismo, en su mensaje original, inaugura unos principios morales novedosos que abren el camino para una ética de fraternidad universal. Pero este mensaje cristiano poco tiene que ver con la moral que impone la Iglesia cuando se convierte en un poder hegemónico. Durante los siglos en los que ha prevalecido la religión como ideología dominante, la moral pública no pasa por sus mejores momentos: ¿habrá que recordar la intolerancia religiosa, los crímenes de la Inquisición, la sumisión de la mujer, la bendición a los opresores? Hay que esperar a la Modernidad, un movimiento que no es precisamente religioso y al cual la Iglesia se opuso con todas sus fuerzas, para que surjan trabajosamente y con muchas contradicciones algunos valores morales coherentes con lo que el cristianismo predicó en sus orígenes, como la aspiración a una fraternidad universal, la tolerancia religiosa y los derechos humanos. Muchos de esos valores, como la libertad religiosa y la separación de Iglesia y Estado, fueron condenados explícitamente por la Iglesia. “Pestilente error” llamaba un papa a la libertad de conciencia.

Pero existe también una razón filosófica contra ese argumento que defiende la dependencia religiosa de la moral. Benedicto XVI tiene fama de teólogo ilustrado y supongo que conoce la postura de Kant sobre el tema. El pensador alemán sostiene que toda moral que no se fundamente en la decisión autónoma, libre y responsable del ser humano se reduce a obedecer normas impuestas desde fuera y carece de valor ético. Y eso, aun cuando el origen de tales normas sea un mandato divino. Dicho en otras palabras: la mera obediencia a los mandamientos de Dios no implica ningún mérito moral. Los valores morales, para ser auténticos, deber surgir de una decisión autónoma del hombre y no de la obediencia a un mandato externo, cualquiera que sea su origen. Y en este sentido la moral es anterior a la religión: aunque Dios no existiera, los deberes morales no perderían nada de su fuerza.
Desde luego, Kant era cristiano y creía en Dios, aun cuando la Iglesia incluyó sus obras en el Índice de libros prohibidos. Pero para él Dios no era un legislador que impone sus mandatos, sino la coronación del orden moral, el que hace posible que la felicidad sea el resultado –no el premio– de la vida buena. Y desde este punto de vista la religión no constituye ninguna garantía de moralidad. Tampoco, por supuesto, de lo contrario. Muchos creyentes adoptan, quizás sin saberlo, la concepción kantiana y concilian sus valores morales con sus creencias religiosas sin necesidad de utilizar esta últimas como un instrumento para controlar su conducta.

Pero queda por resolver el segundo término del argumento papal. ¿Una moral sin Dios es necesariamente relativista, de modo que sus decisiones dependen de la conveniencia de cada momento y carecen de valores absolutos?

También aquí pueden aducirse dos tipos de argumentos.

El primero se basa en la experiencia: no parece que el ejercicio de la religión tenga alguna influencia en la calidad ética de la conducta de los seres humanos. Buenas y malas personas, relativistas y no relativistas, las hay equitativamente repartidas entre diversas creencias e ideologías. Pero, además, suponer que una moral laica renuncia a valores absolutos y cae necesariamente en el relativismo implica, como mínimo, una total ignorancia sobre el tema. Volvamos a Kant: según él, el criterio moral por excelencia consiste en considerar a toda persona –también la propia– como un fin en sí misma. Es decir, en valorarse a sí mismo y a todos los demás no como meros instrumentos que pueden ser utilizados según la conveniencia del momento sino como poseedores de un valor absoluto, un valor que no depende de su utilidad sino que descansa solamente en su condición de seres humanos y que por lo tanto merece respeto. Nada más lejos del relativismo moral que el papa condena, y que está presente, es verdad, en algunas versiones de éticas posmodernas, pero que de ninguna manera puede extenderse a la moral laica en general. Una moral sin Dios no carece de absolutos, entendiendo por tal aquello que vale por sí mismo: sólo que el absoluto no está situado más allá del mundo, sino en la misma tierra. Son los seres humanos de carne y hueso y no un código moral que proviene del más allá.
Creo que la radicalidad ética que postula el papa resulta mucho mejor asegurada por el respeto a todos los seres humanos que por la obediencia a mandatos cuyo supuesto origen divino le ha costado el cuello a más de una persona.

86 comentarios

  • M. Luisa

    Ya se me perdonará si irrumpo ahora aquí de nuevo sin  tener en cuenta    el hecho de que  el otro día me despidiera  de  este hilo,  pero, tal vez con esta otra modesta aportación  se pudiera desenredar  algún nudo   dialéctico  de estos que dificultan  tanto la marcha de la búsqueda hacia  la verdad

     
    ¿Dónde está en lo que llevo dicho que la moralidad dependa mismamente de  nosotros? Esto sucedería si nos replegamos, como así parece haberlo entendido el amigo Santiago,  en nosotros mismos. Sin embargo,  este repliegue  es justo lo contrario de lo que vengo diciendo al referirme estructuralmente a la persona, es justo despliegue y no repliegue.
     
    Para evitarme argumentaciones que resultarían  algo  pesadas, pregunto  ¿no pudiera parecernos   que el repliegue y el despliegue tuvieran algo que ver con  aquella diferencia  que señalé  desde  un principio  entre el tener un organismo o el poseer la vida.? El tener  puede incitarnos  al repliegue, en efecto, pero   el poseer nos invita a desplegarnos en lo que somos realmente. Estas dos visiones  dan pie  a que se produzca el grave equívoco  de  pensar la subjetividad humana en términos de sujeto.
     
    La subjetividad no es ese “mí” relativo a mis tendencias personales a las que al  parecer se refiere Santiago,  sino que la subjetividad,  dentro de la estructura humana, está constituida por ese momento  de ser “mío”  en un acto de apropiación, el primero como ya dije y no que,   por el  hecho de  ser mío  no sea sino exclusivamente mío. Aquí reside el grave equívoco que a mi entender  le lleva a Santiago a  dejar de lado  despreciativamente  la subjetividad humana  y verla como un mero subjetivismo.

     
    Pero lo más tremendo, dialogalmente hablando,  que en mi opinión  descubro de su comentario,  es lo que precisamente a raíz de ese subjetivismo nos dice que  “… es  mejor  que “me apropie”  de una ética moral externa en la que los principios del bien, etc.,” pero esto,  amigo mío, ¡en manera alguna es una apropiación!! Sino  un sometimiento.

    El concepto de apropiación, al menos en el sentido que le doy en el tema que nos ocupa, no tiene nada que ver  con la apropiación de cosas,  sean éstas internas o externas, como por ejemplo en el  de esta  cosa llamada ética-moral, sino de lo real de ellas. La apropiación tiene que ver con lo real. Yo me puedo  someter   a una ética si ignoro el despliegue de mi persona, es decir si  previamente antes de mi despliegue real atiendo a la propuesta de  alguna autoridad que me habla del bien como principio. Pero como ya dije  la inaprehensión del bien  lo hace imposible como realidad. Es lo bueno de las cosas que, por ser real,  es lo aprehesible  de ellas y por serlo nos lo apropiamos.

    Bueno lo dejo aquí, un cordial saludo

  • Santiago

    Si abandonamos toda regla MORAL externa y nos replegamos en nosotros mismos entonces nuestra moralidad sera relativa a “mis” problemas y somos nosotros los que fijaremos esas normas que en este caso serán meramente subjetivas..de acuerdo a mi propio y unico parecer, pues el de los demás tendrá importancia para ellos, pero el “mío” sera primero, pues yo estaré convencido de que tengo la razón..Se ve entonces que esta moral sera siempre acomodada a mis intereses personales…Para evitar ese subjetivismo equívoco -sujeto siempre a la posibilidad de error- es mejor que “me apropie” de una ética-moral externa en la que los principios del bien común tengan el consenso -al menos- de la mayoría que promueve la etica…Principios cuya practica  se comprueban por la experiencia…que dice que solo la apropiación en mi conciencia de que lo que me dicta la norma es bueno y es la unica razon por la que mi acción es moralmente lícita ya que nosotros, los humanos, carecemos del don de la infalibilidad en cuanto a juicio moral..siempre sujeto a error…De hecho, muchas veces tenemos que consultar a un experto o a un experimentado moralista para saber si mi accion va a ser lícita desde el punto de vista moral…
    Como la puesta en práctica de la “moral relativa” desde hace algun tiempo ha traído al mundo una verdadera catástrofe moral, (solamente hay que leer la prensa diariamente para darse cuenta) se ve que este método subjetivo no es efectivo…..Solamente cuando estemos convencidos que yo vivo en una comunidad y que los derechos míos terminan cuando los del otro comienzan….y que si estoy sujeto a las leyes civiles para el bien de la ciudad y del estado…..con mayor razon, tengo que guiarme por normas morales externas para poder desenvolverme correctamente en el orden moral…De otra manera, caeremos en la dictadura del “relativismo”….pues es la verdad moral la que nos hará libres totalmente     un saludo cordial    de Santiago Hernandez  

  • M. Luisa

    Buenos días a todos y a todas, con este comentario daré por finalizada mi intervención en este hilo,   y en coherencia con lo ya expresado    no   puedo  sino  referirme,  de entrada,  diciendo  a modo de resumen que la moralidad  no tiene nada que ver con códigos y normas  sino que se halla sustentada    por la estructura de lo personal. Esta estructura personal  decanta  su obertura hacia sí mismo, es decir,  hacia lo humano, hacia la plenitud humana que  es la que funda y exige la vida moral.
     
    Descartando, pues, respecto a lo moral,   todas normas y códigos, esta  realización personal se va cumpliendo en un mundo de posibilidades concretas abierto desde las cosas y hacia los demás. Esta apropiación de posibilidades ( algo mencionado ya anteriormente) va enriqueciendo la capacidad personal,  dotándola, potenciándola, facultándola, para precisamente, con ello,  extraer de cada  situación otras posibilidades  que a su vez posibilitarán, en definitiva,  la felicidad,   la plenitud moral o lo que es lo mismo, la plenitud humana.
     
    Muchas  gracias.

  • Santiago

    No creo, Juanel, que muchos que sostienen tu misma cosmovision cientifica sean ateos…yo creo que la logica humana nos llevara mas a profundizar en las maravillas de la Creación ya que la idea de que una Causa Primera es coherente al intelecto humano no es absurda…Sin embargo, yo puedo buscar y llegar a la verdad -o a las verdades- no solamente por la ciencia y usando sus metodos….sino por otros caminos igualmente válidos pues la certeza humana nunca es absoluta….nuestra limitacion intelectual hace que no podamos abarcar la verdad de una sola vez, sino que penosamente la hemos de ir descubriendo….y no siempre la certeza es, ni siquiera, de “lo mas probable”, sino simplemente una “mera opinion”..y en opiniones nos debatimos la mayoria del tiempo..Por lo tanto, hay que admitir diferentes métodos para acercarnos a la verdad…y esta puede que sea descubierta solo muy lentamente…..De todas maneras, la experiencia enseña que hay una realidad espiritual dentro de mi…no una mera emanación de la”materia”…sino que esta realiza operaciones que no son materiales y asi nuestro conocimiento sobrepasa el orden material y en consecuencia es cualitativamente diferente al del resto de los animales…en un salto prodigioso del chimpance al homo sapiens que puede conocer y”pensar” en lo inmaterial y abstracto como sobre el derecho, la moral, la virtud, la justicia que ningun otro ser irracional llegará a conocer..Solo nosotros podemos formar ideas..de orden esencialmente muy superior a la mera materia..Nuestro principio vital, por otro lado, es distinto del cuerpo, pero el ser humano esta vivo, siente y piensa por un principio espiritual distinto de mi ser meramente biologico
    La conciencia, en cambio, nos demuestra que hay algo en nosotros que permanece inalterable en medio de los cambios corporales. Nos damos perfecta cuenta de que somos esencialmente  los mismos aunque pasen 10 0 20 años….hay pues un principio que permanece invariable, en medio de los cambios de mi ser…Los fenómenos pasan, pero el “ego” permanece…luego no solo hay fenómenos transitorios, sino tambien una sustancia permanente de naturaleza intangible dentro de mi..es decir de naturaleza espiritual..Somos mas bien un espíritu encarnado, y no al reves….y si preguntamos a los pueblos orientales -que tienen un profundo sentido de lo que es lo espiritual- se quedaría asombradísimos que nuestro mundo occidental este abandonando los valores del espíritu por los puramente materialistas….Ya se que nada te va a convencer, sin embargo, Juanel, admiro mucho tu fe y tu razón….un abrazo    de Santiago Hernandez  

  • M. Luisa

    Hola,  Juanel, como  ya te habrás dado cuenta  de la influencia  zubiriana  de  la que se valen   mis   comentarios he de decirte que precisamente  por lo  mismo  que me adviertes al principio del tuyo  es  lo que le lleva a Zubiri a desarrollar  con rigor excepcional  su idea de inteligencia  en contra de la que ha venido  surcando la historia de la filosofía occidental  entendida como facultad de los conceptos y de los juicios  que él lo expresa  a través de   la formula  “inteligencia concipiente” Contrariamente,  su idea de inteligencia arranca del animal mismo, de lo biológico.

     
    En sentido amplio, la inteligencia concipiente no es el único modo de entender la inteligencia. Con frecuencia se suele hablar de “inteligencia animal”  e incluso también  de “inteligencia artificial” sin embargo muy poco tienen en común  estas fórmulas a lo que Zubiri pretende definir con la expresión “inteligencia sentiente”. En ambos casos, lo ejecutado sea por el animal sea por el mecanismo electrónico, no es inteligencia, porque todo ello concierne tan sólo al contenido de la impresión pero no a su formalidad de realidad. Son solo impresiones de contenido. De ahí,  Juanel que no pueda estar de acuerdo contigo  cuando  me dices  “Ahora me propones el carácter de propiedad, del tener y poseer unida a la volición, y también esto ocurre en primates incluso en córvidos”  en absoluto esto es así. Sólo porque hay aprehensión sentiente de lo real, es decir, sólo porque hay impresión de realidad  hay sentimiento y volición.
     
    Si por algo se caracteriza la “inteligencia sentiente” es por aprehender lo real no sólo impresivamente (contenido), sino además por  su formalidad propia, es decir, por el modo  de  “quedar”  del hecho de quedar  aquel en la intelección. El término inteligencia, pues, utilizado fuera de lo que es la realidad humana no puede tener más que un sentido, bien sea análogo o por referencia (en el caso del animal, dado que aprehende las cosas según una formalidad, que al menos es de estimulidad) bien sea metafórico (en el caso del artefacto) pero aquí se acaba todo.
     
    Por otra parte, la psicología ha dado sin duda  un gran paso a favor de su correcta comprensión al no hablar de inteligencia en términos de facultad, sino en términos  de funciones  o de conjunto de actividades psíquicas o aptitudes de las que carece el animal. Así algunos psicólogos  se han determinado preferentemente  en cómo estas actividades constituyen en el hombre un modo de hacer frente al medio. Estos psicólogos por tanto destacan la naturaleza adaptativa de la inteligencia al medio que le rodea. Otros en cambio aceptando esta naturaleza adaptativa  del psiquismo humano, privilegian ciertas características  funcionales de la inteligencia como la capacidad de abstracción, de aprendizaje, etc.,
     
    Ahora bien, Zubiri no es que niegue cada una de estas posibilidades del psiquismo o de la inteligencia humana, sino que busca con su nueva noción  el fundamento de todos esos atributos. Sólo porque el hombre  aprehende las cosas  como realidad-inteligencia- puede concebir, abstraer, hacer proyectos y, en general adaptarse al medio adecuadamente. Es la aprehensión de realidad  y no las distintas  funciones de la inteligencia lo que hace posible la vida del hombre en esos términos. Esta noción de inteligencia es, por lo tanto, mucho más radical y primaria que las anteriores, puesto que nada supone previo a ella y ella es supuesto de todas las demás. Por eso constituye la índole esencial del ser humano.
     
    Me has puesto  muchos deberes esta mañana,Juanel, un saludol

  • Juanel

     

    M.Luisa, mi deformación profesional como Dr. en Biología me lleva a concluir que la línea divisoria entre nuestra especie y las demás se hace cada vez más tenue. Que nuestras capacidades cognitivas y volitivas provienen de nuestros ancestros primates por un proceso “natural” evolutivo sin saltos cualitativos o esenciales. Llevamos muchos siglos separándonos del resto de animales en cualidades que eran simplemente erróneos, tales como: la manipulación de objetos, el preveer y proyectar acciones, el reconocimiento de sí mismo, la empatía o el reconocimiento del otro con ayuda desinteresada, el juego, el engaño, la comunicación sobre un lenguaje, el disponer de una cultura grupal la cual aprenden de otros no la heredan, resolver problemas de su entorno y estrategias para superarlos, etc.; nada de todo esto y bastante más es exclusivo del hombre. Ahora me propones el carácter de propiedad, del tener y poseer unida a la volición, y también esto ocurre en primates incluso en córvidos. Sin embargo, añades algo con lo que estoy plenamente de acuerdo, que “el hombre no está sujeto a las tendencias que tiene sino que por un acto de volición tendente está en condición de dirigir sus actos”. Cierto, en caso contrario tendríamos que exigir responsabilidades de los actos a los animales y llevarlos a los tribunales. Quizás el hombre aún conserve esa distancia de emitir juicios con libertad y asumir sus consecuencias. Pero esta distancia ¿es esencialmente constitutiva o se trata más bien de un desarrollo de rasgos anteriores potenciados por el medio social complejo en el que vive.

     
     
    Santiago, demasiadas cosas. Mi propuesta provisional y sujeta a ensayo-error es que en nuestro entorno, en la realidad física, NO hay ninguna otra realidad sobrepuesta invisible espiritual ni en nosotros ni fuera de nosotros. Esta proposición de una realidad espiritual en mi opinión es inútil, estéril en resultados pues no añade nada a la comprensión de nosotros mismos y de nuestro entorno sino todo lo contrario, la deforma. La única realidad espiritual que a mí me resulta coherente es la realidad trascendente en el ámbito de Dios por ser lo Otro, lo totalmente distinto y por tanto Espíritu. La Realidad Física no es Dios, sigo un “algo” diferente estructurada en dimensiones y constituida por materia-energía. En este asunto no nos vamos a poner de acuerdo por más que insistas en que existen cosas que son invisibles, que no se pueden medir, que no son objetos que la Ciencia pueda investigar. ¡Pues claro que los hay! Hay campos de estudio diferentes a la Ciencia pero no sobrepuestos al objeto de su estudio. No existe método alguno que pueda competir con la Ciencia precisamente en el campo específico de su estudio que es la Realidad Física. Y ésta no requiere ninguna superestructura o realidad externa (espiritual) que la haga funcionar sino todo lo contrario, funciona autónomamente.
     
    Si para algunos el entender las cosas como yo, digamos de cosmovisión científica, les lleva a abandonar su fe, en mi caso no me lleva a tales consecuencias. Yo no necesito una sobrerrealidad espiritual para sostener mi fe en Jesús, en la plenitud del Reino (inmanencia), en la trascendencia de Dios.
     
    Saludos cordiales

  • Santiago

    Juanel, el hecho de que las cosas que no son visibles no sea capaces de ser experimentadas y comprobadas con un metodo cientifico NO quiere decir que no sean susceptible de extenso estudio investigacion..ya que nuestra parte espiritual y la que esta fuera de nosotros tambien existe como REALIDAD..ya que la realidad no es meramente fisica sino particularmente espiritual…En este, sentido tampoco se podria razonar sobre nada que no fuera tangible y tocable…pero vemos que eso no es asi y hay extensos estudios sobre TODO lo que pueda ser conocimiento humano en todas las ramas y aun la ciencia no es exacta sino que cambia como que ahora Einsten puede quedar un poco atras ya, con su teoria de la relatividad, si se comprueba que los neutrinos pueden navegar a una velocidad superior a la de la luz…PORQUE LO unico completo es y sera la transcendencia de Dios, a la que todos estamos dirigidos, de una y otra manera…y la razon porque esa enorme biobliografia extensisima existe y que tu afirmas que es “inservible”, ES PORQUE  nuestra razon tiene la capacidad de “pensar” coherentemente y validamente la realidad que esta por encima de nuestra naturaleza. Y ademas porque la experiencia ensena que esa realidad ha contribuido grandemente a formular conceptos validos para los valores que nos elevan de la animalidad hasta las mas sublimes esferas del amor trascendente radicado solamente en Dios..POR LO TANTO no es partiendo de una naturaleza humana efimera como vamos encontrar nuestra felicidad sino que ella ha de transformarse en trascendente e incorruptible para que sea el verdadero objeto de la felicidad humana..de otra manera desapareceriamos en la nada
    Lo que Cristo vino a revelarnos fue que en verdad Dios existe y que Su amor se acerca a nosotros intimamente y que esa PLENITUD esta reflejada en el Hijo hecho Hombre que asumiendo la naturaleza humana, sin perder su divinidad, quiso regalarnos Su propia vida que es eterna..Por eso Juan dijo que al principio el Verbo estaba en Dios y que el Verbo era Dios y que el Verbo se hizo carne y habito entre nosotros      un abrazo de Santiago Hernandez
     

  • M. Luisa

    Juanel,  has descrito bien lo que a mi modo de  ver ha de entenderse  por estructura y contenido dentro del  concepto   de  realidad moral a la que nos venimos refiriendo. Sólo déjame precisar  el sentido que  en esta concepción  se le ha de dar, pienso,  al término  apropiación. Y para ello,  primero,  he de referirme a algo  que comentas esta mañana  y de lo que no estoy muy de acuerdo contigo. Dices: “Por ahora sólo somos una especie biológica de la misma “naturaleza” que las demás que comparten con nosotros el estar vivos.”
     
    Compartimos, en efecto, con las demás especies biológicas el estar vivos  pero la diferencia radical que separa  a la realidad humana de cualquier otra forma de realidad  es justamente el carácter de propiedad.  Sin esta previa  apropiación que se ha de producir precisamente en razón de  aquella  diferencia   que ya señalé anteriormente  entre tener y poseer no podríamos,  en efecto,  hablar de las sucesivas apropiaciones  de posibilidades  que configuran  el hecho moral en la vida humana.
     
    Ahora bien, no es que  este carácter  de propiedad  sea  de orden operativo sino que por lo que acabo de recordar  es de orden constitutivo, es decir, porque me pertenezco constitutivamente los actos que ejecuto van a ser propios de mí.
     
    En definitiva, desde como yo lo entiendo, al  enfrentarse con la realidad, pero,  primero con la suya,   el ser humano no se encuentra  ya  en condición de mero sujeto llevado por las tendencias que tiene sino que  por un acto de volición tendente  está en condición de dirigir sus actos.
     
    un cordial saludo

  • Juanel

     
    Santiago los “misterios” de la ciencia son problemas del conocimiento, retos a la investigación, sobre los cuales lo primero que hay que hacer para abordarlos es determinar el objeto o proceso que vamos a estudiar, concretar las preguntas y los métodos o protocolos a seguir, previa consulta del estado de la cuestión en la bibliografía especializada. Sin embargo, en los misterios de la trascendencia no hay ningún método capaz de alcanzarlos por la sencilla razón de que la trascendencia NO es objetivable. No es una cosa, no es un algo, no hay un objeto al cual dirigir nuestra investigación, ni tampoco es un fenómeno o proceso que podamos concretarlo. Sin duda nos encontraremos con una bibliografía extensísima, inabarcable, pero “casi” toda ella inservible porque su base metafísica ha quedado obsoleta, irrecuperable.
     
     
    Animas a penetrar en el Amor como puerta de entrada a la trascendencia. Pero yo el Amor lo veo humano, algo propio del hombre, y también de la Plenitud Humana y del Reino. Y desde mi punto de vista y fe puedo decir que Dios es Amor en cuanto Dios asume en sí mismo lo humano en plenitud. Es lo humano de Dios lo que se nos ha revelado en Jesús, NO su trascendencia. Ni siquiera en Jesús se nos ha revelado el Logos, si consideramos en este concepto el orden del mundo y la razón de su existencia. Jesús no hizo ninguna revelación respecto al mundo aplicable a la Ciencia, al conocimiento de la realidad y sus procesos, y las preguntas al respecto siguen sin respuestas porque que yo sepa nada de esto conocemos a parte de lo poco que la Ciencia nos dice que sea válido para todos.
     
     
    Para mí no hay divinidad sin plenitud y hasta que no alcancemos la plenitud de lo humano no tendremos nada de divinos. Hasta entonces sólo somos hombres. Nuestra “naturaleza” no es una mezcla entre lo humano y divino. Por ahora sólo somos una especie biológica de la misma “naturaleza” que las demás que comparten con nosotros el estar vivos. Pero mi fe-esperanza me dice que Dios al asumir la condición humana nos está llamando a la plenitud del hombre para compartir al final del tiempo su trascendencia. Esto no significa en mi opinión que desde ya vamos siendo transformados en otra cosa, en una “naturaleza” distinta de la que somos, nadie es un “semidios”, sino más bien lo que ocurre es que hay hombres más próximos a la plenitud que otros, que corren y se esfuerzan en la dirección correcta, y son ejemplo para muchos pero no son “divinos”.
     
    Saludos cordiales

  • Santiago

    Juanel, yo creo que coincidimos en lo fundamental….pero a veces vamos por caminos distintos..Para los que nos leen supongo que siempre sera interesante ver opiniones diversas y maneras de pensar distintas en un marco de dialogo..del que se puede obtener un beneficio personal…puesto que hay muchas maneras de dialogar sosteniendo argumentos opinables e interesantes
    Lo que me extrana de ti, y de muchos que piensan igual, es que no te detienes en los misterios de la ciencia y de otras disciplinas…pero ante el misterio principal que es el de Dios, parece que no quieres seguir adelante…Yo sigo pensando que si EL nos dio la razon para que exploraramos toda nuestra realidad, ello incluye precisamente al  verdadero Creador de la razon….Por lo tanto, me quedo perplejo cuando se quiere enfatizar solo en lo subjetivo y solo “desde abajo”…si nos quedamos abajo, no veremos la trascendencia…si lo de abajo nos conduce a lo de arriba y viceversa entonces hay una teologia eclectica mas coherente… en mi opinion, no reducida solamente a lo que es visible…pues hay consas invisibles que existen…precisamente es el Misterio el que asumiendo nuestra propia naturaleza humana nos invita a “instalarnos” dentro de EL…pues somo co-creadores y co-participes con ese mismo misterio…..y ademas somos herederos por adopcion, pero herederos al fin…Por que no penetrar mas profundamente en el Amor?…no sera miedo? u otra cosa?…un abrazo    de Santiago Hernandez

  • M. Luisa

    A mi, Juanel,  me pasó lo mismo, al leer a Fico me animé  pues esta sensación que dice producen los silencios me da  mucho que pensar.
     
    Es cierto que a veces  el tema se complica y puede resultar aburrido, no me cabe la menor duda,  a veces hasta se nos avisa,  pero también es cierto que si queremos ir más allá de meras repeticiones hemos de seguir hurgando. Yo misma, en ello, he tenido que esforzarme   para dominar y  superar situaciones que por vivirlas muy cercanas  me hubieran aplastado de no haber  sabido enfrentarme con el radicalismo doctrinal  circundante   a mí alrededor. No vale  en esos temas, pienso,  quedarnos en la superficie.
     
    Creo recordar   que  dije hace  algún tiempo algo así como  que lo simple no es sino   un momento de   la complejidad de la cosa.
     
    gracias por vuestras reflexiones

  • Juanel

     
    Es verdad, cuando estoy metido en un diálogo con Santiago como pasa aquí me da la impresión de ser cosa de dos pesados que desde posiciones distintas debatimos sin converger en “casi” nada. Yo sigo porque me ayuda a centrar mis ideas, explicarlas, repensarlas y a veces modificarlas, y esto me ayuda, quizás también le ayude a Santiago no lo sé, pero la pregunta es ¿le interesa este rollo a alguien más o se trata de un entretenimiento inútil entre nosotros? Tu respuesta Fico me alegró, no sabes como, pues cayó en un momento de bajón por mi parte pensando que mi esfuerzo no valía la pena. Todo viene seguido, pues mi grupo de confirmación con más de 4 años de reuniones, y que el párroco lo suprimió hace meses por divergencias conmigo, hace tan sólo unos días lo volvió a convocar para confirmarlos ya. Son 6 chicos y 6 chicas entre 15 y 18 años, los cuales me llamaron pues sin estar yo su catequista, le dijeron al párroco que no se confirmaban. ¡Qué subidón! Ambas cosas se combinan para darme un nuevo impulso y seguir en la brecha. Gracias.
     
     
    M.Luisa seguimos convergiendo en lo de estructura, contenido y apropiación. La estructura la veo como herencia biológica de nuestras estructras-funciones cerebrales, las mismas en toda nuestra especie de Homo sapiens. Todos las tenemos y como bien dices no hay nadie a-moral. El contenido yo lo veo de origen social, variable y dependiente de la cultura y de la historia de un pueblo determinado, y por tanto diverso en la humanidad. La apropiación resulta ser algo personal por lo que dentro de una misma cultura hay fuertes divergencias en el contenido de cada uno, puesto que cada cual es libre de apropiarse lo que considera oportuno o incluso aquello que le conviene o le interesa. Por tanto estoy lejos de pensar que todos tenemos unas leyes morales comunes como afirma Santiago. Y es que a mí me resulta evidente que existen diferencias brutales en el nivel de justicia que asumen las personas de mi entorno. No veo cómo sostener que todos partimos de una base común de principios o valores morales. Es que no es verdad. Los valores hay necesariamente que proponerlos y enseñarlos de un modo que les valga la pena para que puedan apropiárselos y al asumirlos puedan actuar en consecuencia.
     
     
    Santiago, apuntas en tu último post demasiados temas pero voy a lo más interesante para mí. Dices que la Teología debe ocuparse de descifrar el Misterio- Trascendente. Yo creo que es perder el tiempo en elucubraciones metafísicas sin fundamentos sólidos. El Misterio es misterio y por mucho que pensemos en él no lo alcanzaremos de ningún modo. En mi opinión la revelación lo que nos da es el modo de colocarnos en su dirección, hacia el Reino de Dios, pero no instalarnos en el Misterio y menos conocerlo, es lo Otro Incognoscible. Sólo nos queda el silencio expectante. Porque el Reino es lo importante, los principios y valores morales que el Reino de Dios sostiene frente a los valores del anti-reino, constituyen el fundamento de la Teología Moral. Hoy la Teología se mueve “desde abajo” desde lo que tenemos aquí en la Tierra, desde lo humano, y no “desde arriba” desde las deducciones de principios “eternos” como si supiésemos todo de Dios, de su trascendencia.
     
    Saludos cordiales

  • Santiago

    Gracias a ti, Fico, por tu testimonio, y por habernos hecho reflexionar sobre este silencio,  que es tan real, y que muchas veces nos habla…Vale la pena, pues, participar, aunque sea casi aparentemente imperceptible, en esta verdadera gran “comunión de los fieles”  que debe ser encaminada, sin duda alguna, hacia el bien moral…objeto final de todas y cada una de nuestras vidas…un abrazo   de Santiago Hernández

  • Fico Sánchez Peral

    Muchas veces –seguramente cuando no se me ocurre qué comentar- me pregunto qué pensarán los que nos leen (que imagino numerosos) y, por lo que sea, no intervienen. Y me encantaría que un día se lanzaran y salieran de su silencio (siento respeto por ese silencio: Su silencio, pues son mayoría y sólo ellos, aunque aun no se les oiga, son dueños de su contenido…) y nos sorprendieran, en avalancha, con sus ideas, su reflexión, sus inquietudes…
     
    Y, mira tú por dónde, hoy que, partiendo del tema del “Relativismo Papal” (con el que me identifico bastante poco) llevo más de una hora disfrutando –en silencio- de vuestros interesantes comentarios, y, aunque no me he atrevido a intervenir por carencia de nivel “técnico” (y dejémoslo ahí), sí me he sentido familiarizado (pariente-próximo-de) con la experiencia espiritual que, cada uno a su manera, vais dejando traslucir. Así que, aunque no se me ha ocurrido algo interesante que añadir, sí he querido agradeceros vuestros comentarios, y deciros que estoy aquí, que os leo (hoy en silencio) y disfruto, a la vez que reflexiono y profundizo en todo lo que se va desgranando. Y quería que supierais que “estamos” aquí.
     
    Gracias. Gracias a todo/as.
    Fico.

  • Santiago

    Creo Juanel que eres ya un “sirviente” útil….pues es el “intento” lo importante….Cristo es de los que miran al “corazón” y no tanto a la acción…por eso dijo que eran bienaventurados los que podían creer sin verle corporalmente..y los que llamamos “santos” no son los que no tenían, o no han tenido, defectos…sino los que rectificaban sus errores o se levantaban de sus caídas y retornaban al camino, de nuevo…y esto durante toda la vida…pues ES en la voluntad de seguir las huellas de Jesús donde esta el mérito y la gracia…porque lo importante es ese camino del amor…y por ser camino implica trabajos y caídas..y esto es lo que los místicos experimentales llamaban ” la perfeccion de la caridad”, que, por supuesto, es asequible a TODOS…
    Yo nunca he creído que tu dudases de la trascendencia de Dios, como misterio…Pero EL no ha querido crear un mundo totalmente insconsciente….NOS dio la vida y con ella la racionalidad y la capacidad de pensar, de decidir y de amar…porque todo esto “fue recibido”, no creado por nosotros…ya que nosotros no podemos crear de la nada….no somos creadores en este estricto sentido…sino que trabajamos con los que nos fue dado….
    YA que la primera disciplina establecida en la universidades fue la teología, ni aun hoy en día podemos negarle las mismos derechos que a las otras materias que el saber humano trata…..¿Por que nos vamos a detener ante las preguntas de la existencia, ante las maravillas del Universo, ante la belleza que se abre ante nuestros ojos? El ser humano ha sentido siempre curiosidad ante la objetividad y la subjetividad que le rodea y a traves de los siglos su conciencia y su razon le han ido guiando ante la búsqueda de la verdad…
    El saber humano pues tiene diferentes fuentes, diferentes métodos…Razón y fe se complementan, no son antagonistas…No puedo ser radicalmente fideísta porque mi fe tiene que tener una base racional…porque  entonces sería absurda, y no creo que la vida y el amor sean un absurdo….No puedo entender completamente el misterio de Dios, pero puedo pensar que no es una completa contradicción creer en EL
    y llegar a un conocimiento incompleto, pero real, tal y como me lo propone mi razón y mi fe
    En toda situacion humana podría, por ejemplo, intuir, al principio, que alguien queria hacerme daño…una de estas “corazonadas” que a veces se tienen….por otro lado, puedo deducir, despues, que alrededor mio existe un verdadero complot para atacarme…y por ultimo la experiencia del ataque me llega a convencer que es verdad lo que yo creí al principio.Aunque la comparacion no sea exacta, pero….NO SE NECESITA ser filósofo para “pensar” sobre el Misterio..muchas veces es sentido común….y por supuesto la mayoría de las veces es una “opinión…ya que en realidad hay pocas “verdades” reveladas…LO que vemos es lo primero que nos cuestionamos todos…mi propio ser y todo lo que me rodea….lo demas, es lo que Dios mismo quiso revelar a traves de los siglos…hasta llegar al centro, a lo maximo, que fue EL mismo asumiendo nuestra propia humanidad….Y asi Dios nos iluminó y nos ilumina desde el interior..y a traves de Jesucristo y su iglesia nos muestra el camino exterior para llegar a encontrarle a EL de manera TOTAL….Es a nosotros a los que nos corresponde aceptar o rechazar “su” revelación
     Y, por ultimo, tambien creo que nuestro destino esta en el triunfo del bien…Y asi la célebre  anacoreta Juliana de Norwich en sus conversaciones místicas con el Señor en un tiempo bien difícil para Inglaterra, y ella le preguntaba como era posible que aquel estado de cosas se compusiera y el Señor siempre le decía: “AT THE END ALL SHALL BE WELL”… porque “al final todo estará bien”…..un abrazo….y perdona la extensión….de Santiago Hernandez

  • M. Luisa

    Gracias Juanel por mostrarme tu interés hacia mis modestas opiniones las cuales casi siempre son a modo de apuntes y de  palabras claves, que dejo ahí, sin  a penas poder entrar a desarrollar pero en la confianza de que en una atenta lectura    pueda lograrse  de partida una cierta avenencia. Así sucedió, cogiéndome por sorpresa,  con el amigo Pepe Sala el otro día  y sin tanta sorpresa,  me lo muestra  con más frecuencia   nuestra   amiga Asun a quien desde aquí se lo agradezco profundamente.

     
    Con este deseo voy ahora a extenderme un poco  en lo ya expresado por mí en un comentario más abajo  donde hablaba  de  la distinción zubiriana  entre la moral como estructura y la moral como contenido,  que tú,  Juanel  muy bien definiste.
     
    En esta distinción  el ser humano se abre   a  la posibilidad de compaginar  la universalidad  moral  con la diversidad de las  morales y de las culturas.
     
    En el primer sentido,  la moral como estructura  nos  abre a considerar la universalidad  inalienable de   que todo ser humano es moral y   que no existe, por tanto,  ninguna persona a-moral. La otra distinción, es decir, la moral como contenido  es el ámbito desde  donde nos  es posible sistematizar la universalidad moral  con la  diversidad de contenidos culturales que van cambiando con el tiempo. Por eso me referí  a la importancia que se le ha de conceder a la experiencia vivencial humana. Que no es experimentar desde nuestra primaria  tensión vital,   sino que comprendemos que  lo moral está exigida, en efecto,  por esta tensión vital, es decir,  por lo natural, pero  en un despliegue unitario de eclosión con la inteligencia y la voluntad. 

     
    Esta perspectiva, a mi modo de ver, es  la que le falta al  amigo Santiago  al confundir  experienciar  con experimentar   y esto  pienso porque  no le concede  valor ninguno a la subjetividad humana. Si ahora me remito también  a lo que anteriormente no sé en que comentario hice alusión  a otro concepto zubiriano como  el de apropiación,  veremos   la insuficiencia  en la que queda el concepto griego de sustancia  cuando con esta categoría pretendía   la filosofía  antigua captar   toda  la esencia del hombre. Sin la apropiación que no es sino  el carácter cualitativo de los actos humanos  en cuanto subsistentes de la  propia realidad  personal,  no se puede hablar de moral. La apropiación   es constitutivamente la forma más radical y elemental de la moral porque recae formalmente no sobre mis potencias sino sobre  las posibilidades que me otorga la vida.
     
    Daría para más, pero lo dejo aquí, gracias Juanel, un saludo.

  • Juanel

     
    Dices Santiago que nuestra especie ha sobrevivido por haber escogido el bien, si hubiésemos escogido el mal no habría sucedido y apuntas que por esto nos encontramos hoy al borde de nuestra extinción, del desastre. En mi opinión el hombre a lo largo de la historia ha escogido con mucho el mal antes que el bien, también ahora. Claro es una opinión, quizás porque me fijo en las canalladas que la historia nos cuenta. Si hemos sobrevivido, para mí casi inexplicable, es porque creo que una fuerza externa, Dios, nos protege de nosotros mismos y de las consecuencias de nuestros actos. Espero que Dios siga en su empeño de llevarnos a la culminación de la historia en la Plenitud, a pesar de nosotros con la complicidad de unos cuantos, que son la sal y la luz del mundo. Yo quisiera ser de éstos, de los de Jesús, lo intento pero arrastro demasiadas sombras y cobardía para serle un “sirviente” útil.
     
     
    Una aclaración: nunca he dicho ni pensado que Dios sea susceptible de experimentación o manipulación humana, abordable por la Ciencia. Todo lo contrario, Dios para mí es Misterio Trascendente. No comparto nada con aquellos que se creen en posesión de conocimientos y Verdades sobre Dios. Para mí, es Incognoscible, lo totalmente Otro. Las religiones en general son las que pretenden manipularlo, mucho más que la Ciencia, que no tiene ningún método que permita investigar en este tema, ninguno. Tú eres el que dices que Dios puso en el hombre su conciencia, su conocimiento del bien y del mal, su espíritu, …… Yo te pregunto: ¿cómo? ¿qué conocimientos tienes de Dios para afirmar tales cosas? ¿cómo validas, no ya pruebas, que tenemos eso que dices que tenemos, el espíritu?
     
     
    Mi fe es mucho más de aquí, de esta Tierra, pues yo creo que la historia humana tiene sentido, que terminará en el triunfo del bien, en el establecimiento definitivo del Reino de Dios para toda la humanidad. Y es en él cuando sea el Reino una realidad culminada y presente en la historia del hombre, llegará el tiempo en el que seamos transformados radicalmente en “espíritus” (pero conservando nuestra identidad y memoria) para alcanzar por Dios lo trascendente, fuera de la Realidad Física en el ámbito de Dios.
     
     
    Dejemos a Dios hacer su “trabajo” y nosotros a lo nuestro: extender el Reino de Dios, de justicia, de amor,……, todo cuanto podamos.
     
     
    No sé si he contestado a lo que escribes, pero lo que trato de decirte es que no necesitamos remontarnos al origen de nuestra especie, a lo que tenemos por naturaleza, para trabajar a favor del Reino implicando en ello al máximo de hombres y mujeres, viejos/as y niños/as, ganando gente a esta causa, haciéndolo extenso a todos sin exclusiones. Tiene que ganar el bien, Dios para mí está muy implicado y comprometido en ello, por ello creo que algún día sucederá. En consecuencia, el bien va poco a poco ganando terreno al mal y hay que estar atento para darse cuenta y percibirlo. Bueno, esto es lo que yo creo.
     
     
    ¡Ah! M. Luisa, tengo interés en conocer tu opinión sobre el tema. Esta línea no está cerrada a un dialogo de dos, Santiago y Juanel. ¡Vamos! a ver si te animas y buscas un tiempo, porque ya que parece que coincidimos en algo pues aprovechémoslo. Quizás está resultando demasiado larga y tendremos que buscar otra sobre el tema. Quizás.
     
    Saludos cordiales

  • Santiago

    POR SUPUESTO que tenemos mucho en común y bastante…pero pienso que no todo puede comprobarse científicamente….y menos absolutamente….el conocimiento humano, como aproximación a la verdad, puede seguir -y de hecho ha seguido- diferentes y variados métodos…NO todo lo tangible y comprobado experimentalmente constituye la unica realidad que existe porque hay muchisimas cosas que no vemos, que existen y son una realidad humana… puesto que el ser humano no es unicamente biología, o un conglomerado de materia organizada, sino que existe, ademas, una parte espiritual que no es susceptible de experimentación, ni de demostración científica..Existe el amor y el odio, pero no podemos medirlos ….a lo sumo podemos constatar sus consecuencias….POR LO TANTO, los métodos utilizados para conseguir explorar “nuestra” realidad son múltiples y pueden ser intuitivos, deductivos, experimentales, racionales etc…..donde la filosofía y la ciencia se hacen patentes…cada una con las limitaciones, en cuanto a su objeto….y asi Dios no puede ser el objeto de la ciencia, ya que por su definición no es susceptible ni de experimentación, ni de manipulación humana…A Dios nunca le podremos sorprender
    El hecho de que la idea de Dios no sea aceptada por muchas personas, no invalida su objetividad y su validez universal….puesto que si la certeza humana es de probabilidad, es mas probable su existencia que demostrar que no existe….tendríamos misterios mucho mayores y de mas difícil explicación y solucion..Quitada la causa primera….quedan sin ninguna explicación las causas segundas, que somos nosotros…Y SI la caracteristica que distingue al chimpancé de nosotros es que nosotros si somos conscientes de nuestra realidad porque somos seres racionales (que es ya un enorme salto a pesar de la cercania de nuestros cromosomas al de ellos), entonces el ser racional es el unico que puede hacer -desde el principio- decisiones morales para juzgar de la bondad o malicia de sus actos….CONCEDIDO que pudo y de hecho hubo un “desarrollo”…pero al comienzo de esta racionalidad, y concomitantemente a ella, se adhirió esa capacidad unica del ser humano de distinguir, aunque solo sea en confuso, entre el bien y el mal, en realacion a lo que es el “acto humano”….y esto fue lo que dió origen a la sociedad  donde existen valores que estan muy por encima y son cualitativamente diferentes de los de la especie irracional que convive con nosotros que no es capaz de llegar a este privilegio de los de nuestra raza…y de los de nuestra especie..POR OTRO LADO, dificilmente hubiera podido sobrevivir la raza humana si nuestro objeto principal hubiera sido la decision de escoger el mal moral..ES AHORA, cuando los valores morales nuestros estan quedando atras y vemos cada vez mas como pulula el mal el mundo y se multiplica a pasos de gigante, cuando podemos pensar en nuestra propia auto-destrucción..Por lo tanto, Dios que quiere y quiso desde el principio que nosotros “vivamos” sometió su deseo a la ley del amor….impresa en nostros, expresada en el Decálogo y completada por EL mismo a traves del Hijo, la segunda persona del misterio trinitario…..un saludo cordial    de Santiago Hernandez    
     

  • Juanel

     
    …. “desde el principio la conciencia individual, que es UNIVERSAL, que San Jerónimo llamaba “sindéresis” como “una centellita encendida por Dios en nuestro entendimiento..mostrándonos los principios generales de la moral, impulsándonos al bien y retrayéndonos del mal..” Esto que dices Santiago es un razonamiento especulativo deducido de las creencias o la fe, que parte “desde arriba” no de los hechos observables, demostrables o históricos. Me concederás que no todos comparten tus creencias, e incluso entre los que las compartimos tenemos fuertes divergencias en cuanto a los métodos que seguimos. No puedes universalizar partiendo de las creencias y deducir conclusiones de ellas. Aunque ambos creemos que Dios es un Dios para todo el género humano, creador de la realidad, de la vida y del hombre, y que esta “verdad” en la que creemos afecta a toda nuestra especie y no sólo es una verdad “para mí” junto con los que compartimos la fe sino para todos, sean de la cultura que sean, no es posible utilizarla como principio o axioma universal para el razonamiento deductivo, ya que no es válido para todos.
    ¿Hubo desde el principio una conciencia individual, esa “centellita”, puesta por Dios en el entendimiento del hombre en los albores de la pre-historia humana? Por ahora, los hechos históricos no dan ni siquiera indicios de que haya sido así, es decir, la prueba de que los primeros humanos tuviesen una conciencia individual distinta cualitativamente hablando del resto de primates. Esto no quiere decir que no fuese posible sino que simplemente no hay datos que puedan confirmarlo. Quizás en el futuro aparezcan. Respecto a los principios morales nos topamos de lleno con el problema del origen del lenguaje, pues sin lenguaje no hay principios que valgan. No parece verosímil que un lenguaje tan elaborado como para concretar principios morales se diera en origen. El impulso hacia el bien y la huida del mal, no corresponde a nuestra estructura natural. Tanto el bien como el mal son conceptos metafísicos y como tales requieren razonamientos complejos que resultan muy poco plausibles que estuviesen presentes desde el principio en los hombres pre-históricos. No hay que confundir el bien y el mal con el impulso a estimular nuestros circuitos de recompensa cerebrales como el núcleo accumbens entre otros, y a inhibir o reaccionar ante estímulos dolorosos, que producen sensaciones de tristeza o sufrimiento en el sistema límbico o emocional, como la amígdala cerebral; es decir, no es lo mismo buscar el placer, la satisfacción… y la huida del dolor, que buscar hacer el bien y deshacerse del mal.
    Ciertamente los primeros humanos podrían tener comportamientos altruístas, compartir, empatizar, ayudar al débil…… porque nuestra especie es socialmente competente y los grupos cohesionados tienen ventajas adaptativas. Sucede en los chimpancés enanos o bonobos, con más razón podría haber ocurrido en nuestros orígenes. Pero estos comportamientos no tienen que ver con el bien ni con principios morales sino fruto inmediato de las relaciones sociales entre los individuos y los estímulos de recompensa. Para elaborar el concepto y contenido del bien y concretar principios morales es necesario un largo proceso de desarrollo de nuestra especie en la historia. Es muy poco plausible que sucediese desde el principio.
    Saludos cordiales

  • Santiago

    SIN EMBARGO, para Cristo la Revelación del Sinaí era el punto de partida para el que le preguntó:”¿que he de hacer para entrar en la vida eterna?-la respuesta:guarda los mandamientos”…y Cristo los fue enumerando (Mateo 19,16-22)..Porque si el mayor mal del mundo es el pecado, ( la transgresión voluntaria del amor de Dios),entonces la solución consiste en practicar el bien…que es lo que contiene el Decálogo..y entonces dependerá del uso de nuestra libertad que esos principios morales encerrados en el sean eficaces o no,puesto que Dios reveló solamente el camino para llegar a   poseerlo a EL, no en esta vida, sino por la entrada en la vida eterna, la vida verdadera, la que no termina como esta,que es efímera y fugaz..POR TANTO, los mandamientos fueron ordenados a la consecución de la vida eterna…ya que Dios es trascendente, nos supera en todo…y su “vida” no puede acabarse como es la vida en este mundo…..LA MORAL EVANGELICA aclara el “espíritu de la ley”, define mejor el amor expresado ya en el Decálogo…completa el pensamiento de Dios respecto a la caridad…pues EL mismo Dios es amor….Cuando Cristo dice que no habia venido a destruir  “una sola letra de la ley” sino a darle su verdadero sentido, es porque EL mismo era el reflejo del amor del Padre, el Verbo, la Palabra….POR ESO en la segunda parte de la respuesta de Cristo,al que le preguntaba sobre la salvación EL le mostró entonces un camino mejor: “si quieres ser perfecto, entonces, vende todo lo que tienes, dalos a los pobres….ven…y sígueme”, es decir, seguir a Jesus sera penetrar profundamente en el misterio del amor de Dios que nos llegó primero para que nosotros, a su vez, le imitemos y seamos “perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto”…en lo que cabe de perfeccion del amor en esta vida….pero que salta hasta la “vida eterna”
    En cuanto a la conciencia, desde la pre-historia se ve que el ser humano tendía a hacer el bien. Ya  había  cuidados medicos y cirugía entonces, y existió desde entonces la proteccion de los ancianos y desvalidos y el culto a los muertos….A pesar de su lucha en el mundo, el ser humano ha preferido la paz que la guerra, el bien que el mal, ha querido rechazar siempre lo visiblemente incorrecto.
    Contra el desorden de los sociópatas que son en realidad enfermos por carecer de conciencia, la mayoria del ser humano siempre ha sentido dentro de el la satisfaccion por la obra bien hecha, y el remordimiento por la realización del mal…No es una característica de la raza, o del origen étnico o simplemente cultural porque ha existido desde el principio la conciencia individual, que es UNIVERSAL, que San Jerónimo llamaba “sindéresis” como “una centellita encendida por Dios en nuestro entendimiento..mostrándonos los principios generales de la moral, impulsándonos al bien y retrayéndonos del mal..Esta centellita nunca se apaga, ni se apagará”   Este principio moral precedió todo lo demas, pues primero fuimos seres racionales…y solo los seres racionales puede tener conciencia moral, o sea, la capacidad de decidir sobre la bondad o malicia del acto que vamos a realizar o hemos realizado ya.
    Solamente pues seremos libres de verdad cuando nos liberemos de la verdadera esclavitud que es el pecado, como mal moral….Nuestra liberacion consiste en Dios mismo que es la Bondad suma….EL nos mostró Su amor en que no siendo nosotros nada, nos trajo a la vida….en que siendo ignorantes, nos proporcionó la capacidad de conocer el bien…y en la cumbre de su amor nos legó a su mismo Hijo…espejo mismo del Padre….para que imitándole le encontráramos a EL para siempre..  un saludo cordial   de Santiago Hernández

  • M. Luisa

    Vaya Juanel!! acabo de llegar de Barcelona algo cansada  y acalorada  y sólo  me  ha dado tiempo de leer de soslayo tu último comentario, y de momento, luego veré con más  calma, pero   creo que esta vez convienes conmigo…
     
    un cordial saludo

  • Juanel

     
    Dices Santiago que el Decálogo debe ser la norma de conducta individual y colectiva. En mi opinión el Decálogo es un buen punto de arranque para una moral evangélica, pues marca la dirección hacia el respeto de la dignidad humana sin distinciones. Sin embargo, no es demasiado eficaz. Su origen en el Sinaí unos 1200 años aC., supuso una avance significativo en las sociedades judeo-cristianas durante siglos, pero es evidente que con ello no se consigue un nivel de justicia, ni tampoco moral, suficiente. ¿Repasamos la historia? Y la razón es que es muy fácil saltárselo cuando hay conflicto de intereses. Incluso muy buenos cristianos y también la Iglesia lo ha hecho y lo hace con demasiada frecuencia.
     
    Para mí el Decálogo por un lado se queda corto para la moral evangélica, pues no habla de solidaridad, de empatía con los que padecen necesidad, de amor que alcanza a los enemigos a los que insultan y maltratan, tampoco habla del perdón, …..; por otro resulta inútil como base o fundamento de las leyes civiles en nuestras sociedades plurales por razones de autoridad. Muchos en la línea de tu pensamiento se empeñan en decir que el Decálogo está impreso en el corazón, porque así lo ha dispuesto Dios para “todos” los hombres, y así todos tenemos una moral común básica. Esto es una falacia, además de ser imposible de demostrar los hechos lo contradicen machaconamente. Insisten en que los que no la tienen lo que les pasa es que tienen una conciencia torcida o errónea, y este argumento es de una circularidad evidente. Se basa en el supuesto de que sus conciencias les acusan de sus culpas, y si esto no sucede es que la tienen dormida. ¡Sorprendente! Simplemente, ¿no es más sencillo de reconocer que esa norma moral básica no existe en sus conciencias?
     
    Lo que tenemos como dice M. Luisa es una estructura que puede controlar los comportamientos del hombre situada en el lóbulo frontal de la corteza. Este control supone que tenemos la capacidad de decidir lo que hacemos, de lo que deriva nuestra libertad cargada de posibilidades y las responsabilidades que de ello se derivan. Pero los contenidos de la estructura moral no se heredan sino que se transmiten culturalmente, por las redes de relaciones personales y sociales que vamos estableciendo en nuestras vidas.
     
    Que Dios ha estado y esté implicado en esos contenidos yo por mi fe no lo pongo en duda. Sin embargo, para mí Dios no actúa del modo que tu indicas marcando el corazón de cada hombre con una pegajosa sustancia metafísica como código moral, sino llevando el género humano hacia su Plenitud, no hacia la uniformidad de normas, códigos, leyes, mandamientos propios de una historia cultural concreta del pueblo judío y cristiano, sino más bien a través de la diversidad de creencias, religiones y morales diferentes del conjunto de la humanidad. Yo creo que Dios está actuando en las relaciones que mantenemos con nosotros mismos y con los demás, que van perfilando nuestra identidad como personas, pero no a base de códigos y decretos o mandamientos cerrados por el cual nos juzga o juzgará, sino abierto a todas la posibilidades de libertad y liberación de todas nuestras esclavitudes hacia la Plenitud de lo humano.
     
    Saludos cordiales

  • M. Luisa

    Si una persona no quiere,  no incurre  en agravios al prójimo Santiago,  esta previa disposición elude    excusas  de  limitación por nuestra parte  y   es  el primer paso  que nos hace entrar en nuestra propia capacidad,  aprehendiéndonos (aún no conociéndonos) en lo que somos.  Por tanto  en este ejercicio   el ego queda  ya por debajo y el diálogo se hace progresivo.
     
    Tampoco se puede decir   que los agravios formen parte de tu manera de ser,  todo lo contrario.  Sin embargo,    resultaría   saludable   reconocer  el callejón sin salida al que se ha llegado en este foro después de experiencias dialécticas contigo.
     
    Todo me hace pensar  que,  quizás   esta preferencia unas veces,  por    lo personal y otras  por lo   impersonal,   sea cuestión  que la dejes también en manos de la voluntad divina.
     
    Un saludo cordial

  • Santiago

    ADMIRO y agradezco profundamente el interés y el trabajo de responder a mis pobres comentarios….Si alguna vez se me nota impersonal, no es por desprecio alguno, sino por mas bien ir a las ideas, en vez de hacer todo en “ego”..Me parece que esto es mas objetivo y se incurre menos en agravios al prójimo…pero valoro mucho vuestras ideas que me ayudan a corregir las mías si estan equivocadas, o reforzarlas si estan en los cierto….
    CON RESPECTO, al Decálogo esta my claro que lo que se prohibía era la “adoración de imágenes” y asi “no te harás imagen de escultura…no las adorarás, ni le darás culto” (Deut. 5, 8-9) mas claro ni el agua…lo mismo el no tomar el nombre de Yawe en falso, el descanso semanal, la honra del padre y de la madre, no matar, no adulterar, no robar, no decir falso testimonio contra el projimo, no codiciar la mujer del prójimo, ni los bienes ajenos…id (Deut, 5-7-21)..LO QUE PERMANECE de ellos, los mandamientos, son la esencia, los principios morales….Dios usó a su creación humana, con palabras humanas, para darnos a entender un poco mejor cual era la dirección de su amor “para que seas dichoso y os multipliquéis grandemente, segun lo dice Yawe, que te dara la tierra de la que mana leche y miel” (Deut 6 1-3)….No cabe duda que podemos “usar mal” de este codigo moral, de tergiversarlo todo a nuestra manera, para sacar ventajas y dirigirlo todo al mal…Sin embargo, la mayor parte de estas interpretaciones en la simplicidad implícita del Decálogo no deja mucho a la imaginación….siempre tenemos en nosotros mismos el deseo de cumplir lo que es recto en el…y la experiencia demuestra que no hacen falta muchas luches para interpretarlo correctament, a la luz de la bondad del Creador
     Por otro lado, aunque nuestro capacidad de conocimiento es limitada, sin embargo, podemos acceder a la revelacion del codigo moral, pues solamente conociendo lo que está bien y está mal podemos hacer una decision encaminada al sumo Bien, que es el mismo Dios….y esto a veces no podemos hacerlo con nuestras propias fuerzas naturales…sino que necesitamos una ayuda mayor para poder entender un poco mas nuestra situacion humana con respecto al que esta por encima de nosotros…que fue el que nos dio la vida, y con ella tambien nuestra parte espiritual, y es EL el que nos mantiene el ser….y que por lo tanto, es y sera nuestro objeto final de la felicidad, el mismísimo Dios…….un saludo cordial     de Santiago Hernandez

  • pepe sala

    Por la misma regla, Santiago, podríamos tomar los restantes Mandamientos y no hacerles ni caso.
    Porque también los Israelitas era un pueblo muy gerrero ( que se lo pregunten a los Palestinos) y por tal motivo se podría dejar si contenido la PROHIBICION del 5º Mandamiento.
     
    Y no te digo nada el asunto del 6º Mandamiento…en el Antiguo Testamento se cuentan cosas muy extrañas respecto a las costumbre judías sobre el sexo.
     
    Mejor no entramos en los asunto de ROBAR ( porque un tal Jeovha les indicaba los ” bancos” que había que desvalijar, puesto que eran tierras prometidas al Pueblo elegido.
     
    Así pues, Santiago, si una prohibición tan clara y concreta como las del Mandamiento respecto a las imágenes se la puede traducir en hacer imágenes de todo lo que se menea en la religión ( exactamente lo contrario de lo que indica en Mandamiento) ¿ por qué hay que tomarse al pie de la letra los restantes Mandamientos?
     
    Pues no lo entiendo Santiago. ( Buenos días, pues)

  • M. Luisa

    Santiago, da igual no me contestes, respeto tu decisión de no querer dialogar con las mujeres, pero,   por Dios!  déjame que te diga que tus comentarios están llenos de contradicciones. Vamos a ver, por un lado, si  nos dices, mejor dicho, si  le dices a Juanel  que nuestro  conocimiento es confuso por nuestra limitación humana,  ¿cómo luego puedes decir que  para practicar el bien tenemos que conocerlo y conocerlo porque además, dices,  tenemos que estar decidiendo constantemente?… ¿No será  más bien   cuestión de deliberar  y no de decidir?
     
    Y es que  tal  argumentación,  que no se aguante ni con alfileres, como ya vengo sospechando   se  sostiene  bajo la clásica  idea  en filosofía de SUSTANCIA,  por eso no fue  caprichoso reparar en algo que, si bien  de entrada pudiera haber parecido intrascendente,    al  desgranar  el significado entre tener y poseer con respecto a una ética de la responsabilidad , quedaba resumido de algún modo  en ellos  el caracter sustancial ya superado,  en el primero,  pero retomado por el involucionismo   y   el carácter  sustantivo y  autónomo de la realidad humana en el segundo.  Recibe un cordial saludo de M. Luisa

  • Santiago

    Pepe Sala,    gracias por tu interesante observación..pero lo que se manda en el primer mandamiento es la adoración verdadera y única de Dios, ya que los israelitas era muy afectos a la idolatría de imágenes, en general…PERO a pesar de la prohibición, y tambien en el Antiguo Testamento, Dios permitió la institución de imágenes que conducirían simbólicamente a la salvación por el Verbo encarnado: la serpiente de bronce (Num 21-4-9), el Arca de la Alianza y los querubines (Ex 25, 10-12)..Vemos entonces que la prohibición no tenía tanto sentido negativo, sino positivo…porque el “honor dado a una imagen se remonta al modelo original” (S. Basilio) y el que venera una imagen, venera en ella la persona que esta representada, y no “la imagen en si”…ESTO último es el verdadero objeto de la idolatría…y esto es lo que prohibió Dios en el primer mandamiento del Decálogo…PERO, por otro lado,  el movimiento que se dirige a la imagen en cuanto tal, no se detiene en ella, sino que tiende a la REALIDAD de la que ELLA es solo una imagen… esto, por tanto, no es idolatría…porque en este caso el culto esta dirigido apropiadamente a Dios, el unico sujeto de adoración propiamente dicha….un abrazo     de Santiago Hernandez

  • Santiago

    Juanel,   como vivimos en sociedad no solo existe la moral individual sino la colectiva, y entre ella la profesional, la de los oficios, etc….No hay aspecto de la sociedad que no esté sujeto a la moral..La moral lo abarca todo…no solo el individuo sino toda la comunidad humana…ya que es esa” falta de formacion” con respecto a nuestro comportamiento -como tu bien dices- lo que debe ser corregido…y asi las leyes incluyen no solo la justicia sino la moral..pues estas van encaminadas al “bien común” que es precisamente el de la sociedad entera….Porque los que viven “al margen de la ley” es porque desconocieron primero como habían de desenvolverse en la sociedad a la que agredieron, y por ende,  confundieron el bien con el mal….Y es que la base de todo desorden humano es el moral….Si todos aprendiéramos lo que está bien y lo que conduce a el, no habría necesidad de ninguna ley civil o penal..ya que los deberes de justicia caen dentro del campo de la teología MORAL…y esta para que sea eficaz no puede ser relativa….Como el conocimiento humano es de por si confuso, debido a nuestra limitación humana, MINIMIZAR o RELATIVIZAR nuestros GRAVES deberes para con Dios, con nosotros y con el prójimo es exponerse a la confusión sobre el bien y el mal….que precisamente Dios quiso revelar y aclarar en el Sinaí haciendo mucho mas positivos los principios que existen en nosotros desde que nacemos….Por eso, la sociedad se ha deteriorado moralmente mucho mas desde que el mundo ha querido rechazar el Decálogo como absurdo y pasado de moda…PERO la experiencia enseña otra cosa…y la iglesia de Cristo tiene mas de 2000 años de esperiencia….y no ha renunciado a los principios morales que nos obligan en conciencia a todos los seres humanos..esten dentro de ella o fuera, sean obispos, sacerdotes o simples fieles….porque el deseo del Creador es universal, para que nos salvemos con la práctica del bien…y para practicarlo este no puede ser ambigüo, tenemos que conocerlo….porque, ademas, tenemos que estar decidiendo constantemente entre el bien y el mal..ya que las consecuencias de nuestras acciones pueden ser tremendamente importantes para todos..Y asi el panorama de la accion del mal en el mundo es pavoroso..es decir, importantísimos para nosotros, y para la sociedad entera..AUN cuando este ideal, como tu señalas, esta ética MAXIMA que es la moral del evangelio sea solamente un camino…es el propuesto por Cristo que dijo “sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto” …Dios no nos exigirá nada mas, quizás, que el intento…lo demas lo va haciendo EL con su gracia….pero seguramente quiere que, al menos, “le sigamos”, tomando en cuenta y practicando su Palabra que es tambien la del Padre…..un saludo cordial    de Santiago Hernandez

  • M. Luisa

    Ya me perdonarán los amigos Juanel y Santiago   si intercalo  con los suyos mis comentarios   sin que  suponga, claro está, que  espere un  intercambio de pareceres,  pero es que   detecto  en sus contenidos  sobre todo en los de Santiago  tanta cantidad de materia  para una reflexión  contrastada  que no  puedo estarme  de expresarla. Intuyo que de tal contraste  pudiera salir a la luz  el nudo que nos impide  avanzar en los diálogos, ya no conmigo, sino con las diversas posiciones que  aquí se airean.
     
    Yo, a todo ello aun manteniéndome al margen, sí quiero, como digo, darles voz a mis reflexiones. Lo curioso es que éstas surgiendo de las aportaciones de estos últimos comentarios sólo se moverán  en coherencia y  en continuidad  con las ideas  que expresé anteriormente  dejando de lado   toda su enorme proyección. 

    Allí,  dado a lo que había leído sobre la infravaloración de la subjetividad humana quise revalorizarla  para  una  moral autónoma  basada en la responsabilidad  propia de   nuestro tiempo. Si quiero ir en busca de  los inicios  de esta  falta de confianza en la subjetividad humana  he de remontarme  en   el hecho de haber  identificado  los términos TENER Y POSEER. Son, para mí,  dos planos diferentes:  uno   el de lo que tenemos biológicamente hablando   y el  otro el de poseernos como  lo que somos  en  realidad. Y en este sentido fue por  lo que  subrayé   que no es que lo que tengamos sea  la vida, tener por tener sólo tenemos el organismo  el cual sí que con él  realizamos la vida que poseemos. En definitiva lo único que poseemos es la vida (es el factum por antonomasia.) Con ella nos realizamos moralmente en lo que somos como realidad. Verlo así cambia totalmente las cosas. Porque si bien el tener se enmarca en el terreno de las potencias   el poseer la vida se enmarca  en el de las posibilidades. Con unas mismas potencias podemos construir  posibilidades de vida distintas. De algún modo esto explica  las atrocidades  que en la historia se producen   y que Santiago ha traído a colación.
     
    Saludos cordiales

  • pepe sala

    Tu insistencia, Santiago, sobre los diez Mandamientos ( fundamento de la moral CATOLICA, no la mía y la de millones de personas, afortunadamente) me ha recordado que uno de los principales Mandamientos  que vienen perfectamente escritos en las famosas ” tablas” ( que nadie se lo cree, pero démoslo par válido) no aparece en el Decálogo Católico.
     
    No sé si será muy moral cargarse de semejante forma lo que llaman “Palabra de Dios”; pero si es el ejemplo de moral que propone la ICAR, déjame decirte que a muchos no nos interesa.

    ¿ Podría explicarnos el Papa ( o quien guste) el motivo por el cual se cepillaron ésta Mandamiento de la Ley de Dios?:
     
    “NO TE HARÁS ESCULTURA NI IMAGEN”. Dt 5,8-10: “No harás ídolos ni imagen tallada alguna de cuanto hay arriba en los cielos, abajo en la tierra o en las aguas subterráneas. No te postrarás ante ellas ni les darás culto, pues yo, el Señor, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo las faltas de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian, y hago misericordia por mil generaciones a los que me aman y guardan mis mandamientos” (cf Ex 20,4-6).

  • Juanel

     
    Los problemas que expones Santiago como consecuencia de una moral relativa, corrupciones varias, violencias, secuestros, … , en mi opinión provienen de la grave insuficiencia en la aplicación de la justicia y de las leyes del Estado que permite la vulneración de los derechos ciudadanos. Y esto no se debe a un defecto moral de las personas sino a la falta de formación ciudadana, es decir, a la escasa asunción y consentimiento personal de las leyes y normas de convivencia pacífica, de los derechos y deberes de “todos” los individuos que formamos parte de una sociedad. Me refiero a los que viven al margen de la ley, porque o bien la desconocen o bien no les interesa dado que nadie les ha pedido su consentimiento, ni han participado en su elaboración ni siquiera de forma indirecta o democrática mediante su voto. Y esto es un defecto de estructura en nuestras democracias. No se debe a si las personas tienen o no principios morales comunes o básicos, sino a la estructura de nuestra sociedad.
     
    Sobre los que conocen perfectamente las leyes y van de “listillos”, buscando los resquicios de la ley para saltársela, pues esto sucede también por fallos en la estructura legal, y la solución no proviene de una mayor conciencia individual moral sino de una corrección de las leyes. Si el conjunto legal y su aplicación se corrompen entonces no hay modo alguno de lograr una convivencia pacífica y salvaguardar los derechos ciudadanos. Ejemplo de ello está sucediendo en México sobre todo al Norte, en donde los capos mafiosos tienen mayor poder que el Estado y han impuesto la ley del más fuerte. El miedo y la vulnerabilidad se ha apoderado de la ciudadanía. Los principios morales de las personas aquí no tienen ninguna función, no sirven para llevar las cosas a su cauce. Sin embargo, si la gente se une por la defensa de sus derechos, quizás si son muchos las cosas cambien.
     
    No obstante, para consentir y asumir las leyes de convivencia pacifica de una sociedad es necesario tener ciertos principios esenciales de una ética MÍNIMA, consensuada por todos. Y esto más o menos se da aunque de modo implícito en el comportamiento común ciudadano, en las sociedades en las que las leyes más o menos funcionan, en las que no están desmadradas.
     
    La moral relativa asume una ética mínima de consenso para la convivencia, no apunta al bien ni siquiera al bien común sino nada más que a lo esencial para vivir de modo pacífico en nuestras sociedades plurales. No es el desmadre del todo vale. Sin embargo, la moral cristiana o evangélica apunta a una ética de MÁXIMOS, a lo que el hombre puede llegar a ser, o debería de ser, con el objetivo o meta en la Plenitud para toda la humanidad y de la realidad en la que vive. Sin duda que esta moral o ética es la mejor pero son muy pocos los que logran asumirla y menos aún practicarla. Cuando dices que esta moral de máximos está impresa en el corazón de todos los hombres, pues es una afirmación basada más en el deseo que en la observación de lo que sucede y del contenido moral del común de los hombres.
     
    Saludos cordiales

  • Santiago

    PERO la moral, Juanel, pertenece al bien común..no a la conveniencia individual mía…porque si fuera asi mi particular conveniencia podría no estar de acuerdo con la de otro….No siempre coincidimos en “ver tan claro” lo que está bien y esta mal….por eso Dios habló en el Sinaí proponiendo un código moral universal..porque el Decálogo no es mas que la clarificación del principio, profundamente anclado en todo ser humano, de hacer el bien y evitar el mal…Y mas aun, Cristo vino, entre otras cosas, a penetrar aun mas en esa ley universal….y descifrar mejor lo que es el “espíritu de la ley” que sobrepasa todo lo artificial que entonces los fariseos querían resaltar, en contra del verdadero sentido que Dios quiso imprimerle desde el principio a la ley…Por eso Cristo aclara, en el evangelio, que no basta cumplir la obra externa prescrita, sino tambien tengo que rectificar “mi corazón” para dirigirlo hacia el bien, pues el bien es el objeto final de mi vida, aun a pesar de que mis sentimientos sean otros….(por ejemplo, moralmente yo no puedo matar a alguien, aunque lo desee…pues en este caso me opongo verticalmente a la razon misma de mi existencia que es el bien)
    Por otro lado, yendo al evangelio y lo de “por sus frutos los conoceréis”, se ve que esta llamada “moral relativa” no ha mejorado las costumbres….Desde hace algun tiempo el mundo parece enloquecido con los crímenes mas horrendos, particularmente dentro de la propia familia, se ha incrementado notablemente el crimen cometido contra el inocente, esta sindicalizada la difamación y la calumnia sobre todo en muchos programas de la TV, la corrupción prevalece en todas las esferas, empezando por los que nos gobiernan hasta  la que impera en las mas insignificantes empresas que  es cosa ya común, los secuestros estan a la orden del día ,sobre todo, en ciertos países, el sufrimiento terrible de los hijos abandonados por su padre y muchas veces por su propia madre, es notabilísimo, los crímenes de los “entrenados desde niños” para suicidarse “publicamente” y al mismo tiempo destruir la vida de muchos, esta muy en boga, los actos terroristas son continuos…etc. etc. etc.  ¿Que clase de moral -si alguna- practicarían todos los que cometen todos estos actor inmorales? No me cabe la menor duda que todos ellos tienen alguna razón para justificar estas abominaciones..porque para “ellos”  todo es relativo, todo “da lo mismo”, con tal de que “mi ego” este contento y feliz..que no haya un disturbio que pueda quitarme ni el mas mínimo de mis deseos, porque segun ellos, esto estaría en contra de mis profundos sentimientos de identidad como persona humana…a lo cual, por supuesto, pienso (erróneamente) que tengo todo el derecho del mundo
    El oponerse a una moral relativa no es por miedo a que el ser humano sea responsable….sino que se trata de la realidad de las consecuencias al practicarla…la realidad muestra un panorama bien distinto..un caos moral..puesto que si no tenemos la convicción profunda de que hay principios inherentes a nuestra propia naturaleza de “seres racionales”  y de “seres morales” que nos conducen hacia el bien y que por tanto nos apartan del mal para lograr un mundo mejor, mas equilibrado, mas justo y que tenemos obligacion de seguir…entonces avanzaremos mucho mas en el desorden que estamos viendo empezando por la juventud.del mundo…A ellos, a nuestros hijos y a nuestros nietos, hemos de dejarles como legado un camino mejor…el camino del amor… como es el de la moral evangélica….predicada por Cristo durante su vida mortal…y perpetuada por la enseñanza de la iglesia hasta el dia de hoy…..que pases un buen fin de la semana…..un saludo cordial     de Santiago Hernandez    

  • Carmen (Almendralejo)

    Rodrigo Olvera… La frase de Benedicto XVI en la cual dice llevar a Cristo a Alemania, no dice simplemente que “Cristo no estaba en Alemania” Es aún peor lo que encierra esta frase, y que no es otra cosa que ¡AUTOPROCLAMARSE ÉL MISMO CRISTO!
    Y esto lo piensa el papa, el obispo y hasta el cura más un culto y con menos ciencia en la teología, porque todos ellos Sé Creen Ser Cristo, su Voz, su Sentir, su Autoridad, su Potestad, y como no su Santidad y estar Sentados a la Derecha de D*s como dice los escritos.
    Esto mismo lo dijo un sacerdote del OPUS en mi pueblo, en una homilía del Jueves Santo ¡Yo soy ahora mismo la presencia y la palabra de D*s en la tierra!
    Y yo crucé la iglesia y dejé a ese dios con la palabra en la boca, y desde entonces no he vuelto a pisar una iglesia para escuchar tontería de hombres que se creen dioses.
     

  • M. Luisa

    No se trata de experimentar con lo que tenemos sino de experienciar con lo que somos. Tener hambre no es lo mismo que sentirse hambriento.  Es esto segundo  pues  en lo que consiste la vivencia, es decir la subjetualidad   como primer eslabón dentro de la  estructura  humana  que nos decanta  hacia la verdad.
     
    La subjetividad entonces como segundo eslabón  no es  lo que nos quiere hacer ver aquí el amigo Santiago  en donde remitiéndonos  a la idea de sujeto a modo aristotélico llega a la subjetividad humana  como  algo insuficiente  necesitado  de ayuda externa. No, no, si se entiende bien la subjetualidad humana   como distinta a los demás sujetos  del Universo entonces  es una distinción  que nos coloca en la línea de la realidad y  en consecuencia  de su verdad.
     
    Ahora bien, esta línea es justo la que formalmente existe en el hombre en virtud de la inteligencia, por tanto el  carácter de sujeto  nos viene a los humanos no por vía de animación sino por  la de intelección…  Lo he de dejar aquí…ya lo siento!

  • Juanel

     
    Pablo de Tarso tiene una frase al respecto a mi modo de ver genial, que además creo que se le escapó del inconsciente (¿inspirado por el espíritu?) porque contradice toda su misoginia e intransigencia con respecto a la moral. Dice: “todo me está permitido (afirmando la libertad y el relativismo moral de la ley), más no todo me conviene”. La moral entonces ¿es una cuestión de conveniencia? Pues rotundamente sí. Si leemos a Pablo con atención en Romanos o Hebreos sigue en la misma línea afirmando que el cristiano está por encima de la ley. La ley está al servicio del hombre y no sólo eso sino que funciona en su contra acusándolo de su mal comportamiento. La ley no libera al hombre sino que lo ata. Entonces ¿cómo es posible que la ley moral o natural sea obra de Dios? ¿No será más bien un intento del hombre para acercarse éticamente al contenido de Dios, de un modo provisional, una etapa que debe ser superada y que Pablo anima a superarla?
     
    Otra cosa son las reglas y normas de convivencia que no son más que acuerdos tomados por mayoría, que reflejan las constituciones y las leyes de los Estados.
     
    El relativismo moral que para Ratzinger resulta ser la base de todo el mal que padecemos, en mi opinión es un error, construido como un ogro a derribar. ¿Qué miedo hay a que cada uno elija la moral que le CONVIENE? ¿Por qué esa desconfianza en el hombre y en sus decisiones? La uniformidad moral sólo se presta al dominio y al poder, y mucho me temo que es precisamente esto lo que Ratzinger pretende. Sin embargo, a mi me parece que Dios ha actuado y actúa de modo bien distinto, dejando al hombre la responsabilidad de sus decisiones sin imponerse sobre ellas de ningún modo.
     
    Saludos cordiales

  • M. Luisa

    No confundamos diciendo que Kant se equivoca,  no es así,  pues  Kant como todo filósofo  dejó abierto su pensamiento para  reflexiones  posteriores    y con ello  también así   someterlo a posibles correcciones.
     
    Claro,  si quien dice que Kant se equivoca   luego   nos remite  a su concepción dualista  de la realidad  diciendo que junto con esa vida biológica recibida, también recibimos la vida del espíritu (¿no son estas unas afirmaciones gratuitas?)   entonces  se ve con claridad que  lo que se pretende  es encerrar de nuevo  el diálogo en los esquemas del pasado donde concuerde sin discusión  alguna el relativismo que denuncia el papa.
     
    No pocas veces se ha convenido  aquí,  en este foro,  en la unicidad  estructural del ser humano, por tanto  si queremos avanzar es con esta idea que hemos de afrontar el problema ético.
     
    No se equivocará, tal vez,  quien  dice que solamente  la vida     la tenemos cuando en realidad es lo único que poseemos para con ella realizarnos? El montaje de la ética normativa  ha consistido precisamente  por hacernos creer  lo primero, es decir, hacernos ver   que lo que  tenemos es nuestra vida. El tenerlo todo  bien puede abrirnos  al egoísmo imposibilitándonos  a   la apropiación de nuestra propia realidad en el ejercicio  de poseernos plenamente como humanos.

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