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¿Qué es lo que cree que cree Gonzalo Haya?

Gonzalo Haya no necesita presentación en ATRIO. Pero sí que conviene presentar su libro LO QUE CREO QUE CREO, Revisión honesta de un exteólogo, que está al alcance do todos en BUBOK.com (gratis en fichero PDF y POR unos nueve euros en papel).  Nosotros publicamos las INTRODUCCIONES que el mismo autor pone a todo el libro y a cada una de las cuatro partes. Es un buena invitación a leer toda la obra.


  • Introducción a todo el libro

No sé si mi título de Doctor en Teología habrá caducado por no ejercerlo. No sé si estas cosas tienen fecha de caducidad. Lo que sé es que después de 40 años en trabajos que Buñuel llamaría “alimentarios” vuelvo a reflexionar sobre la fe, sobre lo que creo.

Y la primera reflexión, a la luz de las experiencias vividas, es que no sabemos muy bien lo que de verdad creemos. ¿Qué creen de verdad los que recitan cada domingo en misa el credo y luego, durante la semana, explotan al cliente, al inmigrante o a la empleada doméstica? ¿Qué cree de verdad el católico que no va a misa pero se apunta de voluntario para abrir pozos o escuelas en África?

¿Qué es lo que de verdad creo yo? Dios lo sabrá; y ya parece que por lo menos creo en Dios.

En estas páginas he ido tratando de reflexionar, de aclarar un poco, lo que creo. Porque, aunque la verdad de cada persona está en su comportamiento, también es necesario que las palabras acompañen a la acción para no aumentar la esquizofrenia y la mentira social.

A veces imagino que nuestras creencias son como los endebles pasamanos de cuerda de ese puente que vemos en la portada. Un puente frágil sobre un abismo. Me daría vértigo pasar sobre esas tablas sin agarrarme a esas cuerdas; pero los pasamanos no son lo que nos sostiene, sólo nos infunden tranquilidad.

Eso sucede en nuestra vida ética. Lo que nos orienta es la conciencia; pero necesitamos justificar esa intuición moral con explicaciones. Esas creencias son distintas en cada cultura pero, en lo fundamental y en cada época, justifican las mismas actitudes.

Ni los ateos, ni los cristianos, ni los budistas comprendemos este mundo en que vivimos, pero todos coincidimos en que debemos ser buenas personas. Cada uno lo justifica a su manera, aunque sus argumentos no convencen a los otros. Lo que importa no son las explicaciones, sino la intuición ética: la conciencia.

La propia conciencia se autodescubre con el ejemplo ético de otras personas, y los grandes profetas o fundadores –cada uno con sus creencias- son los impulsores de ese ethos moral que se ha ido depurando a través de la Historia.

Valgan las reflexiones de este libro como hipótesis de trabajo, como sugerencias para que las analicen otros más expertos y para que las tengan en cuenta los que quieran ponerse de acuerdo consigo mismos.

Estas reflexiones surgieron inconexas a propósito de algún acontecimiento. Leídas después, descubro que no fueron casuales; son fuentes que brotan de una corriente subterránea cuando el terreno –el acontecimiento- les da la oportunidad.

Ahora puedo ver la trabazón que las une y puedo facilitarle al lector una visión de conjunto más ordenada. Con este fin he introducido, en letra cursiva al comienzo de cada capítulo, una breve presentación de cada artículo.

  • I. El revés de la trama: conceptos y símbolos

En esta primera sección he recogido algunas reflexiones y artículos que apuntan al verdadero fondo de las cuestiones que van a ir apareciendo.

Nuestra herencia grecorromana concede la mayor importancia al pensamiento conceptual. Pensamos en términos excluyentes: verdadero o falso. Sin embargo nuestros conceptos están extraídos de experiencias históricas limitadas y no pueden expresar adecuadamente una realidad superior, espiritual y ética.

Tenemos que acudir al consenso porque no podemos demostrar límites éticos precisos.

La cultura oriental –incluida la cultura bíblica- se expresa a través de los símbolos y de la historia mejor que a través de conceptos “claros y distinctos”. Las bienaventuranzas no se entienden con la lógica aristotélica.

Creo que la reflexión teológica debe desintoxicarse del exceso de racionalismo y compensarlo con expresiones y vivencias simbólicas. Ni mera lógica, ni mera poesía. Una tensión dialéctica entre estos dos modos de conocimiento: conceptos y símbolos.


  • II. La Revelación y el lenguaje

El Cuello de botella en el que se atasca todo intento de reflexión es la revelación. La revelación mal entendida.

Es entenderla mal el considerar los libros sagrados como palabra definitiva de Dios. Los libros sagrados son mensaje de Dios en palabras humanas, en lenguajes culturales que evolucionan con la geografía y con la historia.

Los artículos recogidos en esta sección reflexionan sobre el concepto de revelación en función de los diversos modos de lenguaje.

  • III. La Iglesia

Un amigo se preguntaba “¿Qué necesidad hay de mantener una religión que necesita el apoyo del pensamiento profano para mantenerse en pie?”.

En realidad él mismo se contestaba al decir que “el ser humano necesita vivir colectivamente su espiritualidad”; y es lo que él hace al ir cada año a Taizé. Yo me preguntaría ¿por qué ha dejado de servir la religión?

Creo que las religiones manifiestan con símbolos y ritos las intuiciones de la conciencia colectiva y dan cauce a su expresión social comunitaria. La religión deja de ser apropiada -incluso puede ser perjudicial- cuando impone desde afuera normas, ritos y creencias que la conciencia del hombre actual no reconoce como válidas.

No voy a tratar sobre la religión en general. Me limitaré al cristianismo y concretamente a la Iglesia católica que es la religión que yo he vivido.

  • IV. Tres creencias fundamentales

Los artículos anteriores fueron escritos como reacción a unas viejas ideas que tenía que superar.

En esta sección los artículos son más proactivos; contemplan las creencias que han ido creciendo en el humus de los artículos anteriores.

Mis creencias fundamentales pueden sintetizarse en tres: Dios; Jesús como rostro humano de Dios; y su mensaje de amor y solidaridad fraterna.

5 comentarios

  • Gabriel Sánchez

    Mi estimado Gonzalo, estaba leyendo algunas de tus cosas, como es natural con algunas difiero y contras coincido rabiosamente…Pero me di cuenta de una cosa, que me emociono…estaba leyendo la sintesis de fe, de una persona, de una entrañable persona, a la que agradezco a Dios haber conocido a traves de ATRIO, gracias por Gonzalo por tu querible autodonación.- Gabriel

  • oscar varela

    Hola!

    – “¿Qué es lo que cree que cree Gonzalo Haya?”-

    Acá hay 3 circunstancias que le están pasando a Gonzalo Haya:

    1- Una PREGUNTA [signos de interrogación]

    2- Una OPINIÓN o IDEA-OCURRENCIA [primer “cree”]

    3- Una DEMAGOGIA u OPINIONES REINANTES [segundo “cree”],
    que pueden tener diverso (y algunas nulo) grado de vigencia.
    ……………
    Ahora bien:
    En buena Teología (por los Asuntos que acá parece traer Gonzalo)
    se hace incompatible la pretensión de los items 1- y 2- (Pregunta y Opinión)
    con el “creer” “¡porque sí, y basta!” del item 3-
    si en serio se quiere conocer la verdad.

    Aristóteles:
    – “Es inherente a quienes pretendan conocer lo fundamental, que se pongan a DUDAR de lo lindo; e.d. a fondo”.
    – “Los que se ponen a averiguar (intentar conocer) sin DUDAR previamente se parecen a los que echan a andar sin saber a dónde va”-
    – “Sólo se hace manifiesta la verdad al que DUDA”-

    Santo Tomás de Aquino (comentando a Aristóteles):
    – “Puesto que esta ciencia atañe a la averiguación universal de la verdad -por tanto no una investigación meramente particular-, le compete paralelamente una DUDA universal”-
    …………….
    Por lo tanto:

    Primero: Gonzalo talvez pueda escribir una Parte V,
    donde trate Asunto tan importante comarea o es la DUDA
    ya presente en los items 1- y 2-
    para que el item 3- cobre algún viso de veracidad.

    Segundo: colaborando así a la DES-DEMAGOGISACIÓN,
    incierto Quehacer y Tarea insobornable para nuestro tiempo.

    ¿Vamos todavía? – Oscar.

  • Gabriel Sánchez

      Me congratulo de esta sintesis de aquello en lo que cree la querible persona que creo que creo que es Gonzalo…Su titulo, es en si es un abordaje diferente…situa nuestra creencia…en su justo termino…lo que creemos esta en lo que nosotros creemos que creemos, en los que los demàs creen que creemos y en lo que realmente creemos…

    Así hay muchos de misa diario(por usar un terminologia catolica), pero vale igual para todas las tradiciones y espìritualiades…y creencias…pero a la hora de creer-el centro de nuestra vida lo toma el dinero, el poder…u otras cosas…A veces somos nosotros mismos los que nos situamos en el centro de nuestra vida…

    Lo cierto es que he bajado el libro y lo leeremos meditamente y despacio, con respecto a la sintesis, sobre la revelacion, la palabra de Dios y la comunidad de los seguidores del camino de Jesùs de Nazareth, justemente me remito a su vida, hechos y palabras…a su pasion, muerte y resurrecciòn…El es la palabra de Dios a los hombres, el es la revelacion de Dios…Conviene anotar que debido a nuestra naturales limitacipmes, la comprenciòn, la develacion de la revelacion que fue y es Jesùs de Nazareth…es un proceso evolutivo…Y para no explayarme con respecto a la comunidad de los (que intentamos) ser discipulos de Jesús de Nazareth…y a su proyecto el Reino…me remito a http://www.redescristianas.net/2011/06/01/el-salto-civilizacional-de-la-humnaidad-es-una-nueva-sintesis-culturalgabriel-sanchez-montevideo-uruguay/   En hora buena Gonzalo y mucha vida y luz
    Un abrazo Gabriel

  • ana rodrigo

    Querido Gonzalo, me identifico con el título y sospecho que me va a ocurrir lo mismo con el contenido del libro.

    Después de haber pasado por distintas fases, desde creérmelo todo, hasta no creer nada, para retomar lo que quedó entre un tramo y otro, supongo que habré llegado a las mismas conclusiones. El sincretismo de lo útil y lo razonable que nos hace más humanos y más felices, es lo que, a la hora de la verdad nos vale.

    Pienso leer tu libro con mucho interés. Gracias  anticipadas, y enhorabuena.

  • Sergio Zalba

    Felicidades Gonzalo!
    Acabo de bajar el libro y veo que está ya por la segunda edición. Las introducciónes que acabo de leer me resulatron bien sugerentes, bien “hayanas”  (de Haya). Espero poder leerlo completo en estos días.

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