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El canto del Bienaventurado

Estos días he vuelto a leer el Bhavagad Gita (“Canto del Bienaventurado)”, insigne joya literaria y espiritual de la vieja India, exquisito compendio en 18 breves capítulos de la sabiduría hindú, de la sabiduría sin adjetivos. Gandhi, el Mahatma (“alma grande”), lo tuvo como libro de cabecera, pero grandes científicos y escritores europeos o americanos de nuestro tiempo (A. Huxley, A. Einstein, J. R. Oppenheimer, R. W. Emerson, C. Jung, H. Hesse…) también se sintieron iluminados e inspirados por él.

          ¿Cómo es posible que en nuestras ikastolas, colegios y universidades públicas no se enseñe a leer este librito inspirado? Y tantos otros libros inspirados como el Dao De Jing de Lao Zi, las Analectas de Confucio o la Enseñanzas de Buda, y no se diga las historias bíblicas del Génesis, los profetas de Israel, los Evangelios de Jesús o el Corán del Profeta. Pero no se inquiete el lector agnóstico: no vengo a hacer apología de ninguna religión, sino a encomiar la sabiduría universal. ¿Nos conformaremos con obtener la Q de la excelencia en ciencias empíricas, ingenierías varias y productividad empresarial? Todo sea bienvenido a su ritmo adecuado, pero ¿bastará para que demos el salto de humanidad que necesitamos? ¿Y dónde aprenderemos el ritmo adecuado?

          En “El fin de las palabras”, cuenta José Antonio Abella cómo un abuelo que empieza ya a desvariar ligeramente se pasa las noches reescribiendo la Biblia; a su nieto que le indica cariñosamente lo inútil del empeño, estando ya la Biblia escrita como está, el abuelo le responde con una sentencia que podría figurar como prólogo y epílogo de todos los libros que merecen la pena: “El Verbo era al principio… Si lo perdemos será el fin”. Si olvidamos la sabiduría que sigue palpitando en los grandes textos inspirados de la humanidad –religiosos o no –, ¿no seremos nosotros los que estaremos a punto de desvariar trágicamente?

            Pero volvamos al Gita o Canto. En Kurukshetra o “Campo del deber”, los ejércitos de dos pueblos parientes –los Pandavas y los Kaurevas– se han citado y están a punto de entablar la batalla. Así eran las guerras en aquel tiempo, casi una contienda deportiva. Hoy las cosas de la guerra son más complejas, más invisibles y mucho más mortíferas. Pues bien, Arjuna, príncipe pandava, con su aljaba al hombro y su mano en la brida sobre el carro de combate, con el ejército enemigo y hermano justo enfrente, de pronto se siente presa de una gran inquietud. No es el miedo a morir, sino el miedo a matar a sus hermanos kaurevas lo que le atormenta. Preferiría ser matado antes que matar. Y en ese momento, ante su carro de combate, se le aparece el Dios Krishna, y mantienen una intensa conversación, que es justamente el Bhavagad Gita o “Canto del Bienaventurado”.

            “Oh Krishna –declara Arjuna–, cuando veo a estos familiares reunidos aquí, ansiosos por luchar, mis miembros desfallecen, mi boca se seca, tiembla mi cuerpo y se erizan mis cabellos” (como se ve, la angustia y sus síntomas no eran entonces distintos de los de ahora). Krishna, el dios de tez morena, de múltiples rostros y numerosos brazos, responde y reprende sosegadamente al angustiado Arjuna: “El sabio no se entristece ni por los vivos ni por los muertos. El sabio ha de actuar en cada momento de acuerdo al deber. Tu deber en este momento es combatir. Combate, y no te preocupes ni de morir ni de matar, pues la vida no muere”.

            ¿Pero cómo Dios puede hablar así?, nos preguntamos con razón. Conocemos demasiado dioses que apelan al deber y que imponen matar, pero ¿una divinidad que hablara de ese modo no estaría con ello negando su divinidad? ¿Qué sería tal divinidad sino el trágico reflejo de nuestros oscuros fantasmas humanos? Absolutamente: un Dios que apelara al deber ciego y que mandara matar no podría sino ser reprobado o simplemente negado. Quiero dejar bien sentado este principio antes de destacar el mensaje profundo del Gita. Este extraordinario librito se sirve de esquemas y categorías (el deber absoluto, el matar sin reparo) que, hoy al menos, son inaceptables.

          Ahora bien, bien leído, el Guita no exalta el deber en abstracto, menos aun el deber de matar. Más bien, el Guita nos invita a captar con la mente y el corazón la presencia y la voz que animan cada instante, y a secundarlas con lucidez y determinación. No me guía el frío deber, sino la revelación de la presencia aquí y ahora. Basta tener los ojos y el corazón abiertos. Es la primera enseñanza del Gita.

          Y la segunda está íntimamente ligada: sólo un estado de desapego radical me permitirá tener los ojos y el corazón abiertos para percibir la revelación del deber. El desapego es la clave sencilla, exigente, liberadora de este librito inspirado. Que no te importe ni el éxito ni el fracaso. Si la persona que amas con pasión atraviesa el puente y se va como se va el tren gimiendo ronco en sus raíles, déjala marchar. Y si tu corazón sangra, no dejes de sentir la pena, pero deja que la pena también se vaya como el riachuelo bajo el puente de Arroa. “Que yo no busque ser amado, sino amar”, diría el pobrecillo de Asís. Dilo también tú. Parece imposible, pero es la única libertad.

          Pero ¿cómo llegaremos a este desapego y a esta libertad? Todos los caminos serán necesarios, y nunca bastarán. Pero el Gita recomienda uno en especial: Déjate querer y entrégate del todo a la Realidad, Dios, Krishna o como la quieras llamar. Esa bhakti, esa devoción, esa entrega, esa confianza te harán desapegado y libre. Es la clave de la gran liberación, que Krishna revela a Arjuna al final de su larga conversación: “Oye mi palabra, la más secreta de todas: me eres muy querido. Confía en mí, entrégate a mí. Abandona todos los deberes. Yo te libraré de todos los males. No te aflijas por nada”. No es una divinidad separada, ni lejana ni cercana, la que así habla al angustiado Arjuna que todos somos. Es el Dios que es tu propio Misterio hecho de amor y de palabra. Es la Ternura que amas y que te hace amar. Es en ti y eres en Ella junto con todos los seres. Es la libertad. Es la fuente de tu ser libre y feliz en la muerte de tu Ego.

          Esa es la única divinidad verdadera. La devoción que nos libera de todos los apegos es la única religión verdadera, más allá de creencias, ritos y normas. ¿A qué llamas Dios? ¿A qué llamas devoción y religión? “Un devoto –escribe Gandhi en la introducción a su edición del Gita– puede usar rosarios si lo desea, marcas en la frente, hacer ofrendas, pero estas cosas no son la prueba de su devoción. Un devoto es el que no siente celos de nada, el que es una fuente de compasión, el que no tiene egoísmo, el que recibe igual el frío y el calor; la felicidad y la desgracia, el que siempre perdona, el que está siempre contento, cuyas resoluciones son firmes, el que ha dedicado su mente y su alma a Dios, el que no causa temor, el que no teme a los demás, el que está libre del regocijo exagerado, penas y miedos, el que es puro, el que se entrega a la acción pero no es afectado por ella, el que renuncia a todos los frutos buenos o malos, el que trata igual a amigos y enemigos, el que no es conmovido por el respeto o la falta de respeto, el que no se envanece por las alabanzas, el que no se deprime si la gente habla mal de él, el que ama el silencio y la soledad, el que tiene una mente disciplinada”.

          Y es seguro que el auténtico devoto, el que ha llegado a ser libre de todo interés egoísta, ese no puede ser violento, y nunca podrá hacer la guerra, sino siempre la paz.

 Para orar

 

Humildemente
me esforzaré en amar,
en decir la verdad,
en ser honesto y puro,
en no poseer nada que no me sea necesario,
en ganarme el sueldo con el trabajo,
en estar atento a lo que como y bebo,
en no tener nunca miedo,
en respetar las creencias de los demás,
en buscar siempre lo mejor para todos,
en ser un hermano para todos mis hermanos

 (M. Gandhi).

21 comentarios

  • Gabriel, estaba leyendo algo que me ha recordado eso que comentaste de la dimensión cosmica de la batalla del Gita.
     
    En un artículo sobre metáforas y entre otras muchas cosas explica cómo en muchas ocasiones la analogía que daba sentido a una metáfora  queda reducido a un concepto que opaca el desplazamiento metafórico. Bien, veamos el ejemplo que pone:
     
    Por ejemplo, el concepto cosmos es un concepto metafórico:  Κόσμε’ω era el verbo empleado en la antigua Grecia para designar entre otras cosas, la actividad del jefe militar al disponer las tropas para la batalla. La relación que establce el griego con la naturaleza entendida como ‘cosmos’ se manifiesta así como una relación bélica: un lugar a ordenar y conquistar… con el paso del tiempo todo eso se ha olvidado pero permanece en un nivel inconsciente… (del que Gabriel da muestra…)

     
    Pues eso, hablando de dimensión cósmica de la batalla… pues que seguramente en un principio, al menos para los griegos, todas las batallas eran de dimensión cósmica…

     
    🙂

  • Un placer Asun, efectivamente ese pasaje es fundamental porque nos da lo único absolutamente indispensable en este camino: confianza. Aunque a algún cristiano habrá que la idea de dejar todos sus deberes para abandonarse a Krishna le suene un poco extraño… je, je.
     
    A ver Gabriel, bueno, antes de nada aclarar que en el capítulo 4 habla de una cosa y en el 11 de otra, que no son temas contrapuestos pero sí diferentes. Pero ya que vamos con el 11 sigo con los centenares de formas divinas en mis traducciones aparecen como diferentes categorías de semidioses con sus nombres respectivos, esto quiere decir que Krishna comprende todos los poderes maravillosos de los semidioses y aún más. Luego sigue los versículos 7 y 8
    7 oh Arjuna! todo lo que quieras ver, ¡observalo de inmediato en este cuerpo Mío! Esta forma universal puede mostrarte todo lo que deseas ver y todo lo que vayas a querer ver en el futuro. Todo –lo móvil e inmóvil– está aquí por completo en un solo lugar.
     
    8 Pero tú no puedes verme con tus ojos actuales. Por lo tanto, ¡te doy ojos divinos! ¡Mira Mi opulencia mística!
     
    Es decir que todas esas maravillas están en el cuerpo de Krishna pero no se ven con los ojos materiales sino con los ojos espirituales que Dios nos da. También la realidad epiritual de Cristo no era accesible mas que a los que tenían “ojos” para ver.
     
    Pues eso, que aunque son historias diferentes, las verdades espirituales que encierran no lo son tanto, o al menos eso opino.
     
    Un abrazo desde la espesura 🙂
     
     
     
     
    P.D. Gabriel… como vuelvas a llamar sudaca ignorante a mi amigo, me enfado 😉

  • Se sabe que Gandhi quedó fuertemente impresionado por el Sermón de la montaña, en el que veía concentrado todo el mensaje cristiano. Él, que era sustancialmente tolerante tanto por temperamento como por educación, no encontraba fuertes diferencias entre el Sermón de la montaña y la Bahragavadgita: “Lo que el Sermón de la montaña afirma de manera discursiva, la Bhagavadgita lo presenta de forma científica”.
    Para Gandhi, por tanto, Jesús fue un mártir, la encarnación del sacrificio, un gran maestro de la humanidad.
    A la par que Buda, Mahoma, Ramakrishna, Jesús es considerado como un excelente ejemplar de moralidad, de no-violencia, de verdadera humanidad. Para Vinoba, uno de los discípulos de Gandhi, Jesús fue el mayor SATYAGRAHI (el que se compromete y cree en la fuerza de la verdad y de la no-violencia).
    Para no pocos teólogos hindúes, Jesús es un AVATARA, es decir, una “encarnación plenaria de Dios”. A diferencia de la “incorporación” que es estrictamente personal, en el “avatara” Dios desciende con la finalidad concreta de salvar al mundo.
    Swami Vivekananda, por ejemplo, considera a Jesús como una de las mayores encarnaciones de Dios, como un profeta puro y generoso, que sufrió y expió de forma vicaria por cada uno de nosotros y por los que han de venir después.
    Swami Ranganathananda concreta el notable influjo espiritual que Jesús ejerce en el hinduismo. No se trata de una aceptación absoluta y “dogmatica” de su persona, sino solamente de compartir su experiencia humana y religiosa. El evangelio de redención predicado por Jesús encuentra acogida en el hinduismo porque da nuevo vigor y fuerza a su espíritu de tolerancia, gentileza, paz y amistad. Este es el modo hindú de acoger a Jesucristo y de asimilarlo. Nótese que digo “asimilarlo” y no “seguirlo”.
    Swami Prabhavananda, perteneciente a la orden monástica fundada por Sri Ramakrishna en el siglo pasado, se declara particularmente cercano al cristianismo. En su orden, Jesús es uno de los grandes maestros espirituales y su enseñanza es conocida, meditada y seguida.
    En el hinduismo hay, por tanto, ámbitos en los que se acepta a Jesús y su enseñanza. Frecuentemente su persona se convierte en objeto de veneración, como sucede con otras encarnaciones salvíficas de Dios entre los hombres. También se quiere confirmar su doctrina con el mensaje de las escrituras hindúes. En Jesús se aprecia la predicación ética y la experiencia mística de unión con Dios.
    En el budismo, Jesús es colocado frecuentemente, al lado de Buda y de Confucio, entre los grandes sabios de Oriente.
    Un abrazo a todos y espero que me comprendan.
    En Cristo

  • Asun

     
    Muchas gracias, Pepe, por el enlace. Iremos dosificando la lectura.
     Me gusta esto que destaca Joxe Arregui y que vuelvo a copiar:
    ““Oye mi palabra, la más secreta de todas: me eres muy querido. Confía en mí, entrégate a mí. Abandona todos los deberes. Yo te libraré de todos los males. No te aflijas por nada””. Lo interpreto como Pon atención, todo se te es ya dado, no estás nunca solo, ni  hasta en la más amarga de las angustias existenciales.

    ““Es el Dios que es tu propio Misterio hecho de amor y de palabra. Es la Ternura que amas y que te hace amar. Es en ti y eres en Ella junto con todos los seres. Es la libertad. Es la fuente de tu ser libre y feliz en la muerte de tu Ego””  Es el beso del encuentro anhelado y recíproco de la Conciencia en la que todo  Es y Somos.

    Nos dispersa lo secundario. Es seguramente lo que más se ofrece en las religiones, puntales aparentes de justo aquello que  no los necesita. Espiritualidad perenne que subyace en todo hombre y mujer.  
            “”Esa es la única divinidad verdadera. La devoción que nos libera de todos los apegos es la única religión verdadera, más allá de creencias, ritos y normas”.
    Un abrazo a todos.

  • Gabriel Sánchez

    PD de troglodita nada, que eres una mujer muy profunda…y entrañable…Gabriel

  • Gabriel Sánchez

    CAPITULO 11 REVELACION DE LA VISION DIVINA VERS 6…Gabriel

  • Querido Gabriel, Me gustaría contestarte pero mis traducciones son diferentes ¿me puedes decir el capítulo y versículo de las maravillas? Ahora ando con poco tiempo.
     
    Un abrazo de la vasca troglodítica ;-D

  • Gabriel Sánchez

    Obviamente Arjuna, parece en mi modesto entender, yo, como sabes soy un sudaca ignorante, representa a la humanidad y Krisna, a Dios que viene a su encuentro, son ambos el otro de cada uno…eso creo y por lo que yo no encuentro contradicciòn…Dios esta…y el hombre es…Por lo que el ser esta dado por la presenticia de Dios…(claro que estos textos necesita accedamos otro nivel de conocimiento)…Aclarando con todo el respeto querida hermanita Madi, que a mi se me da un poco mejor con la Biblia, sin embargo… y a esto parece apuntar José, más alla del hecho de religarnos con Dios (que a veces el no creer, es una forma de hacerlo). Los libros sagrados antiguos, tienen una sabiduria ancestral, que necesitamos hoy para cambiar nuestra vinculaciòn a los otros y a la creaciòn y  dar el salto civilizacional y para sobrevivir como especie…Mira las maravillas…

    KRISHNA:
    5. Contempla, pues, oh Arjuna, mis centenares y millares de formas divinas, todas variadas,…las maravillas nunca vistas hasta ahora.

  • Gabriel, una cosa no quita la otra, lo que tú dices puede ser cierto y no contradecir lo que yo creo.
     
    Pero en el contexto del Gita está clarísimo que Arjuna es Arjuna y Krishna es Krishna… y desde luego Arjuna no es Krishna, al menos en principio (lee los versículos siguientes al 7). De la misma manera que en los evangelios Cristo es Cristo y los apóstoles son los apóstoles… y la diferencia es bastante considerable. En ambos casos los apóstoles o Arjuna pueden llegar al grado de su maestro en la medida en que tengan fe en él, es decir, le reconozcan como Señor y… Liberados de la pasión, del miedo y de la cólera, compenetrados con Él, acogiéndose a Él, se conviertan como muchos han llegado a convertirse en Él purificados por el fervor del conocimiento.
     
    :-8
     
    Y ahora a ver si trabajo un poco…
     
     

  • Mirta

    Hermoso tu mensaje, José. Hermosa la oración del Mahatma, hermosa cualquier religión que nos ayude a sentir a Dios al lado de nuestro corazón, y nos lleve a nuestros hermanos, con verdad y misericordia, para lograr paz y justicia en este mundo.

  • Gabriel Sánchez

    Como tu bien dirias Honorio el Santa Santorum es el otro, unico lugar de donde Dios biene a mi encuentro…toma forma humana…como dice la Gita.- Gabriel

  • Gabriel Sánchez

     Tu eres más creyente que yo, aunque no te lo creas…pero del mal o del bien se esta por inclinación del corazòn…, los que luchan por otros, dicen que por lo menos queremos caminar hacia la Luz y creer en Dios, no es recitar credos, sino luchar por la vida, el pan y la Justicia de todos…Animo, que cuando haya que entrar al Reino, vas a tener que ayudarme tu a subir jajaja y te prometo que te va a costar…Pero ya sabes con un poco de Potes…Un abrazo…Gabriel

  • h.cadarso

      Dicen que en la Nochebuena los ángeles (y también las ángelas…) anunciaron a los pastores lo del Niño de Belén cantando “Gloria a Dios en las alturas, y paz a los hombres (yo creo que dijeron “a las personas” de buena voluntad).
      El caso es que no fue un coro de ángeles/as, sino dos…El coro primero salió del Santa Santorum del templo de Jerusalén con motores a reacción a eso de la medianoche, y llegaron en un santiamén. Pero con las prisas se les olvidó la letra, y solo cantaban la primera parte: “Gloria a Dios en las alturas”.
      El coro segundo andaban por el patio de los gentiles del templo, revueltos con la chusma. Y prefirieron salir al a tardecer,  a pie, para estirar las piernas. En el camino hacia Belén se encontraron con el Buen Samaritano y el herido descalabrado y desangrándose, juntaron todo el keroseno que llevaban, formaron un  helicóptero entre dos o tres, y llevaron al herido a un hospital. Que si no lo llevan, ya me diréis en burro cómo habría llegado el pobre a Urgencias del hospital…
      Y llegaron a Belén, y también se habían olvidado del cantar, solo se acordaban de “Paz a los hombres de buena voluntad”, y algunos dijeron que no era paz, sino “pan”, y que no era de buena voluntad, sino “gratis” “barra libre”.
      El caso es que cada uno cantó un trozo de la canción. Y cuando los pastores se fueron al portal, ellos se volvieron al templo, los unos en jet, los otros a pie. Los unos al Santa Santorum y a las conferencias que daban aquella mañana los doctísimos doctores de la Ley, los otros a “chachalear” en el patio de los gentiles con la gente menuda. Y estos, de vuelta, se encontraron a gentes que dormian al raso, con el frío que hacía; y fueron dejándoles mantos y otras ropas para que se tapasen, y llegaron al templo casi en paños menores.
      Y ya digo, los del Santa santorum cantaban “gloria a Dios” y los otros “paz y pan a las personas gratis”.
      En Atrio habemos de todo; a veces esto se  parece a una sacristía,  a conferencia de doctores de la ley,  a veces suena algo más a patio de los gentiles…
      A lo mejor un  día juntaremos nuestros cantos, el de gloria a Dios y el de paz-pan en la tierra, haremos de sacristía y patio un gran patio de todos…Pero tal como estamos, con estas voces a veces de música de Bach y de Haendel, a veces de revuelta popular y comunistoide, tampoco resulta tan mal…

  • pepe sala

    No te acostarás sin saber una cosa más; pero no seré yo quien se lea éste libro del cual no había oido hablar:
     
    http://www.upasika.com/docs/india/Bhagavad%20Gita%20-%20Version%20Pardilla.pdf
    Bastante tengo con la Biblia…. uuffff !!!!
    Gabrielito… no me creo que tú estés más cerca del bien y yo del mal por el mero hecho de ser tú creyente y yo ateo.
     
    Nuevamente se prejuicia a las personas por el simple hecho de sus creencias o no.
     
    Los hechos históricos demuestran sobradamente que en el nombre de Dios se han cometido las mayores barbaridades que el ser humano haya vivido. O sea que menos prejucios y menos actitides de superioridad por creer qwue se tiene a un tal Dios de su parte.
    Dios siempre ha estado con la mayoría o con los más fuertes y más ricos. (” Es el Dios de los ejércitos en quien yo confiaré”…) Pero éso no me demuestra que quienes tienen a su lado a ése tal Dios sean mejores que quienes no lo queremos tener a nuestro lado.
     
    Y los HECHOS prueban sobradamente mi afirmación.

  • Gabriel Sánchez

    Madita, como en la biblia, existe una dimensión, digamos cosmica de lo inmanente, pero el trasnfondo tanto de las guerras de la biblia, como del gita…son acontecimientos historicos…que tuvieron tal excepcionalidad en la conciencia colectiva, que fueron elevados a la lucha cosmica entre el bien y el mal…Alejarse de Dios, es hacer el mal y no hacer el bien…ser de la oscuridad y no de la luz, tan propio esto de nuestro tiempo…entonces Dios, se hace presente en las personas…Esto que en realidad en nuestra epoca se asentua, es parte del devenir de toda epoca, el bien y mal, estan presente, por lo que siempre Dios, tiene forma humana…Esta en los otros…y viene al encuentro de nosotros…

    KRISHNA:
    5. Contempla, pues, oh Arjuna, mis centenares y millares de formas divinas, todas variadas,
    y de innumerables aspectos y colores. 
    6. Contempla los dioses del sol, los del fuego y los de la luz; los dioses de la tempestad
    y del relámpago, y los dos luminosos aurigas de los cielos. Contempla, pues, oh Arjuna,
    las maravillas nunca vistas hasta ahora.

     UN INGREDIENTE IMPORTANTE, ES LA CONTEMPLACIÓN EN DONDE DIOS VIENE A NUESTRO ENCUENTRO…Gabriel

     

  • Hola Gabriel,

    Dharma se puede traducir como “deber”, “práctica religiosa” (en las dos versiones de que dispongo) o “bien” (como pone en la tuya)… En euskera lo han traducido como erlijioa (religión), y en mi opinión la elección es correcta entendiendo la religión como aquello que nos hace uno con Dios. Es decir que cuando la humanidad se va desapegando de Dios, El vuelve a manifestarse en forma humana para restablecer la unión que algunos llamamos alianza.
    Esto ya lo hemos comentado en otras ocasiones hablando de la parusía o retorno que daría comienzo a un nuevo ciclo, un nuevo mundo… y así será siempre.

    Respecto a lo que comentas de la guerra es así. La metáfora de la guerra la tenemos en casi todos los libros sagrados. En el Antiguo Testamento a Dios le llaman el Señor de los Ejércitos. En el Nuevo Testamento, Pablo habla de una guerra no de carne y sangre sino espiritual, además de describir con detalle la armadura. En el Islam tenemos la yihad, la guerra santa tan controvertida. Hay textos bahá’ís bellísimos que describen el entrenamiento del guerrero, las estrategias y la manera de guerrear para alcanzar la victoria… esto puede parecer extraño para una religión que dice que es mejor dejarse matar que matar a cualquier otro ser humano…

    Yo mientras fui cristiana pensaba que el resto de las religiones hablaban de guerras literales mientras que el cristianismo hablaba de guerra espiritual. Al leer el Gita se me abrieron bastante los ojos. Ahí el campo de batalla Kurukshetra se le llama dharmakshetra (dharma: deber, religión, bien) kshetra (campo).

    Desde mi punto de vista todos estos libros sagrados nos están hablando de una misma guerra, la diferencia está en el entendimiento de las personas que lo leen… de ahí que a lo largo de los siglos hayan habido tantas guerras santas sangrientas (algunas también cristianas).

    Bueno, amigo, es un verdadero placer poder hablar de estas cosas.

    Abrazote transatlántico 😉

  • Gabriel Sánchez


    En el Gita, Krishna dice:

    “Siempre que el bien decae extinguiéndose poco a poco, predominando en
    su lugar la maldad y el orgullo, Mi Espíritu se manifiesta en forma humana
    sobre esta tierra.”
    Bhagavad Gita, 4-7

  • Gabriel Sánchez

    Estimado amigo, el el Bhavagad Gita, eleva a nivel cosmico una lucha intestina entre dos reyes…que forma parte de las conmemoraciones heroicas de la india y tiene un fuerte ingrediente dramatico…porque las guerras no eran en la realidad nada deportivas y si bastantes sangrientas…
     Pero el problema tiene que ver con la cultura, es decir con las costumbres, habitos, categorias de pensamiento y sentimientos…Que les trasmitimos en la educaciòn, que es mucho màs que la curricular…tiene que ver con todo el entorno, los medios masivos, la familia, la sociedad…
    Existe una sabiduria ancestral que ha sido soslayada, estamos educando a nuestros niños en la violencia, en la exarvaciòn del ego y del placer, se es más si se tiene o se puede más…
       Esto incluso en la conducta concreta de los adultos, que es desde donde más aprenden los niños y los jovenes…Un abrazo Gabriel 

  • Muchísimas gracias Joxe, gracias por traernos el canto del Señor, de ese Señor que no es más que uno sólo, Señor de tierra y cielos, de lo visible e invisible, principio y fin de todo lo que es y de lo que no es…
    Hace 18 años cuando me hice bahá’í empecé a leer textos sagrados como una verdadera posesa (je, je) Con todos me emocionaba, pero el Gita fue algo tan especial que aún recuerdo las lágrimas de emoción.
     
    Este es uno de mis pasajes favoritos:
     
    Cada vez que la práctica religiosa declina
    y se incrementa la irreligión, oh Bharata,
    Yo mismo desciendo.
     
    En cada edad yo surjo a la existencia
    para la protección de los buenos
    para la destrucción de los malos,
    para el restablecimiento de la práctica religiosa.
     
    Aquel que conoce según la verdad
    mis nacimientos y mis actos divinos,
    aquel, cuando abandona el cuerpo,
    ya no renace, llega a mí, oh Arjuna.
     
    Liberados de la pasión, del miedo y de la cólera,
    compenetrados conmigo, acogiéndose a mí,
    muchos han llegado a convertirse en mí
    purificados por el fervor del conocimiento.
    (Cap 4: 7-10)
     
    Sarrionaindia, menos mal que estás lejos… Hombre, por Dios, aquí lo único que hay que matar es el propio yo… pero no siempre, esa es la cuestión. Una vez encontré este texto místico que comparto contigo:
     
    EL PRIMER DE LOS CUATRO VALLES
     
    Si los viajeros van en pos de Aquél que es el objeto de sus intenciones (Maqsúd), esta etapa pertenece al yo, pero al yo que es «El Yo de Dios alzado con leyes dentro de Él». En este plano, el yo no es rechazado sino que es amado, es agradable y no se le debe rehuir. A pesar de que al principio este plano es el reino del conflicto, al fin se accede al trono del esplendor (…) Éste es el plano del alma que es agradable a Dios.
     
    Acuérdate del verso que dice:
    ¡Oh tú, alma, que estás bien segura, Retorna a tu Señor, agradada y agradable a Él!
     
    y que finaliza:
    Únete a Mis siervos y entrarás en Mi paraíso.
     
    Saludos foreros 🙂

  • Sarrionandia

    Desde la semilla enterrada hasta las semillas recreadas en el fruto hay un proceso variado y complejo. Eso tratándose de un árbol. Y cuando se trata de una persona humana? Como abejas que liban el néctar de las flores, igualmente entre las páginas de los libros inspirados, antiguos y modernos, puede sorberse sabiduría.
    El desapego budista rima con la búsqueda de la justicia y el encuentro de la libertad porque por el tronco de las culturas humanas sube la savia sabia de Oriente y Occidente; sólo se precisa vivir despierto para matar cuando sea preciso y para dejarse matar antes de claudicar.

  • Dolores García Albaracín

    Estoy emocionada de poder acceder a estos textos. Creo me van a ayudar mucho para mi reflexión. Muchas gracias

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