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7 comentarios

  • Carmen (Almendralejo)

    SABOR…
     
    Sabes, a tierra y a sal,
    a agua de lluvia,
    al rocío que endulza
    al tronco que te dará
    su savía.
     
    Sabes, a miel de las noches
    festejadas en tus ramas,
    sabes a esa luz de las estrellas
    que penden en el brillo
    de tus verdes hojas.
     
    Sabes, al sol que hace madurar
    tu dulzor, al núcleo de la tierra
    sabes, al trabajo matutino
    del día a día.
     
    Sabes, a ese abrazo de la mirada
    que te sujeta a la rama,
    y que hilada te deja cual
    peonza para danzar entre
    el viento, el sol y la noche
     
    Sabes, a todos y cada uno
    de los sabores de mi Tierra,
    a ese Jerte que te riega,
    a ese valle que de ti solo
    saber dijeran…
    El nombre del cual nadie más
    que tú sabor tuviera.
     
    Sabes, al fruto del árbol
    del Cerezo, a la flor
    que la abeja fertilizada
    y preñada de su sabor
    te deja.
    ¡Sabes a Cerezas del Jerte,
    La mejor cereza!
     

  • Kaláa

    Apetece subir por ese tronco …. los años.
    Tengo que subir al árbol , tengo que coger la …..
    Carmen, te salió redondo . Como una   buena guinda  para poner fin a una tarea y que  a la vez sea inicio de otra.
    Sea cerezo o sea guindo , la verdad es que la disposición del tronco me recuerda a la   de l  único camelio  de mi cole. Habíamos terminado por establecer  turnos en el recreo  para posarnos   entre sus ramas como los pájaros.
    Saludos.

  • mªpilar garcía

    Sabores inmejorables, que nos regala la Madre Tierra.
    Hermosas a la vez que apetitosas.
    También los lucí como pendientes je je je…
    mª pilar

  • Carmen (Almendralejo)

    RECUERDOS, DEL VALLE
     
    Hay pócimas  para el alma,
    hay lamentos que del miedo
    huyen, hay imágenes
    para no perder ese recuerdo,
    y que así perdura
    la frescura de la niña.
     
    Del viento asentado
    en el calor soporífero
    olvidado en la memoria,
    las que a regañadientes
    pisa mi umbral,
    nacidas de ese guante
    invitador, de la llave
    de la despensa sonora
    de este destino que nos une,
    para dejar de ser una perfecta
    marioneta del olvido ingrato.
     
    Arroyo, retozón y serpentino
    del mi pulso, acongojados
    recuerdos de aquellos olvidados
    años, de las recorridas y amables
    veredas acomodándose a la niña
    y sus huellas,
    del aplauso de las florestas
    de mi valle,
    incendiado todos ellos de la carmesí
    obra, de los frutos henchidos
    del rubor de la noble tierra
    perdurada en la cimbre
    de sus ramas,
    de las tímidas hojas verdes
    de los pequeños
    y tupidos árboles, que adorna
    en cascadas el valle.
     
    Cierro los ojos y descubro
    las nevadas en flor, el blanco
    inmaculado del todo él,
    del esparcido aroma,
    de la blanca ambrosía para las reinas
    de los colmenares.
     
    Mis presencia está anegada
    en el rumor del agua,
    que empapada transciende
    en la tuitiva danza
    de agua y piedra, en las secuelas
    envolventes y agreste,
    que va trazando ese
    lecho en el escudo insigne,
    que le da nombre ¡ Valle Jerte!
     
    Arroyo retozón, que germinas
    en la tierra perpendicular
    de la memoria hoy asomada
    nuevamente al espejo
    plateado del ayer,
    descubro aquellos zarcillos
    de Navalinda rubí descansando
    en mis hombros…
     
    Alzo la voz sobre ellos, y pregunto
    ¿Quién eres tú, hay alguien
    detrás de ti?
    Silencio…solo el tintinear
    de las cerezas rozan
    mi escucha, en unos carmesíes
    besos…
     
    La niña sigue mirándose
    en aquel lustrado espejo,
    interrogado quedó para siempre
    aquel arquetipo reflejo de aquella
    otra inocencia,
    Asomada a la balaustrada
    sigue las picotas rojas,
    descansadas quedadas
    sobre el lecho blanco
    de mis hombros, del valle
    regado por ese río de la memoria
    que no quiere ser muerta.
     
    Gracias Atrio, ¡María…!

  • Carmen (Almendralejo)

    Kaláa, te adelantaste en los pendientes y el rubí de las cerezas ¿Brujas, intuiciones Ruah… qué será?
    Cuando leí esta imagen, recorde aquellas viviencias donde mis primeros pendientes largo fueron unos zarcillos de Cerezas…
    Sueños y recuerdos, vivos y con ese sabor agridulce de las Picotas de mi tierra Extremeña.
    Ya verás y dirás si te gusta, algo hay en mente y no sé como saldrá
    abracitos

  • Kaláa

    Metamorfosis…..
    Mis primeros pendientes  de oro y piedras de rubí .
    Saludos.

  • Gabriel Sánchez

    Las cosas simples y cotidianas, estan llena de la unica y verdadera belleza, además, en este caso, nos afiliamos a un morisco…Gabriel

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