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Las mujeres, las grandes olvidadas

Artículo publicado hoy en EL PAÍS

El patriarcado ha negado el protagonismo a ellas en los avances de la sociedad y se los ha atribuido exclusiva e injustamente a los varones

La razón moderna e ilustrada afirmó la universalidad de los Derechos Humanos y de la razón y, en un acto de incoherencia, se los negó a las mujeres, víctimas de una racionalidad selectiva de carácter patriarcal. Además, con la historia en la mano, hemos de reconocer que entre las víctimas de las masacres humanas, las más numerosas, agredidas y olvidadas, las que han sufrido todo tipo de discriminaciones y la negación de su dignidad, de sus derechos y de su libertad, aquellas a las que se les ha negado hacer sus proyectos autónomos de vida, a quienes se les han destruido sus esperanzas, a quienes se les ha prohibido hasta soñar, han sido y siguen siendo las mujeres.

Ellas son las principales víctimas del sexismo en alianza múltiple y complicidad permanente con el capitalismo en sus diferentes modalidades —hoy el neoliberalismo—, el etnocentrismo, el clasismo, el colonialismo, el imperialismo, la depredación de la naturaleza, el racismo patriarcal, los fundamentalismos de todo tipo, las religiones, etcétera.

Son las religiones —o mejor, sus jerarquías— las que imponen a las mujeres una moral de esclavas y subalternas, resumida en estos siete verbos: obedecer, someterse, aguantar, soportar, sacrificarse por, cuidar de y perdonar. A dicha moral, el feminismo opone como alternativa una ética sustentada en los verbos: resistir, rebelarse, negarse a, empoderarse, ser autónoma, compartir los cuidados, exigir perdón, arrepentimiento, propósito de la enmienda, reparación y no repetición.

El cambio en la moral religiosa patriarcal para con las mujeres exige previamente una teoría crítico-feminista de las religiones, de su organización, de sus doctrinas androcéntricas, de sus deidades masculinas y de las masculinidades sagradas que legitiman los comportamientos de los varones, por muy inmorales que sean, basándose en la masculinidad divina, sobre todo en las religiones monoteístas.

El sexismo es inherente al patriarcado que recurre sistemáticamente a la violencia contra las mujeres y los sectores más vulnerables de la sociedad, niños y niñas, en todas sus modalidades desde su silenciamiento e invisibilidad hasta los feminicidios, que se cuentan por millones a lo largo de la historia —solo en 2017, 66.000 asesinatos de mujeres—.

Las religiones han impuesto a las mujeres una moral de esclavas y subalternas resumida en siete verbos: obedecer, someterse, aguantar, soportar, sacrificarse por, cuidar de y perdonar

Es con las mujeres con quienes más deuda tiene la humanidad, la tenemos los hombres, instalados en los privilegios de la masculinidad hegemónica, a los que tenemos que renunciar si queremos que sea sincera y creíble nuestra incorporación a la lucha feminista. Es a las mujeres a quienes hemos de recordar nosotras de manera especial hoy. Y utilizo el femenino intencionadamente porque nosotros somos ellas, su causa es la nuestra. Es a ellas a quienes tenemos que rehabilitar en su dignidad negada.

Es de ellas de quienes tenemos que hacer genealogía, memoria subversiva, recordar sus sufrimientos y sus luchas en defensa de la vida, de la libertad y de la naturaleza. Es a ellas a quienes hay que reconocer sus creaciones culturales, sociales, la mayoría de las veces minusvaloradas, olvidadas o negadas. Gracias a ellas la historia ha avanzado por el camino de la liberación y de la emancipación.

Sin embargo, el patriarcado les ha negado el protagonismo en esos avances y se los ha atribuido de manera exclusiva e injustamente a los varones, y de entre ellos a los reyes, príncipes, aristócratas, plutócratas, etcétera despreciando las actividades de las mujeres, sobre todo las que ejercen en la vida cotidiana, y negando trascendencia a lo doméstico, que es el espacio donde han sido recluidas.

Solo rehabilitando a las mujeres y luchando por su emancipación es posible construir una cultura de paz y una justicia de género.

De otra forma, la cultura de paz excluirá a más de la mitad de la humanidad y dejará de ser tal para convertirse en barbarie violenta, y la justicia de género no pasará de ser un eslogan vacío de contenido que se tornará injusticia patriarcal y mantendrá a las mujeres en una situación de discriminación.

Solo rehabilitando a las mujeres y luchando por su emancipación es posible construir una cultura de paz y una justicia de género
Se está produciendo un cambio de paradigma, que ya resulta imparable. Hasta ahora para las mujeres todos eran deberes y obligaciones. Ahora es el tiempo de sus derechos: a la queja, a la protesta, a la insumisión, al disenso, a la autonomía, a la libertad, a los derechos sexuales y reproductivos. Hasta ahora los únicos pactos eran los que sellaban los varones, para aferrarse al poder y repartírselo patriarcalmente, excluyendo a las mujeres de ellos.

Un ejemplo es el “Contrato social” de Jean-Jacques Rousseau, que solo reconoce derechos políticos a los varones y los niega a las mujeres. El pacto social no tenía vigencia en el hogar, donde la mujer debía estar sometida al marido. Léase para comprobarlo el capítulo V del libro de Rousseau Emilio o de la educación (Alianza Editorial, Madrid, 2011, segunda reimpresión, pp. 563 y ss), cuya protagonista es Sofía, la compañera de Emilio, que en las relaciones morales debe ser pasiva y débil y cuya función es “agradar al hombre”:

“En la unión de los sexos, cada uno concurre de igual forma al objetivo común, pero no de igual manera. De esa diversidad nace la primera diferencia asignable entre las relaciones morales de uno y otro. Uno debe ser activo y fuerte, el otro pasivo y débil; es totalmente necesario que uno pueda y quiera, basta que el otro resista poco. Establecido este principio, de él se sigue que la mujer está hecha para especialmente para agradar al hombre. Si el hombre debe agradarle a su vez, es una necesidad menos directa, su mérito está en su potencia, agrada por el mero hecho de ser fuerte. Convengo en que no es esta la ley del amor, pero es la de la naturaleza, anterior al amor mismo” (p. 565).

Ahora ha comenzado el tiempo de los pactos entre mujeres inclusivos de todas las personas vulnerables. Hasta ahora, los cuerpos de las mujeres estaban colonizados, eran propiedad de los esposos, de los confesores, de los padres espirituales, de los asesores matrimoniales, y objeto de abusos sexuales. Ahora las mujeres reclaman y ejercen el derecho sobre su propio cuerpo. Hasta ahora lo que imperaba como ideal en las relaciones humanas era la fraternidad (de “frater”, hermano). A partir de ahora, relaciones entre los seres humanos han de regirse por la fraternidad-sororidad (de “soror”, hermana).

Un antecedente de dicho cambio de paradigma lo tenemos en el protofeminismo de pensadores como el padre Benito Feijoo o el filósofo francés Poulain de Barre con su afirmación “la mente no tiene sexo”. Se encuentra también en la primera ola del feminismo político representado por Olympia de Gouges que, como contrapunto a la androcéntrica Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, de la Revolución Francesa, escribió la Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana, en la que afirmaba que “si la mujer tiene el derecho de subir al cadalso, debe tener también igualmente el de subir a la Tribuna”. Olympia no logró subir a la Tribuna, pero sí subió al cadalso donde fue guillotinada.

Juan José Tamayo es director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones “Ignacio Ellacuría”, de la. Universidad Carlos III de Madrid, y autor de Religión, género y violencia (Dykinson, 2017, 2ª ed.).

25 comentarios

  • Ana rodrigo

    El feminismo en cuanto se reivindicación de las derechos de las mujeres es cos de todas y de todos. Si la causa de la situación procede de los hombres (con excepciones individuales), siempre me he preguntado porqué hay tan pocos hombres que participan en los debates cuando se plantea el tema. Durante un tiempo, quizá ahora también,  decían que el feminismo era cosa de mujeres. Me atrevo a animar a los hombres a que enriquezcan el debate con sus reflexiones, no sólo sobre el feminismo, sino sobre el problema de la masculinidad.

    Tanto una cuestión como la otra afecta a la totalidad de la humanidad y, detrás, mucho sufrimientos y muchas injusticias.

  • Ana rodrigo

    Voy a contar una anécdota. Tenía yo que presentar, hace muchisimos años, a Margarita Pintos en la universidad de Murcia como ponente de una conferencia. Como estonces el más conocido era Juanjo, mi tentación fue comenzar la presentación como esposa de,  pero reaccioné a tiempo y me dije, si ella tiene entidad propia porque voy a presentarla como esposa de en un momento en el que va ser ella misma; por lo que omití la idea inicial.

    Aprovecho para hacerle un merecido homenaje a Margarita sumándome al que le hace Juanjo. Mujer bien informada, competente y luchadora infatigable en la causa de las mujeres.

    Mi homenaje a Juanjo, porque, siendo hombre, entra dentro de esas indidualidades a las que aludía yo esta mañana haciendo alusión a los hombres que han compredido a fondo el feminismo y luchan codo con codo  por la justicia  y lis derechos de la mujer al mismo que desenmascara la masculinidad cuando se ha convertido en una patología.

    Queda mucho por hacer, adelante.

    • Es que es un asunto muy, muy complejo
      Porque está claro: mujer, ha sido ciudadano de segunda. Y además, ciudadana desde hace cien años? Quizás menos. Desde luego en España lo fue cuando la dictadura acabó. En el resto de países no lo sé.

      Para mí, el problema es cultural y únicamente se puede combatir con la educación. Y esas cosas van muy despacio.
      Creo que los hombres también son víctimas del machismo, estoy convencida de que el mundo sería distinto si el papel de la mujer en la sociedad hubiese sido de igualdad de oportunidades con el varón. Convencida . Pero desde el principio de los tiempos no ha sido así. Y ahora toca dar la vuelta a una idea que ha imperado en la sociedad siempre. La sociedad evoluciona.

      Esa idea tiene que aceptarse sin duda por los varones, pero también por las mujeres.Conozco a muchas mujeres tan machistas como lo pueden ser muchos hombres. Muchisimas. Mujeres que piensan que determinadas actos les están permitidos a los hombres, pero que en una mujer no, etcétera.
      Y eso únicamente se conseguirá con una educación que defienda la igualdad de derechos y deberes entre ambos sexos. Con mentes abiertas .No va a ser fácil.
      Y tengo clarísimo que , como los que tienen el poder y la visibilidad actualmente son los hombres, sin su apoyo sería un camino mucho más difícil para nosotras y sobre todo para nuestras hijas y nietas.

      Disfruta el viaje.
      Un abrazo.

      • oscar varela

        Hola! – Leo
        1- “Es que es un asunto muy, muy complejo”-
        Tal vez; pero entonces es cuando es “muy, muy sencillo”.
        2- “Para mí, el problema es cultural y
        * únicamente se puede combatir con la educación”-
        ¿Te parece? En este tanguito la mina se le rebela al “machito”:
        (con más razón desde que la mujer
        * se independiza económicamente)

        https://lyricstranslate.com/es/carlos-gardel-el-que-atras%C3%B3-el-reloj-lyrics.html

        El que atrasó el reloj
        ¡Che, Pepino,
        levantate ‘e la catrera,
        que se ha roto la tijera
        de cortar el bacalao!.
        ¿Qué te has creído?
        ¿Qué dormís pa’ que yo cinche?
        ¡Andá a buscar otro guinche
        si tenés sueño pesao!
        ¡Guarda, que te cacha el porvenir!
        ¡Ojo, que hoy anda el vento a la rastra
        y el que tiene guita, lastra,
        y el que no, se hace faquir!

        ¿Querés que me deschave
        y diga quién sos vos?
        ¡Vos sos, che, vagoneta,
        el que atrasó el reloj!

        ¿Con qué herramienta te ganás la vida?
        ¿Con qué ventaja te ponés mi ropa?
        ¡Se me acabó el reparto e’ salvavidas!
        Cachá esta onda: ¡se acabó la sopa!
        ¡A ver si cobrás un poco impulso,
        pa’ que esta vida de ojo no se alargue!
        ¡Ya estoy en llanta de llevarte a pulso,
        buscate un changador pa’ que te cargue!

        Si hasta creo
        que naciste de un carozo…
        ¡Sos más frío que un bufoso!
        ¡Ya no te puedo aguantar!
        En la sangre me pusiste una bombilla,
        y hoy me serruchás la silla
        cuando me quiero sentar.
        ¡De esta ya no te salva ni el gong!
        ¡Guarda, que se me pianta la fiera!
        Levantate ‘e la catrera,
        que voy a quemar el colchón.

        ¿Querés que me deschave
        y diga quién sos vos?
        ¡Vos sos, che, vagoneta,
        el que atrasó el reloj!

      • Me encanta Carlos Gardel.
        Este tango no lo conocía. Me ha costado un poquito entender algunas palabras.Un día le escribiré algo en nuestro lenguaje murciano. Tampoco entenderá del todo.
        Pero he traducido lo suficiente para decirle que no sabe usted hasta qué punto sé lo que quiere decir el letrista de este tango, no sé si también es Gardel.
        Y sí. La independencia económica es definitiva.
        Un abrazo.
        Cuando le apetezca teclee : La Cansera , de Vicente Medina. Poesía que refleja al huertano murciano, pero a tope.

  • Querido Antonio 

    Margarita te da las gracias por tu entrañable referencia a ella en el cálido comentario a mi artículo sobre “Las mujeres, las grandes olvidadas”. Y yo también por la publicación del artículo y de mi bio-bibliografía (¿quién te la ha enviado?). Te envío el artículo que escribí en mi blog que puede consultarse en  amerindiaenlared.org y que confirma lo certero de tu  comentario. Me gustaría que pudieras colocarlo en el post del artículo. Sabes que soy muy torpe para esa tarea. [Con una indicaciones por teléfono, este texto lo ha puesto el mismo Juanjo en comentarios. Nota de AD]
    Muchas gracias.  
    Un abrazo
    Juanjo 

    Margarita Pintos: en pos de la utopía feminista 

    Margarita Pintos, mi compañera durante cuarenta años, me invitó a caminar por la senda de la utopía feminista. Encerrado como estaba en mi cosmovisión patriarcal, fue a ella a quien oí por primera vez los nombres de las mujeres que han construido la utopía feminista: Olympia de Gouges, Mary Wollstonecraft, Elisabeth Cady Stanton, Simone Beauvoir, Betty Friedam, Kate Millet, Shulamith Firestone, Nancy Frazer, Concepción Gimeno de Flaquer, Clara Campoamor, Célia Amorós, Amelia Valcárcel, Alicia Puleo, Ana de Miguel, María José Guerra…

    Ella despertó mi interés por la obra de estas pensadoras feministas, que enseguida leí desaprendiendo las lecciones teológicas y filosóficas androcéntricas y aprendiendo la teoría de género por la que ahora transito y aplico al estudio de las religiones, donde estoy elaborando una teoría crítico-feminista de las religiones monoteístas y una hermenéutica interreligiosa feminista.

    En dicha teoría he elaborado la categoría “masculinidades sagradas” como base del patriarcado religioso –que llamo  “patriarcado Extremoduro-, que legitima el patriarcado político y que Mary Daly justifica así: “Si Dios es varón, el varón es Dios”. La ecuación de mi teoría es “dioses varones-masculinidad sagradas-subordinación-violencia contra las mujeres”. Gracias a mi compañera Margarita Pintos hoy puedo definirme como teólogo feminista.

    Otro resultado de su magisterio es el feminismo de nuestros hijos, que viven y practican sin el baño teológico de su padre y su madre. Los cuatro formamos una comunidad  materno-paterno-filial- sororal que Margarita ha querido ejemplificar con un whatsapp titulado “Una de Pintos y tres Tamayos”. Los cuatro nos reímos mucho cuando creó esta cuenta de whatsapp.  A decir verdad, es una excelente maestra –fue su profesión durante cuarenta años-, que nos toma la lección al modo tradicional. Solemos aprobarla, aunque nos queda mucho por aprender y, sobre todo, por practicar. 

    JUAN JOSÉ TAMAYO
    Director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones “Ignacio Ellacuría”
    Universidad Carlos III de Madrid

  • ana rodrigo

    Querida comunidad atriera, por fin he encontrado un ordenador y, además con teclado español, así que voy a rehacer el comentario que ayer escribí tres veces y que me desaparecía de alguno de los trastos que utilizaba.

    Tenía mucho interés en escribirlo, porque el artículo de mi maestro y amigo Juanjo, además de decir todo lo que cabe en un artículo, sugiere tantas otras cosas, que hay que decirlas, resaltarlas y repetirlas una y otra vez.

    Comenzando por el titular y la gravedad de lo que significa “las grandes olvidadas”, las cero, a pesar de ser las imprescindibles, las necesarias, etc. (nota: voy a poner muchos etcs, que quedarán  en la mente y en el corazón de los lectores y lectoras.)

    Efectivamente, las mujeres somos las principales víctimas y las únicas víctimas del sexismo y sus parientes derivados.

    Esta tropelía generalizada contra las mujeres afecta a otros grupos sociales; los primeros son los mismos hombres, a los que les acompaña la desgracia de haber nacido hombres y educados equivocadamente para que el mundo gire a su alrededor, apartando a las mujeres y dejándolas como objetos de usar y tirar. Nota importante: cuando hablo de los hombres en general, estoy excluyendo a las individualidades, que las ha habido y las hay fuera de la generalización machista y sexista.

    El rol que se han adjudicado ellos mismos y que trasciende de generación en generación, ha hecho que casi lleven incrustados en su ADN los genes perniciosos de no ver a la mujer como igual con todo lo que esto conlleva.

    Lo que ocurre es que son ellos y solamente ellos los que tienen que salir de esta ceguera heredada o adquirida o aceptada. Nosotras nada podemos hacer dentro de sus cabeza, nosotras bastante tenemos con lo nuestro, como dice Tamayo, ofrecer una nueva ética, resistir, rebelarnos, negarnos a, etc. etc. Pero el trabajo es suyo. El mismo Juanjo  y algún autor y autora, está insistiendo mucho en el masculinismo, la epidemia más extendida en la humanidad en el tiempo y en el espacio.

    Otra consecuencia del sexismo-androcentrismo-machismo, es lo que la humanidad se ha perdido excluyendo, condenando, robando, ocultando todo lo que las mujeres hubieran podido hacer al bien común ya sea en política, en ciencia, en economía en filosofía, et. etc. Además de lo que los hombres han perdido al no poder disfrutar de la ternura (los hombres nunca lloran), del cuidado, de la colaboración con las mujeres en la legislación, en la ética reivindicando , por ejemplo, el derecho sobre nuestro cuerpo, etc.etc.etc.etc.

    En las religiones pedimos el derecho a participar en la teología, en la exégesis, a estar en los órganos de decisión, etc. etc. etc.

    En fin, gracias Juanjo por suscitar una vez más la reflexión sobre un tema inacabable desgraciadamente. Y, como es mi costumbre, hago presentes a tantos millones de mujeres de otras culturas, religiones y otros continentes, donde la tragedia de ser mujer se multiplica por el infinito. Como dice, el autor, todas somos mujeres en el dolor y en las reivindicaciones.

    Nota: no perdamos de vista al machista medio inconsciente que cree que no lo es porque ni le pega ni mata a mujer. Ojo a los machistas camuflados que consiguen que las mujeres se sientas muy queridas y respetadas, terminando ellas mismas siendo machistas.

     

  • ana rodrigo

    Como os dije ayer, ando de viaje sin ordador, he hecho un cementario por tres veces y, cuando casi lo tenia terminado, se me ha esfumado. Voy a ver si me prentan algún ordenador porque se me ha agotado la peciencia.

  • M.Luisa

    Como   dice Ana, Tamayo maestro de feminismo siempre mantiene viva  su problemática pues  siempre  encuentra en ese terreno   espacios a los que explorar.  Y es  que  la lucha por la emancipación de la mujer, como revolución con respecto a otras es la que ha logrado, a pesar de todas sus deficiencias,  consolidarse mejor  en los últimos tiempos.

    Queda no obstante mucho por hacer  y esta es la tarea pendiente a realizar que nos compromete  hasta que la mitad de la humanidad haya conseguido equipararse a la otra mitad en todos los terrenos.

  • Amparo A

    ! BIEN ! muy ! BIEN ! y muchos mas articulos como el tuyo ,han hecho , hacen y haran mucho bien en esta socidad de ciegos,egoistas , injustos e ignorantes. A continuar y que crezca el numero de los que toman conciencia . GRACIAS.

  • oscar varela

    Este mundo ya es otro
    https://www.pagina12.com.ar/151011-este-mundo-ya-es-otro
    FEMINISMOS | Silvia Federici, la célebre autora de
    * El Calibán y la bruja.
    * Mujeres, cuerpo y acumulación originaria, acaba de editar aquí
    * El patriarcado del salario (Tinta Limón)
                – vino tanto a ponerle el cuerpo a ese nuevo libro
                – de crítica feminista al marxismo,
                – a entretejerse en las luchas de las que se siente parte.
    * Se reunió con la Intersindical feminista,
    * recorrió la villa 21-24 acompañada de miles
                – que se habían preparado leyendo sus textos,
                – estará compartiendo una asamblea Ni Una Menos en la CTEP.
    * Incansable y generosa,
                – seguida por multitudes que dan cuenta de
                – la sed por hacer más compleja la lucha cotidiana,
                – Federici explica como pocas esa frase que le pertenece y
                – que resignifica en cada experiencia que comparte:
    – “Eso que llaman amor es trabajo no pago”.
    * revolución será la que tire de una vez
                – las paredes de la casa donde cada una está aislada.

  • oscar varela

    Un eje acorde a los tiempos que corren: Mujeres y cine.
    * “El eje del año pasado, Cine y moda,
                    – fue un modo de observar cómo el cuerpo femenino es intervenido
                                   – por eso llamado ‘moda’.
    * Pero ese eje derivó en otros:
                    – el cuerpo como objeto de consumo,
                    – las modas en el cine,
                    – las películas de moda,
                    – la moda como recurso de belleza,
                    – la profundidad de la belleza,
                    – los cuestionamientos acerca de qué es la belleza…”.
    * “Que este año sea ‘Mujeres y Cine’
                    – no significa que haya solo películas dirigidas por mujeres,
                    – sino que se intenta abarcar la mayor cantidad posible de miradas
                                   – sobre las mujeres en el sur del mundo,
                                   – ya sean miradas femeninas,
                                    – masculinas o de otros géneros.
    * Porque hay mucho para decir sobre mujeres y cine.
                    – Cómo somos miradas,
                                   – para qué,
                                   – para quién.
                    – Cuáles son las revoluciones que nos identifican,
                    – cómo miramos el mundo,
                    – qué supone la maternidad,
                    – qué es el feminismo,
                    – cómo se diferencian las mujeres en Occidente y en Oriente,
                    – cómo nos diferenciamos según
                                   – edades,
                                   – condición social o
                                   – acceso a la educación y a la cultura”.
    ………………
    https://www.pagina12.com.ar/151015-el-sur-tambien-existe-y-tiene-mucho-para-decir-y-mostrar

  • oscar varela

    Desde que las mujeres se “ganan la vida“,

    empezaron a “usar” lo que se ganan.

  • oscar varela

    Hola!
    Juanjo nos señala un CONTRAPUNTO:
    1- Varon-céntrico Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano,
    2- Mujer-céntrico: Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana,.
    Uno se pregunta: ¿Cómo relacionarlos?
    …………………..
    Encontré la respuesta hace 2 días. Fue así:
    – Un matrimonio amigo me invitó a cenar a su casa en Bs. As.
    – Fui y me presentaron a una mujer, que estaba de visita, y que dijo dedicarse al Yoga y a la Carta Astral.
    * Ahí salió que yo era de Aries.
    * A lo que comentó que como ella era de Libra,
    * resultábamos ambos ser COMPLEMENTARIOS.
    …………………..
    ¡Me cayó la ficha:
    la relación entre el varón y la mujer
    * es de tipo “euclidiano”!
    ¡Aunque usted no lo crea!

  • Juan García Caselles

    ¿Alguien cree que funcionaría algo en la iglesia católica, desde la más humilde parroquia hasta la mayor de las catedrales, sin el ocultado trabajo de las mujeres?

    • oscar varela

      A mi me parece saberlo, Juan.
      Sin el ocultado trabajo de las mujeres,
      funcionaría más y mejor
      “esta” Iglesia Católica.

      • No pienso decir ningûn disparate. Pero se me ocurren muchos.
        El silencio de las mujeres ha sido definitivo para guardar algún que otro secreto de alguna que otra persona de ‘ esta’ iglesia católica. Que si no, me río yo dónde estaría el célebre celibato. Piedra angular de ‘esta’ iglesia católica.

  • Ole, olé y ooooooooooole.

    Es que me encanta este señor.

    Dónde estaba escondido? Dónde estaban todos los que así piensan?

    Aquel ocho de marzo fue un punto de inflexión. Los que fuimos a las manifestaciones así lo sentimos

    Este señor, Jjtamayo, tiene un artículo preciosisimo y superinteresante, habla sobre la primera mujer, Lilith. No conocía esa historia. Supongo que ustedes sí. Y claro, la convirtieron en demonia y de las gordas. Es superinteresante. Porque esa ha sido nuestra historia, desde la primera mujer hasta ahora.  U obedeces o te anatematizamos.

    Pero señores, señoras .Aquí estamos. Y esto empieza ahora. Entre los varones y las mujeres podemos construir un mundo mucho mejor del que tenemos

    Vamos todavía!.

    • ana rodrigo

      Ando de viaje y no sé si podré comentar este hilo tan interesante. Sólo decirte, Carmen, que Juanjo me honra con su amistad desde hace 33 años y que fue mi primer maestro de feminismo. Es un número uno en este tema y siempre ve matices por los que luchar porque queda mucho por hacer.

      • Antonio Duato

        Pues es tan extraño que Carmen no conociera a jj(Juanjo)Tamayo que algún amigo suyo me ha enviado todo un extenso currículo que está desde ahora en Perfiles, de ahí arriba. Si alguien quiere llegar ahí directamente que vaya a http://www.atrio.org/perfiles/juan-jose-tamayo-acosta/

        Pero prepárese a recibir un verdadero chaparrón de títulos y trabajos que parecen no caber en una vida limitada. Aunque omite tal vez lo principal: está casado con la que es madre de sus maravillosos hijos y una extraordinaria feminista, en teoría y en la práctica bien equilibrada, Margarita Pintos. Ver sus publicaciones en Dialnet.

      • Ostras con el señor JJ.
        Menudo currículum.

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