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Las tres coordenadas de mi posición cristiana

Antes de ponerme a leer con calma, reflexionar y contestar a importantes comentarios que se han publicado en ATRIO en las últimas horas –le dedicaré un tiempito esta mañana y mañana si no puedo hoy– os ofrezco un nuevo artículo testimonial y auténtico –habla desde su conciencia y experiencia– de Gonzalo Haya, una de las personas de este foro con la que más identificado me siento. AD.

    Al jubilarme me planteé mi posición cristiana y la fui expresando en artículos ocasionales que luego recogí en el librito Lo que creo que creo. Revisión honesta de un exteólogo. En la imagen de la portada simbolicé mi situación como el vértigo al cruzar un abismo de dudas, caminando por un frágil puente de tablas y barandillas de cuerda; las tablas eran mi conciencia, y las barandillas eran las explicaciones, la teología.

Esta idea se fue desarrollando y fraguó en unas conferencias, años después, que titulé “La hoja de ruta de un cristiano del siglo XXI”. Para determinar esta ruta acudí a tres coordenadas: Jesús de los evangelios – Los signos de los tiempos – Mi Conciencia.

Las flechas de este diagrama expresan que las tres coordenadas se complementan y corrigen mutuamente, como la superposición de tres imágenes perfilan la reproducción del original.

Alguno se extrañará de que no mencione a la Iglesia como clave para determinar mi posición cristiana.

Si se refiere a la Iglesia como Pueblo de Dios, está incluida en las tres coordenadas: en el Jesús de los evangelios, que transmiten la imagen de Jesús en las primeras comunidades cristiana; en los signos de los tiempos, que reelaboran la interpretación de los evangelios; y en mi conciencia, que acoge lo que le impacta de Jesús y olvida lo que le disuena (Jesús en la sinagoga de Nazaret olvidó el final de la cita de Isaías: “y la venganza de nuestro Dios”).

Si se refiere a la Iglesia jerárquica y a sus dicasterios, lamento decir que no me merece confianza, no porque se haya equivocado muchas veces sino porque impuso sus interpretaciones bajo amenaza de condenación eterna, y porque se ha mostrado como rémora de la evolución humana. Jesús criticó a la jerarquía de su tiempo porque “olvidaban el mandato de Dios por seguir esas tradiciones vuestras”.

Veamos los valores y las carencias de cada una de estas tres coordenadas.

  •     El Jesús de los evangelios

Un cristiano no tiene la menor duda de la importancia fundamental que el ejemplo y las palabras de Jesús tienen en su propia vida. Me refiero al Jesús de los evangelios porque es el único que nos ha llegado. Personalmente en mis dudas su ejemplo y su mensaje tienen un valor fundamental. En una reunión reciente he tenido la satisfacción de comprobar que también para mis compañeros Jesús seguía siendo el gran referente por encima de un mar de dudas; incluso he comprobado una gran admiración por Jesús de un amigo musulmán y de otro que se reconoce como “ateo cristiano”.

¿Tiene carencias el ejemplo de Jesús? Hasta la más estricta ortodoxia reconoce que Jesús fue plenamente humano, y todo lo humano es incompleto, circunscrito en su espacio-tiempo, dependiente de su cultura.

El Jesús que conocemos es el Jesús de los evangelios, interpretado por las primeras comunidades y elaborado por Marcos, Mateo, Lucas y Juan. Esta reelaboración ya entonces, pero mucho más ahora, supuso el paso de la cultura simbólica hebrea de Jesús a la cultura conceptual griega.

Todavía nosotros interpretamos los evangelios como crónicas de la vida y enseñanzas de Jesús; sin embargo, no fueron escritos para notificar acontecimientos sino para comprender el sentido profundo –el plan de Dios– en el escandoloso suceso de que el esperado Mesías Rey había sido ejecutado por sus autoridades religiosas y políticas. Y en esta interpretación de la Historia podemos apreciar notables divergencias, incluso contradicciones concretas, entre los cuatro evangelios, como he mostrado en “Volved a Galilea. Comentario y exégesis del evangelio de Marcos”.

  •     Los Signos de los Tiempos

Juan XXIII puso de relieve en el concilio Vaticano II la importancia de los Signos de los Tiempos para discernir el proyecto de Dios en el momento actual. Ya Jesús había aludido a los signos de la naturaleza como ejemplo de los signos de Dios que confirmaban su misión como Mesías. El significado y la importancia de estos Signos se muestra también en el término bíblico kairós y términos culturales cono zeitgeist y paradigmas.

Signos de los Tiempos indiscutibles de nuestro tiempo son la ecología, el sentido de igualdad, y los derechos de la mujer. Signos de los Tiempos en la Historia son los estudios en cosmología, arqueología, antropología (la evolución, el subconsciente), hermenéutica…

En la exégesis bíblica estos estudios han tenido una influencia determinante. Desde la antigüedad existió una interpretación simbólica y otra literalista, pero en la actualidad la interpretación literalista ha tenido que replegarse ante la evidencia de los estudios arqueológicos, filológicos, y sociológicos. Ulrich Luz, en su comentario al evangelio de Mateo, en los epígrafes “Historia de la influencia” expone cómo se ha interpretado cada pasaje según las tendencias de cada época (patrística, medieval, renacentista, Ilustración, romanticismo, modernidad).

Esta influencia es sin duda una riqueza cultural y espiritual que va desvelando niveles distintos o más profundos, como puede apreciarse especialmente en la evolución de la conciencia ética. Sin embargo, es también una evidencia de las limitaciones de cada interpretación, que muestran un inevitable sesgo cultural de cualquier interpretación y, en el mejor de los casos, sólo destaca un aspecto parcial de es pasaje.

  •     Nuestra conciencia

La conciencia comprende porque tiene una percepción inmediata del objeto, mientras que el conocimiento racional tiene que traducirlo a conceptos, que no pueden captar la realidad en sí, sino sólo a través de sus manifestaciones. La conciencia percibe la realidad de cada instante, mientras que el conocimiento racional la tipifica en conceptos estáticos.

La conciencia sintetiza las experiencias y los conocimientos que yacen olvidados en el subconsciente, y permite dar una respuesta sencilla en problemas complejos que requerirían comparar muchos datos.

Los moralistas están de acuerdo en que la conciencia tiene la última decisión responsable sobre nuestros actos. Santo Tomás de Aquino defendió en su Summa Theologica lo que él denominó “El fuero interno de la persona”. Y el cardenal Ratzinger afirmó que “Por encima del Papa… está la propia conciencia de cada uno, que debe ser obedecida antes que cualquier otra cosa, incluso, si fuera necesario, en contra de la propia autoridad eclesiástica” (Iglesia viva nº 250).

En algún artículo yo presentaba la conciencia como “el cordón umbilical que nos une a Dios”, y como “el templo laico de Dios”; incluso me atreví a identificarla con la presencia de Dios en todo ser humano.

A pesar de lo dicho, la conciencia también tiene que ser completada y corregida por el ejemplo de Jesús y los Signos de los Tiempos. La conciencia tiene una experiencia parcial y subjetiva; pero luego nosotros tendemos a generalizar –o a imponer– esta experiencia hacia otras situaciones o personas, cayendo en exclusivismos, dogmatismos, o fanatismos. Todos sabemos de dictadores sanguinarios que se sentían cristianos, y de Inquisidores que no percibían la contradicción entre el evangelio y la tortura y la quema de los que consideraban herejes.

  •     Una situación real

Esta presentación de las tres coordenadas ha ido surgiendo al plantearme personalmente si la evolución que estaba experimentando me permitía seguir considerándome cristiano.Y ahora veo que este proceso se ha desarrollado por estas tres coordenadas.

Se inició con el concilio Vaticano II, la asamblea de Medellín, mi estancia en el Chile de Allende y la participación en los comienzos de Cristianos por el socialismo. La secularización me permitió mayor libertad de acción y de pensamiento, como luego me han corroborado otros compañeros. (“Sin pretender comparar los acontecimientos importantes con los pequeños”, no puedo olvidar que Pablo rompió con la Ley de Moisés cuando encontró resistencias para aceptar a los gentiles convertidos a la fe en Jesús). Al jubilarme comencé a leer a Dupuis, Moingt, Lenaers, Vigil, y a consultar a mis antiguos profesores de Filosofía y Teología. Todo esto lo considero ahora como los Signos de los Tiempos que me han impulsado a mi actual situación cristiana.

En cuanto al ejemplo de Jesús, he estudiado detenidamente los evangelios, y he comprobado que Jesús ponderó la fe-confianza de paganos como la mujer cananea, el endemoniado geraseno, o el centurión romano, por encima de la fe de sus conciudadnos judíos. Sobre todo, como ya he dicho, veo el contraste entre el Jesús de los evangelios y la evolución histórica de la Iglesia como institución, especialmente en cuanto al ejercicio del poder y del dinero.

Finalmente, mi conciencia me dice que

     Soy cristiano dentro de la pluralidad de Nuevo Testamento

        Y quiero ser fiel al proyecto de Jesús

 

25 comentarios

  • M.Luisa

    Ay! lo siento Gonzalo acabo de darme cuenta de tu respuesta una vez pulsado mi comentario de hoy,  y es que como dije,  estos días, abro a trompicones mi ordenador. Ahora mismo te leo  con una especial atención dándote, eso sí,  anticipadamente las gracias

  • M.Luisa

    Muy buenos días!

    Ahora que tengo un ratito volveré a pescar  mi comentario del pasado día 6 al que tras los comentarios de Gonzalo y Oscar, le preguntaba al autor en su respuesta a éste, por el papel  que en su triada tiene o hace la conciencia si resulta que los Signos de los Tiempos es un cajón de sastre donde en él  se le incluyen aquellas situaciones  dramáticas que los seres humanos nos damos y que Oscar le señala como: la corrupción, el fraude, destrucción ecológica etc.,

    A mi modo de ver los Signos de los Tiempos lo son, pero los son de la realidad. Sí, también en un principio creía que así  lo veía  Gonzalo en su Triada. El Reino manifestándose. Por eso luego me extrañó que al responder a Oscar confundiera entre el Mundo propiamente humano y nuestro mundo.

    Si los Signos del Tiempo lo son de la realidad, es la realidad la que está siendo signando y actualizándose en la conciencia. No a la inversa, como si el elemento de la conciencia fuera el ser en su ambigüedad.

    La  posibilidad de la sociedad alternativa está, en efecto, en los signos de los tiempos pero no tomados como señales objetivas sino  abiertos a la realidad que significan.

  • Santiago

    Yo también creo con Antonio D. que me encuentro muchas veces coincidiendo con muchas de las opiniones que expresa Gonzalo H en sus artículos y comentarios…En esta triada entre Jesús, conciencia, y el tiempo actual creo que trata de manifestar un  equilibrio necesario…por el que podemos descubrir un camino..Sin embargo hay que tener en cuenta de que SI nosotros  no nos hemos dado el ser a nosotros mismos….sino que dependemos de Dios para todo…tampoco nos hemos dado la ley moral…ni la creamos…sino que nos fue dada por El…

    La conciencia, sin duda, es el árbitro supremo pero para la búsqueda de la verdad…que el Vaticano II ve como una obligación universal para todos nosotros…Pero por serlo la conciencia, esta visión parcial de la realidad, puede ser errónea, y por lo tanto no es infalible…sobre todo cuando se aparta de la búsqueda de la verdad…si no se informa, en nuestro caso cristiano, sobre la identidad propia de Jesús del Evangelio..Por eso la conciencia de los genocidas es errónea y no vale que Hitler creyera que el era un “benefactor” de la humanidad…porque hace falta que la conciencia salga de su parcialismo y subjetivismo por medio de la norma objetiva para alcanzar la verdad…Es por eso, que el Concilio Vaticano II hablando sobre la libertad religiosa afirma que la conciencia ha de estar formada e informada….de manera que coincida con la verdad revelada que es Cristo…

    Es por eso, que no es solo el discernimiento y la búsqueda de “lo bueno” en general, sino en lo que en realidad es el bien que en nuestro caso se nos reveló plenamente en Jesús de Nazaret….Este Jesús no es una mera leyenda inventada en el siglo I,…sino un personaje histórico…La visión diferente de los evangelistas es una prueba de la verdad…Fueron independientes cuando relataron lo que “recibieron” de la fuente primordial, Cristo Jesús…Por eso todo el siglo I…estuvo en manos de los “testigos” de Jesús muchos de los cuales según el escritor antiguo Quadratus vivieron hasta el siglo II…La Iglesia primitiva no se basó en leyendas fabricadas por judíos sino en la “prueba testifical”…Pedro en sus cartas, Juan en su evangelio, Lucas en el suyo…se autodenominan testigos de los hechos….Mateo griego se basó en el Mateo arameo apóstol de Cristo…Marcos escribe lo que recibió Pedro y Pablo directamente…

    Por eso los signos de los tiempos han de compaginarse con la palabra eterna y atemporal de Jesús que hablaba para todos los tiempos…Esta palabra es relevante en el mundo de hoy…a pesar de los ataques a ella…

    Un saludo cordial

    Santiago Hernández

  • oscar varela

    Hola!

    “Las tres coordenadas de mi posición cristiana”

    Ok! Son válidas y “ejemplares” tanto como

    * las “Terapias de Grupo”,

    * los “Retiros espirituales”

    * las “Confesiones y Misas dominicales”

    * los “Te Deum” religioso-estatales

    Poco, muy poco que ver con

    lo Sociedad alternativa de Jesús.

    Léase en esa clave los Comentarios de nuestros Cump”e”s,

  • Pablo Osés

     
    Gracias Gonzalo por la deducción pero el resultado final me resulta poco explícito. No encuentro como llenar tus dos frases de contenidos concretos. Ayuda.
     
    Para mi lo que creo se me presenta siempre como un ejercicio hercúleo. Dios se me hace cada vez más inmenso a la medida de las galaxias y yo cada vez más diminutísimo. Y en consecuencia la relación mutua una posibilidad cuasi imposible.
     
    Y me pongo a prueba cavilando sobre que es lo que creo que me pasará ya después de mi muerte tan próxima. Nos pasará a todos.
     
    Creo que seguiré estando con Dios, en Dios y que estaré disfrutando con todas mis esperanzas rebosadas. Pero no consigo impedir un tsunami de dudas.
     

    • No sé quién es usted, pero me ha recordado a mi hermano mayor. Hace poco me dijo que le daba miedo la muerte porque vaya usted a saber…
      Pero sé una cosa que me dijo otro hermano, diez años mayor que yo. Le operaron y tuvo un jaleo enorme porque no salía de la anestesia. Cuando pasó tiempo hablamos un ratito y me dijo: no le tengas miedo a la muerte, Es una sensación de paz infinita. Lo que pasa es que con mi mujer al lado insistiendo en que me quedase , pues me quedé.
      Así que ya sabe. Mi hermano y yo le garantizamos paz eterna. Y lo demás, seguro que nos sorprende a todos.
      Un saludo cordial.

    • Mª Pilar

      No sé, si tendrá algún lazo con un hombre ¡¡¡Bueno!!! Oses obispo y sus hermanas.

      No importa si no lo es: solo que me han inundado muchos y buenísimos recuerdos.

      ¡Como le comprendo! En mi caso… y ya llegando al final de mi caminar…

      ¡¡¡Ya no pregunto nada de nada!!!

      Desde muy niña me prendió profundamente el Proyecto hermoso del Galileo Jesús; he formado toda mi vida al rededor de la iglesia, que dice llamarse su “portadora” y lo hice con todo mi ser… ahora estoy en la diáspora y dichosa.

      llegado este momento de mi vida, solo espero con gran paz el final… diría, visto lo que está sucediendo en este dolorido mundo… que lo ansío con fuerza. Ya luche ha su debido tiempo, ahora, casi… ni puedo cuidar, como ya hice, a mis nietos/as pequeños.

      Solo deseo, no ser una carga pesada para mis queridos hijos/as. Yo ya he vivido una vida “casi” plena, en el ámbito personal; ya nada me asusta, ni la misma muerte, es un momento natural de nuestro vivir, ¿qué sucederá después? ¡Nadie lo sabe!

      Yo he caminado con amor en todos los momento de mi vida; sé, que no todo lo he hecho bien… visto ahora… pero cuando me tocó… lo hice como supe o pude, o como creí mejor para todas las personas que me rodeaban.

      He aprendido (y me ha costado lo suyo) sacudirme esa tremenda culpabilidad que nos metieron hasta lo más profundo de nuestro ser.
      Ahora solo quiero llegar hasta el final sin dañar a nadie ni a nada; si algo tiene que ocurrir… no es a mí a quien le compete; sea lo que fuere.

      Sé, que será bueno para toda persona de buena voluntad. Y si no, mi camino ya está realizado, y jamás dejé de hacer algo que en cada momento había que hacer, y siempre lo hice… lo mejor que supe, o pude.

      ¡Para que pensar en lo que me sucederá!

      Estoy en paz y dichosa de haber compartido toda mi vida, con el hermoso Mensaje de Jesús.
      ¿Puedo soñar mejor premio?

      ¡¡¡Ya me ha sido entregado el más hermoso regalo, por y para toda la eternidad!!!

      Un abrazo entrañable.
      mª pilar

    • Santiago

      Todos nos vamos acercando al momento más trascendental de la vida y TODOS tenemos preguntas. Creo que comparto tu actitud positiva,Pablo, pero más concretamente yo quisiera morir en la misericordia de Dios… En ella me siento más seguro pues se que poco contarán mis obras que se encuentran siempre salpicadas de mi propio egoísmo y pequeñez..Solo Dios puede ver en la profundidad del corazón y en el mío quizás mirará que “quise tratar”..Lo demás hay que dejarlo en Sus manos donde se encuentra toda buena intención en grado infinito..

      Un saludo cordial

      Santisgo Hernández

  • Honorio Cadarso

    Estos días ando como descolocado y asustado por la muerte de un sacerdote secularizado y luego casado, que en los años creo que 60-70 y más se partió el alma por ayudar y movilizar a los oprimidos de su entorno, crear cooperativas, etc. etc. El pueblo donde hizo su vida le recuerda con emoción, le preparan un homenaje para setiembre, a la vuelta de vacaciones.

    Todo esto en un plano puramente laico. En ese plano laico y arreligioso, el cura fue enterrado por lo civil, su esquela en las carteleras apareció sin ninguna referencia religiosa. Y no piensen en abertzalismos o cosas así, lo suyo era la defensa de los pobres y oprimidos, los elogios que he oído de él  vienen todos de emigrantes del sur de la península…

    Al parecer, él se ausentó de la “Iglesia” con mayúscula, y vivió como pastor de esa otra “iglesia” con minúscula y conocía a sus ovejas, y sus ovejas le conocían a él, como el Buen Pastor, con mayúscula.

    Ayer mismo asistí como todas las semanas  a la concentración en defensa de unas pensiones dignas. Ciento cincuenta personas, en un pueblo de 18 mil habitantes. Y de misa todos los domingos estábamos dos, el resto eran de los que no se arriman a la iglesia ni de bromas. O sea que tengo como dos sociedades aparentemente irreconciliables y distantes como la luz de la oscuridad. Y yo estoy en las dos, en la iglesia como gallina en corral ajeno, en las luchas diarias de los marginados también como un bicho raro, y por dentro en contradicción flagrante conmigo mismo…

    Perdonen este desahogo…

    • Mª Pilar

      No pasa nada amigo Honorio.

      Cada persona es libre de optar sobre que hacer con su vida, y no tendrías que sentirte mal por ello.

      Quizá, nunca sientas la necesidad de abandonar ninguna de las posturas que has decidido, pero si llegase… sabrías muy bien que hacer.

      Eso no quiere decir, que la ruptura te aleje de las personas buenas, que las hay en todos los confines de la tierra.
      Un abrazo entrañable.
      mª pilar

    • Está usted seguro de que es una contradicción? Yo lo veo de una coherencia envidiable.
      Son sociedades, como muy bien dice, aparentemente irreconciliables. Aparentemente. A estas alturas de la vida lo que necesitamos es coherencia. Seguro que a usted la gente lo aprecia en esas dos sociedades. A lo mejor usted es un punto de unión.
      Un abrazo

    • Asun Poudereux

      ¡Cuánto te agradezco, Honorio, tu confesión! Tú la llamas desahogo. ¡Bendito sea!

      A esa contradicción que dices, lo que me queda es la coherencia de hacer el bien sin mirar a quien. Nos han habituado a ver y hacer un mundo separado como lo más “sano y natural”.

      Sin embargo, por poco que se observe esa escisión beneficia a unos pocos y da seguridad a muchas personas el replegarse a un lado u otro.

      La hacemos los humanos y nos matamos por ello. No la vida.

      Cuántas personas como Jesús, mujeres y hombres, se han dado cuenta de la contradicción imperante en la sociedad de todas las épocas, la que hace que la vida, que abraza lo diverso e integra todo, sea injusta y cruel para muchos seres humanos de cualquier tiempo y lugar, y que, por su coherencia, murieron al defender la vida digna y justa sin distinciones.

      Te deseo siempre lo mejor. Un abrazo.

    • Santiago

      Yo creo Honorio que las dos sociedades que parecen irreconciliables pueden reunirse en UNA sola…Al fin y al cabo eso es lo que pedía Jesús…que todos fuéramos UNO en la fe del Padre…Los extremos siempre son malos y suelen salirse de la norma…Por tanto, estos dos extremos de que hablas que ahora parecen lejanos…quizás son mera apariencia…Le fe y la misericordia van juntas…Jesús entraba por la amistad…ofrecía su carisma curativo…hasta Isaías nos habla de que “en sus llagas hemos sido curados”…Creo que es en la confianza como puede haber reconciliación en la verdad del Evangelio…La Iglesia de Jesús se encuentra por encima de las miserias de sus miembros…Solo Jesús y su Iglesia brillan resplandecientes en medio de las tinieblas del mundo y del desastre causado por el mal…”Y el deseo de Yavé prosperará en Sus manos”

      Un saludo cordial

      Santiago Hernández

    • Rodrigo Olvera

      Querido Honorio

      ¿Te digo una cosa? Cuando desespero, recuerdo una tarde compartiendo contigo el pan, la sal y la palabra y nuestra plática caminando las calles de Durango; ese re-cordar siempre me anima, y puedo caminar un día más. Esa memoria no tendría la capacidad de animarme, si no fuera por tu estar en lo que llamas las dos sociedades.

      Vale; sólo quería que lo supieras, y recordarte que te quiero. Cuando vayas al homenaje de ese pastor, llévale contigo mi reconocimiento.

      Abrazos y esperanzas
      Rodrigo

  • oscar varela

    Hola Gonzalo:
    Repaso tu texto:
     
    1- El Jesús de los evangelios
    “El Jesús que conocemos es el Jesús de los evangelios,
    interpretado por las primeras comunidades y
    elaborado por Marcos, Mateo, Lucas y Juan.”.

    ¿No crees que:
    el Jesús que conocemos es el Jesús de la Iglesia
    (curerío parroquial que ni siquiera leyeron los Evangelios,
    sino los enchastres doctrinarios del Seminario)?
    ……………………………………
    2- Los Signos de los Tiempos
    “para discernir el proyecto de Dios en el momento actual”

    ¿No crees que:
    hay un pre-juicio (religioso) que ensordina lo que las cosas pluridicen?
    ……………………………………
    3-  Nuestra conciencia
    “yo presentaba la conciencia como
    “el cordón umbilical que nos une a Dios”,
    y como
    el templo laico de Dios”;
    identificándola con la presencia de Dios”
     
    ¿No crees que:
    las cosas del Mundo quedan opacadas (sin luz propia)
    mero reflejo lunar?
    ……………………………………

  • Román Díaz Ayala

    Hablar de la fe cristiana despojándose de la etiqueta de “teólogo” nos arrastra hacia el testimonio personal; lo que sabemos y experimentamos, lo que nuestro autor, Gonzalo,  conoce en primera persona y no de oídas ni aprendida por la imposición de otras. Y no es que nos hayamos convertido en maestros de nosotros mismos o tengamos un excelso concepto de nuestro saber, sino que estamos en el aquí y ahora de unos cambios “sociales”o “sociológicos” producidos hace décadas n nuestro mundo católico ( en particular).

    Las personas que nos veamos identificadas con el testimonio siempre presente de la contribución de Gonzalo Haya en ATRIO, no deberíamos sentirnos como “rara avis”, sino como confluentes y partícipes experiencialmente de una misma fe.

    En 1965 terminaba el Vaticano II, y en ese mismo año nos llegaba el documento “Dignitatis Humanae” sobre la libertad de la conciencia. Aunque era doctrina sabida fue algo así como la autorización oficial a remitirnos al juicio de nuestra propia conciencia en materia de creencias. Algo que se repetía como un mantra en los difíciles años posconciliares en España.

    Fue el condicionamiento necesario para la maduración de nuestra fe en católico (En el campo protestante ya lo tenían madurado). Esa actitud aparentemente de rebeldía frente a la Iglesia (aunque matiza Iglesia jerárquica)  debe ser entendida en clave de saber distinguir la auctoritas de la potestas. De ahí la fuerza con la que se habla de la autoridad de  los Evangelios canónicos, que no se entiende sin la heteronomía moral del discipulado de Jesús.

  • M.Luisa

    (…)Ahora bien, estaría más de acuerdo  con lo que usted dice en el artículo sobre lo que son los – Signos de los Tiempos en la Historia- son los estudios en cosmología, arqueología, antropología (la evolución, el subconsciente), hermenéutica…en fin,  todo aquello, añado,  que está a nuestro alcance conocer desplegado en el tiempo y en el espacio y que constituye todo un Mundo, el nuestro, el de los humanos , no el que nosotros nos damos… así es como yo lo entiendo… disculpas por no haber esperado  su respuesta y es que dentro de poco mi acceso al ordenador quedará algo restringido.

  • Le voy a contar algo que me tiene totalmente desconcertada. Totalmente.

    Me gusta la cristología de Arregi. Me gusta escucharlo, está hecha a mi medida. Ya sabe que hay unos vídeos en fe adulta. Y había un par que no había visto. Se refieren a los pobres. Siempre me ha fastidiado eso de los pobres, porque no lo soy y creía que los evangelios también se refieren a personas como yo, que gracias a dios, nos defendemos económicamente en la vida.

    Me quedé muerta cuando le oí. Muerta.

    Jesús tenía un proyecto social, y también político , dónde proclama que la sociedad hay que cambiarla, de una manera siempre pacífica , pero activa.

    Menudo rebote me cogí. Enorme. Pero las cosas empezaron a encajar. Desde por qué su teología considera a Jesús humano, hasta la teología de la liberación.

    Me faltaba todo esto que estoy leyendo sobre Nicaragua y sobre América del sur en general.

    Tengo un convencimiento profundo, en el fondo de mi cabeza y en el de mi alma, de que el poder corrompe. Y me pregunto. Si Jesús hubiese vivido muchos años y su movimiento hubiese triunfado? Se hubiese corrompido también? Por qué no? Siempre por los pobres, por supuesto. Todo por los pobres.

    Y en esas estoy. Totalmente desconcertada.

    Porque al final, solamente te tienes a ti misma. No hay puentes, ni barandillas. No hay nada. Solamente eso que me gusta llamar el trocito de Dios, de mi It, que todos llevamos dentro.

    Me gusta leer estas cosas. Son una especie de balsamo para mí cabeza.

    Un saludo cordial.

     

    • Pero no estoy de acuerdo con los que piensan así. Creo que seguir la visión de la vida en general que Jesús tenía y contaba a los cuatro vientos, llevará a una sociedad más justa.
      Pero no puedo pensar que su movimiento fue un movimiento políticamente revolucionario. Políticamente no. Lo siento. No lo creo.

      Y aquí cada loco con su tema que sobre gustos, nada hay escrito, y cada cual baja las escaleras como quiere.
      Un saludo cordial

  • Asun Poudereux

    Gracias, Gonzalo. Esclarecedor, abierto y muy respetuoso.

    Y seguimos en camino. Jesús es el espejo en el que nos vemos e identificamos, sin más.

    Un abrazo.

  • oscar varela

    Hola Gonzalo!
    Leo tus “tres coordenadas”:
    UNA: Jesús de los evangelios
    DOS: Los signos de los tiempos y
    TRES: Mi Conciencia.
    …………………………………..
    Pa’mí que te has olvidado de una:
    CUATRO: El Mundo.
    (o, tal vez sea que no sé dónde la pones).
    ………………………………….
    La observación me salta a la garganta,
    no solo “a la vista”,
    cuando en tu Segunda coordenada Los signos de los tiempos
    no aparecen:
    EL DINERO MAL HABIDO,
    FRAUE,
    PARAÍSOS FISCALES,
    MANIPULACIÓN MEDIÁTICA,
    DESTRUCCIÓN ecológica integral,
    Y TODO LO QUE SEGURAMENTE TÚ SABES Y SUFRES.
    ¿No?

    • Gonzalo Haya

      Por supuesto, Óscar, el Mundo y todo lo que mencionas va incluido en los Signos de los Tiempos (signos positivos y negativos, alertas para la conciencia), que es una especie de cajón de sastre, para no distraer con más de cien coordenadas. Desde aquello de “Galia omnis divisa est in partes tres” la retórica ha visto la necesidad de concentrar la atención en tres puntos destacados.

      • M.Luisa

        Pero entonces, Gonzalo, si los signos de los tiempos más que referirse al Reino manifestándose en la historia se refiere a cómo quedan las cosas cuando aquí abajo las manejamos, entonces en estas coordinadas, la conciencia que papel hace? Entiéndase bien, es una duda en forma de pregunta que me gustaría que usted me la aclarase pues seguro que soy yo la que lo interpreto mal. GRACIAS

      • Gonzalo Haya

        Gracias, María Luisa por tu interés y confianza. Jesús se refirió en concreto a los Signos de los Tiempos que anunciaban el Reino, como las hojas anuncian el fruto del árbol. Creo que Juan XXIII ampliaba más el significado de los Signos de los Tiempos, pero no lo he analizado. Sin embargo El Reino o Reinado de Dios es el mismo proyecto de la creación, una “sociedad alternativa” más justa y fraterna, y por tanto estos Signos son válidos para toda conciencia, de cristianos o de ateos, porque se refieren al bien de la humanidad. El papel de la conciencia es interpretar estos Signos a la luz de Jesús (de Mahoma, de Confucio, o de cualquier referente ético) y de la propia conciencia. Las tres coordenadas que propongo interactúan para perfilar la nitidez de los valores éticos, que tienden a deformarse con las adherencias de nuestros egoísmos, ninguno de los tres es un valor absoluto o definitivo. No sé si esto aclara lo que me preguntas.

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