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Francisco, cuatro años después

JJ Tamayo

Continuando el balance de los cuatro años de papa Francisco, iniciado con los anteriores artículos de Valente que aún continuarán, ATRIO abre su espacio a diversas opiniones sobre este tema de interés universal, no solo para creyentes.

Economía, ecología, reforma de la Iglesia y patriarcado

            Los tiempos históricos en la Iglesia católica son largos, muy largos, se hacen casi eternos. La historia parece detenerse. La tendencia es a dar respuestas del pasado a preguntas del presente. Los cambios, empero, son lentos y, cuando se producen, tienen un corto recorrido y una breve duración. Así sucedió con el Concilio Vaticano II (1962-1965), convocado por Juan XXIII para reformar la Iglesia, que estaba anclada en el medioevo. Aquella primavera eclesial apenas duró un lustro eclesial y fue seguida por un largo periodo invernal. Francisco, empero, parece haber roto el estancamiento del tiempo eclesiástico. No ha pasado un lustro desde su elección –accedió al pontificado el 13 de marzo de 2013– y ya puede hablarse de verdadera revolución –incruenta, por supuesto– o de cambio de paradigma.

                Las prioridades del papa argentino distan mucho de las de sus predecesores. Juan Pablo II y Benedicto XVI, primero al frente de la todopoderosa Congregación para la Doctrina de la Fe y después como papa, priorizaron, hasta la obsesión, la doctrina, la moral y la disciplina eclesiástica. La doctrina fue formulada dogmáticamente en el Catecismo de la Iglesia católica con la consiguiente condena de las teólogas y los teólogos que se desviaban de la ortodoxia. Fue una de las épocas con más sanciones teológicas del siglo XX.

La disciplina se fijó en el “nuevo” Código de Derecho Canónico con sanciones y penas para los transgresores del rígido orden eclesiástico, no así contra los pederastas, que en muchos casos siguieron ejerciendo sus funciones pastorales con total impunidad con un simple cambio de actividad. La moral impuesta por los papas no se rigió por la ética radical del seguimiento de Jesús, sino que se redujo a “moralina” represiva de la sexualidad, negadora de las diferentes identidades sexuales que no se atuvieran a la concepción binaria y con condenas del divorcio, el aborto, la homosexualidad, los métodos anticonceptivos, las relaciones prematrimoniales, la fecundación in vitro, etcétera.

Las prioridades de Francisco van en otra dirección y son la economía, la ecología y la reforma de la Iglesia. A la economía le ha dedicado la exhortación apostólica La alegría del Evangelio, a mi juicio la más severa condena del actual modelo social y económico, que califica de injusto en su raíz, al tiempo que considera la inequidad origen de los males sociales y generadora de la violencia. La alegría del Evangelio se encuentra en plena sintonía con los movimientos populares mundiales, con quienes se ha reunido entre tres ocasiones identificándose con sus reivindicaciones de Tierra, Trabajo y Techo. A decir verdad, también Juan Pablo II se mostró muy crítico con el neoliberalismo en sus encíclicas sociales.

El horizonte ético de Francisco es la opción por los pobres, seña de identidad de la teología de la liberación, la solidaridad, que entiende como decisión de devolver a los pobres lo que se les ha robado. La ética lleva a compartir, ya que, según Juan Crisóstomo, “no compartir con los pobres los propios bienes es robarles y quitarles la vida. No son nuestros los bienes que tenemos, sino suyos”. El papa propone como alternativa “una vuelta de la economía y las finanzas a una ética en favor del ser humano”.

Francisco es el primer papa que ha dedicado una encíclica a la ecología bajo el título Laudato Si. Sobre el cuidado de la casa común, donde critica el “antropocentrismo despótico” y las distintas formas de poder destructivo de la tecnología tanto de la naturaleza como de las relaciones sociales, defiende una visión holística del cosmos del que los seres humanos formamos parte, cree necesario compaginar el cuidado de la tierra y el de los seres humanos, sobre todo de los más vulnerables, coloca a la par la justicia económica y la justicia ecológica y declara el derecho de la tierra a ser feliz.

La tercera prioridad en la que ha puesto especial empeño Francisco es la reforma de la Iglesia. Lo hizo desde el principio con su propuesta de una Iglesia pobre y de los pobres y lo viene ejemplificando con su estilo de vida austera y su denuncia de las patologías de la Curia, del cuerpo episcopal y del clero cuando se desvían del testimonio evangélico. La reforma eclesial está en continuidad con el aggiornamento de Juan XIII y el Concilio Vaticano II, que contrasta con el modelo contrarreformista y restauracionista de Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Sin embargo, es en lo referente a la reforma interna de la iglesia católica donde se están produciendo más resistencias y menos avances. Las resistencias provienen de distintos frentes: de la Curia y, dentro de ella, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, presidida por el cardenal Gerhard Müller, nombrado por Benedicto XVI poco antes de su dimisión para asegurar que el depósito de la fe permanecería incólume, de un sector importante del episcopado, que se resiste a seguir la senda marcada por Francisco, y de los movimientos cristianos neoconservadores, que siguen anclados en el paradigma eclesial de los papas anteriores.

El propio Francisco creo que no acertó con la creación de una Comisión de cardenales para asesorarle en la reforma eclesial. En ella todos son varones, miembros de la alta clerecía, “príncipes de la Iglesia”. No hay laicos –ni hombres ni mujeres–, ni teólogas ni teólogos, ni representantes de comunidades cristianas de base, ni miembros de congregaciones religiosas. Otro error fue nombrar miembro y coordinador de dicha Comisión al arzobispo de Honduras, cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, que apoyó el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 contra el presidente Manuel Zelaya y reconoció el gobierno de Roberto Micheletti surgido del golpe. ¿Cómo puede apoyar la democratización de la Iglesia universal una persona que ha contribuido al derrocamiento de un presidente elegido democráticamente en su país?

Más allá de algunas declaraciones en favor de la igualdad entre hombres y mujeres y de algunos intentos por incorporar a las mujeres a puestos subalternos, creo que en la Iglesia católica sigue manteniéndose el patriarcado en estado puro, es decir, como sistema de dominación sobre las mujeres, basado en la masculinidad sagrada (“Si Dios es varón, entonces el varón es Dios”, decía Mary Daly). Un patriarcado que se traduce en la exclusión de las mujeres del ministerio eclesial, del acceso directo a lo sagrado, de las funciones directivas, de la elaboración de la doctrina teológica y moral, y en la negación de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.

La Iglesia católica sigue configurada hoy como una patriarquía. Mientras no se conforme y funcione como una comunidad igualitaria –no clónica– de hombres y mujeres, todo intento de reforma terminará en un rotundo fracaso.

Artículo publicado, en formato más breve, en El Periódico de Cataluña.

9 comentarios

  • Isidoro García

    Postdata:

    No había leído tu comentario, Ana. Deseo que superes lo tuyo, lo mejor posible. Un saludo.

  • Isidoro García

    Imaginemos que estamos en un hotel, y por las razones que sea, se ha producido una fuga de agua de una tubería, y se inunda todo.

    Y entonces viene un “perito”, y les dice a los huéspedes: “La dirección del hotel, tiene la obligación de limpiar y secar todo el agua del suelo, porque ustedes tienen derecho a estar secos y saludables, y vivir en un ambiente con tanta agua es insano. No limpiar y secar bien el suelo, es una grave negligencia, (pecado), de la dirección del hotel”.

    ¿No nos parece que el “perito”, lo primero que debería hacer, es haber aconsejado taponar la fuga de agua, arreglarla y luego ponerse a limpiar los desperfectos?.

    El Papa, actuando únicamente en el aspecto de las consecuencias del problema y no en su origen, actúa diciendo media verdad, lo que es una media mentira.

    No le interesa atacar una de las causas originarias, LA SUPERPOBLACIÓN MUNDIAL CRECIENTE,  causa directa de la miseria en muchas zonas pobres, de las cada vez más numerosas y desesperadas migraciones, de las deslocalizaciones industriales, y del deterioro de los mercados laborales en países desarrollados.

    Y no lo hace porque no le “interesa” doctrinalmente, debido a su arcaica moral del “creced y multiplicaos”, propia de épocas pretéritas.

    Con ese utilizar “una mano” y no las dos, que debería utilizar, queda desprestigiado como guía moral mundial, y es un ejemplo claro de “populismo” = no atacar los problemas en toda su complejidad, reduciéndolos a un problema de buenos y malos.

  • ana rodrigo

    El Papa, como jefe de estado, respaldado por un gran prestigio moral, le da autoridad suficiente como para ser escuchado por aquellas personas de buena voluntad. Y el balance que hacéis, tanto Juanjo como Oscar, y otros/as, es cierto. La imagen que el Papa Francisco está dado del papado es más acorde con los tiempos en los que vivimos y su autoridad moral avala los principios éticos que predica.

    Por otra parte, los principios por los que tiene preferencia ya están asumidos en general por la sociedad. Diríamos que llegan con retraso, como siempre. La ecología, el capitalismo, la paz, los pobres, etc. Pero está muy bien que él haga saber a la sociedad que la Iglesia (¡!) desde su cabeza visible que es el Papa sintoniza con estas causas justas y necesarias.

    Ahora bien, como Jefe de la Iglesia católica, le reforma de la misma le resulta totalmente imposible. La teología, la exégesis, los dogmas, los ritos, la igualdad de género, pienso que en este terreno no hay Papa que pueda llegar a la raíz puesto que ni el clero ni la comunidad creyente en su mayoría lo aceptaría, más bien, le expulsarían, lo crucificarían como hicieron los coetáneos de Jesús.

    Si nos centramos en la inclusión de la mujer en paridad con los hombres, un tema que la sociedad lo tiene totalmente asumido en todos los terrenos, que ni afecta a la teología ni va en contra del evangelio, le resulta imposible desde que sus inmediatos antecesores casi lo declararon dogma de fe. Eso sí, en contra de la práctica de Jesús con un discipulado de hombres y mujeres y en contra de la tradición de las primeras comunidades en las que las mujeres ejercían funciones iguales a los hombres.

    Pues ni siquiera este tema tan evangélico, tan actual, tan lógico y tan necesario, el Papa puede dar el más mínimo avance por mucho que valore a las mujeres. A mí personalmente me revientan las alabanzas hacia las mujeres, decir que Dios nos quiere, que si la Virgen, que si Santa Teresa, etc., y después no se nos tiene en cuenta para los órganos decisivos, es una panfletada. Ese patriarcado proteccionista nos hace rehenes de, según su mentalidad, de la Sagrada Escritura, de la voluntad de Dios y en su nombre son siguen excluyendo. Es una vergüenza.

    La Iglesia, tal como está ahora, resultado de adherencias sociales de épocas pasadas, olvidando las Escrituras originarias, es como un castillo de naipes, apuntalada por dogmas absurdos. Pero esto no hay quien lo toque.

  • oscar varela

    “El trabajo nos da dignidad.

    * Los responsables de los pueblos, dirigentes, tienen la obligación de hacer todo para que cada hombre y mujer puedan trabajar y así tener la frente alta, mirar a la cara a los demás con dignidad.

    * Quien:

                – por maniobras económicas,

                – por hacer negociados no del todo claros,

    cierra fábricas, empresas, o

    saca trabajos a los hombres,

    esta persona hace un pecado gravísimo.”

    (Del papa Francisco en la Audiencia General de ayer en Plaza San Pedro del Vaticano)

  • M.Luisa

    Lo malo es que las consecuencias de estos cambios tan lentos y de tan corto recorrido en la iglesia católica  a los que  fehacientemente hace referencia  el artículo,   no las sufren los propios  jerarcas cada cual dueño de las  intenciones que persiguen al imponer sus tendencias, sino que las consecuencias las sufren  la sociedad   destinataria de estos    vaivenes de tan opuestas y caprichosas corrientes que inevitablemente crean divisiones y conflictos intergeneracionales.

    Es ahí en   donde realmente  causan daño, en esas   relaciones en las que el enfrentamiento generacional, en su inevitable desfase temporal,  resultan difíciles   teniendo en cuenta el proceso de maduración ideológica de la  persona en él.

    Es curioso que en este punto  sí que parece cumplirse   aquello en lo que  coinciden  todos los componentes jerárquicos de la institución  que es en el decir  “la verdad os hará libre”.

    Ellos, los clérigos jerarcas, precisamente, la esencia de esta verdad que está al alcance de todo ser humano independientemente de que para los cristianos  el papa de turno se caracterice conservador o progresista, esa verdad, repito,  que tanto predican,  la pierden en el tiempo por la sencilla razón   de que la realidad evangélica no se ve de igual modo  desde una perspectiva conservadora / cerrada que desde una perspectiva progresista/ abierta.

    Sin embargo, siendo esta última  obviamente la que aportaría  más posibilidades, y la que al parecer es la que ostenta en la actualidad el papa Francisco,  bien pudieran quedar truncadas  aquellas  a tenor del talante  del  papa que le  releve  y así sucesivamente    si nos atenemos al certero  enfoque que en su inicio  presenta el artículo.

  • oscar varela

    Cuatro años construyendo Puentes

    Por Eduardo Valdés* Diputado del Parlasur. Ex embajador argentino en el Vaticano.

    https://www.pagina12.com.ar/25745-cuatro-anos-construyendo-puentes

    ……………..

    Recuerdo perfectamente el lugar y la hora en que estaba cuando me enteré que Jorge Bergoglio había sido anunciado como nuevo Papa.

    Llamé a Alicia Oliveira, su gran amiga y lloraba desconsoladamente, no de emoción como todos los argentinos, sino de tristeza porque no lo iba a ver más.

    ………………..

    Si hay algo que me conmueve del Papa Bergoglio, es su Geopolítica Pastoral.

    * Es un gran motivador para que las partes enfrentadas se sienten en una mesa.

                – Cuba y Estados Unidos.

                – Colombia

    Está realizando gestiones de paz entre

                – Armenia y Azerbaiján;

                – Armenia y Turquía,

                – las dos Coreas,

                – Israel y Palestina,

                – Irán y el G5 por el desarme nuclear.

    Hay veces que sus oficios dan resultados y otras no. Pero no cesa en su compromiso.

    ……………………

    Su primera herramienta fue la fuerza de la oración.

    * cuando el Presidente Barack Obama anunció una invasión a Siria, Francisco convocó a una jornada mundial de oración para impedirlo.

    * Fue tan arrolladora la jornada que el presidente Obama en la cumbre del G20 en San Petesburgo se vio forzado a declinar la acción, luego que Vladimir Putin pusiera en la orden del día una carta del Pontífice a los líderes del G20.

    * Ese fue su debut como máximo constructor de puentes y destructor de muros.

    …………………….

    Los Papas definen su Papado en las primeras salidas de Roma:

    * su primera salida en la Isla de Lampedusa para vestir de coherencia su discurso sobre la necesidad de que la Iglesia salga de su ensimismamiento y busque las periferias existenciales del mundo.

    * Ha instalado discusiones y términos que llevan su marca registrada para denunciar los males actuales de la globalización.

    * Así habló de

                – la “cultura de la indiferencia”.

                – No son migrantes, son refugiados que huyen de las guerras.

                – “Malditos los que fabrican armas y malditos los que las venden, esos son los que hacen las guerras”.

    …………………. 

    El primer viaje fuera de Italia fue a Albania un país donde el 97% de su población es musulmana.

    * Se abrazó después de 1000 años con el patriarca de la Iglesia Ortodoxa rusa, Kiril,

    – Viajó a Suecia al conmemorarse 500 años de la reforma de Martín Lutero, que dividió para siempre a los cristianos de Occidente entre católicos y protestantes.

    – denuncia la cultura del descarte, como “una cultura de la exclusión a todo aquel que no esté en capacidad de producir según los términos que el liberalismo económico exagerado ha instaurado”, y que excluye “desde los animales a los seres humanos, de los jóvenes sin trabajo, de los ancianos, de los pobres, de los hambrientos”.

    – propone practicar la Cultura del Encuentro. Una sociedad donde las diferencias puedan convivir complementándose, enriqueciéndose e iluminándose unas a otras. De todos se puede aprender algo, nadie es inservible, nadie es prescindible.

    – transformó la misericordia en un concepto político revolucionario: es todo excepto debilidad, tanto en la vida de las personas como en la política.

    – piensa el mundo desde los más pobres, su papado ha puesto un énfasis firme en las “periferias”, tanto existenciales como geográficas.

    – al viajar a México quiso terminar en Ciudad Juárez, haciendo el camino de los “espaldas mojadas” y rezar una misa en la frontera bendiciendo los zapatos de los migrantes muertos al cruzar la frontera.

    – al visitar Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, dijo a los movimientos populares “ustedes, los más humildes, los explotados, los pobres y excluidos, pueden y hacen mucho (…) en los grandes procesos de cambio, nacionales, regionales y mundiales. Por eso me atrevo a decirles que el futuro de la humanidad está, en gran medida, en sus manos”.

    – Los invitó a la “participación protagónica en un sistema que no da más, promoviendo alternativas creativas en la búsqueda de las tres T, Tierra, Techo y Trabajo.

    ………………

  • ana rodrigo

     
    Cuando nos topamos con la Iglesia católica debemos destacar varios aspectos que la fundamentan como es en este momento y que no es precisamente el Evangelio como referente de su constitución y de su actuación.
     
    Una institución con millones de componentes, constituida jerárquicamente con estamentos perfectamente delimitados, es, cuando menos una anticualla medieval en el siglo XXI. Y máxime si se quiere influir desde la cúspide, el Papa, con unos “señores feudales” como intermediarios directos entre Dios (porque si el Papa no les gusta, no le hacen ni caso) y la base de la pirámide. Para cambiar la estructura, cuando menos se necesitaría una “revolución francesa” para volver al Evangelio y actualizarlo a la sociedad de cada momento.
     
    En segundo lugar, ¿cómo se puede concebir que en estos tiempos la Institución-Iglesia católica excluya totalmente a la mujer de los órganos de decisión, de reflexión, de normatización moral y no hacerla agente activo de eso que se llama SAGRADO, exclusivo del género masculino? Esta cuestión de exclusión de la mujer casi da vergüenza que sea así, en una sociedad adulta con conciencia de igualdad y paridad.
     
    Porque los hombres que hablan en nombre de Dios, que se consideran intérpretes de su voluntad divina, además lo hacen, en el mejor de los casos desde una mentalidad masculina, y en el peor de los casos desde un patriarcado protector androcéntrico y, en su homilías con unas ráfagas machistas insoportables.
     
    Y con éstas llegamos a la base de la pirámide, las gentes de buena fe, a las que les dicen que eso es tener fe, creer lo que dice el clero, la Tradición (hecha por hombres clérigos). Todo esto rebozado con una falta de cultura bíblica y de exégesis seria, empezando por el clero “bajo”, siguiendo por obispos incompetentes hasta llegar a ese dinosaurio disecado que se llama Curia, podemos deducir que la solución es bastante más compleja de lo que parece.
     
    Bien está que el Papa dé síntomas de nueva mentalidad y nuevas preocupaciones, pero, me temo que, al igual que el Concilio, sus palabras y gestos se los va a llevar el viento cuando él deje el papado. Porque la mayoría del clero cree en el Espíritu Santo pero cuando sopla a su favor y pensarán que Bergoglio era poco menos que un hereje. Para eso se están fortaleciendo los “hazte oir” de turno, el neoconservadurismo más duro y radical que ha perdido el pudor ante una sociedad real a la que ellos atacan.
     
    Perdonad mi pesimismo del que se libera una pequeña porción de esperanza de que si algo se consigue, bien conseguido está.
     

  • oscar varela

    “Desocupado lector,

    * sin juramento me podrás creer que quisiera que este libro (artículo), como hijo del entendimiento, fuera el más hermoso, el más gallardo y más discreto que pudiera imaginarse.

    * Pero no he podido yo contravenir a la orden de naturaleza; que en ella cada cosa engendra su semejante”

    ……………..

    “Porque,

    * ¿cómo queréis vos que no me tenga confuso el qué dirá el antiguo legislador que llaman vulgo cuando vea que,

    (al cabo de tantos años como ha que duermo en el silencio del olvido),

    salgo ahora, con todos mis años a cuestas, con una leyenda

                    – seca como un esparto,

                    – ajena de invención,

                    – menguada de estilo,

                    – pobre de concetos y

                    – falta de toda erudición y doctrina;

                    – sin acotaciones en las márgenes y

                    – sin anotaciones en el fin del libro,

    (como veo que están otros libros, aunque sean fabulosos y profanos, tan llenos de sentencias de Aristóteles, de Platón y de toda la caterva de filósofos, que admiran a los leyentes y tienen a sus autores por hombres leídos, eruditos y elocuentes?

    * ¿Pues qué, cuando citan la Divina Escritura?

    * No dirán sino que son unos santos Tomases y otros doctores de la Iglesia; guarda[n]do en esto un decoro tan ingenioso, que en un renglón han pintado un enamorado destraído y en otro hacen un sermoncico cristiano, que es un contento y un regalo oiré o leeré.”

    ………………….

    “Y, debajo de ser hombre puedo venir a ser Papa, cuanto más gobernador de una ínsula…”.

    …………………

    “Cada cual, Sancho, es hijo de sus obras.”

    ………………..

    “Dos linajes solos hay en el mundo, como decía una agüela mía, que son

                    – el tener y

                    – el no tener.”

    …………………

    “Sábete Sancho, que no es un hombre más que otro, si no hace más que otro.”

    ………………..

    “…que Dios, que es proveedor de todas las cosas, no nos ha de faltar, y más andando tan en su servicio como andamos, pues no falta a los mosquitos del aire, ni a los gusanillos de la tierra, ni a los renacuajos del agua, y es tan piadoso que hace salir su sol sobre los buenos y los malos, y llueve sobre los injustos y justos.”

    …………………

    «Nos darán sus frutos las encinas, asiento los troncos de los alcornoques, sombra los sauces, olor las rosas, luz la luna y las estrellas, alegría el llanto, el amor conceptos, con todo lo cual nos haremos famosos ahora y en los siglos venideros»

    ……………………

    “Vivid vos y llévese el diablo cuantos gobiernos hay en el mundo:

    * sin gobiernos salistes del vientre de vuestra madre,

    * sin gobierno habéis vivido hasta ahora, y

    * sin gobierno os iréis, o os llevarán, a la sepultura cuando Dios fuere servido.

    Como esos hay en el mundo, que viven sin gobierno, y no por eso dejan de vivir y de ser contados en el número de las gentes.

    * La mejor salsa del mundo es la hambre, y como ésta no falta a los pobres, siempre comen con gusto.”

    ……………………….

    “Con la iglesia hemos dado, Sancho.”

    ….………………

  • José Ignacio Ardid

    Buenos días,

    El artículo de Juan José Tamayo me ha gustado, sobre todo, cuando hace hincapié en la reforma de la Iglesia. Creo que es en este punto donde hay mayores dificultades para el cambio necesario: la moral sexual de la ICAR sigue pesando muchísimo y actúa con reticencias ante posibles transformaciones.

    De hecho, desde mi punto de vista, casi nada se ha hecho, excepto algunas opiniones arriesgadas y lógicas del Papa Francisco. Los temas siguen candentes: el celibato opcional, el papel de la mujer en la ICAR patriarcal, la homosexualidad, el concepto global de familia y otros más están llamando a la puerta de ese despacho papal sin que, aparentemente, se esté haciendo nada.

    Por eso, la afirmación del principio del artículo tiene su peso: los tiempos en la Curia no son los tiempos de la historia y de los pueblos, más que nunca, el tiempo y el espacio son muy relativos.

    Saludos,

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