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La primera república española (II)

Isorna I – EL ÚLTIMO GOBIERNO DE AMADEO

Manuel Ruíz Zorrilla (1833 – 1895) fue el Presidente del último gobierno de Amadeo de Saboya, cuya abdicación dio lugar al advenimiento de la Primera República. Tras la muerte de Prim se había dividido el partido Progresista entre los partidarios de Sagasta, más conservador, y de Ruiz Zorrilla, más abierto y progresivo. Estaba Ruiz Zorrilla a la cabeza del llamado “partido radical” cuando llamado por el Rey accedió, por segunda vez, a presidir un gobierno; este duró desde el 13 de junio de 1872 al 11 de Febrero de 1873. Sus políticas buscaban, con firmeza y convencimiento, la libertad, la justicia y el cumplimiento y extensión de los principios y derechos constitucionales, tanto como atender a las demandas de la opinión pública, con lo que contravenía muchos intereses establecidos y en gran parte espurios, y hubo, por ello, de hacer frente a una compleja confabulación que acabó derribándolo, pero con un resultado distinto del que muchos de los confabuladores pretendían y esperaban.

Así que las políticas y las circunstancias del último Gobierno de Amadeo, presidido por Zorrilla, han de ser objeto de nuestra consideración inicial si queremos comprender “la carambola” de la que surgió por vez primera el régimen republicano en España.

 II – LA CAÍDA DE SERRANO

El 11 de junio de 1872 Serrano, Presidente del Gobierno, pretendió la suspensión de las garantías constitucionales. Amadeo se negó a respaldar el proyecto de Ley (“Yo contrario”, dijo después de escuchar a todos los ministros) y al segundo gobierno presidido por Serrano en el reinado de Amadeo, (segundo y ciertamente breve: del 26 mayo al 13 junio de 1872), no le quedó otra alternativa que dimitir. Manuel Ruíz Zorrilla, que algo despechado (tras una entrevista con el propio Amadeo), había renunciado el 1 de ese mismo mes a su condición de diputado y se había retirado su finca de Tablada (Villaviudas, Palencia), fue llamado nuevamente a formar Gobierno (Decreto 13-06-1872, Gaceta del sábado 15). Sería también su segundo y último gobierno. (NOTA 1)

Nombrado Zorrilla el día 13, el 14 de Junio el Rey suspendió las sesiones de Cortes (que eran fruto de las elecciones del 3-04-1872) promoviéndose nuevas elecciones (artículos 42 y 72 de la Constitución) cuyo comienzo se estableció para el día 24 de Agosto de 1872, y se determinó también que el 15 de Septiembre se abrirían las nuevas Cortes. (R.D. 28- 06-1872; Gaceta del 29).

III – EL PROGRAMA DE RUÍZ ZORRILLA

El 25 de junio de 1872 (Gaceta del 26) firmó Zorrilla una Circular dirigida a los Gobernadores en la que extractaba sus líneas programáticas de gobierno. Comenzaba manifestando su voluntad de mantenerse fiel a los principios y antecedentes, es decir a las políticas y programa radical sostenidos tanto desde la oposición como durante su primer gobierno (24-07-1871 a 5-10-1871) por el “partido progresista-democrático-radical” y manifestados en su discurso programa de 24 de Julio y su circular de 24 de Agosto de 1871.

La defensa de la libertad y el orden sin transgredir ni limitar las libertades y derechos constitucionales, la instauración del jurado, la abolición de las quintas y la reorganización del ejército, así como la defensa de la libertad de cultos figuraban entre sus propósitos.

Hacia también mención de la aplicación a Ultramar de los Constitución, pero en este punto era más bien genérico aunque era sabido, y así lo cumplió, que estaba entre sus principales proyectos la aplicación efectiva de la Ley Moret (1970) sobre la abolición de la esclavitud. Decía la circular del 25 de junio:

“(…) El Gobierno tienen ante todo y sobre todo el decidido propósito de extinguir la rebelión en Cuba y asegurar a costa de toda clase de sacrificios la integridad del territorio, sin hacer para ello concesiones que su patriotismo y el honor de España rechazan; más no por esto renuncia a la idea de llevar a las provincias las reformas que la Constitución promete, regenerándolas por el espíritu de libertad que ha infundido en nuestra vida pública la revolución de Setiembre.”.

Se había aprobado la Ley Moret (por entonces Ministro de Ultramar) de abolición parcial de la esclavitud, el 4 de Julio de 1870 (Gaceta del 6), bajo la regencia de Serrano y siendo Presidente de las Cortes Ruiz Zorrilla, Pero la aplicación de la Ley se había estancado (por los muchos intereses en contra). Su artículo 20 establecía: “El Gobierno dictará un reglamento especial para el cumplimiento de esta Ley“. Y sin reglamento aprobado, la ejecución de la Ley había quedado en “el limbo”. Pues bien el 5 de Agosto de 1872 (Gaceta del 18), por lo tanto antes de celebrase las elecciones generales, el Gobierno de Ruiz Zorrilla aprobó el Reglamento para la ejecución en las islas de Cuba y Puerto Rico de la Ley de 4 de julio de 1870 sobre abolición de la esclavitud. Posteriormente se intentó agilizar el proceso pues por Decreto de 23 -12- 1872 se autorizó al Ministro de Ultramar, Tomás María Mosquera, a someter a la deliberación de las Cortes el “proyecto de ley sobre abolición inmediata de la esclavitud en la isla Puerto Rico“. El proyecto se presentó a las Cortes el 24 de Diciembre de 1872 (Gaceta del 25), y no alcanzó a ser convertido en Ley, hasta el 22 de Marzo de 1873 (Gaceta del 26), es decir, después de la proclamación de la I República. (NOTA 2)

 IV – LIMPIEZA ELECTORAL Y RESULTADO

La limpieza de estas elecciones,(las primeras que organizaba el partido radical) sin ser total, parece que fue mayor que la de las anteriores. Al respecto dice Eduardo Higueras (citado págs. 253 a 256):

La correspondencia que se conserva en el expediente de las elecciones confirma que los gobernadores volvieron ser una herramienta de partido controlada desde el Ministerio de Gobernación (….)// Pese a todo, hay abundantes datos que demuestran que la limpieza electoral fue considerablemente mayor que en anteriores comicios (…) // En suma:: no todo fueron abusos de fuerza, instrumentalización de clientelas y fraude en las elecciones del Sexenio. Menos aún en los comicios de 1872 que en los precedentes, y aún menos en los de 1873, dirigidos por Pi y Margall”

Los resultados de las elecciones de 24 de Agosto de 1872 fueron los siguientes:

Partido Radical (Ruiz Zorrilla) escaños

274 escaños

Partido Republicano Federal (Pi y Margall)

  78 escaños

Partido Constitucional (Sagasta)

  14 escaños

Alfonsinos Independientes (Cánovas del Castillo)

    9 escaños

Carlistas

    3 escaños

Republicanos unitarios

    2 escaños

Otros

   11 escaños

TOTAL escaños

391 escaños

Han de añadirse los 18 representantes de Cuba y los 11 de Puerto Rico.

V – EFECTO DE LAS ALIANZAS Y ABSTENCIONES

Como consecuencia de estos resultados Ruíz Zorrilla pudo contar con un suficiente respaldo parlamentario para llevar a cabo sus políticas de reformas. Tanto más dado que los diputados republicanos tendían a practicar la política de “benevolencia“, que no implicaba el reconocimiento de Amadeo, pero sí la colaboración, en lo que fueran coincidentes, con el gobierno radical. Dice Eduardo Higueras (página 255):

“(…) las alianzas con los republicanos para vencer a los candidatos conservadores fueron frecuentes. (…) El retraimiento del sector intransigente del republicanismo facilitaba la colaboración, dado que era precisamente esa corriente jacobina y obrerista del Partido Federal la que, bajo el prisma radical, representaba la demagogia y alentaba la anarquía (…)”

Hubo destacados movimientos de abstención propiciando no acudir a las elecciones. Dice al respecto el Conde de Romanones (página 95): “Retraídos en buena parte los liberarles y en absoluto los carlistas, la contienda se redujo a un cuerpo a cuerpo entre radicales y republicanos.” Aunque es de considerar que también los republicanos federales intransigentes fueron incitados al retraimiento electoral:

Es indudable, como han subrayado algunos autores, que la abstención electoral fue creciente durante todo el periodo. Pero no lo es tanto que la causa obedeciera al desencanto democrático y al agotamiento por la vertiginosa frecuencia electoral. El retraimiento electoral de carlistas, republicanos intransigentes y de buena parte de los constitucionales, incapaces de asirse, como en otras ocasiones, a los mecanismos de fabricación del voto, tuvo un papel esencial. La abstención, por otra parte, no fue solo pasiva , sino activa. Es decir: se estimuló la no participación (…) ” (Eduardo Higueras, citado pág. 257)

La oposición quedaba ciertamente con escasa representación y fuerza parlamentaria razón de más para incitar a los grupos, políticos y sociales, de intereses contrarios a Ruiz Zorrilla y la política de los radicales a utilizar toda clase de artimañas, parlamentarias o no, en contra del Gobierno. Quedaron fuera del Congreso personas tan significadas como el general Serrano, Sagasta, Cánovas del Castillo, Ríos Rosas, Topete y, entre los carlistas, Nocedal y Aparisi ( Sisinio P. Garzón, citado pág. 387)

Ruiz Zorrilla, tenaz en sus empeños democráticos, intentaba transformar la estructura del estado en sentido ampliamente liberal , por entender que los Gobiernos que se sucedieron desde la revolución de septiembre no habían realizado esta obra“. ( Conde de Romanones, pág. 98).

VI – CONGLOMERADO CONSPIRATORIO. LOS ESCLAVISTAS EN ACCIÓN

Hemos de considerar la enorme fuerza de la oposición mantenida con toda clase de medios por los esclavistas, muy especialmente, así como por los carlistas, alfonsinos, no solo contra el gobierno sino también contra el régimen, pero no precisamente a favor de la república:

“Los partidarios de los Borbones, seguros de la inmediata caída de la dinastía saboyana, se preparaban a proclama a Alfonso XII. Se celebraron importantes reuniones en Paris, y para asegurar el éxito de sus afanes, trabajaban para alejar a Isabel II de su hijo y de toda intervención en la magna conjura que para la restauración dirigía el poderoso entendimiento de Cánovas del Castillo, sin el cual es muy posible que los Borbones no se hubieran vuelto a sentar en el Trono.” (Conde de Romanones, citado, página 99)

Dice Eduardo Higueras Castañeda ( págs. 265 a 270):

” (…) Pese a todo la principal amenaza no era la que protagonizaban las capas populares, sino la que se desarrollaba entre los grupos más acomodados con influencia en el ejercito. La reforma colonial había gravitado durante toda la revolución como uno de los principales acicates de la oposición conservadora a la radical (…) // <<La conjura de los negreros >> alineó en un frente antirreformista a los canovistas, constitucionales, moderados y carlistas. El objetivo fundamental era derrotar al ministerio de Ruiz Zorrilla y, para ello, desencadenaron una violenta oposición encauzada por múltiples vías, tanto legales como ilegales. El 11 de diciembre la Liga promovió un motín en la Puerta del Sol al grito de <<abajo los filibusteros>> . Uno de los grupos, tal como informó el general Sickles, asaltó el carruaje del primer ministro y asesinó a su cochero . En su interior no encontraron al presidente, sino a un diputado de la mayoría radical que logró escapar del atentado ( …) // El motín se adelantó solo un día a la promulgación de la Ley de Régimen Municipal e Puerto Rico. Con ella se introducía en la isla el sistema administrativo recogido por la Ley de 1870 que regía en la península.

En la misma idea abunda Sisinio Pérez Garzón (págs. 387 y 388) :

Desde que el Gobierno de Ruíz Zorrilla hiciera de la abolición de la esclavitud y de la reforma de las Antillas una cuestión de Estado, todo valía para boicotear sus proyectos y eso es lo que define el otoño e invierno de 1872 hasta entrado 1873 (…) Los diputados radicales plantearon como primera medida la abolición de la esclavitud en Puerto Rico, donde solo había un 6 por 100 de mano de obra esclava, y postergar hasta que acabase la guerra la solución definitiva de Cuba, isla donde la población esclava era todavía el 26 por ciento de la población total y el 80 por ciento de la fuerza de trabajo empleada en el campo (…) Además (…) planteaban reformas tan elementales como las derivadas de aplicar la Constitución de 1869, lo que, entre otras cosas, hubiera supuesto la abolición del trabajo forzado en ambas islas y la modificación del sistema de dominio y poder de las oligarquías tanto antillanas como peninsulares. Además las campañas del cubano y republicano Rafael María de Labra, al frente de la Asociación Abolicionista, arreciaban, exigiendo cumplir su promesa a Ruiz Zorrilla (…) “

La escalada antireformista y antiabolicionista continuó, como dice Eduardo Higueras (pág. 171) sin pausa, de modo que el 25 de diciembre de 1872, la diputación de la nobleza española se reunió en casa del duque de Alba para confirmar su adhesión a la gran organización esclavista, la Liga Nacional; el general Serrano entre ellos. La gran conspiración estaba en marcha, Serrano tuvo mucho que ver en ella, al punto de que cuando Amadeo, para congraciarse con él, le ofreció el título del príncipe de Alcolea y el Toisón de Oro, Serrano, condicionó la aceptación a que se retirasen los proyectos del gobierno en Ultramar, lo que, dice Eduardo Higueras (pág. 173), supondría no solo la caída de Zorrilla, sino también la dictadura y “la sumisión del rey a los círculos negreros“. Y como estos no tenían fuerza en el Parlamento y su labor de propaganda había sido también muy contrapesada por la Asociación Abolicionista Española, solo les quedaba provocar el enfrentamiento de los militares con el gobierno de Zorrilla. Y así lo concluye Eduardo Higueras:

 Solo quedaba abierta la conspiración militar. En torno al cuerpo de artilleros se anudó el doble complot que precipitó la caída de la monarquía democrática

  NOTAS
NOTA 1. Eduardo Higueras Castañeda:Manuel Ruiz Zorrilla. Jamás con los Borbones“. Editorial Marcial Pons. Madrid 2016, páginas 245 a 249. Ver también: – Conde de Romanones: “Amadeo de Saboya“. Espasa Calpe. 1965; – Sisinio Pérez Garzón en “Historia política 1808-1874” (obra en colaboración con Ana Guerrero Latorre y Germán Rueda Hernanz). Ediciones Istmo S.A. Madrid. 2004.
NOTA 2. La Ley Moret era parcial y en parte “preparatoria” de la abolición de la esclavitud. No obstante, decía en su artículo 1º: “Todos los hijos de madres esclavas que nazcan después de la publicación de esta ley son declarados libres” y el artículo 2º: “Todos los esclavos nacidos desde el 17 de Setiembre de 1868 hasta la publicación de esta ley son adquiridos por el Estado mediante el pago á sus dueños de la cantidad de 125 pesetas.”
Por otra parte, el proyecto presentado a las Cortes el 24 de Diciembre de 1872 de abolición inmediata de la esclavitud en la isla de Puerto Rico decía en su artículo 1º: “Queda totalmente abolida y para siempre la esclavitud en la provincia de Puerto Rico. Los esclavos serán libres de hecho al finalizar los cuatro meses siguientes al de la publicación de esta ley en la Gaceta Oficial de dicha provincia.” Se establecía también en los artículos siguientes que los dueños de los esclavos serian indemnizados en cuantía a fijar por el Gobierno. La Ley de abolición inmediata de la esclavitud en Puerto Rico de 22 de marzo de 1873 (Gaceta 26-03-1873), decía su artículo primero: “Queda abolida para siempre la esclavitud en la isla de Puerto-Rico“, pero, no obstante, establecía su artículo segundo la obligación de los “libertos” de celebrar contratos con sus poseedores, otras personas o el Estado, por un plazo no inferior a 3 años. Tenían que intervenir en estos contratos, en calidad de “curadores de los libertos”, tres funcionarios especiales nombrados por el Gobierno.

8 comentarios

  • ELOY

    Gracias Carmela por tu comentario que me anima a seguir en la brecha de la república.

    Tienes razón, yo nunca llegaba en mis estudios a esta parte de la Historia;  tengo la impresión de haber pasado de un salto de los Reyes Católicos  al triunfo del llamado por entonces “Caudillo” y su denominado  “glorioso alzamiento nacional” .

    De lo que pasó en el intermedio y mucho menos de los temas de la Primera República, nunca se decía nada.

    Gracias de nuevo.

  • carmela

    Gracias a Eloy y a todos los comentaristas. Tengo ochenta años y todo esto es nuevo para mi. Y no es por no haber estudiado, pero nunca llegábamos a esta parte más próxima de la historia.

  • Román Díaz Ayala

    Totalmente de acuerdo contigo. Sin esas personas de conciencia que fueron fieles a sí mismas las naciones, las sociedades en general, no habrían avanzado y el caos y la confusión lo hubiera arrasado todo.

    La historia me da confianza para seguir esperanzado en el presente.

  • ELOY

    Pero, Román, en esos tiempos había hombres e “conciencia” que no dudaron en arriesgarse por ayudar a los más necesitados, que no dudaron en aceptar “el sentido común” que decía todo lo contrario de lo que decía el propio Hevia

    Yo no creo que sea “sintomático de una época”, era sintomático de los grandes hombres que vivían de la esclavitud de otros hombres, es decir Serrano, Cánovas etc.

    Ruíz Zorrilla fue un hombre honesto. Tuvo “conciencia” y fue fiel a ella.

     

  • Román Díaz Ayala

    Lo que cuentas, Eloy, acerca del diputado Jove y Hevia es sintomático de una época  donde la sociedad pretendía ser clasista y burguesa cuando la expansión de la economía y el desarrollo ténico y científico estaban modelando un modelo nuevo de sociedad sustituta de la sociedad del Antiguo régimen.

    El eclecticismo, que consistía en no adherirse a una doctrina determinada, sino aplicar el sentido común para tomar lo más conveniente de cada también se había adentrado en la política. La excelencia estaba cifrada en lo eficiente y lo eficaz y así la mejor política estaba en la aplicación de lo más práctico. La eficencia resultaba vencedora de los prncipios. Algo burgués por naturaleza.

    La esclavitud resultaba escandalosa, pero mucho más con ojos modernos. El proletariado rural sometido a las hambrunas, las malas cosechas, las epidemias y a muchos días sin pan. La incipiente industrialización sometida a “las contratas” del Estado, por ejemplo el ferrocarril . La incipiente masa obrera carente de todo derecho social, mostraba la espantosa dureza de vida del trabajador en esta fase inicial del gran capitalismo. El proletariado industrial lo localizamos principalmente en Cataluña casi todo él en torno a la industria textil Catalana que tenía en Cuba un mercado en expansión, y cautivo por las leyes proteccionistas que defendían en Madrid. ¿Libre? ¿esclavo? las diferencias casi no se hacían notar.

    ¿No estamos sufriendo unas circunstancias parecidas con la precariedad, el paro endémico y sistemático y el descarte social?

  • ELOY

     
    Muchas gracias Román por tus dos comentarios que aportan nuevos aspectos a destacar de la información.
     
    Quisiera mostrar algunos sentimientos que me  suscitado este “trozo” de nuestra historia, que no es tan ajeno a la realidad presente como inicialmente se pudiera suponer.
     
    1 ) VERGUENZA POR LA ESCLAVITUD MANTENIDA POR NUESTROS MAYORES.  
     
     En primer lugar te confesaré que mientras elaboraba el texto propuesto parar reflexión de los lectores de ATRIO, me avergonzaba muchas veces tomando conciencia del sufrimiento que suponía la esclavitud hace menos de 150 años en unos territorios que formando parte de España (en cuyo territorio peninsular  estaba ya abolida la esclavitud).
     
    Y me avergonzaba también de los “equilibrios intelectuales y subterfugios de conciencia”, al que acudían muchos católicos “de boquilla” para mantener la institución de la esclavitud en defensa de sus intereses puramente crematísticos y económicos y sus privilegios de vida a costa del sudor, del sufrimiento y de la propia vida de los esclavos (hombres, mujeres, niñas y niños) .
     
    Hace poco puede oír en televisión a una señora que decía que tenía que votar al PP porque “era católica”.  Me quedé estupefacto y lo siguiente (que no sé como se dice).
     
    Pues bien similar argumento de “catolicidad” se podía escuchar en las Cortes de España en 1872, cuando el conservador Jove y Hevia, ( en la sesión del Congreso de los Diputados, del  24 de Diciembre de 1872 – Gaceta del 25), alegaba su “catolicidad” para negar que se le pudiera considerar (como había hecho el presidente del Congreso) “enemigo de la abolición de la esclavitud” pues decía, después de otros argumentos:
     
     “(…) porque soy fiel a los preceptos de la Iglesia católica, a la cual pertenezco y  sin prejuzgar ninguna cuestión, y sin censurar a nadie, creo que ningún buen católico puede , observando la ley de su fuero interno, tener ni un minuto siquiera en su poder un esclavo
     
    Y al escuchar grandes aplausos se apresuró a poner de manifiesto la distancia entre ese pensamiento “teórico” tan bonito y sus resistencia a aceptar la abolición de la esclavitud por purismos “legalistas“, que encerraban sus intereses y los de los grupos conservadores esclavistas:
     
    Aplaudís a la Iglesia católica, pero no me aplaudáis demasiado porque podréis arrepentiros después; porque no por ser partidario de la abolición de la esclavitud  en principio dejo de creer que los actos gubernamentales, que los actos que proceden de los cuerpos legislativos deben llevar el sello de la parsimonia , de la consideración, y sobre todo de la oportunidad necesaria para que esos actos no surtan, aun siendo buenos, malas consecuencias.
     
    Por esto, Sres. Diputados, es por lo que yo creo que en cuestión de tanto interés deben tomarse todas aquellas precauciones, y que necesita además condiciones de tiempo y de lugar a fin de que surtiese los mejores efectos. (…)”       
     
    ¡ Vamos, que convenía retrasar y dejar la abolición de la esclavitud para mejor ocasión !
     
    ¿Cabe más insidiosa argumentación (tranquilizadora de consciencias) para intentar retrasar y posponer la abolición de la esclavitud?. 
    Pues así actuaban por entonces “las  derechas“. ¿Y ahora?
     
     2) VERGUENZA PORQUE HOS SEGUIMOS HACIENDO COMO SOCIEDAD EXACTAMENTE LO MISMO, PERO EN DISTINTAS CIRCUNSTANCIAS.
     
    ¿Qué decir del trato institucional de España y de la Unión Europea que se está dando a los refugiados y a los inmigrantes por razones económicas?
     
    ¿Qué decir de las “mafias ” de trata de mujeres y personas indefensas que pululan por todas partes de Europa y del Mundo?  
     
    ¿Qué decir de las razones profundas y argumentaciones del famoso “Brexit”  del Reino Unido?.
     
    ¿Qué de los acuerdos con Turquía?; ¿Qué de los alegados retrasos administrativos de otros países parar hacer llegar con cuenta gotas a los refugiados,  exiliados y perseguidos a España?.
     
    3) LA CONFABULACIÓN CONSERVADORA CONTRA EL PODER LEGÍTIMO EN DEFENSA DE SUS INTERESES ECONÓMICOS Y POLÍTICOS.
     
    Sucedió ayer (en 1872 y 1873 y sucede hoy. ¿Qué significan esos movimientos en torno al Congreso de los Diputado e incluso en las páginas de la prensa a cuatro columnas parar influir en la voluntad de los diputados elegidos por la ciudadanía?
     
    ¡Ah!. ¿No es verdad que la Historia es “maestra de vida”?.
     

  • Román Díaz Ayala

    Los problemas a los que se enfrentaba España durante Amadeo de Saboya ( 2 de enero de 1871 a 11 de febrero de 1873, y la Constitución de 1869) no era una cuestión simple de acertar con la formación adecuada de Gobierno, ni la fuerza en qué apoyarlo, si  conservadora los constitucionalistas de Práxedes Mateo Sagasta) o progresista  ( Manuel Ruíz Zorrilla) con sus líderes, y sus cuadros reducidos a una exigua élite, pues aún socialmente no se habían formado los modernos partidos de masas del siglo XX.

    La cuestión cubana era para entonces lo que la cuestión catalana puede ser para la España de estos momentos.

    Cuba estaba gobernada por una Capitanía General (1607-1898) y recibía el tratamiento de colonia. Una colonia rica y próspera para los negocios de ultramar. La industria azucarera, necesitada de mucha mano de obra concentraba la mayor parte de la población de negros esclavos africanos y sus descendientes. Era, además una muy buena clientela para los productos  manufacturados peninsulares negocio explotado por una floreciente colonia catalana asentada en la isla.

    Se supone que arribaron a Cuba un total de 816.ooo esclavos procedentes de África en toda la historia de este comercio y . Al final de Sexenia la población en Cuba cifraba el millón y medio, de los cuales la población esclava o descendiente  de esclavos suponían casi la mitad. La guerra de Cuba ((1868-1878) se mira siempre como una guerra colonial de peninsulares contra isleños, lo cual sólo es verdad en parte.El reformismo cubano, aunque era también hijo de la Ilustración tenía también sus intereses de clase, y luchaba más por una autonomía y por la libertad de comercio y el 10 de octubre de 1868 vencieron los partidarios de la “secesión” En 1868  en Cuba se contabilizaban 716.000 personas blancas y 643.000 de color. Cuando los insurrectos liberaban los esclavos y abolían la esclavitud en su programa engrosando sus fuerzas, también los propietarios de esclavos contrarrestaban organizando sus milicias en apoyo del ejercito de la metrópolis.

    Los gobiernos de Amadeo no podían ni suprimir las quintas ni desviar gastos por el esfuerzo de guerra, máxime si la lucha dinástica no había sido conjurada aún.La tercera guerra carlista se inició en abril de 1872.

    El “lobby” cubano estaba muy presente en el parlamento y jugaba muy bien sus basas políticas

  • Román Díaz Ayala

    Amadeo de Saboya había sido requerido en medio del proceso iniciado con el destronamiento de Isabel II y que tenía por objeto la regeneración  de la democracia y que empezaba por limpiar la institución moárquica en manos de los borbones.

    pero llegó en mala hora, en unos momentos traumáticos.

    Juan Prim y Prats, fué  figura clave, quien había liderado un consenso inédito hasta entonces, puesw por primera vez unificaba criterios de demócratas, progresistas, monárquicos, conservadores, republicanos y unionista.

    Pero, sin Prim, recientemente asesinado en la Calle llamada “del Turco”, en Madrid, el rey entraba careciendo de los apoyos necesarios para que España hubiera podido conciliar monarquía y democracia. Igualmente le pasaría a la primera república que advino con motivo de su renuncia, iba a constituir el gran fracáso histórico del Sexenio Democrático.

    Nos interesa muy mucho adentrarnos con Eloy en estas cuestiones porque aquel período intenso  causó profundos dilemas, que para parte de la población española siguen sin ser resueltos. En cada momento del siglo XIX, tan abrumador en acontecimientos, muchos de ellos tristísimos, España se fue perdiendo poco a poco a sí misma, y no sólo por la pérdida de territorios.

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