Por La Opinión de A Coruña nos enteramos de que el promotor de la manifestación de cristianos ante la nueva lujosa vivienda del cardenal Rouco es el moderado sacerdote madrileño y colaborador nuestro Carlos Fernández Barberá. Estoy seguro de que, antes de promover esta acción, Carlos se habrá dirigido a su antiguo y a su actual arzobispo, indicándoles el escándalo que suponía ese traslado a lo que oficialmente se consideró “una vivienda digna para un cardenal”. Pero si hacen oídos sordos a los buenos consejos, ¡hasta las piedras hablarán!
Una manera de poderse unir desde donde sea a esta acción en pro de coherencia en la Iglesia de los pobres, es sumarse a a esta campaña de Change org, promovida por personas cercanas a Carlos. A continuación enlazamos con el vídeo sobre el escrache y publicamos el texto de la carta que se puede firmar en Change.
Desde hace un par de meses vienen apareciendo en los medios de comunicación informaciones sobre el hecho siguiente: después de 20 años al frente del Arzobispado de Madrid el cardenal Rouco se ha jubilado. Para su retiro ha escogido una casa propiedad de la diócesis situada la lado del Viaducto. La casa está valorada en 1,7 millones de euros y tiene una superficie de 370 metros cuadrados. Se ha desalojado a cuatro sacerdotes que vivían en ella y se han hecho obras de adaptación por valor de 370.000 euros. Ese coste proviene del cambio del suelo con maderas de la India, de una chimenea de mármol, un vestidor para el cardenal etc. etc.
Allí viven ahora el cardenal Rouco, un secretario y dos religiosas al cuidado de la vivienda.
Esta situación ha despertado gran indignación. Nadie puede entender que el papa Francisco viva en una residencia modesta y un cardenal jubilado viva a todo lujo. Cuando el primero expresa su sueño de una “Iglesia pobre entre los pobres”, el cardenal se instala como un rico entre los ricos.
Este mal ejemplo es especialmente llamativo en unos momentos en los que se demanda la ejemplaridad de las personas públicas y en los que muchas familias han perdido sus viviendas o se ven obligadas a acudir al amparo de familiares con bajas pensiones.
Por esta razón pido que reunamos firmas dirigidas al Arzobispo de Madrid y al Nuncio en España para que terminen con esta situación escandalosa.
CARTA AArzobispo de Madrid Carlos OsoroEx-arzobispo de Madrid Antonio Mª Rouco VarelaNuncio Apostólico en España Renzo FratiniQue desmientan las informaciones. Si son ciertas, que Rouco pida perdón públicamente y abandone esa vivienda.
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