Otros temas

Autores

Archivo de entradas

Temas

Fechas

Calendario

7208 Artículos. - 109835 Comentarios.

Y el machismo sigue campando a sus anchas

RodrigoLa últimas, penúltimas y antepenúltimas declaraciones del actual y ya veterano, además de reincidente, alcalde de Valladolid, el señor (es un decir) León de la Riva sobre el temor y horror que le da entrar con una mujer en el ascensor por la posibilidad de que ésta se rasgue el sujetador y la falda y salga gritando dejando ver que ha sido agredida por el tal individuo, evidencia que la cuestión de respeto, de igualdad hacia la mujer, así como de sospecha contra las mujeres está en el mismo punto de partida en esta sociedad que tanto ha evolucionado en otros aspectos.

Con el agravante de que, en este caso, es un responsable político, de que en ninguna de las ocasiones su partido político, el PP, haya condenado sus declaraciones, de que solamente una alcaldesa, la de Cáceres, lo haya atribuido a su sentido del humor (HORROR!!!!!) de este cargo político (ojo!, no un hombre más), de que cuando, en otra ocasión, dijo que quizá al día siguiente le pudieran acusar de haber violado a una mujer del Partido Socialista y dejó entrever que le daba asco, el público que le escuchaba se riese de lo dicho, y, además, de que sea votado por mayoría una y otra vez en la ciudad vallisoletana.

Circula por las redes un corto invirtiendo los papeles de roles sociales de hombres y mujeres, y la cara de asombro que pone el hombre protagonista cuando la jueza le dice que cómo se atreve a ir provocando con pantalones cortos, es en sí misma una película. Suena raro, raro, mientras que lo que ocurre todos los días, en todos los países, en nombre de no sé qué dioses, y desde siempre, se hace contra las mujeres, se asume como algo que “ya se arreglará”, que “no es para tanto”, que “las feministas somos muy exageradas” o los consejos de que las mujeres no debemos ir solas, ni a ciertas horas, ni vestidas de determinada forma, etc. etc. y un sinfín de etcéteras.

En España, con leyes para la igualdad, con un mínimo de concienciación social y con campañas contra violencia machista, llevamos hasta el día de hoy 37 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas.

La crisis ha agravado la violencia contra la mujer cuando carece de independencia económica, cuando ninguna de las dos partes de la pareja tiene trabajo, cuando son las mujeres las víctimas de estas situaciones económicas expresadas en agresiones, en muchísimas ocasiones denunciadas y en muchísimas más silenciadas por las circunstancias de desamparo en la que quedan la mujer, la madre, sin recursos económicos, sin apoyo humano, sin apoyo social.

Otra cara del machismo es, si cabe, más grave, porque viene a ser el fértil humus para el cultivo de comportamientos machistas, patriarcales y androcéntricos. Como es denigrar el feminismo como si fuese algo que está ahí pero que no sirve para nada, cuando el feminismo se considera un capítulo más entre otros de políticas sociales, cuando el ministerio para la igualdad fue cancelado por innecesario, cuando los grandes poderes europeos e internacionales están copados por hombres con dos o tres mujeres para que le den color a la foto, y así sucesivamente, es lógico que pase lo que pasa.

Si el ministro de justicia lleva tres años mareando la ley del aborto sin saber qué hacer con ella hasta dar el hachazo en un momento inesperado, si las mujeres cobran menor sueldo que los hombres (según las estadísticas), si el alcalde de Valladolid se pone como penitencia contenerse en no decir lo que piensa, y si eso le hace tanta gracia a tanta gente y se le acepta en el partido, pues qué podemos esperar.

Pero hay algo que aún me preocupa más, si esto es posible, y es el analfabetismo contumaz en gran parte de la sociedad acerca de lo que es y lo que supone el feminismo. Como acabo de decir, considerar que es un capítulo más en la lucha de los derechos humanos, es errar el camino. El feminismo, es decir, la consideración de la mujer como persona a todos los efectos y con todos sus derechos,  no es un tema tangencial, es un tema trasversal en la sociedad que debería impregnar todas las leyes, normas y decisiones, primero porque somos personas, y después, como algo secundario, porque las mujeres somos más de la mitad de la sociedad y, finalmente porque es urgente que se resuelva esta asignatura pendiente a lo largo de toda la historia de la Humanidad.

He comenzado este último párrafo hablando de analfabetismo, y no estoy pensando en los machistas, sino en quienes teniendo buena fe y estando a favor de los derechos de la mujer, se toman el tema como si rezando un padrenuestro ya se resolviese el problema. Estudian y estudian materias de toda índole, pero el feminismo, parecen querer decir, es cosa de mujeres y ya se irá arreglando. Señores, sí en masculino, y señoras, sí en femenino, el feminismo debería ser la atmósfera que nos envuelve, y debemos eliminar tantos tóxicos que la contaminan y debemos estudiarlos y analizarlos, no es cuestión de ciencia infusa.

Se me nota que estoy un poco más indignada de lo habitual, ¿verdad? Pues sí, así es.

Deja un comentario