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Francisco de Roma y la ecología de san Francisco de Asís

BoffQue un Papa lleve el nombre de Francisco no puede ser en vano. Además de ser una referencia a otro modo de ser Iglesia, más cercana a la gruta de Belén que a los palacios de Jerusalén, Francisco de Asís plantea un asunto de extrema urgencia hoy en día: la cuestión de la protección de la vitalidad del planeta Tierra y la garantía del futuro de nuestra civilización. Para este propósito la ecología exterior sola es insuficiente. Tenemos que amalgamarla con la ecología interior. Eso fue lo que hizo de forma paradigmática san Francisco de Asís.

Ecología exterior es esa sintonía con los ritmos de la naturaleza y con el proceso cósmico que se realiza en la dialéctica de orden-desorden-interacción-nuevo orden. Esta ecología asegura la perpetuidad del proceso evolutivo que incluye la tierra y la biodiversidad. Pero a nivel humano sólo se produce si hay una contrapartida de nuestro lado, que se deriva de nuestra ecología interior. Por ella, el universo y sus seres están dentro de nosotros en forma de símbolos que hablan de arquetipos que nos guían y de imágenes que habitan nuestra interioridad: materiales con los que continuamente debemos dialogar e integrar. Si hay violencia en la ecología exterior es señal de que existe turbulencia en nuestra ecología interior y viceversa. No sabemos armonizar las ecologías descritas por F.Guattari y por mí: la ambiental, la social, la mental y la integral.

En su Cántico al Hermano Sol san Francisco revela la convivencia de estas dos ecologías. Su extraordinario logro espiritual fue reconciliar el mundo con Dios, el cielo con la Tierra y la vida con la muerte. Para entender toda esta experiencia espiritual es necesario leer el texto más allá de su letra y bajar al nivel simbólico donde los elementos cantados vienen impregnados de emoción y de significado. El contexto existencial es significativo: Francisco está muy enfermo y casi ciego, cuidado por santa Clara en la capilla de San Damián donde ella vivía con sus hermanas. De repente, en plena noche, tiene una especie de exaltación del espíritu, como si estuviese ya en el Reino de los cielos. Radiante de alegría, se levanta, compone un himno a todas las criaturas, y lo canta con sus cofrades. Celebra los grandes esponsales del “señor hermano Sol” y la “señora hermana Tierra”. De estos esponsales nacen todos los seres, dispuestos en pares, masculino y femenino, que según C.G. Jung constituyen el arquetipo más universal de la totalidad psíquica: sol-luna, viento-agua, fuego-tierra, totalidad alcanzada en su andadura espiritual.

El himno contiene dos estrofas más, añadidas por el Poverello. En ellas ya no se canta al cosmos material, sino al cosmos humano que también busca reconciliación: entre el obispo y el alcalde de Asís. Finalmente se reconcilia con la hermana muerte, el complejo más difícil de ser integrado por el aparato psíquico humano. El ser humano se reconcilia con otro ser humano. La vida abraza a la muerte como hermana, portadora de la eternidad.

La ecología interior integrada con la ecología exterior alcanza en Francisco un intérprete privilegiado. Él es como una finísima cuerda del universo en la cual la más sutil nota musical resuena y se hace oír.

Nuestra cultura es deudora del padre de san Francisco, Pedro Bernardone, rico comerciante en telas, en busca de riqueza y esplendor. Confiesa el gran historiador inglés Arnold Toynbee: «Francisco, el mayor de los hombres de Occidente, debe ser imitado por todos nosotros, pues su actitud es la única que puede salvar a la Tierra» (Diario ABC, Madrid, 19/12/1972,10).

¿Cuál es nuestro desiderátum? Que Francisco de Roma bajo la inspiración de Francisco de Asís se convierta, por su humildad, pobreza y jovialidad, en un amante de la Madre Tierra y en un defensor de todo tipo de vida, especialmente de la vida más amenazada, que es la de los pobres. Y que suscite esa conciencia en la humanidad. En él están presentes todos los carismas que lo pueden hacer un faro de referencia ecológica y humanitaria para todo el mundo.

Traducción de Mª José Gavito Milano

17 comentarios

  • Javier Renobales Scheifler

    He omitido decir, querido Oscar, que tu exposición/refrito es de chapeau

    Qué digo, es de chapeaux, de un montón de chapó’s

    Sí que tienes juventud, ahijado (ahí está Olga, que te ha insuflado juventud -te ha cambiado, ché-, para bien, es obvio)

    Ojalá la tuviera Bergoglio, la juventud que vos tenés, … pero si la tuviera ¿habría llegado en su carrerón eclesiástico a papa?

    No, no lo creo, no es que lo dude, sino que afirmo que no. Aunque ¿será un infiltrado? ¿Será capaz de una doble vida, la de jerarca que hace carrerón ecleisástico hasta llegar a dios, quiero decir, a papa -en qué estaría yo pensando-, y la de un joven libertador?

    Creo que Bergoglio es el Bergoglio que era jerarca en Argentina. Y por eso lo pusieron de papa, con el sistema dictatorial al uso en la ICR.

    Que ojalá me equivoque, sí bueno, claro, pues lo bueno nos beneficia a todos …, pero … es lo que hay.

    Bueno, a esperar, que dice Antonio Duato.

  • Javier Renobales Scheifler

    Dices Oscar,
     
    Se tratará de comprender “dad al César lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios“?
    Porque todo el mundo lo interpreta como una sentencia que proclama la independencia entre los poderes civil y religioso.

     
    Quizá te refieras a todo el mundo católico, obligado a seguir la interpretación que les señala su magisterio católico, que siempre es muy interesada y servil de los intereses políticos y económicos de su negocio eclesial, el de la ICR.
     
    En el mundo no católico encontré hace años la interpretación que dices, de Salvador Santos y que nos has expuesto (a mi modesto modo de ver las más acertada), en estudiosos serios y muy conocidos, como Gonzalo Puente Ojea y Antonio Piñero, que vienen a concluir que Jesús ‘predicó’ –lógicamente con su ejemplo- que no había que pagar el impuesto al César. (uno de los motivos por los que algún evangelio dice que fue acusado y asesinado Jesús: que decía que no había que pagar el impuesto al César).
     
    Un motivo más para que asesinaran a Jesús (y no la redención de los pecados del mundo por la sangre derramada por dioshijo, que excluye la culpa de los invasores romanos en el asesinato de Jesús, intentando trasladar el motivo de la muerte de Jesús en la cruz a un imaginario, falso y repugnante plan divino, doctrina que mantienen hoy aún los en comunión con el magisterio católico).
     
    Es un botón de muestra de cómo tener por principio la obligación de estar en comunión con el magisterio católico es una sumisión inhumana. No en vano unos se hacen llamar pastores, los dirigentes, nombrados dictatorialmente, y a los fieles que se dejan someter les llaman ovejas, alienadas en comunión con ese falaz magisterio.
     
    Creo que este pasaje del impuesto al César es uno de los que algunos ponen como  ejemplo para concluir la existencia real del personaje histórico Jesús, el nazareo:
     
    Porque si Jesús hubiera sido un personaje ficticio, inventado y no real históricamente, el evangelista no se habría visto obligado a incluir en su evangelio estos importantes episodios de la vida de Jesús, que contradicen frontalmente pretensiones como la de Pablo en Romanos 13, 1 y 2, donde dice que la autoridad constituida (es decir la de los invasores militares romanos que torturaron y asesinaron a Jesús, y la de los sacerdotes y el Sanedrín), viene de dios y hay que obedecer a esa autoridad, y no rebelarse contra esa autoridad constituida).
     
    Jesús propugnaba la rebelión contra esa autoridad, en total contradicción con la postura de Pablo, que es la que ha prevalecido en la ICR y en el occidente cristiano.
     
    Probablemente el evangelista se vio obligado a incluir episodios de la vida de Jesús que aún eran recordados por transmisión oral, pues a pesar de haber transcurrido decenas de años desde la muerte de Jesús, el pueblo recordaba que Jesús se oponía al pago del impuesto al César.
     
    Negativa al pago del impuesto al César que era propio de un rebelde, de un antisistema, de un sedicioso, imagen de Jesús que no convenía a los dirigentes de la comunidad para la que se escribió ese evangelio, los cuales trataban de llevarse bien con los poderosos romanos.
     
    Interés que finalmente prevaleció totalmente cuando lograron convertirse en la religión oficial del Imperio romano, quedándonos de ello la ICR que padecemos, aliada con el poder, en España el católico PP/ICR.

  • oscar varela

    Sigo!

    Ad 3.- VALORES: el A-precio (supra-valoración) del DINERO RENTABLE.

    Copio del Curso/Taller de Salvador Santos – Atrio a la Entrega 27 (10/12/2012) – Fascículo 26 – PROMETIENDO SEGUIR (Mc.6 / 8 / 10 / 11 / 12).
    ………………..

    La “Emboscada de los dirigentes; El tributo al César” (Mc 12, 13-17)

    Se tratará de comprender “dad al César lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios“?
    Porque todo el mundo lo interpreta como una sentencia que proclama la independencia entre los poderes civil y religioso.

    Es importante situar el relato, conocer quién está detrás y qué intenciones llevaba y, sobre todo, no perder de vista el final de la escena, que dice: “se quedaron de una pieza”. Ese final servirá para comprobar si el relato se ha entendido bien o no.

    Primero sepamos dónde estamos. El Galileo con sus discípulos ha llegado a la capital, Jerusalén. El episodio se localiza en el recinto del templo, contexto donde se produce el enfrentamiento público entre el Galileo y los dirigentes de la nación (Mc 11, 12 – 12, 44).

    Él comparece en el centro religioso y corazón económico del país. Una vez allí, su primera actuación se ha caracterizado por su vehemente enfrentamiento contra el sagrado negocio de los acaudalados dirigentes, a los que denuncia por facinerosos (Mc 11, 15-17).

    UN PASO, UN MUNDO –Salvador Santos – Refritado/Oscar – Fascículo 26 – 179/188
    Su actitud, nada diplomática, le ha acarreado la mortal enemistad de tan poderosos personajes, frenados en sus intenciones asesinas únicamente por el crédito del Galileo ante la gente: “Se enteraron los sumos sacerdotes y los letrados y buscaban una manera de acabar con él; de hecho, le tenían miedo, porque toda la multitud estaba impresionada de su enseñanza. (11, 18).

    Los representantes del poder político, económico y religioso de la nación judía habían acudido directamente a pedirle explicaciones sobre su osada intervención en el templo contra el santo comercio. Él no se achantó. Contaba con la oportunidad de dirigirse a los máximos responsables de la nación y no la eludió.

    Les habló de tú a tú, y les demostró su incompetencia como dirigentes. Utilizó una parábola para tacharlos de haberse aprovechado de su condición de administradores para robar, asesinar y apropiarse del pueblo. Para el Galileo, el pueblo pertenece a Dios, o lo que es lo mismo, es intocable y libre. Nadie está legitimado para adueñarse de él.

    Marcos constata que la crispación subió de tono ante su grave denuncia, aunque la inquina de los dirigentes se vio frenada por su miedo a la gente: “Estaban deseando echarle mano, porque se dieron cuenta de que la parábola iba por ellos; pero tuvieron miedo de la multitud y, dejándolo, se marcharon (12, 12).

    Ante el escollo que la multitud representaba para intervenir contra el hombre llegado de Galilea, los altos dignatarios optaron por actuar desde la sombra. Enviaron, pues, unos emisarios con el fin de quebrar el prestigio popular de nuestro protagonista, o bien hacerle caer directamente en un grave delito que permitiera denunciarle ante las autoridades romanas.

    Se abre la escena con los intermediarios escogidos para tal ocasión: “unos fariseos y unos herodianos”. Los primeros pertenecían al sector de fieles observantes de la Ley, considerada por ellos la quintaesencia del judaísmo. De mentalidad nacionalista, se oponían, por razones de principios, al régimen de dominación extranjera. Los herodianos, por su parte, eran partidarios de Herodes, el tetrarca impuesto por los romanos en las regiones de Galilea, al norte, y Perea, al este. A estos les venía como anillo al dedo la hegemonía de la primera potencia. Muy probablemente coinciden con algunos de los peces gordos invitados al festín que propició la decapitación del Bautista. Se trata de gente experta en matanza.

    Ni a unos ni a otros les venía bien el plan del Galileo.

    Aunque de facciones diametralmente opuestas, fariseos y herodianos estuvieron dispuestos a colaborar con el fin de cazarle. El objetivo de ambos consistía en echarle el lazo con una trampa bien estudiada para asegurar su sentencia a muerte. Encontraron la forma con unas preguntas muy comprometidas, relacionadas con un asunto intocable para el imperio dominante: la fiscalidad.

    Debían introducirlas con fina diplomacia, como correspondía a personajes seleccionados para tan delicada misión. Así pues se presentaron con una buena dosis de adulación, halagando al Galileo con el fin de caerle bien y lograr su confianza. De modo que le entraron de esta guisa: “Maestro, sabemos que eres sincero y que no te importa de nadie, porque tú no miras lo que la gente sea. No, tú enseñas el camino de Dios de verdad”.

    En realidad hicieron dos preguntas sobre el mismo tema fiscal. Plantearon la primera en términos generales para aludir a la legitimidad del impuesto exigido por Roma: “¿Está permitido pagar tributo al César o no?”. Con ella le solicitaban que, desde su interpretación de la ley judía, formulara un dictamen inequívoco que marcara doctrina. La segunda se formula desde la práctica: “¿Pagamos o no pagamos?. Con esta pregunta buscan que el Galileo se defina con precisión y se aventure a sugerir la opción a tomar. Se trata de una pregunta cerrada, a responder con un monosílabo.

    El imperio aplicaba varios tipos de impuestos, tributos y tasas que resultaban aplastantes para el pueblo. Existían tributos sobre mercancías, sobre propiedades inmuebles, sobre bienes muebles y por individuo. El término utilizado por Marcos, tributo, va sin artículo; está referido al sistema impositivo establecido por Roma, no a un determinado impuesto, lo que concuerda con la finalidad de la cuestión planteada.

    Las dos preguntas constituían una auténtica ratonera.

    Responder a alguna de las dos preguntas en sentido favorable al pago del impuesto suponía desacreditarse ante el pueblo, en cuyo caso se habría eliminado el obstáculo que impedía a los dirigentes actuar a su antojo.

    Por el contrario, si con alguna de sus dos respuestas se oponía al pago del impuesto, daba pie para que le acusaran ante las autoridades romanas de un delito de estado. En este último caso, poco importaba que el pueblo le hubiese mostrado su admiración. Al pueblo se le maneja. Al imperio dominante, no.

    La trampa política había sido accionada.

    El Galileo no pasó por alto la falsedad, la astucia y la perversidad con la que construyeron la encerrona: “Jesús, consciente de su hipocresía. De modo que hizo aflorar ante el pueblo su maquinación: “les repuso: ¡Cómo!, ¿queréis tentarme?”. Seguidamente, con una maniobra genial, les desbarató toda la estrategia montada para cazarlo.

    De entrada, condujo la pregunta teórica al terreno práctico; trasladó el hecho general impositivo, por el que preguntaban, a la realidad física de la moneda preceptiva con la que se abonaban esos impuestos: “traedme un denario que yo lo vea.

    No debernos pasar por alto que el Galileo no sacó ningún denario de la faja. Tampoco se lo pidió a ninguno de los de su grupo. Él no llevaba la moneda romana obligada para el pago del impuesto. La solicita a los astutos representantes del Gobierno de la nación. Sospecha que la tienen. La fórmula verbal empleada por el Galileo es exigente: “traedme.

    Los autores de las preguntas cayeron en la torpeza de confirmar su felonía delante del pueblo. Con la moneda en sus manos, demostraron que admitían la dominación del imperio. La denuncia del Galileo fue total.

    Con todo, la cosa no quedó ahí. Estando los mandados sin reacción y cogidos en el renuncio, el Galileo les preguntó: “¿De quién son esta efigie y esta leyenda?”. La pregunta tiene mayor profundidad de la que aparenta. Ya de por sí, la situación era grave para los emisarios. La moneda que tenían entre sus manos, signo fehaciente de la dominación romana, estaba prohibida en el recinto sagrado del Templo. Regía el principio de que todo judío fiel debía abstenerse incluso de mirarla. En su anverso podía apreciarse la imagen del emperador Tiberio en su condición divina, con su corona de laurel. En el reverso, la de su divina madre, Livia, sentada en un trono celestial. La inscripción: “César Tiberio, hijo del divino Augusto, majestuoso” daba fe de su condición sobrenatural. Por la otra cara se leía: “Pontífice máximo”.

    A la pregunta del Galileo, ellos respondieron con el título del personaje cuya imagen estaba acuñada en la moneda. No dijeron un nombre, únicamente su función imperial: “del César.

    Como lo que ellos le pedían al Galileo en su primera pregunta fue un dictamen desde el punto de vista de la ley sagrada sobre la servidumbre fiscal respecto al imperio invasor, el movimiento práctico del Galileo les condujo al segundo precepto: “No te harás ídolos, figura alguna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua bajo tierra. No te postrarás ante ellos, ni les darás culto” (Ex 20, 3-4 y Dt 5, 8).

    Seguramente, darían su contestación (”del César) en voz baja. Porque el Galileo les demostró delante de la gente que ellos no sólo hacían lo que tenían prohibido al pueblo, mirar la moneda, sino que habían dado acogida en lo profundo de su ser, es decir, en la cartera, justamente lo que condenaba el segundo mandamiento. Desplazaron a Dios de su sitio para colocar en él a su rival, el César. El César, representado con su efigie y su leyenda divinas en moneda, en dinero, se descubre también como el adversario del pueblo al que oprime y deja en la miseria.

    Tras su viva maniobra, el Galileo les dijo: “Lo del César, devolvédselo al César, y lo de Dios, a Dios”.

    Si ya estaban descolocados, los volvió locos del todo cuando a la cuestión práctica planteada por ellos: “¿Pagamos o no pagamos?, él respondió esta vez con una declaración de principios.

    Generalmente se interpreta esta frase en el sentido de admitir el pago del impuesto. De aceptarse esta tesis se reconocería que el Galileo aprobaba la legitimidad de la dominación del imperio. De este falso supuesto deriva el criterio tan extendido de que él dogmatiza sobre la separación e independencia de los poderes civil y religioso. La idea interesa. Se dan como buenos los dos poderes y se delimita el campo de acción de cada uno de ellos.

    Pero si las palabras del Galileo hubiesen tenido esa significación habría caído en la encerrona. El final del relato, “y se quedaron de una pieza”, demuestra el desacierto de entender así su contestación.

    Veamos dónde está la clave de la declaración de nuestro protagonista.

    En la formulación de sus dos preguntas, los intermediarios del Gobierno de la nación utilizaron tres veces el mismo verbo griego, traducido por pagar: “¿Está permitido pagar impuesto al César o no? ¿Pagamos o no pagamos?”. El Galileo, en cambio, no emplea ese verbo; recurre a otro que se traduce por devolver. “Lo del César, devolvédselo al César…. El primero (pagar) lo usa Marcos en treinta y ocho ocasiones. El segundo (devolver), sólo una: en este episodio. ¡Marcos lo ha escogido a conciencia!

    Como les decía antes, los comisionados habían sustituido al Dios que garantiza la libertad, la igualdad y la justicia, por el dios-dinero, símbolo del dominio y el avasallamiento del imperio de tuno. El verbo devolver connota aquí la exigencia a los dirigentes a no aceptar el sometimiento y a abandonar su connivencia con Roma. Implica rechazo, oposición y, por lo tanto, ruptura. Ruptura de una relación que de ninguna manera debe continuar. El verbo tiene el mismo significado que cuando se habla de devolver las cartas o los regalos al novio o a la novia.

    El César, eso es importante captarlo, no aparece aquí como un representante político nacional, sino como símbolo de la invasión que aplasta y subyuga a los pueblos. El César ocupa un lugar inapropiado. Representa lo ajeno al pueblo, lo contrario a su libertad. Con la moneda entre las manos, los emisarios tienen los ojos puestos en su efigie y su leyenda dentro del recinto del templo. Están sin escapatoria. Rompan con el César es lo que pudieron entender perfectamente. La acusación que les hace el Galileo desde el segundo mandamiento fundamentaba su exigencia a los dirigentes.

    Pero, cogidos con las manos en la masa, la actitud de los emisarios delataba algo aún más grave. Los dirigentes habían usurpado una propiedad que no les correspondía. Autodenominándose representantes de Dios, se habían adueñado del pueblo. De ahí que el Galileo termine su declaración diciendo: “y lo de Dios, a Dios. Así pues, les reclama que  devuelvan el pueblo, al que avasallaban con obligaciones legales, religiosas, políticas y económicas, a su auténtico dueño: ¡la libertad!; la que garantiza el Dios que no interviene. El reintegro del pueblo a su genuina situación significaba romper con esa situación de injusticia. La frase (“lo de Dios, a Dios”) hace referencia a la parábola que el Galileo lanzó previamente a los dirigentes para denunciarles como ladrones y asesinos (Mc 12, l-ll), la misma parábola que dio origen a esta trama para cazarlo.

    Los dirigentes vasallos entendieron a la perfección el doble requerimiento del Galileo: Romper con el César y devolver al pueblo su libertad robada.

    Cuando, según el evangelio de Lucas, el órgano supremo de la nación, ¡ojo!, sin presencia del pueblo, conduce al Galileo ante el procurador romano para que dicte sentencia de muerte, lo acusan como aparece en Lc 23, 1-2.: “Se levantó toda la asamblea y condujeron a Jesús a presencia de Pilato. Empezaron la acusación diciendo: Hemos comprobado que este anda amotinando a nuestra nación, impidiendo que se paguen impuestos al César y afirmando que él es Mesías y rey”.

    Eso confirma que el Gobierno estaba decididamente a favor del César. Y el Galileo en el lado opuesto. La cosa resulta evidente. O se está por el opresor o se está por el ser humano.

    El evangelio de Juan no menciona el relato del impuesto, pero su narración de los momentos en que aparecen los dirigentes aludiendo al César confirma el sentido del texto que hemos comentado. Juan 19, 12 : “Pilato trataba de soltarlo, pero los dirigentes judíos daban gritos diciendo: – Si sueltas a ése, no eres amigo del César. Todo el que se hace rey se declara contra el César“.

    También hay otro texto del versículo 15 que refleja a las claras dónde tienen los representantes de Dios sus intereses: “-Pilato les dijo: — ¿A vuestro rey voy a crucificar? Replicaron los sumos sacerdotes: – No tenemos más rey que al César.

    Los altos y espirituales representantes se decantaron a favor del poderoso imperio que había privado de libertad a la nación. Reconocen que su Dios no es del que hablan a todas horas, sino con quién se acuestan sin escrúpulos. ¿Qué importa la libertad si renunciando a ella se consolida la estructura religiosa y se afianza la situación de privilegio que sus líderes ostentan? A través de sus representantes, la religión ha tomado partido. Poder y religión actúan en connivencia. El resultado será la ejecución del Galileo.
    ………………….

  • oscar varela

    Hola!
     
    Recién decía que es el ALMA SENTIMENTAL quien DA SENTIDO al Conjunto de nuestros ACTOS HUMANOS; y que habrá que seguir explorando Francisco/Papa (ser-humano/funcionario) en ese rango u orden, para ver si sustentan una sana Esperanza.
     
    Escaneemos ese rango a los 3 ámbitos fundamentales de la Vida humana:
    1) SEXOS; 2) EDADES y 3) VALORES.
     
    Ad 1.- SEXOS: el Des-precio (infra-valoración) hacia la MUJER ¿a qué gastarme en mencionarlo?
     
    Hasta ahora no hay el menor atisbo de modi-ficación. Por ejemplo:
     
    * política de ataque a las Religiosas de EEUU
    * nones cerrado al acceso a Órdenes jerárquicas
    * nones al celibato optativo de sacerdotes.
     
    Notita:
    En el Encuentro del Movimiento de Familias de Padres Casados (en Bs. As. – 2011) el Compañero brasilero Armando Holyszewski expuso un Estudio que mostró varias cosas:
    1.- que los “curas casados” no son un “antojo pasajero” de algunos curas loquitos, sino un desplazamiento serio hacia las “periferias existenciales”. El Movimiento tiene una trayectoria valedera de 50 años bien vividos.
    2.- que, por lo tanto, no se trata de gente que se arrastra a los pies de las Jerarquías para pedirles una orientación, sino de gente que tiene realidades que decir a esa Jerarquía, y que ésta debería escuchar.
    3.- que el “PERFIL de Presbítero” no ha sido atendido, ni claramente definido: ni en la teología Pastoral ni en el Derecho canónico.
    4.- que –añado yo ahora preguntando- ¿No hay una importante diferencia entre la “Ordenación presbiteral” de un Cura SEGLAR y la de un Cura “RELIGIOSO” (de Congregación o de Orden)?
    ………………..
     
     
    Ad 2.- EDADES: el Des-precio (infra-valoración) hacia las GENERACIONES que no sea la de los VIEJOS (mayores de 65 años) ¿no están tratados infantilmente y des-cartados de la Gobernanza eclesiástica?
     
     
    Ad 3.- VALORES: el A-precio (supra-valoración) del DINERO RENTABLE.
    (tal vez en otro Comentario ¿puede ser?)
     
    ¡Sigo todavía! – Oscar.

  • oscar varela

    Hola!
     
    Proponía yo: “Des-cuartizar” la Esperanza en las cosas del Papa/papado.
     
    Si este lenguaje de Carnicero de campo suena un poco duro, lo modernizaría por este otro: “ESCANEAR” (leer a fondo) para averiguar dónde habremos de poner el pie en ese “SALTO-SPRING” (etymon “SPR”), en que radica la “eSPeRanza”).
     
    Se trata de Escanear al Francisco/Papa:
     
    A.- Ya hablé de su Praxis personal:
     
    1.- la personal “individual” (gestitos): ¡Macanudo el Tipo!, y
    2.- la del Cargo-Papa “funcional” (gestazos): ¡Ambivalente!
     
    NOTA: siguiendo el esquema de la Escolástica de la Edad Media- la ubiqué en el rango ejecutivo (ordo executionis).
     
     
    B.- Ya hablé de su “horizonte teológico”, su rango de Pensamiento (ordo cognitionis).
    Lo consideré in-fructuoso  (semilla caída a la vera del camino) para la Gente de nuestro mundo de ahora.
    …………..
     
    C.- Escaneando un poco más podemos encontrar que hay otro rango que también lo tiene la Escolástica. Se trata del “ORDO AMORIS
     
    Los 2 rangos u órdenes antes atendidos (práctico y especulativo / executionis y congitionis) se referían a las 2 reconocidas Facultades (espirituales): VOLUNTAD e INTELIGENCIA que entraban en juego para la comprensión del “Acto humano”.
    …………..
     
    Notita:
    Toda la Suma Teológica de Sto. Tomás no es otra cosa que un Escaneo-descuartizador del “Acto humano”.
    A tal punto es un “escaneo” exhaustivo que es “de clase” (escolar) el “pin-pon” de estas 2 Facultades dialogando en 12 pasos alternados (6 de cada una) hasta la “determinación” moral del Acto humano.
    Y acá estamos averiguando la confiabilidad acerca de la ESPERANZA que nos susciten  los “ACTOS HUMANOS” de Francisco-Papa, e.d., Persona-Funcionario.
    ……………..
     
    Pero ya le han pasado 8 siglos a ese “ordo amoris”, que estaba considerado como “PASIONES del alma”; y en los últimos casi 2 siglos “románticos” (el XIX y partecita del XX) ese rango se vio madurando en “SENTIMIENTOS del alma”.
     
    Es el ALMA SENTIMENTAL quien DA SENTIDO al Conjunto de nuestros ACTOS.
     
    Habrá que seguir explorando (que eso quiere decir “escanear”) al ser-humano/funcionario también en ese rango u orden. Veremos si sustentan una sana Esperanza.
     
    Por ahora ¡sigo yendo! – Oscar.

  • Luis Gonzalez Moran

    Leo en Francisco de Roma y la ecología de San Francisco de Asís:
    “En su Cántico al Hermano Sol san Francisco revela la convivencia de estas dos ecologías. Su extraordinario logro espiritual fue reconciliar el mundo con Dios, el cielo con la Tierra y la vida con la muerte”.
    A esta trilogía de reconciliaciones, yo le propondría al Francisco de Roma el intento de lograr una nueva y urgente reconciliación: la del hombre con el hombre.
    En vez de ir avanzando hacia una maduración de la relación humana basada en el irrenunciable derecho universal a la dignidad y la igualdad de todos los seres humanos, cada día son más aguzados los odios, los enfrentamientos y un ambiente generalizado de hostilidad hacia “los otros”.
    Estamos viviendo una humanidad trágica, donde la lucha por la prevalencia económica, social, política e incluso religiosa, hace olvidar las mínimas e imprescindibles reglas de juego de la convivencia humana y la igualdad.
    Yo invitaría al Papa Francisco a que adoptara mucho más una espiritualidad de trinchera que de baldoquino, de suburbio que de Palacios Vaticanos, de personas que de documentos. En muchos rincones del mundo, en todos diría yo, se está viviendo una tragedia diaria que no se arregla con buenas intenciones ni con excelsas declaraciones: obviamente, desde nuestra perspectiva cristiana, antes de de predicar a las gentes la necesidad de salvar sus almas, hay que crear unas condiciones imprescindibles para que todos seamos conscientes de la grandeza de la persona humana.
    Reconozco que nosotros muchas veces hemos creado una espiritualidad un tanto alejada de la realidad, más centrada en primores litúrgicos (necesarios, por otra parte) que en el compromiso con la vida de cada día, cumpliendo con aquel texto bíblico tan bonito de que “le basta a cada día su afán” (Mt 6, 34). Claro, que le basta a cada día a su afán, pero a condición de que llevemos a término el afán de cada día.
    Recuerdo el título de una película de 1978 El cielo puede esperar, dirigida por Warren Beatty. Exactamente eso, el cielo puede esperar: mientras tanto, hay que atender a esta fascinante y a veces agobiante tarea que es vivir y ayudar a todos y a cada uno de los hermanos a vivir su vida, respetando sus ideas y  luchando por los derechos de todos.
    Salvar la ecología fraterna, la del respeto al que es igual que yo, aunque sea al mismo tiempo otro: cuidando unas relaciones limpias y generosas, donde no nos preguntemos nunca qué puedo obtener del otro, sino en qué puedo ayudarle. Y donde no nos constituyamos en salvadores de nadie, sino que cuidemos de que cada uno pueda salvarse a sí mismo, en el logro de su realización como persona y como miembro de una comunidad. La religión, quizá mejor la espiritualidad, no puede ser causa de sufrimiento, de confrontación ni de humillación.
    Publio Terencio Africano dijo: nihil humani a me alienum puto (“nada humano me es ajeno”). Unanumo comentó: Y yo diría más bien, nullum hominem a me alienum puto; soy hombre, a ningún otro hombre estimo extraño. Porque el adjetivo humanus me es tan sospechoso como su sustantivo abstracto humanitas, la humanidad. Ni lo humano ni la humanidad, ni el adjetivo simple ni el sustantivado, sino el sustantivo concreto: el hombre”.
    Y como el Vaticano (al que me quiere mandar a vivir Javier Peláez) me queda lejos, voy a empezar a cultivar esta especial ecología ahora mismo, nada más que termine de escribir esta entrada y salir a la calle a practicar la nueva ecología de la cercanía y la ternura.
    Vamos.
     
     
     
     
     
     
     
     

  • Con todo, una aclaración:
     
    España forma parte de Occidente, y hoy día el Occidente antaño cristiano es hogaño postcristiano y hasta apóstata, me atrevería a decir. El vacío de Dios se ha instalado en la conciencia de las masas, esto es, el vivir como si Dios no existiera, pero no en claves similares a las teológicas y cristológicas planteadas por un teólogo como  el pastor evangélico y teólogo Dietrich Bonhöefer -quien planteaba en efecto vivir como si Dios no existiera, pero no desde la negación de Dios sino desde una especie de autonomía de la ética secular con una apertura última a Dios-, y sí en claves de mero pasotismo, indiferencia, materialismo y paganismo.


    Quizá por ello las comunidades católicas son en general débiles en la actualidad; repito: con todas las excepciones que se quieran, o de rigor.


    Buen sábado.

  • “Francisco de Roma y la ecología de Francisco de Asís”, he aquí el título del artículo de Leonardo Boff.
     
    Me parece bello su contenido y a la vez exagerada su propuesta: no creo que el papa Francisco esté dispuesto a llegar tan lejos, en su afán reformista, en su ecologismo radical y teocéntrico, como Francisco de Asís. Esto por una parte. Aunque a decir verdad, mejor, desde mi perspectiva, el papa Francisco lo está haciendo notablemente bien.
     
    Y por otra, estamos ante el problema de siempre, al que yo mismo hago frecuente referencia aquí mismo en Atrio:  la Iglesia católica atraviesa una crisis de fe y de credibilidad tan colosal, que no abundan en modo alguno los entusiastas continuadores del sueño evangélico, eclesial y ecologista-pacifista de Francisco de Asís. ¡Para nada!
     
    Miremos: en las parroquias, la mayoría de los fieles apenas se conocen, casi ni se saludan, no hablan entre sí apenas, no hay fluidez comunicativa, no hay conciencia de pertenencia comunitaria fraterna. Por eso, los pentecostales evangélicos crecen como esporas, como la espuma; son la comunidad cristiana que más crece en el mundo, una pasada: los pentescostales sí ofrecen primero, una experiencia intensa de fe, segundo, un clima de acogida, fraterno (o de apariencia fraterna), comunitario, y tercero, ofrecen formación espiritual y teológica. Frente a todo esto de los pentecostales, las comunidades católicas, por lo común -con todas las excepciones que se quieran, desde luego- resultan frías, distantes, no funcionan como verdadera comunidad.
     
    Por lo menos es mi experiencia. Así por ejemplo, aunque también he tenido experiencias de pertenencia comunitaria a colectivos católicos solidarios y apostólicos de apostolado obrero, lo común en mi vida ha sido acudir a las parroquias, lo típico, a varias de mi entorno. Pues bien: casi imposible la comunicación fluida con los parroquianos, sobre todo con los parroquianos jóvenes. Es como si cada joven católico que acude a la parroquia fuera por libre, metido en su burbuja, en su islote, con apenas vinculación con el resto de feligreses. Y cuando intentas “romper el hielo”, vencer las distancias, suele ocurrir que no consigues tampoco gran cosa, pues acabas sintiéndote como en ridículo, como si no valoraran lo que haces; vamos, que lo que crees experimentar es que la peña no está por la labor.
     
    Abundo en esto: hasta que me harté de hacer el indio, cada vez que yo publicaba un libro, a menudo cuando publicaba artículos en la prensa, en revistas escritas y sobre todo en Internet, hacía copias y las entregaba a jóvenes católicos de las parroquias de mi entorno. Con el resultado de que ¡jamás vi a ninguno de esos jóvenes en presentación alguna de mis libros, y jamás ninguno de esos jóvenes se acercó a mí para comentarme qué le había parecido mi último artículo publicado y del que me había molestado en hacer copias que les había repartido a ellos y ellas!
     
    Hasta el extremo, ya digo, de que me he aburrido, y he acabado por tirar la toalla. Asimismo, como soy cinéfilo empedernido (para mí, el día ideal es el día en que logro sacar tiempo para visionar al menos una película, una película por día), también he probado a tratar de hacerme cercano con los pocos jóvenes católicos que acuden a las parroquias de mi entorno repartiéndoles invitaciones para la asistencia, siempre gratuita, a algunos de los ciclos de cine que frecuento. Completamente inútil. Lo mismo que cuando he invitado a todos esos pocos jóvenes a acudir a las actividades alternativas de espacios socioculturales más o menos antisistema de la capital de mi Isla, en los que también vemos cine, entre otras actividades. Idem: todo es en vano.
     
    Entonces, siendo la que es mi experiencia, el cuento -en el buen sentido de la palabra, no pretendo ser despectivo-  del sueño de Francisco de Asís que nos trae Leonardo Boff en su artículo, ¿para qué lo quiero en una Iglesia cuya mayoría de fieles jóvenes funciona (digo la que yo conozco, ojo, con la que he pretendido repetidos acercamientos comunicativos y fraternos, todo en vano, conste) con una apatía tan mayúscula hacia lo que significa amistad y comunicación, hacia lo que significa compromiso social, hacia lo que significa implicación en la cultura…?
     
    Leonardo Boff: más allá de ese siempre maravilloso sueño de Francisco de Asís, en España ¡el 98% de los jóvenes pasa de la Iglesia católica, cada día que pasa, más, más radicalmente, más distantemente! Y del 2% que, pongamos, no pasa de la Iglesia, una nada desdeñable mayoría sí pasa del cine, de la pasión por la cultura, de la pasión por lo social y por la solidaridad.
     
    Ojo o repito: todo esto que digo es desde mi estricta experiencia personal.
     
     

  • Javier Renobales Scheifler

    No parece haber razones para retrasar la acción
     
    http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20130427/sociedad/papa-pide-lista-clientes-20130427.html
     
    El Pontífice quiere las cuentas claras en el IOR y por ello, habría solicitado los nombres de las personas que se encuentran detrás de los depósitos cifrados «antes de tomar cualquier decisión sobre la institución (reforma o cese)».
     
    ¿Hará como Falciani, o al menos algo parecido? ¿Se lo quedarán todo ‘en casa’?

  • Javier Renobales Scheifler

    El verdadero dios de la ICR es el dinero.
     
    Lo ha demostrado una vez más con la pederastia eclesial católica: sólo la ha intentado atajar el papado romano y sus jerarcas cuando esa pederastia les ha tocado el dinero; sólo entonces, cuando la intervención de los tribunales de la sociedad civil le ha costado a la ICR miles de millones de euros, es cuando el papado romano ha intentado atajar esa pederastia.
     
    Las víctimas de esa pederastia (que son dios, según se dice por este foro citando a Mt 25, 31 a 46) le han importado un pito al papado romano durante los siglos que ha durado esa pederastia.
     
    Y le siguen importando un pito, las víctimas.
     
    Por ejemplo las víctimas del fraude fiscal (o sea los pobres), fraude que cuelga en grandísima parte de los paraísos fiscales, uno de los cuales es el Estado Vaticano de Bergoglio.
     
    Excomulgar a los que utilicen y mantengan paraísos fiscales, eso sería defender la vida, no excomulgar a las abortistas.

  • Javier Renobales Scheifler

    vivir diariamente como vive la gente diariamente (caminando, viajando, laburando, conversando, gesticulando).” Buena idea, la de Oscar.
     
    Así podría Bergoglio, aprovechando su poderoso cargo de representante de dios en la Tierra, vivir por ejemplo como Hervé Falciani, un joven que se juega la vida, que arriesga su vida, como les dice el viejo Bergoglio que deben hacer a los jóvenes.

    http://es.wikipedia.org/wiki/Herv%C3%A9_Falciani
     
    Debería Bergoglio sin más dilación y según lo que dice, sacar ya a la luz, sin más dilación y siguiendo el ejemplo del arriesgado y altruista joven Falciani, todo todito el paraíso fiscal que es el Estado Vaticano de Bergoglio, que funciona a las órdenes de Bergoglio.
     
    http://www.redescristianas.net/2013/04/27/en-paraisos-fiscales-obras-son-amores-y-no-buenas-razonesxavier-cano-tamayo/
     
    Para convencernos podrían hacer algo con los paraísos en Europa. Gibraltar, islas Guernsey y Jersey en el canal de la Mancha, Malta, isla de Man, Liechtenstein, Austria, Mónaco, San Marino… O el Vaticano que, según Réseau Voltaire, es una de las diez principales plazas financieras utilizadas para blanquear dinero sucio, por delante de Bahamas, Suiza o Liechtenstein.”
     
    Si Bergoglio quiere una iglesia pobre y de los pobres (es su decir, pero no es su hacer ni lo va a ser –cuando lo veamos, le creeremos, antes es falaz creerle-) debería empezar ya mismo por hacer transparente todo dinero y demás bienes que existen se mueven en la ICR: todo el patrimonio de la ICR, todos los bienes eclesiásticos incluidos los de las órdenes, instituciones, corporaciones, asociaciones ….etc. religiosas de todo tipo, incluidas todas las interioridades del podrido banco vaticano o IOR.
     
    Menos trascendencia (que no depende de Bergoglio ni de ninguna persona, la trascendencia que pueda haber para llamada ‘otra vida’, la del imaginario ‘más allá’) y toda la transparencia, que de la trasparencia, y no de la tan cacareada trascendencia, sí depende que conozcamos algo de la verdad que dijo alguien que nos hará libres.
     
    Y esa transparencia sí depende de Bergoglio.
     
    Pero no le interesa la transparencia, a Bergoglio. Si le interesara, lo demostraría. Esperar ¿a qué?

  • oscar varela

    Sigo, Antonio!
     
    Te leo:
     
    – “Estoy plenamente de acuerdo con Leonardo y su esperanza de un nuevo renacimiento humanista y ecológico en este siglo”-
     
    Ok! De acuerdo!
     
    Quisiera, sin embargo, no adormecer la cuota de escepticismo que me mantiene hincha-pelota, empezando conmigo mismo!
     
    Tengo que des-cuartizar la Esperanza:
     
    1.- Los Gestitos de Pancho tienen una sabiduría criteriosa inmensa. Son –a mi parecer- una siembra personal que no atropella las paquidérmicas estructuras, pero con-mueven  anquilosados hábitos. ¿Por qué habría de mirarlos con malos ojos?
     
    Estos Gestitos son los que pedía Y.de Congar como fórmula adecuada para “aggiornar” la Iglesia: vivir diariamente como vive la gente diariamente (caminando, viajando, laburando, conversando, gesticulando).
     
    2.- Los Gestos mayores le son “aluvionales”. Tal vez pudiera atajar alguno que otro: pero así es lo que hay, y por eso no me voy a cortar las venas, por los que no me parecen adecuados.
     
    La expresión que usaría para pintar la situación sería: “Estamos MAL pero vamos BIEN”.
     
    Esto es lo que pienso en el orden de la Praxis (ordo executionis)
    ………………..
     
    Donde el Escepticismo se me hace casi Seguridad es el orden del Pensamiento (ordo cognitionis)
     
    No le veo a ninguna de las “teologías” uñas de guitarrero para tocar la Danza que se baila en las “periferias existenciales”, e.d. en las calles de HOY.
     
    Me parece que solo hacen la pirueta de su firulete necesario en ese que es un tinglado de escenografía folklórica para la “evangelización”.
     
    En la medida que se sea consecuente con la Praxis personal (algo así como LAS BIENAVENTURANZAS) me parece que “necesariamente” explotarán todas las “auto-referencialidades” de la Iglesia y de las “teologías” que la sustentan (pecado – redención – dios encarnado/resucitado … ).
     
    ¿Parece mucho decir, no?
     
    Así es como ¡Voy todavía! – Oscar.
     

  • oscar varela

    Gracias Antonio por el trabajo que te has tomado
    y por la calidez de tu amical acercamiento.
     
    Aprovecho para participar a los atrieros que Leonardo Boff está en Buenos Aires porque mañana, sábado 27 de abril – 13:30 hs.hay JALEO en la 39ª FERIA DEL LIBRO:
    …………..
     
    PRESENTACIÓN DE LIBROde Clelia Luro
     
    “Cartas de Clelia y Jerónimo Podestá.
    Testimonios de 50 años de lucha política y eclesial”
     
    Reedición del libro bloqueado en Argentina después de la muerte de Perón y exportado a España donde fue quemado
     
    … “Presento y entrego este libro de cartas que fue bloqueado en Argentina después de la muerte de Perón y exportado a España donde fue quemado porque estaba Franco. Tuve que actualizarlo al día de hoy con cartas posteriores a 1972 de Jerónimo y mías, agregando además cartas del exilio nunca publicadas. Finalizo el libro con cartas a mi amigo Bergoglio quien me acompañó como interlocutor válido después de la partida de Jerónimo y supo calmar mi dolor escuchándome en los momentos de soledad y ausencia. “…(Fragmentos de texto de Clelia Luro escrito para la contratapa del libro)

    Organizan la presentación del libro:

    el Movimiento Helder Camara y la Asociación Teilhard de Chardin de Argentina.

     
    Presentan el libro:
    ·       Clelia Luro, la autora.
    ·       Leonardo Boff, teólogo de la Liberación, invitado especialmente por los organizadores.
    ·       Raúl Zaffaroni, abogado y escribano argentino graduado en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Buenos Aires en 1962, doctor en Ciencias Jurídicas, constitucionalista, Doctor honoris causa y actualmente miembro de la Corte Suprema de Justicia.
    ·       Guillermo Robledo, de la Editorial Hombre Nuevo y organización de la presentación.
    ……………………
     
    Por mi parte les he mandado esta salutación:
     
    LAS CARTAS DE JERÓNIMO Y CLELIA
     
    ¡POR FIN aparecerán LAS CARTAS públicas des-aparecidas!
     
    Editorialmente si la entrada de un Wikileaks , pero el revés:
     
    Sus Cómplices Autores, Jerónimo y Clelia, logran ese ¡por fin!
     
    Justo ahora, cuando, en estos tiempos de Medios engañeros:
    “Decir la Verdad se convierte en un acto revolucionario”
     
    Porque el “estilo” CARTA es:
    la VERDAD: paso a paso y en CARNE VIVA.
    ………………
    Desde Santiago de Chile les auguro ¡Suerte! y un ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • Antonio Duato

    Querido Oscar:

    Aunque te puedan parecer soliloquios, aquí tienes un atento lector de todos tus comentarios.

    ¡Cuanto me gustaría hacerme eco de cada uno, para seguir la conversación! Los afanes de mil urgencias me lo impiden. Hago una vida contra-naturam, no propia de mi edad, contra mi teórica condición de jubilado.

    Un buen rato he estado buscando esa cita a Toynbee sobre el padre de Francisco. ABC no está digitilaizado desde 1872 o por lo menos yo no he llegado a esa fecha. Supoongo que Boff habrá heredado la referencia de otro. En una revistilla, El sendero capuchino, otro capuchino creo que Leonardo lo fue- habla del mundo de San Francisco y acaba así:

    porque, como decía Arnold Toynbee, si quere­mos hacer habitable la tierra por otros 2000 años, tenemos que abandonar el ejemplo del rico comerciante Pedro Bernardone y dejarnos invadir por el espíritu de pobreza de San Fran­cisco de Asís.

    Tampoco aporta más datos. Debía correr entre la orden esta apreciación del gran historiador.

    Y el origen es que realmente padre e hijo representan la doble alma de Europa a lo largo de la edad media: mercantilista y espritual. Y el choque está en aquellas palabras del santo a su padre cuando, acusado ante el obispo, le devolvío el dinero y los vestidos y dijo: “De cuardo, en adelante ya no seré hijo de Pedro Bernardone sino solo de Dios”.

    Rechazó la autoridad que le chantajeaba con lo que le debíamos para conseguir la libertad en la pobreza. Te ofrezco la imagen de cómo Giotto plamó la escena. Dígalo Toynbee o Leonardo, la única manera cómo el otro Francisco podría podría liberarse a sí mismo, liberar a la Iglesia y reconciliarse con la naturaleza, sería desprendiéndose de todo lo que los poderes económicos le dan y dejando desnuda a la Iglesia de todo lo recibido de los ricos.

    Fresco del Giotto en Basílica inferior de Asís

    Y un texto breve con la narración

    Mientras he estado laburando hasta conseguir esta imagen y este texto, he vuelto con la memoria a Asís que tantas veces he visitado y a ese San Damián del que habla Leonardo. Asís, con Francisco y Giotto, con ese himno a las criaturas y esos frescos, es el el principio del renacimiento italiano. Estoy plenamente de acuerdo con Leonardo y su esperanza de un nuevo renacimiento humanista y ecológico en este siglo.

    Y el nuevo Francisco, con sencillez, sin pretenderlo, con errores y fracasos diplomáticos como el primero, por caminos muy distintos a él pues ocupa el trono papal, podría contribuir a ello si al menos deja libertad para recorrido personal. Al menos, para Castillo, Leonardo y otros, nos habrá ayudado a renacer desde el frío invierno. Y que nos quten lo balaido

    ¿Entendés, che? Lo mejor para vos y la Olguita.

  • olga larrazabal

    Si absolutizamos los conceptos de Vida y Muerte, y los circunscribimos a un individuo con un yo particular dentro de lo que materialmente vemos, evidentemente son contrapuestos.
    Si comprendemos que cada individuo de una especie, es una repetición de un concepto de organizacion estructural alcanzado por la vida, y somos como una gran planta de coral que tenemos raíces comunes que nos unen pero florecemos en miles de individuos que aportan su experiencia de vida al fondo común de la especie, la muerte es solo desestructuración orgánica, pues nuestra experiencia la devolvemos al conjunto en forma de genes, en forma de memes, y vivirá en los que vienen.

    Y para los cristianos, que tienen el concepto de la vida en fases, como la mariposa, el cambio de estructura es la condición necesaria para seguir viviendo en otra fase.
    Y pensarlo así alivia, de algún modo, el dolor de la desaparición y de la intrascendencia que se nos viene encima y nos refrena de pensar que no le debemos nada a las futuras generaciones y hacer zamba canuta con el planeta,si comprendemos que cada especie está interrelacionada en la cadena de la existencia y que formamos un conjunto armónico con el planeta, del cual somos inseparables.

  • oscar varela

    Hola!

    Leo hacia el final:

    – “Nuestra cultura es deudora del padre de san Francisco, Pedro Bernardone, rico comerciante en telas, en busca de riqueza y esplendor.”-

    ¿Alguien puede decirme: de qué viene y a dónde va esta declaración de DEUDA al papá del Gran Panchón?

    ¿Tan importante es en este Asunto el Toymbee citado a continuación?

    ¡Gracias! – Oscar. 

  • Antonio Vicedo

    Leonardo ¿No quedaría todo más claro, si esto-:La vida abraza a la muerte como hermana, portadora de la eternidad-, se cambiara por algo asi como:- La vida agradece a la circunstancia(no hermana) muerte su servicio por trasportarla a la plenitud eterna?

    Porque creo que no hay posible hermandad entre vida y muerte, so pena de que la victoria de la vida sobre la muerte, hasta su aniquilación, cobre el significado y sentido de un fratricidio.

    Lo esencial de la fraternidad es la con-vivencia, cosa que no puede darse entre la vida y la muerte.

    ¿No convendría que esto quedara claro para que, el intento de fraternidad en la Naturaleza, no se logre a costa aún de la mínima carencia de fraternidad humana?

    Jesús nos ha dejado muy claro el término y la meta de SU CAMINO: “-CONMIGO, hacéis, o no, LO QUE a un* cualquiera de mis más pequeñ*s herman*s.

    Esto es lo “primero como búsqueda del Reino del Padre y de su Justicia; lo demás viene por añadidura.”

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