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Otra teología es posible y necesaria

El conocido teólogo Juan José Tamayo acaba de publicar un nuevo libro titulado Otra teología posible en Ed. Herder. Este encabezamiento no es el anuncio al uso de un libro, e incluso de un libro más, no es éste el caso.

Tamayo ha dedicado la mayor parte de su vida a estudiar teología cristiana, sin bien con el paso de los años se ha ido abriendo a otras realidades religiosas, otras espiritualidades y siempre, sin perder de vista el sentido ético dentro y fuera de las religiones.

Su inconformismo intelectual y su rebeldía ante lo establecido como sinónimo de inmovilismo, le ha puesto siempre en punto de mira de la ortodoxia tradicional católica, mientras ha sido muy bien recibido por sectores de base o laicos o incluso de otras religiones.

Hace casi 30 años que le conozco y he podido seguir su evolución constante hacia una racionalización del hecho religioso. Su punto de partida es el interrogante de porqué las religiones se empeñan tanto en responder a preguntas que a la sociedad actual no le interesan ni les preocupan. El desarrollo de esta inquietud, como es lógico, supone cuestionar la ortodoxia inamovible que mantiene la Jerarquía católica. La consecuencia derivada de esta actitud ha sido el conflicto continuo con dicha jerarquía, cada vez más agudizada, hasta el punto de que últimamente le han impedido hablar en cualquier lugar propiedad de la Iglesia o de órdenes religiosas.

Esto supone que la jerarquía, utilizando la estrategia del avestruz, prefiere no saber de otras realidades por si sus seguridades se tambalean.

En este nuevo libro, Tamayo lo que propone es el marco sociocultural en el que la teología tendría que realizarse para poder sintonizar con las inquietudes y anhelos de nuestra sociedad, para que no sea un cuerpo extraño, e incluso incómodo a tan amplios sectores sociales en todos los continentes.

El autor centra su análisis en tres aspectos concretos: el pluralismo religioso, la interculturalidad y el feminismo. Cada apartado mencionado está exhaustivamente documentado, estudiado y analizado. Si algo tiene Tamayo es su capacidad de retener y asimilar todo lo que lee, que es muchísimo. La documentación aportada a cada tema es enciclopédica. Lo que nos indica que sus propuestas no son ocurrencias individuales.

A partir de su ingente conocimiento sobre lo que escribe, él hace su muy enriquecedora aportación sobre la que construye un libro de 406 páginas, de doce capítulos en los que el lector sentirá la sensación de que se le abren puertas y ventanas por donde entra aire fresco y regenerador de ideas que nos sitúan en una realidad más acorde con nuestro tiempo y que las religiones deberían tomar como referencia. Lo contrario es lo que produce el divorcio que estamos constatando cada día entre una sociedad dinámica e innovadora, y una religión instalada en otra época que nada tiene que ver con la de hoy y a la que nada le dice.

195 comentarios

  • oscar varela

    Hola!
     
    Ya lo dije ayer:
     
    ¿Teología? ¿Consideraciones del Asunto-Dios? OK!
    Y ¿qué es, a mi modo de ver, la ciencia “Teología”?
     
    A lo que he llegado es a:
     
    Teología es la consideración del amor imprescindible.
    ····························································································
    [le robo a Ortega, en OCT1,311…, lo que está en mi mollera]
     
    1
    LECTOR … Se busca lo siguiente: dado un hecho —un hombre, un libro, un cuadro, un paisaje, un error, un dolor—, llevarlo por el camino más corto a la plenitud de su significado. Colocar las materias de todo orden, que la vida, en su resaca perenne, arroja a nuestros pies como restos inhábiles de un naufragio, en postura tal que dé en ellos el sol innumerables reverberaciones.
     
    2
    Hay dentro de toda cosa la indicación de una posible plenitud. Un alma abierta y noble sentirá la ambición de perfeccionarla, de auxiliarla, para que logre esa plenitud. Esto es amor —el amor a la perfección de lo amado.
     
    3
    La «salvación» no equivale a loa ni ditirambo; puede haber en ella fuertes censuras. Lo importante es que el tema sea puesto en relación inmediata con las corrientes elementales del espíritu, con los motivos clásicos de la humana preocupación. Una vez entretejido con ellos queda transfigurado, transubstanciado, salvado.
     
    4
    El amor nos liga a las cosas, aun cuando sea pasajeramente. Pregúntese el lector, ¿qué carácter nuevo sobreviene a una cosa cuando se vierte sobre ella la calidad amada? ¿Qué es lo que sentimos cuando amamos una mujer, cuando amamos la ciencia, cuando amamos la patria? Y antes que otra nota hallaremos ésta: aquello que decimos amar se nos presenta como algo imprescindible. Lo amado es, por lo pronto, lo que nos parece imprescindible. ¡Imprescindible! Es decir, que no podemos vivir sin ello, que no podemos admitir una vida donde nosotros existiéramos y lo amado no —que lo consideramos como una parte de nosotros mismos—. Hay, por consiguiente, en el amor una ampliación de la individualidad que absorbe otras cosas dentro de esta, que las funde con nosotros. Tal ligamen y compenetración nos hace internarnos profundamente en las propiedades de lo amado. Lo vemos entero, se nos revela en todo su valor. Entonces advertimos que lo amado es, a su vez, parte de otra cosa, que necesita de ella, que está ligado a ella. Imprescindible para lo amado, se hace también imprescindible para nosotros. De este modo va ligando el amor cosa a cosa y todo a nosotros, en firme estructura esencial. Amor es un divino arquitecto que bajó al mundo —según Platón «a fin de que todo en el universo viva en conexión».
     
    5
    Entre las varias actividades de amor sólo hay una que pueda yo pretender contagiar a los demás: el afán de comprensión.
     
    6
    Llama Platón a este afán de comprensión: erotiké manía, «locura de amor».
    ·····················
     
    [de inmediato pasa Ortega describir la perspectiva amenazante y perversa contra el amor]
     
    7
    El rencor es una emanación de la conciencia de inferioridad. Es la supresión imaginaria de quien no podemos con nuestras propias fuerzas realmente suprimir. Lleva en nuestra fantasía aquel por quien sentimos rencor, el aspecto lívido de un cadáver; lo hemos matado, aniquilado, con la intención. Y luego, al hallarlo en la realidad firme y tranquilo, nos parece un muerto indócil, más fuerte que nuestros poderes, cuya existencia significa la burla personificada, vil desdén viviente hacia nuestra débil condición.
     
    8
    Una manera más sabia de esta muerte anticipada que da a su enemigo el rencoroso, consiste en dejarse penetrar de un dogma moral, donde, alcoholizados por cierta ficción de heroísmo, lleguemos a creer que el enemigo no tiene un adarme de razón ni una tilde de derecho.
     
    9
    La lucha con un enemigo a quien se comprende, es la verdadera tolerancia, la actitud propia de toda alma robusta. Azorín escribía: «Las virtudes de condescendencia son escasas en los pueblos pobres». Es decir, en los pueblos débiles.
     
    10
    Será inmoral toda moral que no impere entre sus deberes el deber primario de hallarnos dispuestos constantemente a la reforma, corrección y aumento del ideal ético. Toda ética que ordene la reclusión perpetua de nuestro albedrío dentro de un sistema cerrado de valoraciones es ipso facto perversa.
     
    11
    No se opone la comprensión, a la moral. A la moral perversa se opone la moral integral para quien es la comprensión, un claro y primario deber. Merced a él crece indefinidamente nuestro radio de cordialidad, y, en consecuencia, nuestras probabilidades de ser justos. Hay en el afán de comprender concentrada toda una actitud religiosa.
     
    12
    La unidad de los hechos, no en sí mismos, sino en la cabeza de un sujeto, es la erudición.
     
    13
    El placer sexual parece consistir en una súbita descarga de energía nerviosa. La fruición estética es una súbita descarga de emociones alusivas. Análogamente es la filosofía como una súbita descarga de intelección.
     
    14
    Yo sólo ofrezco modi res considerandi; posibles maneras nuevas de mirar las cosas. Invito al lector a que las ensaye por sí mismo; que experimente si, en efecto, proporcionan visiones fecundas; él, pues, en virtud de su íntima y leal experiencia, probará su verdad o su error.
     
    15
    En mi intención llevan estas ideas un oficio menos grave que el científico: no han de obstinarse en que otros las adopten, sino meramente quisieran despertar en almas hermanas otros pensamientos hermanos, aun cuando fueren hermanos enemigos. Pretexto y llamamiento a una amplia colaboración ideológica sobre los temas nacionales, nada más.
     
    16
    El hombre rinde el máximum de su capacidad cuando adquiere la plena conciencia de sus circunstancias. Por ellas comunica con el universo.
     
    17
    ¡La circunstancia! ¡Circum-stantia! ¡Las cosas mudas que están en nuestro próximo derredor! Muy cerca, muy cerca de nosotros levantan sus tácitas fisonomías con un gesto de humildad y de anhelo, como menesterosas de que aceptemos su ofrenda y a la par avergonzadas por la simplicidad aparente de su donativo. Y marchamos entre ellas ciegos para ellas, fija la mirada en remotas empresas, proyectados hacia la conquista de lejanas ciudades esquemáticas. Pocas lecturas me han movido tanto como esas historias donde el héroe avanza raudo y, recto, como un dardo, hacia una meta gloriosa, sin parar mientes que va a su vera, con rostro humilde y suplicante, la doncella anónima que le ama en secreto, llevando en su blanco cuerpo un corazón que arde por él, ascua amarilla y roja donde en su honor se queman aromas. Quisiéramos hacer al héroe una señal para que inclinara un momento su mirada hacia aquella flor encendida de pasión que se alza a sus pies. Todos, en varia medida, somos héroes, y todos suscitamos en torno humildes amores.
     
    18
    Todas nuestras potencias de seriedad las hemos gastado en la administración de la sociedad, en el robustecimiento del Estado, en la cultura social, en las luchas sociales, en la ciencia en cuanto técnica que enriquece la vida colectiva. Nos hubiera parecido frívolo dedicar una parte de nuestras mejores energías —y no solamente los residuos— a organizar en torno nuestro la amistad, a construir un amor perfecto, a ver en el goce de las cosas una dimensión de la vida que merece ser cultivada con los procedimientos superiores. Y como ésta, multitud de necesidades privadas que ocultan avergonzadas sus rostros en los rincones del ánimo porque no se las quiera otorgar ciudadanía; quiero decir, sentido cultural.
     
    19
    En mi opinión, toda necesidad, si se la potencia, llega a convertirse en un nuevo ámbito de cultura. Bueno fuera que el hombre se hallara siempre reducido a los valores superiores descubiertos hasta aquí: ciencia y justicia, arte y religión. A su tiempo nacerá un Newton del placer y un Kant de las ambiciones.
     
    20
    Vida individual, lo inmediato, la circunstancia, son diversos nombres para una misma cosa: aquellas porciones de la vida de que no se ha extraído todavía el espíritu que encierran, su logos. Y como espíritu, logos no son más que un «sentido», conexión, unidad, todo lo individual, inmediato y circunstante, parece casual y falto de significación.
     
    21
    El acto específicamente cultural es el creador, aquel en que extraemos el logos de algo que todavía era insignificante (i-lógico). La cultura adquirida sólo tiene valor como instrumento y arma de nuevas conquistas. Por esto, en comparación con lo inmediato, con nuestra vida espontánea, todo lo que hemos aprendido parece abstracto, genérico, esquemático. No sólo lo parece: lo es. El martillo es la abstracción de cada uno de sus martillazos.
     
    22
    Todo lo general, todo lo aprendido, todo lo logrado en la cultura es sólo la vuelta táctica que hemos de tomar para convertirnos a lo inmediato.
     
    23
    ¿Cuándo nos abriremos a la convicción de que el ser definitivo del mundo no es materia ni es alma, no es cosa alguna determinada sino una perspectiva? Dios es la perspectiva y la jerarquía: el pecado de Satán fue un error de perspectiva.
    ·····················
    ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • ana rodrigo

    Carmen, no había leido tu último comentario, y te doy la razón, este tipo de teología es la que hay que desechar, es necesaria otra teología, que, por otra parte, es posible. Que es mi tesis desde el primer momento de este post.

  • ana rodrigo

     
     

    Juanel, sacas un tema muy interesante para estudiar y analizar, la juventud. Y no me refiero a la juventud de un país u otro, de la juventud “del” Papa en la JMJ, me refiero en concreto a la juventud que ni necesita a Dios, ni se pregunta por él, ni lo echa en falta. Incluso jóvenes hijos e hijas de creyentes que no estamos en la religión tradicional,  y que viven estupendamente sin dios alguno.

    Claro que, también ocurre con un porcentaje de adultos de la sociedad actual, gente que se educó en ambientes religiosos y que al llegar a adultos, no les ha servido ese tipo de religión ni han buscado otras opciones, se van, viven tranquilos y felices, y punto. Eso sí, se sigue acudiendo todavía, cada vez menos, a ritos religiosos como funerales, comuniones, etc.

    También constamos que mucha de la juventud que se mantiene en la fe están más orientados al compromiso social siguiendo el ejemplo de Jesús, pero que la teología les importa poco o nada.

    Este tema es el que apunta Carmen. lo más importante es la ética y lo menos son las creencias, como se está comentando en el post de Castillo y que tanto juego está dando.

    Yo opino que una cosa no quita la otra. La teología debe estar en función de alimentar nuestra fe para poder llevarla a la vida. Pero es que un vida comprometida también la llevan muchísima gente no creyente, puesto que para ser solidarios o vivir otros valores no necesitamos ninguna fe, si bien a la inversa ya no es tolerable.
     
    Tampoco es justo pedirle cuentas de su compromiso a las personas que estudian teología, en primer lugar, porque nunca sabemos hasta qué punto lo están o no, en segundo lugar porque juzgar sin conocer, es arriesgado, en tercer lugar porque nadie que no esté con el medalleo del compromiso que nosotros le exigimos, podría dedicarse a estudiar e investigar en teología, y finalmente porque creo que cada cual debe hacer aquello de lo que sabe, lo de los carismas que dice Pablo.
     
    No deberíamos despreciar la teología tan alegremente, queda mucho por hacer. En mi comunidad este año estamos estudiando un libro de Crossan y ayer le decía yo a mis compañeros (sólo tengo hombres de compañeros) que me estaba dando cuenta de lo que nos han simplificado la transmisión de los evangelios, cuando, en el momento que alguien, con herramientas de investigación adecuadas, hurga un poco más allá, se ve la complejidad de la exégesis neotestamentaria.
     
    Buen día y no perdamos ni el norte, ni el ánimo.

  • Carmen (Almendralejo)

    Pobre ciencia esa, que para hablar de D*s, sustenta la virginidad de una mujer para deshumanizar a quíen como todo SER HA NACIDO DE MUJER.
    Pobre Fe, que sin Dogmas Virginales no pasa de ser el machismo imperante, que castra a la MUJER que D*S “escoge” para que sea GARANTE de la superviviencia de la Cocreación dentro y fuera de un lugar donde se maligniza a la CARNE, al AMOR, el DESEO con el CUAL FUIMOS CREADOS y que parte de las misma MANOS de D*s, y SUS DESEOS… de PARTICIPAR en este MUNDO.

    LA verdad que mientras haya tanto DINOSAURIOS será imposible tener otros conceptos de D*S y otra Ciencia que abra otros campos como ver donde está la PUREZA de quienes nunca será DIGN*S, porque nacen MALDIT*S por la gracia de ese dios que necesita de castas y purezas.
    De torres, de palacios, de versados en sus ciencia…

    Feliz ventas de todas estas ciencias y que repercuta algo en los INDIGNADOS, EN LOS COPAGOS, EN QUIENES ESTÁN EN LA IMTERPERIE PASANDO ESTAS NAVIDADES COGELAD*S… y DE QUIENES NECESITAREMOS OTROS TRES MIL AÑOS PARA DECIR QUE NUESTRA VAGINA ESTÁ LIMPIA DE ROSARIOS.

  • Juanel

     
    José Ignacio, lo que he leído tuyo aquí me resultó tan próximo a mis planteamientos que busqué con avidez tus comentarios en este hilo y en otros de Atrio. Interesantes, con equidad e incluso sabiduría de la cual aprendo. Gracias. Dices que soy deista deducido de mis últimos comentarios. No, mi fe intenta ser cristiana y católica al cabo de una serie de elecciones. La primera es que prefiero un mundo con Dios que sin él, ya que se da la posibilidad de su existencia. ¿Certezas? Ninguna, pero los que eligen un mundo sin Dios tampoco las tienen y también eligen. La segunda es que el Dios que prefiero entre todas las propuestas de Dios que hay por ahí, es precisamente el Dios que Jesús de Nazaret transparenta. ¿Certeza? Ninguna, ¿Verdad? Pues tampoco, pero es que “para mí” en el supuesto que Dios exista tiene que ser tal como Jesús lo dice, su idea de Dios y que vive me supera por todas partes, me asombra y me entusiasma. La tercera si intento seguir a Jesús he entendido que la forma mejor de hacerlo es en el seno de una comunidad en la que compartamos la fe y la religiosidad comunes. Y entre las comunidades cristianas que mantienen mejor el núcleo de la fe es la católica, la que me da mayores garantías de fidelidad a pesar de todas las barbaridades que la ICAR ha hecho a lo largo de la historia y continúa haciendo. ¿Es la única verdadera, el único modo de salvación? Pues rotundamente NO. No encuentro ningún criterio válido para asegurarlo y soy contrario a cualquier intento de imposición derivado de ello. Sólo elegimos. Si elegimos es que se está abierto a cualquier otra elección tan válida como la mía.
     
     
    Rodrigo, estoy de acuerdo con lo que dices y lo suscribo. No sé las razones por las que has elegido dejar Atrio, si es por cansancio lo entiendo pues yo me suelo tomar “vacaciones” durante un tiempo pues a veces me agobia Atrio, mis neuronas se quejan del esfuerzo, pues a veces hay que volver a replantearse las cosas a fondo fruto de ciertos comentarios. Te ruego que lo reconsideres, pues las ideas que circulan por aquí ya lo sabes nos enriquecen a todos, bueno a “casi” todos para no generalizar. Las tuyas también.
     
     
    Me apetece comentaros a todos Ana, Santiago, MªPilar, Carmen, pues decís cosas formidables para mí, pero sería extenderme demasiado. Oscar, hago la misma llamada que tú a las sugerencias para un taller sobre el Asunto- Dios. Tengo entre manos sacar adelante un grupo de jóvenes que han estado conmigo 4 años preparándose para la confirmación y ya la han hecho. Estoy un poco despistado en programa, métodos,…… en lo que podamos hacer que les sirva para su fe y su vida personal, incluida la mía. De las cosas que me dice mi párroco al respecto mejor no hablar.
     
    Saludos cordiales

  • oscar varela

    ¡Pero, Rodrigo Olvera: un poco de humor!

    ¿Cuántos años tenés?
    Te vas a volver viejo antes de tiempo.

    Las cosas de la vida son serias,
    pero sólo si se las vive jovialmente.

    ¿A qué, entonces, otro portazo más?

    Mirá; la cosa es simple y este Post lo proclama:

    -“En Atrio, Rodrigo Olvera no sólo es posible, sino necesario”-

    ¿Te parece?

    ¡Vamos, muchacho, todavía! – Oscar.

  • oscar varela

    Hola!
     
    ¿Teología? ¿Consideraciones del Asunto-Dios? OK!
     
    Me he comprometido ha hacerla en un Centro Cultural de mi Municipio (¿Alcaidía?)
    Serán 4 encuentros (aprox. 1 a 2 hs. c/vez) en el mes de marzo/2012.
     
    Lo más importante
    * no es “de qué” voy a hablar;
    * sino “qué y cómo” vamos a parlo-escuchar.
     
    * Rechazo la propuesta de “Curso” (uno habla – los demás escuchan).
    * Promuevo la propuesta de “Taller” (todos hablan – todos escuchan).
     
    ¿Qué es un Taller (cultural)?
     
    Es un espacio virtual a donde se llevan Asuntos de la vida humana
    y se empieza haciéndoles un chequeo.
    ················
    Un Taller mecánico, una Clínica, un “Retiro espiritual” una Sesión de training, un Repaso por mis escritos o por las Artes culinarias, dietas, etc., y si me apuran pondría en la lista hasta los chusmeríos del barrio, de la Tele farandulera: son Talleres.
     
    La clave del Taller –no considerada en los Cursos- está en que:
     
    * cada participante trae su pieza propia (vital) a chequear.
     
    * su metodología dinámica es
    – la atenta recepción de la pieza (escuchar todos a c/u)
    – analizarla en qué estado de vitalidad se encuentra
    – diagnosticar la praxis a seguir
    – colaborar –si se diera- en esa praxis.
    ···············
    ¿Cómo lograr un Taller del “Asunto-Dios”?
     
    ¿Será posible?
     
    ¿Será necesario?
     
    ¿Alguien sugiere algo?
     
    ¡Vamos todavía! – Oscar.
    ················
    PS.: Uno de los peligros de mi propuesta está en deslizarse por la pendiente de la “terapia de grupo” -válida, pero no para mi pretensión- porque no intenta “salir del pozo”, sino “levantarse del suelo y andar por propio pie”.

  • Santiago

    Rodrigo,  lamento que mi falta de tiempo me haya impedido participar en este multiple diálogo mas frecuentemente. Contigo tengo mas cosas en comun que las negativas y no hay ningun peligro de “re-conversion”.La mia fue súbita y hace mucho tiempo y no espero una nueva….En cuanto a la opinion de que nuestro diálogo fue de “cuestiones bizantinas” los que nos atacan olvidan que en este mundo, donde impera la dictadura del relativismo, para algunos la cuestion de La Virgen Maria será  muy importante y para otros muy irrelevante.Sin embargo desde que los cristianos empezaron a escribir el nombre de Maria en las piedras y losas de las catacumbas, la figura de la Madre de Cristo ha suscitado una devoción unica en millones de cristianos a traves de los siglos y aun hoy en dia hay naciones enteras consagradas popularmente a Maria, como la madre espiritual de la iglesia, la que conduce al Hijo, la que desde Caná es la “omnipotencia suplicante”, el auxilio de los cristianos y consoladora de los afligidos…NO, el culto a la Virgen no ha sido idolátrico, sino filial..POR eso todo lo que esta en relación a Ella, tiene importancia para los hijos…¿Que hijo no esta interesado en su madre? Sin su SI, no habiéramos tenido a Cristo, ya que sin la madre no es posible la existencia del hijo…Y por eso la LUMEN GENTIUM dedica un capitulo entero de la VIRGEN, situándola en su real perspectiva dentro de la iglesia “ya que el Hijo de Dios asumió de ELLA la naturaleza humana para librar al ser humano del pecado, mediante los misterios de su carne” (Lumen Gentium 55)
    Por otro lado, Juanel da en el clavo cuando aclara que lo que se nos transmitió “intacto” fue lo esencial -el núcleo- lo mas importante en orden a la salvación, ya que mientras mas completa fue la Revelación mas coherente y comprensible se nos presenta como objeto asequible y aceptable. Cristo vino a “iluminar” a los que yacían semi-muertos, vino a resaltar lo importante de la naturaleza del Padre, vino a aclarar “el espíritu de la ley”, a dilucidar la intención y pensamiento verdadero de Dios, a revelar en ültima instancia quien era verdaderamente el Padre, por eso dice “EL que me sigue, no anda en tinieblas”..POR TANTO, la transmision apóstolica tuvo que ser lo mas clara posible, lo mas exacta que humanamente se concibiera…pues TODO fue “recibido” del mismo Cristo para cumplir el deseo salvífico universal de Padre…El que vino a ILUMINAR, no hubiera querido oscuridad a traves de los siglos…Es valido pues que hubiera un desarrollo de la doctrina dentro de la iglesia, sin salirse de “lo recibido”…Era una posterior aclaracion de la verdad que siempre tiene una consecuencia válida…Pero este desarrollo no debe  implicar una deformacion o sustitucion o invencion de la verdad contenida ya en el pensamiento primordial…ya que esto forma parte ciertamente del depósito de la fe, que está en la Escritura y la Tradición
    En cuanto al pecado original, no es ni siquiera la culpa lo que se nos transmitió porque nosotros no somos culpables del pecado ajeno…Lo que desapareció con la introducción voluntaria del mal en el mundo, fueron los dones preternaturales que Dios concedió al ser humano al principio…Y entonces nos quedamos sin el privilegio que fue dado gratis por Dios, sin nosotros merecerlo….Por lo tanto, quedamos de acuerdo a nuestro naturaleza en un desorden no querido, pero no culpable, tampoco fue injusto, porque no se nos debía, pero “donde existió el desorden, yel pecado, sobreabundó la gracia”..Y la gracia fue mayor que el pecado….es precisamente Cristo mismo, que es la gracia misma, la que nos rescató del mal, y nos rescata, siempre que nosotros asintamos a esta tabla de salvación…  un abrazo      saludos    de Santiago Hernandez

  • mª pilar garcía

    Creo sinceramente que:

    El estudio de la teología, es muy interesante en primer lugar, para comprender la historia de un pueblo, en el cual (para los cristianos) nació Jesús de Nazaret.

    Y es una tarea hermosa. Segundo paso, cuando a todo le llamamos:

    “Palabra de Dios” sin el discernimiento necesario, entramos en un campo muy peligroso; todas la personas que hemos pasado por esa experiencia de “estudiar” para conocer, vamos comprobando que algo central, “Aletea” en toda historia humana.

    Por esa razón, no podemos defender a capa y espada, como verdad irrevocable, lo que los escritos humanos nos narran; debemos descubrir en ellos, la experiencia de Vida que ahí se encuentra.

    Todos los profesores/as teólogos que he conocido, siempre nos decían lo mismo, hablar de Dios, como ciencia cierta y conocida es un atrevimiento banal, hay que dejar a Dios ser Dios, como el quiera, no como a mi me convenga.
     

    El ser humano siempre busca una presencia “Mayor” que le atrae y empuja al mismo tiempo.

    En mi vida ahora, lo más importante es, procurar   llegar a una madurez humana en la mayor plenitud posible, y dejar el resto… a lo que experimento como Fuerza, Esencia, Presencia, Plenitud… que no sabiendo lo que es, solo aspiro a intentar vivir el proyecto que Jesús nos dejó; comprensible a todo ser humano de buena voluntad.

    Si algo Mayor nos espera a ¡¡¡todas las personas de buen corazón!!! Será siempre un don-regalo, dado por auténtico Amor a la Obra de la hermosa Creación.

    Discutir si son galgos o son podencos ¡jamás! nos llevará  a ningún acercamiento ni comprensión; por eso las iglesias (especialmente sus mandatarios) nunca se pondrán de acuerdo; pueden que recen juntos, pero cada cual quiere tener el monopolio de “La Verdad” y eso los hace antagonistas.

    mª pilar

  • ana rodrigo

    Querido Rodrigo, sabes que te aprecio, y desconozco si tu decisión de dejar de escribir en atrio es por lo que yo he dicho. Únicamente he intentado contestarte-aclararte a lo que escribiste:  “Ana,Lamento que se ha consolidado en tí el verme como contrincante. Que la vamos a hacer.” Y lo he explicado especialmente porque me desbordas y para que comprendieses porqué no entro a debatir contigo, dada la asimetría, asimetría en beneficio tuyo y en demérito mío. Nunca hubiese deseado que te molestase porque el problema lo tengo yo por mi torpeza.
     
    Cuando he dicho lo de “la última palabra”, es porque tus conocimientos van más allá de lo que yo pueda añadir y siempre puedes añadir cosas nuevas.
     
    No me hace sentir bien el que decidas dejar atrio, y te pido disculpas si te he molestado.

  • Carmen (Almendralejo)

    Lo que se puede decir a la teología de ayer, (por decir algo) y a sus teólogos es que son inmovilistas aunque viven según predican casi todos.

    Y lo que se puede reclamar a la nueva teología por llamarla de así, es que viven como no predican, o se mueven según el aire que viene.

    ¿Cual es mejor, o peor? Creo que ninguna aporta ya más de lo que han aportado porque seguimos sin saber nada de D*s, y de Jesús lo que nos importa en verdad es que anduvo con las personas que necesitaron una restitución, un plato de comida, un médico
     ¿Quién, qué teología hace esto hoy? Tanto estudiar para y para quienes… Al final son como la clase de los Leví ellos y ellos.

    Lo que sí sé es que ninguna están en la calle por delante de las personas, al final quieren hablar de dios, y no saben las dificultades de las personas que tienen alrededor… No son Reveladoras ni Descubren nada que ya no estén inventado o que la gente de a pié haya dicho ya.

    Actuan por inercia-conveniencia… y no por conciencia y previendo la que cae…

  • Rodrigo Olvera

    Hola Juanel
     
    Dices “La aceptación o grado de verdad de una propuesta no está en función de la cantidad de personas que la asumen
     
    Estamos de acuerdo; ya lo había aceptado yo.
     
    Señalar los datos estadísticos que puse no era una forma de argumentar veracidad o autoridad de tales creencias. Sino tratar de mostrar lo mitológico del argumento de que -usando la frase final del más reciente comentario de Ana- la “sociedad de hoy” tiene “reivindicaciones acordes con la modernidad” y que tales reivindicaciones coinciden con la teología propuesta por Tamayo.  Sigo preguntando: dónde está esa sociedad? En cuanto se analiza con detalle más allá del sentido común (lo que ya me quedó claro que es un error hacer aquí en Atrio), tal sociedad es tan mitológica como El Dorado.
     
    Ojo, por supuesto que hay un sector de la sociedad de hoy (sociedad compleja y diversa) cuyas reivindicaciones sí que coinciden con la teología propuesta por Tamayo. Y para nada digo que sea irrelevante ni ese sector de la sociedad ni esa teología “otra”. Pero tales sectores ni son los únicos representativos de “la sociedad de hoy” ni  siquiera son todavía mayoritarios -como muestra la estadística.
     
    Insisto que yo personalmente prefiero esa teología; pero no me engaño respecto a su peso en el conjunto de la sociedad, ni mucho menos afirmo que las supuestas reivindicaciones modernas de la sociedad de hoy sean criterio de legitimidad o ilegitimidad de la teología tradicional
     
    Bueno, ya con esta me despido, aclarando que me despido de intervenir en los comentarios de Atrio.  Oscar un par de veces interpretó que cuando anunciaba que dejaba una conversación (y eso que tengo una obsesión por tener la última palabra, cierto?), estaba dejando Atrio. Ahora sí lo es. Pero quise cerrar con hacer eco de tu más reciente comentario. Para mí fue muy interesante este intercambio, porque creo que te entiendo mucho mejor.
     
    Los mejores deseos a todas y todos

  • José Ignacio Calleja

    No estoy en condiciones de responder a todos; una palabra. Juanel, es que la fe en Dios de la que hablas es “deísta”, “creo en Dios, en general; pero en la teología católica hablamos del Dios de la Sagrada Escritura, y en el mundo católico, unida como fuente, a la Tradición viva de la Iglesia y su Magisterio. Yo te cuento cómo se entiende a sí misma la teología católica y la fe revelada que la sustenta. Por tanto, tiene mucho más contenido que “creo en Dios” y no sé nada más. Ninguna teología católica puede desentenderse de estas fuentes. Ahora tienes que pensar en cómo acoger esto, y ser fiel a una idea honesta de teología, para ti.
     
    Ahora veo otro post de Rodrigo, sobre cómo aprecia la gente ciertas creencias “tradicionales”, y no me sorprende; hace tiempo que sabemos que el catolicismo más atractivo en nuestras sociedades es el que sitúa por delante sus interpretaciones más literales del Credo. Esto es así.
     
    Y Ana, la presentación de este hilo me pareció muy clara, y lo que dices ahora, me sirve mucho; temo estar cayendo en el papel de teólogo (neo)profesional que no ha lugar. Lo tendré muy en cuenta. Paz y bien.

  • José Ignacio Calleja

    Te entiendo bien, Rodrigo, y creo que apuntas a un problema serio en nuestras valoraciones de la teología en general, tradicional y moderna. Yo distingo más claramente, teología tradicional y magisterio de la Iglesia. Cuando a éste le reprochan (reprochamos) que interviene en la vida pública demasiado, siempre he querido decir que interviene sin diferenciar si lo que dice procede de la fe (evangelización) o de la razón humana (legítimo pluralismo filosófico); y, así, en cuanto a este nivel, es una voz más de la sociedad civil de los iguales; muy experimentada, pero igual; y en cuanto a la fe, es una voz cualificadísima en la comunidad de los creyentes, y oferta de fe a todos.
     
    Son dos clases de competencia, de legitimidad y de pretensión. Esto no es fácil de conseguir, pero se puede advertir. Si Benedicto XVI diferenciara alguna vez en qué nivel habla y a qué legitimidad apela en la palabra pública, nada que decir. El problema no es su dificultad, sólo, sino que falta conciencia de ello. Son problemas sobre la secularidad y la laicidad. Por supuesto, ningún valor tiene si me da la razón o no en cualquier tema.
     
    A la teología “conservadora” yo le aplico el mismo criterio; no que no se lleve o no sea “moderna” para los oídos de la gente, sino que entra en su camino teológico como fe, y lo cuenta ante el mundo como evidencia de una razón humana obediente a Dios. Esto tiene truco. Le critico, como fe, una fe muy acartonada y espiritualista; y como razón, que cuela en la razón humana lo que conoce por la fe, sin esfuerzo alguno por mostrar hasta dónde se acompañan, y dónde se abandonan, sin contradecirse. Todo lo fía a la tesis de la verdad no absoluta, sino relativa a “Dios”. Y ya se siente dueña de esa voz de Dios para contarla a todos. Tiene truco epistemológico.
     
    Y a la teología progresista, admito que si se le aplica el criterio anterior, tampoco sale de vacío en cuanto qué fe o praxis cristiana la sustenta, y cómo da cuenta de los misterios de la fe, como contenido de la fe, sin acomodarlos a las tragaderas de la razón lógico-científica y sin saltar por encima de ella en clave “místico-poética”.
     
    Creo que me entenderás. Saludos.   

  • Juanel

     
    En mi opinión es cierto lo que Rodrigo afirma y me parece que lo que escribe Ana no lo contradice, a pesar que mantenga lo de “contrincante” quizás por una larga historia de diálogo entre ambos. La aceptación o grado de verdad de una propuesta no está en función de la cantidad de personas que la asumen, sino por la coherencia interna y racional de lo que se propone. Cuando hay una cantidad numerosa de personas que siguen una determinada creencia sólo me indica que sería bueno echarle un vistazo y compararla con la mía por si acaso. Ahora bien, si las creencias parten de una elección personal entonces cualquiera puede ser válida hasta las más fantasiosas y descabelladas. “Para mí” no tiene ningún sentido el rechazo a la teoría de la evolución o la aceptación de la interpretación literal de la Biblia…. aunque en EEUU estas proposiciones tengan un porcentaje de apoyo elevado.
     
     
    La necesidad de una nueva teología no es a mi entender una necesidad común para todos, sino solamente para los que la teología tradicional ha perdido sus fundamentos metafísicos y su inutilidad para los problemas de humanización que tenemos entre manos unos cuantos. Somos nosotros los que necesitamos de esa nueva teología que se está gestando. Los que están convencidos de que para que exista una lagartija, el hombre y la mujer o el mundo es inequívocamente necesaria la existencia de Dios, o que para tener el ser necesitamos la existencia del Ser en sí mismo, o que el hombre/mujer debe ser sumiso a la palabra o mandamientos de Dios por razones de autoridad para ser persona ética y si no se somete no tiene ninguna ética y sólo merece la condenación eterna, etc., pues la teología tradicional les sirve. Pero para los que no sólo no estamos convencidos sino que nos parece evidente lo contrario, es decir, que Dios no es en absoluto necesario pues hay alternativas válidas sin Dios, que el ser es sólo un concepto que sirve en un determinado contexto del lenguaje y no en otro, que existe una ética igual de humanitaria sin el concurso de Dios, etc., resulta que necesitamos echar mano de otros planteamientos teológicos que puedan sostener las creencias que hemos elegido.
     
     
    Saludos cordiales

  • ana rodrigo

    Pues me reafirmo en el uso de “contrincante” y, sin querer desviarme del tema que nos trae el post y para aclararle al mismo tiempo a Rodrigo la percepción que yo tengo de sus comentarios, digo que sí es competitivo, porque, cuando una persona como él, respecto a mi, es superior en inteligencia, en conocimientos y con una memoria de disco duro, al poner en marcha estos componentes, quizá inconscientemente, hace que yo me sienta apabullada, cuando no paralizada. Así es una, yo, de limitada, por mucho que procuro ser precisa en el uso del lenguaje, y coherente en mis afirmaciones. Lo que no quiere decir que siempre lo consiga.
     
    El ejemplo lo tenemos en el penúltimo comentario que hace Rodrigo, donde vuelca sobre mí “todo” atrio, aludiendo a momentos como lo que yo dije cuando Ratzinger visitó Alemania, cuestión que, si siquiera recuerdo la fecha de la visita, menos me voy a acordar de lo que dije. En esta asimetría en donde yo considero contrincante a Rodrigo. Y no lo digo en tono peyorativo, sino constatando una realidad. Es muy difícil seguirle porque siempre tiene un as guardado en la manga, por lo que siempre tiene la última palabra. Hila fino, y eso habla a favor suyo, aunque a mí me gustaría que se ubicase en el contexto de atrio, que es un lugar de encuentro desde nuestras experiencias y conocimientos, y no una facultad de exégesis o de teología donde tenemos que examinarnos cada día de lo que sabemos. Lo que no quieres decir que hablemos sin ton ni son, sino con sentido común y coherencia.
     
    Es cierto que la teología tradicional oficial la cuestiono en muchos de sus dogmas y afirmaciones, pero no en todo, no soy tan simple e irresponsable. También afirmo que lo dicho, dicho está, pero que la Iglesia de hoy tiene la obligación de hacer aquello que le falta o le sobra a la teología tradicional, y sobre todo que le hable a la sociedad de hoy y la escuche en sus reivindicaciones acordes con la modernidad.
     

    Un saludo cordial para ti, Javier,  y para Rodrigo, al que espero no haberle molestado con lo que acabo de escribir.

  • Rodrigo Olvera

    Algunos datos interesantes sobre creencias (que contradicen LA CREENCIA de que la sociedad está distanciada de elementos o temas de la teología tradicional).
     
    En febrero de 2010 se realizó una encuesta en Estados Unidos, para el foro Religión y Vida Pública, que pretendía medir el cambio generacional respecto a la religión. Arrojó datos similares a otros estudios (que he enviado a Atrio, pero en general no fueron tomados en cuenta en los comentarios): si bien la afiliación a religiones institucionales y la atención a prácticas litúrgicas disminuye, aumenta el número de creyentes religiosos y aumenta la importancia que se le da a las convicciones religiosas.
    Algunos datos interesantes
    92% tiene algún tipo de creencia en Dios. De ellos, 60% cree en un Dios personal. 12% de personas que se identificaron como ateas, resóndieron que creían en un dios como fuerza o fundamento impersonal
    El procentaje de jóvenes que rezan diario en 1980 era 41%, en 2010 sube a 45%
    El mayor cambio de creencias no es el de desafiliación (13%) sino el cambio de una creencia a otra dentro de la misma tradición (27%)
    39% de la población asiste a servicios litúrgicos semanalmente. 35% de la población lee sus escrituras sagradas diariamente (el grupo con porcentaje más bajo de lectura diaria de escritura sagrada es el catolicismo)
    56% de la población afirma que la religión es muy importante en su vida; el grupo con porcentaje más bajo en esta pregunta fue las iglesias reformadas históricas (52%)
    63% afirma que su escritura sagrada es palabra de Dios. 33% de la población total afirma que debe entenderse literalmente. El grupo con el porcentaje más alto de interpretación literal es el de iglesias cristiano-afroamericanas (62%) el grupo con el porcentaje más alto en cuanto a interpretación no literal es el catolicismo (39%)
    PERO AQUI LLEGA LO BUENO: Vida después de la muerte (74% de la población); Existencia del Cielo (74% de la población); existencia del infierno (59% del total de la población); existencia de los milagros (79% del total de la población); existencia de angeles y/o demonios (68%); aunque parezca increíble sólo 48% del total de la población afirma que la teoría de la evolución es la mejor explicación de la vida humana. 77% del total de la población afirma que existen normas absolutas sobre el bien y el mal.
     
    Por supuesto, esto es sólo un pais; y además un país que no se ha distinguido (como colectivo nacional) por la adopción de un pensamiento crítico. Seguramente esta misma encuesta daría resultados diferentes en Europa. Pero aún así… ¿dónde está la “sociedad” de la que tanto hablan algunos teólogos cuando dicen que la “sociedad moderna” o “la cultura moderna” o “el pensamiento moderno” X, Y o Z?
    [Nota… ojo que aquí sólo entraron creencias de las religiones institucionales; ya no digamos lo que encontraremos si incluímos los distintos tipos de esoterismos, wicca, horóscopos, adivinaciones, etc]
    Saludos

  • Juanel

     
    Son fantásticos estos últimos comentarios porque entran en el centro de la cuestión ¿es posible una teología? ¿necesaria? ¿el rechazo a la teología tradicional afecta o incluye a la teología progresista? Javier dice que como la teología habla de fe son sólo meras creencias y en éstas cabe cualquier cosa. Y que es un contrasentido lógico hablar de “certezas” de la fe. Estoy de acuerdo. Desde la posibilidad de la existencia de Dios no puede deducirse ninguna certeza. Sólo caben proposiciones de probabilidad variable o alternativas de elección. En mi opinión la “certeza de la fe” consiste en una profunda convicción de que hemos elegido bien y nada más, sean cuales sean las razones de esa elección en la cual entra un importante componente intuitivo. Esta elección (incluso con la profunda convicción de certeza de fe) ¿añade algo a la realidad de la existencia o no de Dios? Pues nada en absoluto, de la elección no puede derivarse ni Misterio, ni Trascendencia, ni Dios, sólo lo que es la propuesta: posibilidad. En mi opinión, no hay certeza sobre Dios, soy libre de elegirlo. Pero la posibilidad no puede descartarse por no ser una certeza, siempre podré elegirla incluso con una probabilidad escasa.
     
     
    Cualificar a las creencias como una banalidad fantasiosa creada por el hombre/mujer, “meras” creencias, lo considero muy inapropiado dado que las creencias determinan muy mucho el modo de estar siendo de las personas y la forma de comportarse. Hay creencias que son elegidas de modo muy irracional y que llevan a graves consecuencias para la persona que las elige y las de su entorno, fundamentalismos y demás, pero hay otras que son muy positivas y admiten cierta racionalidad e intuición. Estas últimas son las que me interesan y si la teología tradicional no puede sostenerse por carecer de fundamentos válidos para todos, habrá que esforzarse por una nueva teología que le de suficiente solidez a mis creencias de elección y en esto estamos.
     
    Saludos cordiales, disfruto y aprendo cosas nuevas para mí en éstas y otras intervenciones en Atrio. Gracias.

  • Rodrigo Olvera

    Hola Jose Ignacio
     
    Te entiendo perfectamente. Y no ignoro nada de lo que dices.
     
    Pero si lees a algunos autores y si lees algunos comentarios aquí en Atrio, es algo muy diferente lo que se lee.
     
    Lo que se lee es que la teología tradicional repugna a la razón (de donde la razón es el criterio que se usa para juzgar a esa teología), pero cuando se aplica el mismo criterio para la teología que sí agrada, entonces se hacen esos largos circunloquios de que no se trata de que la razón juzgue a la teología, o se matiza a la razón por “razón abierta”.
    Y es común que se descalifique al Vaticano y a los grupos conservadores porque se están quedando aislados (de modo que el criterio es numérico o de marginalidad social), pero al aplicar el mismo criterio a la teología que agrada, se dan circunloquios de que la verdad no depende de mayorías.
    Te pongo un ejemplo: cuando Ratiznger en su visita a Alemania dijo que la razón no es absoluta y no debe meterse en ciertos ámbitos de fe, los adjetivos des-calificativos salieron a relucir (incluyendo a Ana). Cuando tú dices lo mismo, se te da la razón por la misma Ana.
    Dices (con toda razón, en mi opinión) que “A partir de aquí la teología trabaja recurriendo a la fe, y concretando ideas a la luz de esa fe”. Y se te da la razón. Pero cuando es Rouco o Ratzinger quienes apelan a la fe, los descalificativos abundan, y se afirman que la teología debe ser racional, porque las convicciones de fe separan y crean fundamentalismos.
     
    Etc.
     
    Quizá no te haya quedado claro, pero te habrás dado cuenta que algo he leído de teologías. No sólo católica, ni sólo cristiana. Es algo que disfruto y que es importante en mi camino personal. Lo que apunto aquí no es anti-teología. Lo que apunto es al doble estándar. Y aplico a la “otra teología necesaria” el mismo estándar que Ana y varias otras personas utilizan para medir a la teología tradicional, sabiendo en que en cuanto se hace eso, saltan las justificaciones que no se aceptarían para defender a la teología tradicional.
     
    Otra aclaració. Yo no he negado la legitimidad o derecho de existir de la teología. He dicho textualmente que considero que otra teología es preferible. Lo que sí que niego es aplicarle al calificativo de necesaria. Y, nuevamente para evidenciar el doble estándar, lo que digo es que EN EL CASO DE QUE aceptamos los argumentos contra la teología tradicional que debería se abandonada (que son pocos, que no le interesa a la mayoría de la sociedad, que no se ajusta a la razón) EN ESE CASO también aplicarían a la otra teología, y hay quien dice que también debería ser abandonada.
     
    En sentido inverso, si aceptamos los argumentos a favor de la teología moderna respecto de las criticas de un pensamiento racionalista; ¿porqué no aceptarlos a favor de toda teología?
     
    Pues eso… a ver si aplicamos un sólo estándar.
     
    Saludos

  • Javier Renobales Scheifler

    ¿Certezas de fe? Cuando se trata o habla de lo que se ha dado en llamar fe, es de creencias de lo que se habla, no de certezas.
     
    La fe, o sea las creencias, es/son duda, no certeza, son sólo creencias. Posibilidad de que haya Dios, no certeza de que hay Dios. Posibilidad de que haya, o de que no haya Dios. Es una apuesta, que se podrá comprobar tras la muerte si es cierta esa posibilidad, o si no hay nada, nada se podrá comprobar.
     
    Existimos las personas hoy, eso es comprobable científicamente. No si existe Dios (mera creencia) pero sí que existimos tú y yo (certeza asistida por la razón, sin necesidad de lo que hemos dado en llamar fe o creencias).
     
    Para creer en mí y en ti y en el amor humano no necesito creencias (fe), sino sólo experiencia racional.
     
    La teología trabaja sobre creencias (fe), sobre las creencias que quiera el sujeto crear y creer. Certeza de fe es un contrasentido, pues la creencia no es certeza. Por eso se le llama misterio, porque no hay certeza sobre lo que únicamente son meras creencias.
     
    No hay seguridad (certeza) en lo que a las meras creencias (misterio) se refiere. El plano de las creencias, el plano de la fe, es el de la duda, no el de la certeza.
     
    El ser cierto (con certeza) es el de las personas, el de la vida humana, cierta y verdadera; la fe en Dios está en otro plano, en el plano de la duda (misterio que no podemos resolver porque queda en el plano de las meras creencias, el plano de la teología, que tampoco puede resolver ese llamado misterio de meras creencias).
     
    Lo vital es el plano de las personas, el de la certeza de las personas, en el cual la razón irá avanzando y profundizando cada vez más.
     
    Lo Absoluto es meramente imaginario, al menos hoy por hoy. Y secundario. Lo vital y primordial es el plano de las personas, la certeza y la verdad no imaginaria de las personas, de mí y de ti.

  • ana rodrigo

    Efectivamente, Calleja, creo que decimos lo mismo, aunque tú puedas utilizar la terminología más adecuada que yo.
    Creo que los seres humanos tenemos muchas potencialidades a desarrollar de amplios horizontes, y ricas profundidades sin explorar.
    Por eso la vida es tan fascinante, porque nos otorga la posibilidad de perseguir siempre la utopía de mirar más allá de de nuestras propias miserias.
    Un saludo cordial.

  • José Ignacio Calleja

    Y Ana, creo que queremos decir lo mismo; yo con más rodeo; en teología no esperamos convencerle a nadie de que la dogmática católica pasa el examen de la razón científico-lógica, sino de si reconoce que esa razón no encierra todos los caminso de la experiencia y conocimiento humanos, o por lo menos, no lo sabe, y si quiere contemplar cómo una experiencia de fe da cuenta de diversas claves de la realidad, en su propio nivel de fe argumentada, para no sustituir ni evitar a la razón en su nivel, y luego asumirlas o no como experiencia personal rica, o como locura, o como necedad, … eso cada uno verá. Paz y bien.    

  • José Ignacio Calleja

    Leo con interés el comentario de Rodrigo, y creo que se equivoca en algunos supuestos de lo que entiende por teología. A ver, la teología recibe su derecho a existir y hablar,  del derecho a la libre investigación y expresión, la aprecie mucha gente, poca o casi nadie.
     
    En segundo lugar, si por derecho a existir, entendemos que sea coherente con la razón humana, hay que preguntar si esa razón es única (cuestión epistemológica); la respuesta es que no; entonces la teología fundamental no intenta probar la existencia de Dios en el tribunal de la razón y dándole una lección, sino que pregunta a la razón, si hay alguna realización de esa razón humana que admita, como posibilidad razonable, una respuesta abierta del lo existente a la trascendencia; sólo, abierta, como posibilidad.
     
    Y cuando la razón humana, compleja y única, le dice, “como posibilidad, no lo puedo negar, por pequeña que sea; incluso no faltan quienes dan buenas razones para pensar que la posibilidad es muy grande”, pues bien, tras esa posibilidad, elabora la teología su discurso de fe. O, ¿hay alguna razón humana que pueda afirmar, “existe esto y sólo como lo comprobamos científicamente”? Nadie puede correr este riesgo.
     
    A partir de aquí la teología trabaja recurriendo a la fe, y concretando ideas a la luz de esa fe. Cuando concreta interpretaciones de lo sagrado, sabe que está en el terreno de la fe, y así, toda la dogmática del catolicismo, por ejemplo. Nadie pretende decir que está hablando en términos de racionalidad humana científico-lógica en sentido estricto, sino en términos de fe.  Por tanto, el discurso religioso sobre los misterios de la fe, es un discurso de fe, que no sustituye a la razón sobre la existencia de Dios, sino que lo da por existente, desde la razón como posibilidad, y desde la fe, como certeza de fe. Si recibiera la prueba absoluta de la razón, no necesitaríamos fe.
     
    La crítica de la dogmática católica en la teología moderna, no es para acomodarla a la razón científica y pasar su examen, aunque sea negando el Misterio, sino para impedir que la dogmática pierda la conciencia de su naturaleza como saber de fe, y por cierto fe practicada como amor, y se atenga a ese conocimiento peculiar. (Por eso, que entiendo perfectamente que José Luis Herrero no pueda probar la fe de forma absoluta; escapa a todo potencial humano; puede mostrar su posibilidad, y a partir de ahí, exigir de la razón científico-formal que no absolutice su saber y contarle que hay una reflexión de la fe, en el escaso espacio que deja la posibilidad de que el mundo tenga un sentido que nos trasciende. Y aquí, en esta senda estrecha, la fe pensando con su peculiar pretensión de fe).
     
    Por tanto, lo que hace la teología más moderna, la voy a llamar así, es buscar formas de narrar la fe sin que repugne a la razón moderna en aquellas zonas de contacto, o temas comunes, pero no para probar la verdad racional de la fe, sino para mostrar que siempre se mantiene en el plano de la fe y no ofende a un interpretación abierta de la razón, es decir, la que no niega la apertura de lo real al Ser, como posibilidad. Por tanto, no es una teología que busca sobrevivir ante la razón, pasar por su tribunal, sino contar la fe en su propio plano, y con la clase de verdad creída que representa, sin ocupar espacios de razón que no le corresponden, ni, lo que es muy importante, permitir que la razón humana ocupe más de lo ella misma (cuestión de epistemología) ha dicho que puede afirmar. Pero lo vital es pronunciarse o no por la posibilidad para la razón humana de reconocer una existencia abierta al “Absoluto”, como posibilidad. Este el quid de la cuestión. Otro puede decir que sí, y callar.
     
    Espero haber aclarado algo. Saludos.   

  • Javier Renobales Scheifler

    ¿Contrincante? Bueno, Ana, ese palabro sugiere, -en frío, que no es como hablamos en Atrio- la competición entre personas, y en Atrio no la hay.

    Mal harías Rodrigo Olvera, si te lo tomara literalmente, pues es evidente que aquí no estamos compitiendo unos con-contra otros, lo mismo que los galeotes no compiten entre sí –no son contrincantes- cuando mueven la galera remando.
     
    El contrincante es el adversario, incluso el enemigo, y nada de esto hay entre las Rodrigos de Atrio.
     
    No consolides la literalidad del término ‘contrincante’, Rodrigo Olvera, por favor, y así no tendrás nada que lamentar, amén de hacer justicia a la expresión de Ana; la expresión escrita impide percibir la comunicación no verbal que sin duda está y acompaña en lo que expresa Ana en los comentarios que te dirige.
     
    El interés de la teología en la sociedad … bueno, mi madre me acaba de comentar hace un cuarto de hora que recién viene de su clase de teología; a sus 88 años tiene ese interés por recibir clases de teología.

    Y mi madre debe saber algo de la trascendencia (esa que dicen Oscar y Mª Luisa, y Calleja … etc.), pues le vamos  trascendiendo todavía, o nos ha trascendido ella la vida, a sus once hijos. Es bastante progresista lograr poner en circulación once vidas humanas, pues la humanidad progresamos así, generación a generación. Es lo tradicional, desde mucho antes de Jesús.
    Cómo no voy yo a reconocer que muchas personas necesitan la teología, si mi propia madre se va pasando sus 88 tacos acudiendo a cursos de teología con un especialista en Sagradas Escrituras (de la cuerda que sea, tradicional o no, eso es inevitable; conozco al teólogo que imparte los cursos, progresista en algunas cosas, muy tradicional en otras).
     
    Pero para vivir humanamente (¿acaso hay otra forma de vivir?) la espiritualidad de Jesús, creo que no necesitamos la teología.
    “Los que se afanan por la vida de los demás, esos son los que encuentran a Dios” (Espiritualidad para insatisfechos’, pag. 34, Trotta enero 2007, Castillo, teólogo católico)
     
    Encuentran a Dios = trascendencia; es decir: trascendemos afanándonos por la vida de los demás (y afanándonos por la nuestra propia, añado, pues para ellos estamos entre los demás). Lo mismo que haría cualquier ateo, que no usa de toeologías, por definición.

    Para trascender no tenemos que subir a lo sobrenatural, sino dar la mano, y lo que necesitemos, al prójimo.
     
    Ana lo dice así: lo sagrado está en todas las personas.
     
    Para Jesús, lo primero es la vida humana, incluso antes que Dios.

  • ana rodrigo

     
    Rodrigo, voy a comenzar por los dos últimos párrafos tuyos. Cuando dije que estábamos hablando de otra cosa, me refería a mi último comentario, es decir a lo del pecado original, concepción inmaculada y asunción. No me refería a la teología en general. Porque, si derivamos el post hacia todo lo que integra la teología, perdemos el objetivo del post
     
    Respecto a tu último párrafo, te digo que no voy a contestarte como si de una pregunta de examen se tratase. La respuesta la voy dando día a día y año a año desde que escribo en atrio. ¿Tú crees que soy capaz de tirar por la borda toda la teología tradicional? Pues ni lo he hecho ni lo voy a hacer.
     
    Respecto a la relación entre fe y razón, es una larga discusión que yo no voy a resolver en una frase, ni siquiera en un tratado, entre otras razones porque no tengo la preparación necesaria para hacerlo. Quizá Javier Vitoria nos da una pista en el texto que nos ofrece atrio cuando cita un diálogo de una película de Igman Bergman y dice: “No uses la palabra dios, di lo sagrado. Lo sagrado está en todas las personas”. Lo inefable se puede percibir por vías razonables aunque no sea una ecuación matemática de la razón pura. Los seres humanos, afortunadamente somos más que cuerpo y razón. Tenemos anhelos, sensibilidad, utopías, y un sin fin de aspectos que por no poder ponerlos en una mesa de experimentación, dejan de ser reales.
     

    Por lo que respecta al resto del comentario, estoy de acuerdo. Aunque sí te digo que si leyeras mis comentarios de una forma más contextualizada, quizá no tendrías la necesidad de pedirme determinadas explicaciones. Ya sabes, no siempre lo conveniente es quedarse con la literalidad, y la mayoría de la veces que entramos en un debate,  nos lo podíamos ahorrar porque tú me has entendido perfectamente. Procuro la máxima precisión en las palabras y expresiones, pero se ve que a ti no siempre te satisfacen. Y no me parece mal, aunque creo que estamos más de acuerdo de lo aparentan nuestras discusiones.

  • Rodrigo Olvera

    Ana
    Lamento que se ha consolidado en tí el verme como contrincante. Que la vamos a hacer.
    Haces matices ahora que no estaban en tus comentarios previos Que bueno. Justo mi cometario sobre “la sociedad que pide X” iba a esa falta de matices. Aunque quizá vas a decir que es lo mismo con otras palabras, es muy distinto decir “la sociedad pide” a decir “a la mayoría no le interesa”. Pero aún así, queda lo msimo… podemos decir que a la mayoría de la sociedad tampoco le interesa la teología progresista.
    Estoy de acuerdo cuando dices ” que estos temas tienen sentido o no lo tienen desde la razón, da igual la cantidad de creyentes o increyentes” . Pero aún desde la razón, muchas críticas a la teología tradicional encajan también a la teología progresista. Justo el esfuerzo de la teología progresista es MANTENER la teología SOBREVIVIENDO a la crítica de la razón; presentando una “teología aceptable en el marco del pensamiento racional”. Creo que ha fallado.  Pues en cuanto se adopta ese pensamiento racional, aún la teología de Juan Luis Herrero (que es la que me parece toma más en serio el racionalizar la teología) salta por los aires. Recuerdo que por más que él insistía en que su libro no estaba basado en el argumento de que existe el agua porque hay sed, sino en que era racional o razonable creer que Dios existe; al final tuvo que reconocer que su argumento era una versión más refinada pero finalmente una versión de existe agua porque existe la sed.
    Dices “lo que pasa es que ahora estábamos hablando de lo que estamos hablando y no, de si Dios existe o no existe” Yo creí que estábamos hablando de esa “otra teología posible y necesaria”. Uno de los elementos mas reiterados de tal es que mantiene la existencia de Dios, pero afirmando su no intervención.
    Primera vez que noto en tu discurso el reconocimiento de que hay cosas/elementos/temas de la teología tradicional que merece la pena conservar. Me podrías mencionar algunos aspectos de la teología tradicional que consieras que merece la pena conservar?
    Saludos
     

  • ana rodrigo

    Querido Rodrigo, ya sé que eres un contrincante difícil para mi y para mis escasos conocimientos. Pero, a partir de ellos, mi aportación es la siguiente:

    -En primer lugar, no he descalificado la teología tradicional en su totalidad, sino que  puntualicé “estos temas”, refiriéndome en concreto al pecado original, concepción inmaculada y asunción de María, aunque se podrían añadir otros muchos. Si lo del pecado original, incluso en la teología oficial, poco menos que se ha desmontado, y, si los otros dos conceptos se derivaban de aquel, como tú apuntas, lógicamente, se ha perdido el tiempo. Especialmente porque, como dije, afectaban a una sola persona, María, a la que no le añade mérito alguno, si bien, sería gracia total y exclusiva para ella por parte de Dios, y estas cosas no se entienden bien con mentalidad moderna. Y digo más, no añade nada a la religión cristiana y a sus seguidores, si no es exaltar y ensalzar a María por algo en lo que ella no participo, sino que le vino dado. Pienso que sin abandonar muchas cosas, ¡faltaría más! De la teología tradicional, estos tiempo requieren una teología adecuada a las necesidades y anhelos de nuestra época. ¿O damos por cerrado el estudio y la investigación teológica porque ya está todo dicho?
     

    En segundo lugar, pienso que la razón de las cosas no está en la cantidad de gente que las cree, sino que es intrínseca a la cuestión. De lo contrario, la mayoría de la población en EEUU partidaria de la esclavitud no le daba razón a la esclavitud. Pienso que el ser humano está en plena evolución desde que apareció en el planeta, y por tanto, también el pensamiento humano está evolucionando. Por eso digo que a la mayoría de la gente no le interesan estos temas ajenos al raciocinio, y ni la mayoría en un sentido, ni la minoría en otro,  le añade ni le quita razón al tema, sino que estos temas tienen sentido o no lo tienen desde la razón, da igual la cantidad de creyentes o increyentes. Cierto, esto mismo pasa con otros muchos temas en las creencias de las religiones, lo que pasa es que ahora estábamos hablando de lo que estamos hablando y no, de si Dios existe o no existe.

  • Juanel

     
    Santiago y Rodrigo, al leerlos me ha parecido que os habéis metido en una discusión bizantina como dice Rodrigo. Mi opinión al respecto es que hay que tener muy presente un orden o jerarquía en el conjunto de dogmas de la IC. Mientras que unos pocos son centrales y forman el núcleo y centro de la fe, todos los demás son derivados de ellos y resultan de cuestiones posteriores suscitadas al profundizar ellos. Sin tener el núcleo de la fe bien asentado y asumido el resto de dogmas resulta insostenible. En mi opinión cuando se afirma que los dogmas están asentados en la enseñanza apostólica, y que ha permanecido INTACTA hasta hoy, se refiere al núcleo central de la fe. El resto de dogmas guardan una estrecha vinculación a aquellos y responden a una puntillosa y bizantina coherencia. Buscar conexiones de estos dogmas derivados con la Escritura y Tradición pues es una labor especializada hermenéutica para entresacar de los textos supuestas interpretaciones implícitas en ellos. Lo considero un trabajo marginal para la fe. Marginal porque los que compartimos la fe podemos con cierta facilidad ver la coherencia y la vinculación al núcleo, mientras que son los que no tienen fe los que promueven una y otra vez discusiones sobre la virginidad de María o la infalibilidad del Papa. Las discusiones se eternizan porque son muy difíciles de sostener y argumentar la gran mayoría de dogmas derivados sin sostener primero los fundamentales.
     
    Saludos cordiales

  • Fico Sánchez Peral

    Javier, tienes razón.

    Me he debido explicar muy parcialmente (no pensaba yo tan hondo), pues cuando digo que intuyo yo que la mirada de Jesús a la ICAR es compasiva y triste, (y siempre teniendo en cuenta que nos referimos sólo a algún pensamiento que motiva en uno la intención que Dostoievski parece poner a esa mirada), estoy pensando exactamente en lo que dices tú. La mirada de Jesús en el contexto de ese pasaje, en presencia sólo del inquisidor: un mal bicho, pero también persona; también cabe imaginarla compasiva. Lo cual no es incompatible con la opción de Jesús por los más machacados. La ICAR no existía en tiempos de Jesús y ya vimos lo que hizo con los mercaderes del templo y los “piropos” que dedicó (raza de víboras, sepulcros blanqueados…) a la jerarquía religiosa de su tiempo, a pesar de lo cual poco antes de morir dice: “Padre perdónales, porque no saben lo que hacen…”
     
    La mirada de Jesús a la ICAR puede ser compasiva hacia las personas que la padecen e incluso hacia las que la protagonizan, no en tanto que jerarquía pero sí en tanto que personas. Y lo de que esa mirada a la ICAR –a su jerarquía- sea triste, es comprensible por la función que cumplen y sus penosos resultados.
     
    Saludos.

  • Rodrigo Olvera

    Ah que la mitología de atribuir que la sociedad pide X Y  o Z
     
    Cual es la sociedad que pide teología como la de Tamayo? que porcentaje del total de la sociedad representa? porque -dependiendo de donde se mueva cada quien- podría decirse que la sociedad actual pide abandonar TODA teología.
     
    Y la descalificación que usa Ana contra la teología tradicional bien la pueden utilizar contra la teología de Tamayo en muchos ambientes. Y podría decirse que al mundo no creyente le da risa como se pierde el tiempo en debatir que dios existe pero no interviene; y en tratar de demostrar que un judío de la palestina del siglo I ya enarbolaba las causas del feminismo, del ecologismo y del laicismo.
     
    Digo… aquello de la viga y la pelusa como que me vino a la memoria

  • ana rodrigo

    Muy interesante el diálogo entre Rodrigo y Santiago, y quizá en este post, su importancia radica en que esta discusión bizantina, como dice Rodrigo, pone en evidencia de cómo la teología de otros tiempos se machacaba las neuronas con estos temas que poco sirven a la vida cotidiana de cada ser humano y de la colectividad, mientras en nuestra sociedad le interesan poco estas entelequias mentales y pide otra teología más real, más “útil”, más dedicada a valores que humanicen al ser humano y a las relaciones sociales, y más revivificadora de la fe, y menos evasiva y escapista de lo que realmente necesita el ser humano para esta vida.

    Tanto el pecado original, como la concepción inmaculada, como la asunción de María en o tras su muerte, los creyentes actuales ven poca “utilidad” a no ser para andar por otros mundos ajenos a lo real. Y al mundo no creyente supongo que le da risa ver cómo se ocupa el tiempo en cosas como éstas. Máxime cuando estas tres verdades teológicas escapan al raciocinio  y, en el caso de que existieran, sirvieron para una sola persona, María, a la que se la quiere divinizar a base de cosas ajenas a cualquier ser humano. Este ejemplo es lo que más evidencia que realmente otra teología es posible y necesaria.

  • Juanel

     
    Ana, vivir la Iglesia en sentido comunitario y democrático en una estructura jerárquica y antidemocrática no es la cuadratura del círculo, sino algo mucho más simple. Se trata de extender la idea de que la parroquia no es la unidad básica de la IC, en la que los fieles asisten en silencio y sumisos al culto mágico de la liturgia y separado de la vida común, sino que la parroquia puede ir transformándose en una comunidad de comunidades. Hay que ir estableciendo en ella una red de relaciones en la que sus nodos sean pequeños grupos comunitarios en los que se pueda compartir la fe y religiosidad personales, tratando los problemas concretos, los logros, las perspectivas y esperanzas, ….. de cada uno. A mí me gusta la diversidad, la heterogeneidad de medios y objetivos, y esto lo digo porque si se va hacia acciones comunes ya sean culturales, sociales o políticas, pues las comunidades se transforman en otra cosa. Lo primero es que la gente se separa, aquellos que no comparten esos objetivos “comunes” socio-políticos-culturales, motivos que no son el origen de la comunidad porque lo que la ha formado es una fe y religiosidad comunes y no lo otro. La Iglesia no es ni puede ser una ONG, ni un partido político, ni una asociación para guardar las tradiciones culturales de un pueblo (fiestas, procesiones, etc.). El objetivo de la comunidad es sostener la fe y los compromisos personales religiosos de cada uno, que es lo que nos ha llevado a todos a frecuentar la Iglesia. Cargadas “las pilas” luego cada uno es libre para hacer lo que le de la gana, nada más porque lo cree suficiente o bien apuntarse a una ONG, trabajar en la Asociación de Vecinos, o tener una militancia política cualquiera que sea.
     
    ¡Ah! veré de leer el libro de JJ Tamayo si tengo tiempo, pues tengo entre manos varios que no sólo leo sino que estudio y comento. ¿Vale la pena el de Tamayo o simplemente es algo más de lo mismo? ¿Sobre el feminismo en la ICAR añade algo más? Es que para mí es de cajón que las mujeres no pueden ser discriminadas en nada. El primer Apóstol (lo expreso en masculino adrede) no fue un hombre sino una mujer, María de Magdala, la primera en ser “enviada”, OBISPA, a anunciar la resurrección de Jesús, precisamente al resto de apóstoles. ES APÓSTOL DE APÓSTOLES ¿Es que la Iglesia jerárquica no lee el NT.?
     
    Saludos cordiales, y una cosa más: has empleado “querido Juanel” yo no soy tan expresivo pero disfruto y aprovecho tus comentarios por lo que te aprecio bastante. Gracias.

  • Rodrigo Olvera

    Santiago
    Que la declaración del dogma de la asunción es consecuencia de la declaración del dogma de la inmaculada concepción lo dice el mismo documento que declara el dogma de la asunción. Pero no me refiero tanto al tema formal de la declaración; sino a que el documento de Pio XII explica la asunción como una consecuencia de que María había nacido sin la culpa del pecado original.
     
    Dices que no hay ningún autor que escribiera en contra. Sí que los hay, en el campo latino, al principio de la Edad Media.
     
    En cuanto al pecado original. Hasta el día de hoy, la misma comisión teológica del Vaticano encargada del diálogo con la ortodoxia reconoce que es uno de los puntos de grave diferencia. No en cuanto a que existiera; tampoco en que la cansecuencia es la introducción de la muerte en el mundo (siguiendo a Pablo). En esto ambas iglesias están de acuerdo. La diferencia está en que Agustín (y a partir de él, las iglesias latinas) afirma que la culpa del pecado original es transmitida a cada ser humano; lo que ha sido siempre rechazado por las iglesias orientales al considerar que siempre la culpa es individual y no transmible.
     
    Y ahí viene la importancia de si María murió o no murió. Puesto que la enseñanza católica indica que el pecado original implica transmitir tanto la culpa y su consecuencia (la muerte), y que María nació sin culpa; la consecuencia es que María no pudo conocer la muerte al no participar del pecado original. Puesto que la enseñanza ortodoxa indica que el pecado ancestral no transmite culpa pero introduce la muerte en la humanidad, la ortodoxia jamás ha tenido problema en afirmar al mismo tiempo que María fuera llena de gracia y aún así haya conocido la muerte.
     
    Pero el punto importante no es tanto éste. No quiero aburrir con discusiones bizantinas. El punto es que la forma en que construyes tu fe implica que la enseñanza apostólica está INTACTA en la enseñanza católica actual. Hay muchos temas de la enseñanza actual del catolicismo que desmiente esa afirmación; la cual sólo se puede sostener haciendo malabarismos. Y ojo, que lo mismo ocurre con las iglesias ortodoxas, quienes hacen exactamente la misma afirmación (que la enseñanza apostólica está INTACTA en su propia enseñanza) y hacen los mismos malabares para que no se les venga abajo.
     
    Es claro que la enseñanza apostólica no puede estar INTACTA en ambas enseñanzas, cuando se contradicen mutuamente en tantos aspectos. En mi opinión, en ninguna de ellas está INTACTA. El problema es pretender justificar el presente como depósito intacto de un pasado que pertenece a otra galaxia cultural.
     
    Aquí lo dejo. Tampoco yo pretendo “convertirte”.
     
    Saludos

  • Santiago

    Yo tambien pienso como tu, Rodrigo, que un dialogo constructivo es enriquecedor, aunque haya diferencias de opiniones…Creo que esas diferencias es lo que hacen la conversacion interesante….Y mientras mas honesto y sincero el dialogo tanto mejor, pues nos alejaremos de personalismos y egocentrismos que dificultan tanto el encuentro con la verdad….
    Con respecto al tema que tratamos yo creo que Pio XII actuo acertadamente el definir esta cuestion que estuvo discutida durante mucho tiempo..Es verdad que el no zanjó la cuestion de si Maria murio o no,pues en su definición dice:..”La Virgen Maria, habiendo completado el curso de su vida en la tierra.,fue asunta al cielo en cuerpo y alma”…sin embargo, esto no era esencial a la declaración, ni tampoco creo que la CAUSA de la definicion fuera su Inmaculada Concepcion, porque mas bien esto se ve a posteriori, como una CONSECUENCIA de su inmunidad al pecado, como tambien por su maternidad divina, su virginidad perpetua y su papel colaborador en la redencion..YO creo que Pio XII -el mismo lo afirma- se quedo sorprendido por las miles de peticiones que para la proclamacion del dogma habian llegado a Roma despues de su eleccion, aun en vida de Pio XI, y supongo que revisando la historia de esta creencia -que ya existia en la iglesia- se decidio a estudiarla mas profundamente. Y vio que ya en los escritos del siglo IV los autores eclesiásticos se refieren a la Asuncion de Maria como “tradicion antiquisima” que, a causa de su unanimidad, no puede ser sino de origen apostólico, pues aunque la Revelacion terminó oficialmente con la muerte de S. Juan, hay verdades en la iglesia que estaban ya ímplicitas en la tradicion sagrada. Y porque tambien desde el Siglo V en adelante no hay ni un solo escritor eclesiástico que no creyera en la Asunción de Maria. De hecho a traves de todos los siglos la fe en la Asuncion de Maria ha sido sostenida firmemente tanto en la iglesia latina como en la oriental, especialmente en esta ultima con la antiquisima celebracion de la Dormicion de Maria..Y en la primera mitad del siglo XX, la Asuncion era una verdad casi universalmente aceptada y profesada por la comunidad cristiana en todo el mundo…Y, ademas, como dato curioso que es sumamente revelador, ademas de la unanimidad de la Tradición, hay que agregar que NO hay reliquias del cuerpo de María. Ni siquiera los fabricantes de falsas reliquias -que los ha habido a lo largo de la historia de la iglesia- JAMAS se atrevieron a fabricar una del cuerpo de Maria, pues sabian que, dada la creencia universal de la Asunción, no hubieran sido recibidas como auténticas en ninguna parte del mundo cristiano, y hubiera constituído en escándalo mundial de primer orden…LO QUE PIO XII captó  fue el consentimiento universal de los fieles – la fe de la iglesia- en esta verdad y procedió a proclamarla..En mi opinión eso fue lo que decidió al Papa, como que el inteligente y sagaz diplomático Eugenio Pacelli jamas hubiera procedido a asumir semejante responsabilidad sino hubiera estado bien convencido de la autenticidad de la fe en la Asunción, aparte de la consulta que hizo a todos los obispos del mundo, previa definicion del dogma en 1950
    En cuanto al pecado original, San Agustin solo sistematizo su existencia, pues su esencia esta en la primera carta de S. Pablo a los Romanos. Saulo de Tarso vuelve a leer el Genesis a la luz de Cristo y asi escribe: “Por esto, como por un solo hombre, el pecado entró en el mundo..asi a todos los hombres alcanzo la muerte, por cuanto todos pecaron” Rom 5-12 Y tambien “pues como por la desobediencia de un solo hombre fueron constituidos pecadores los que eran muchos, asi por la obediencia de uno solo seran constituidos justos los que son muchos”  (Rom 5-19)..Entendiendose por supuesto que el pecado original en nosotros no es personal…sino una consecuencia heredada…una debilidad, un cierto desorden en el ser humano -evidente universalmente- que impide que seamos lo que debemos ser. Y como el mismo Pablo decia: “Hago el mal que no quiero”…Asi pues ni Agustin, ni Pablo se desvían de la tradicion de la Escritura en la que aparece claramente este mal -el pecado- que entro el mundo desde el principio, desordenando nuestra relacion con Dios hasta el dia de hoy…gracias por tu paciencia y perdona la extension….con saludos    de Santiago Hernandez

  • Rodrigo Olvera

    Hola Santiago
    Primero, sé que no tratas de hacerme creer lo que tpu crees. Es una de las cosas que reconozco en tí y por las cuales me gusta dialogar contigo.
    Segundo. Dijiste que la asunción COMO FUE DECLARADA DOGMA POR PIO XII ha estado presente en la enseñanza de la Iglesia Católica desde los primeros siglos. Eso es lo que no corresponde a la realidad:
    a) La primer mención a la asunción (término de las iglesias latinas) ocurre con el término técnico que se sigue usando en las iglesias ortodoxas de dormición; y ocurre hasta el siglo IV. Así que ni en las iglesias ortodoxas ni en la católica está presente en los primeros tres siglos. Es sólo hasta DESPUES de que quedó definido el dogma de la divinidad de Cristo y la maternidad de Maria como madre de Dios y no sólo madre de Cristo, que se empieza a hablar de la imposibilidad de que su cuerpo conociera la corrupción
    b) A partir del siglo VII y hasta la recuperación del aristotelismo en la iglesia latina, la Iglesia Católica tendió a negar la asunción. Los teólogos afirmaban que el cuerpo de María ciertamente no había conocido la corrupción pero no había sido asunto al cielo, sino permenecía en la tierra (hay muchos casos de reliquias de satos incorruptos) en algún lugar desconocido. Por éso, en la época del Cisma, la Iglesia Orotodxa reprochaba a Roma separarse de la enseñanza de los Padres, al negar la asunción
    c) Con la recuperación del aristotelismo, se recupera la enseñanza de la asunción de María; pero con dos grandes diferencias respecto de la enseñanza ortodoxa. Por una parte, negando que María hubiera muerto (esta idea todavía está presente en un amplio sector del catolicismo popular, aunque no es como le enseña el dogma aprobado por Pio XII); y por otra parte, afimando que la asunción es un privilegio COMO CONSECUENCIA de que María nació sin la culpla del pecado original.
    d) En la declaración de Pio XII, la forma en que redactó el dogma es ambiguo respecto de la controversia en el campo católico sobre si María murió o no. Pero en toda la presentación de la historia del dogma, constantemente refiere a los doctores y padres (sobre todo griegos) que afirman que María murió, y habiendo muerto fue asunta en cuerpo y alma. En este sentido, realmente el dogma se mantiene en la enseñanza tradicional. Pero la definición del dogma lo explica como consecuencia del dogma de la Inmaculada Concepción. Puesto que la enseñanza de el pecado original (a partir de Agustín) se desvió de la enseñanza apostólica, afirmar que la asunción es consecuencia de la inmaculada concepción se desvía de la enseñanza tradicional.
    Saludos

  • Santiago

    Rodrigo, gracias por leerme un poco…muy interesante tu observacion pero en tu afan siempre por la “ortodoxia” olvidas que la fiesta de la Dormicion de Maria es celebrada por las iglesias orientales como la armenia, copta, etiopica de Abisinia y la iglesia ortodoxa bizantina como la catolica en agosto. siguiendo una antiquisima tradicion..Que los numerosos templos que han sido dedicados a la Asuncion de Maria son el testimonio de la inmemorial fe de la iglesia en esta verdad que profesamos..Tambien hay ciudades, diocesis y regiones, muy antiguas,  con el nombre de Asuncion constituyendo la Virgen  la patrona de estos lugares..Existe imagenes sagradas e iconos para venerar a la Virgen de la Asuncion, en cantidad apreciable, como para hacer patente la fe de la iglesia, principalmente de la Oriental…La Asuncion es la advocacion mas antigua de Maria y asi el Sacramentario Galicano designa este privilegio de Maria como “un inefable misterio..ya que la Asuncion de Maria es algo unico en la historia de la humanidad”…Y en la liturgia Bizantina se lee: “Dios…ha concedido favores que sobrepasan a la simple naturaleza. Asi como el te (a Maria) mantuvo virgen en el parto, tambien ha preservado tu cuerpo incorrupto en la tumba y lo ha glorificado por divina intervencion tralandandolo de la tumba” (Manaei Totius Anni)…Contamos tambien con los textos de San Efren (350), San Epifanio (315) Venancio Fortunato (565), San Gregorio de Tours (593), San German de Constantinopla (733) y San Juan Damasceno (760)..Este ultimo afirma que: “tu, la que conservó su virginidad intacta en el parto, tambien conservó libre su cuerpo de la corrupcion despues de la muerte”…Los testimonios de los autores continua hasta el siglo XXI
    En fin, la “kejaritomene”, que segun el verbo griego jaritó, significa que Maria tuvo la gracia operantemente activa desde el principio y ademas fue transformada por la gracia, en atencion a los meritos de Cristo, por la misma razon su cuerpo fue transformado y glorificado anticipadamente, cuando Cristo derroto definitivamente a la muerte con su Resurreccion…En cuanto a la “envidia” de que hablo, digamos es una manera de decir que muchos de nuestros hermanos separados, incluyendo pastores protestantes sienten verdadera admiracion por la coherencia en el magisterio de nuestra iglesia…asi lo puedes ver y escuchar cada semana en EWTN, en el programa The Journey Home..No es verdadera envidia, por supuesto, sino un acercamiento mas profundo a la apostolicidad de la iglesia…..No creas, Rodrigo, que quiero hacerte creer lo que yo creo, admiro mucho tu deseo por la verdad..pero esta es mi opinion….que tengas un buen fin de la semana….abrazos   de Santiago Hernandez

  • José Ignacio Calleja

    Gracias, Ana, por todo el comentario; a ver si corrijo. En cuanto a lo de word, a ver si aprendo. Me fijaré. Saludos cordiales.

  • ana rodrigo

    Querido José Ignacio Calleja, estoy leyendo tu libro “LOS OLVIDOS “SOCIALES” DEL CRISTIANISMO, La dignidad humana desde los pobres”, Ed. PPC.
     
    Creo que el título y el subtítulo dice casi todo lo que después desarrollas, es decir, una humanización de la teología, una teología desde y para las víctimas, una teología liberadora. Observo que reflexionas más desde dentro de la Institución-Iglesia que desde los márgenes, pero lo haces con un sentido crítico muy concienzudo y loable. No es fácil y, por eso pienso que aún tienes más mérito.
     
    Dices en la página 91: “Confieso que me da mucho miedo un cristianismo que, sin recurrir a Dios, no sepa valorar la dignidad humana y sus derechos, la exigencia moral inapelable que ahí se genera, pues me pregunto qué pasaría si alguien en él perdiera la fe, cuál no sería el cinismo in-moral subsiguiente….” Efectivamente tus reflexiones sobre la unidad entre fe en Dios y fe en el ser humanos son muy interesantes. Os recomiendo la lectura del libro.
     
    PD. Calleja, ¿me permites un tironcillo de orejas? Tú que defiendes a la mujer y condenas su situación actual en la Iglesia, a mí me suena muy mal que cuando te refieres al ser humano utilices el consabido término “hombre”. Ya sabes la lucha que las mujeres nos traemos para que, ya que no se nos permite estar presentes en determinados lugares, por lo menos que se nos nombre, pues ya sabes aquello de que “lo que no se nombra no existe” y, por tanto es como si no existiese. Es una larga lucha, pero es que en el DRAE existe la palabra mujer. El resto de las objeciones en contra ya me las sé de memoria y las rechazo profundamente argumentando lo que haga falta argumentar. Y no insisto, puesto que ya publiqué un post en atrio sobre el lenguaje inclusivo dando muchas soluciones, el 16 de Marzo de 2009 y que se puede encontrar en los archivos de atrio en el margen izquierdo.

    Un abrazo cordial.

  • ana rodrigo

    Calleja, puedes escribir en página Word y poner el tamayo de la letra que quieras, además de que te corregirá casi todas las posibles erratas.

  • ana rodrigo

    Por lo demás, querido Juanel, intentar vivir la Iglesia con sentido comunitario en una estructura anticomunitaria en el mejor de los casos, y opresora de la misma en el peor, es como la cuadratura del círculo, y valoro enormemente vuestro intento.
     

    Pienso que hay que ser beligerante con la palabra y con los hechos. Pero esto sería objeto de otro tema, la comunidad versus la jerarquización de la Iglesia.

  • ana rodrigo

    Juanel, aclaración importante, cuando hemos hablado de Juanjo nos referimos a Tamayo, que se llama Juan José y que le llamamos Juanjo. Así que puedes estar tranquilo en esta cuestión.

  • Juanel

     
    Ana, lo que quiero decir es que yo intento “vivir” mi Iglesia con sentido comunitario y no jerárquico piramidal. Es decir, yo nunca tomo las palabras del Papa, sus libros, encíclicas, … como “palabra de Dios”, verdades pronunciadas por su “vicario” en la tierra, tomando ante ellas una actitud sumisa, sagrada, sacramental. En absoluto, mi actitud siempre es crítica, dialógica, con lo que llevo asumido o puedo asumir. Si esto lo aplico al Papa, pues qué te diría de mi obispo, o de mi párroco con pocas luces y disponibilidad. Lo que intento es “compartir” mi fe y religiosidad con los que frecuentamos la Iglesia, las de cada uno incluido el párroco, con un progresivo sentido comunitario y profundizando en él. Lo malo es que intentar no es conseguir. Mi idea es que lo que ocurre en mi pequeña comunidad de La Luz ocurre en toda la Iglesia, y lo bueno y también lo malo que en la gran Iglesia ocurre en todo el mundo también ocurre en mi comunidad y lo puedo hacer mío. La jerarquía y el Papa comparten esta idea, pero de un modo muy desigual, cargada de grados, niveles, órdenes…., que sólo tienen explicación no justificación por la historia que la IC acumula.
     
     
    Mi perspectiva es comunitaria porque intento vivir mi Iglesia de este modo. Por tanto es una realidad que vivo, y no un teórico debería ser de la Iglesia. Claro es, que la Iglesia jerárquica presiona a través de su párroco por su “autoridad” para manejarlo todo y no dejar moverse a nadie. Pero creo que siempre es posible sortearlo de un modo u otro y seguir haciendo Iglesia por supuesto comunitaria.
     
     
    Aparte de lo que estamos hablando, leyendo a Oscar Varela y Carmen Almendralejo parece que se refieren a mí con el nombre de Juanjo, no creo que despectivamente, aunque pudiera ser por el contexto. Juanjo es un nombre bonito no me ofende pero es que no es el mío. “Juanel” es sólo un nick, un nombre que algún amigo empleó al enterarse de que mi nombre era no sólo Jorge sino además “Juan- Manuel”, y al contraerlo les salió Juanel, así que ahora lo empleo como nick, porque no hay muchos juaneles por ahí. Si les molesta que utilice un nick, pues no tengo ningún inconveniente en darles también mis apellidos aunque no creo que les sirva para informarse sobre mí pues no tengo ninguna relevancia. En mi DNI pone JORGE FELIP FERNÁNDEZ, éste es mi nombre aunque le falta el Juan Manuel de pila. Bueno se acabó de hablar de mí, ¡qué corte! pero es que me pareció bien aclararlo.
     
    Saludos cordiales

  • ana rodrigo

    Juanel noto una contradicción en tu comentario entre tu percepción de lo que teóricamente debería ser un cargo eclesiástico y tu afirmación posterior de que la Iglesia sigue anclada en otros tiempos y debería cambiar. Y ateniéndome a tus últimos párrafos, me extraña que digas en otro momento “Mi perspectiva no es piramidal sino comunitaria.” Y para ello te apoyas en lo que debiera ser, es decir en la teoría, pero los hecho nos demuestran lo contrario. Y aquí si que es válido aquello de que el aceite y el agua no se mezclan per se, o una cosa o la otra.

  • Juanel

    ¡Ah! vaya despiste al cambiar de página. Si que va aquí.

  • ana rodrigo

     
     
     
     
    Me parece un peligro simplificar la teología reduciéndola a una palabra, ortopraxis. Claro que lo principal es vivir aquello que sabemos y que se nos ha dicho y hemos aceptado como válido y como el corazón de la religión, pero por esa regla de tres, y pasando a otro plano, si para vivir lo principal es comer ¿para qué seguir estudiando e investigando en Física, en Química, en sicología o en historia? Los seres humanos necesitamos de muchos elementos integradores de nuestra realidad.
     
    Es cierto que la etimología de la palabra teología significa ser la ciencia que trata de Dios, pero todos sabemos que esto ni es ni tiene porqué ser así. De hecho el Cristianismo lo que intenta es conocer al Dios que se manifestó a través de la vida y las palabras de un ser humano que fue Jesús. Los siglos han intentado desfigurar el rostro de este Jesús y del Dios del que él hablaba, pero también la teología referencial del Evangelio con todos los estudios científicos que se han hecho y se hacen, y no sólo la interpretación piadosa, van limpiándonos de esta pátina que va oscureciendo el original.
     
    No todo tiene porqué gustar a todo el mundo, ni tampoco todo el mundo lo puede necesitar, pero habiendo variedad y cantidad, cada cual puede seleccionar. El abanico de oferta que la humanidad nos hace es inmensa, y esto ya de por sí, es una enorme suerte que no debemos desperdiciar a priori sólo porque yo no lo necesito. Quizá yo no necesite saber de astronáutica, pero ¿porqué tendría que desaparecer como ciencia debido a mi gusto personal? Pues igual ocurre con la teología que se nos oferta, cada cual que elija, pero no por eso debemos echar al cubo de la basura aquellos estudios teológicos que otros y otras hacen; a alguien le servirán.
     
    Un abrazo, Carmen

  • Juanel

    ¡Disculpen! este post no va en esta línea sino en la de “otra teología es posible” Perdón, lo volveré a pinchar donde corresponde.

  • Juanel

     
    Ana, comparto contigo lo que dices de que la jerarquía de la IC está actuando de modo irresponsable, muy irresponsable, con el Papa BXVI a la cabeza. A pesar de los vientos neoconservadores que soplan hoy, es un hecho de que el poder medieval de la Iglesia y su teología tomista, el modernismo absolutista político y cientista, … no son recuperables. Por mucho que expresen SU verdad con rotundidad y permanezcan aferrados a su inmovilismo, descalificando todo aquello que no les gusta, carecen de fundamentos válidos para sus tesis neomedievales y menos aún para su estructura antidemocrática. Sin embargo, cuando dices que trasponer un sistema de pensamiento o teológico de un contexto a otro queda automáticamente invalidado es de cajón, pero lo que queda invalidado son los principios en los que se fundamenta el sistema y la estructura de su desarrollo, por ejemplo el tomismo, pero las ideas que motivaron la construcción de ese sistema no tienen que ser necesariamente erróneas, como la divinidad de Jesús o la Trinidad, y si se quieren seguir manteniendo pues habrá que buscar nuevos principios y desarrollos para seguir sosteniendo las mismas ideas en contextos diferentes.
     
     
    Que veas la IC de modo piramidal jerárquica, pues ciertamente es un modo común de verla que deriva de su pasado histórico absolutista. Se resisten a ceder parcelas de su poder porque están convencidos de su autoridad y sostenidos por un numeroso y mayoritario grupo de fieles que les apoya, más la inmensa mayoría que lo acepta en silencio, aunque este silencio sea cada vez menor. Mi perspectiva no es piramidal sino comunitaria. Me apunto a la corriente de opinión de que los “cargos” en la IC son servicios a la comunidad y no un escalafón de autoridades, honores y privilegios. Un obispo/a no es otra otra cosa que un encargado/a o “enviado/a” para ejercer una función, determinada por la comunidad que se lo encomienda, lo mismo que su “presidencia” si ello se considerase de este modo. Un papa no es otra cosa que un obispo primado y cualificado para ejercer la función de unidad, que no es lo mismo que uniformidad. Esto es lo original en las primeras Iglesias y lo que leemos en el NT, y la jerarquía haría bien releerlo con atención. Si la Iglesia contextualizó su estructura primero con el Imperio Romano, luego con la sociedad medieval teocrática, para pasar después al absolutismo de los reinos de la modernidad en Europa, es hora de que continúe el proceso de contextualización y se adapte a los tiempos democráticos y la posmodernidad actuales.¿Cuándo ocurrirá tal cosa? Pues desde luego no parece un proceso a corto plazo, pues no ocurrirá hasta que una inmensa mayoría de fieles deje de vivir su religión anclada en el medievo, y exija el cambio de estructura posiblemente mediante un Concilio que continúe, amplifique y aplique lo apuntado en el Vaticano II.
     
    Saludos cordiales

  • ana rodrigo

    Querida Carmen, uf, me lo pones difícil y voy a ver si puedo contestarte. En primer lugar decirte que desconozco el atranque personal que tenga tú en concreto con esta persona, que te respeto porque cada cual es dueña de sí misma y de sus gustos o sentimientos. Ya he demostrado porqué yo estoy en las antípodas en esta relación con Tamayo. Dejemos pues esta cuestión porque no es el objeto del debate.
     
    Respecto a “su” feminismo y defensa de la mujer, te digo que fue el primer hombre que conocí en este terreno e incluso, cuando casi nadie hablaba de los derechos de la mujer, él tenía las ideas muy clara y la praxis, pro lo menos en sus escritos, mucho más. Respecto a su mujer, tendría que ser ella la que dijese qué tipo de relación de igualdad o desigualdad tienen. Me extrañaría que una persona como su mujer permitiese el más mínimo resquicio de, digamos, despiste por parte de su marido. Margarita Pintos también tiene las cosas muy claras en cuanto a la defensa de la mujer. Así pues no sé de dónde sacas las sospechas.
     
    Tú tendrás tus razones para escribir lo siguiente: Y quiero decirte que este pensamientos no es solo mi parecer sino que muchas mujeres teólogas, mayores que él, de su tiempo y más jovencitas se quejan del machismo de los progres teólogos y entre el que más está Juanjo, porque una cosa es predicar y otra dar trigo,” pero, yo por lo que conozco y sé, me parece totalmente falso e injusto.
     
    Dejo esta cuestión para en el próximo comentario, decirte lo que pienso sobre la teología.

  • José Ignacio Calleja

    Pido disculpas también aquí por las erratas. (Me resulta muy difícil, como miope, escribir en un cuadro tan reducido como el que ofrece Atrio. No sé si se puede mejorar esto). Saludos cordiales.

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