Terminó 2010. Esta mañana mirando las altas cumbres en las que se respalda mi pueblo recordé algo que nos regaló Luis Troyano hace ya un par de años:
“Si somos sólidos como montañas, los agentes exteriores difícilmente nos perturbarán. No vale intentar evadirse, vale reconocer la realidad serenamente. […]
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